‒ Iré con... ‒ ¿Con quién? Ni podía decidir entre los dos; si elegía a uno dejaría sólo al otro, y no creo que funcione ir con los dos, necesitaba un milagro.
‒ ¡Elizabeth! ‒un rayo de esperanza, era Rose que venía corriendo hacia nuestra dirección, y que para mí tendría que llegar con un coro de ángeles - sí, dime - camine hacia ella esquivando a los muchachos que al verla bajaron sus manos - vamos a ver una película, Samanta y Alexander ya nos están reservando los asientos.
‒ Si me parece genial ‒giro para ver a Colín y Javier‒ ¿quieren venir? ‒ambos a sintieron, aunque con disgusto.
Llegamos al cine, Samanta al vernos levanto la mano para poder que los localizáramos, al llegar nos sentamos, ella había apartado dos, y eran para mí y para Colín, mire a Colín tenía una sonrisa minuciosa pero maliciosa, me gire hacia Javier quien me miro de una forma compasiva.
‒ No te preocupes, hay un puesto vacío justo detrás de ti ‒sin más nos sentamos, gracias que llegamos un poco tarde al cine, nos saltamos los cortos
A mitad de la película, una escena de suspenso atrajo la a tensión de todos, esperando impacientes que el asesino actúe y salga desde las sombras. Y eso fue lo que sucedió, la sala se llenó de gritos, aunque era predecible yo no pase desapercibida, del susto me sujete al brazo de Colín, pude sentir como apoyaba su cabeza en mi cabello, al igual que pude escuchar un gruñido detrás. Tiene que ser Javier, tengo cola de paja y aun así juego con fuego, ¡¿qué estoy pensando?! Mi prioridad ahora tiene que ser hacer justicia, no buscar pareja ni menos un enredo amoroso, que claramente terminara el mal de amores.
///Javier///
Desde el principio no me dio buena espina ese tal Colín, no puedo suplantarlo si ocupa ese puesto en la vida de Elizabeth, y tampoco es mi objetivo. Pero de todas maneras no soportaba que Elizabeth le tuviera esa confianza, verla abrazarlo buscando protección me hizo desear ser yo el que este a su lado, ser yo el que la haga sentir segura.
Termino la película, quería llevarla a un lugar lejos de él, de Colín, pero no la conseguí pensé que estaba con él su "amigo" de la infancia, pero después lo veo solo, parece que busca a alguien (Elizabeth). Por una parte me alegraba de que él no la acompañara, pero eso incluye que ella está sola o ¿no?
///Colín///
¿Quién era este tipo? No sé qué relación tenga con Elizabeth pero no es nada serio, más vale que no lo sea. He estado enamorado de Elizabeth desde hace mucho, no voy a permitir que un recién llegado me la quite. Y menos después de que tuve el valor de decirle lo que sentía.
La película fue una excelente idea, estaba feliz de estar cerca de ella y poder abrazarla en ese momento y consolarla. Y también me llene del sentimiento de gloria al poder escuchar sus quejas detrás de nosotros (Javier), hubiera deseado ver su cara de celos, y reafirmar el que se aleje de ella.
Al salir del cine la perdí de vista, por desgracia si pude ver a ese sujeto, pensé que estaría con ella pero al verlo exasperado, supuse que también la estaba buscando, pero si no está con él ¿dónde? Y ¿con quién?
///Elizabeth///
La película termino, y el grupo de nuevo se dispersó, yo aproveche la ola de gente la escabullirme de las "distracciones", fui a mi lugar favorito; los juegos no son las únicas cosas que me gustan de la feria: siempre la hacen cerca de un lago, cuanto llega la feria las luces se reflejan en el agua, junto con la luz de la luna, y esta noche me veían luciérnagas era, era un escenario hermoso.
Me senté en el pasto a observar tan estupenda escena, estos eran unos de los pocos lugares que me daban calma.
‒ Verdaderamente bello este lugar, parece mágico ‒una vos me saco de mis pensamientos, y la pude reconocer‒ no deberías estar tan sola, por cierto estas preciosa, te queda muy bien ese vestido ‒yo traía puesto un vestido rosa un poco más arriba de las rodillas, con una chaqueta corta blanca.
‒ Gracias Adán ‒me sonríe, creo que es la primera vez que lo veo hacerlo, y se sienta a mi lado‒ ¿Qué haces aquí?
‒ Vengo a esta feria todos los años desde los 8, aquí creció mi madre, pero después de su muerte tuve que mudarme para estar con mi padre.
‒ ¿Cómo es que nunca nos vimos?
‒ Hm... ¿Quién sabe? Quizás sí, pero no préstamos atención a lo que nos rodeaba.
‒ Si ‒cambia mi semblante‒ eso pasa muchas veces.
‒ Hoy no es noche de melancolía, tienes que distraerte, tengo una idea ‒lo miro curiosa‒ hay una mini teca aquí en la feria ¿quieres ir?
‒ Claro.
*
Al entrar a la mini teca me sorprende que no nos hayamos encontrado con ninguno de los muchachos, nos sentamos en una mesa un poco alejada. El camarero nos trae las bebidas que les pedimos, no bebo así que para mí piñas coladas sin alcohol, y Adán pidió un trago laguna azul.
Después de unos minutos me invita a bailar, en la pista de baile la música era movida así que bailamos separados, en algún momento me puse de espaldas hacia él y empezamos a bailar así, él me empezó a sujetar por las caderas, me pareció extraño que de un momento a otro estábamos bailando así, no le preste atención a ese detalle. Cambio la música por una suave, gire mi anatomía y él me sujeto por mi espalda baja yo lo abrace por el cuello y apoye mi mejilla en su hombro, él se acercó a mi oído, y sentí su aliento cálido.
‒ Esta noche es especial ‒sumerge su rostro en mi cuello (claro que sí) pensé mientras cerraba mis ojos y seguí bailando.
*
Estábamos paseando por la feria hasta los puestos de comida, ahí no, estaban todos y parecían preocupados. Al verme Colín y Javier me aproximaron corriendo, Javier llego primero, me tomo por los hombros y en su cara se veía el alivio de haberme encontrado.
‒ ¿Dónde estabas? Me tenías preocupado ‒Colín coloco su mano en el hombro de Javier‒ todos estábamos preocupados.
‒ Hm...
‒ Hm...- ambos miraron a Adán de manera acusadora, no era a mí y me sentía incomoda, tenía que intervenir.
‒ Ah chicos, él es Adán el hijo del forense que atendió a mis padres, Adán ellos son Colín amigo de infancia y Javier y buen amigo de academia.
‒ Un placer conocer a amigos de Elizabeth.
‒ Si, un placer ‒dijo Javier, al cual fulmine con la mirada.
‒ Igualmente ‒Colín le siguió el juego, no los soporto.
‒ Bueno yo ya me tengo que ir ‒Adán toma mis dos manos y las envuelve con las suyas‒ hoy fue una noche estupenda, bailas excelente ‒termina de decirlo, para besar mis manos, ¡no, por favor! ¿Tú también?
Sin más se marcha, doy vuelta lentamente y veo a mis compañeros algo tensos.
‒ ¿Bailaste con ese? ‒Colín esta alterado y Javier no se queda atrás.
‒ Por ese nos abandonaste y nos hiciste preocupar ‒ya me tienen cansada.
‒ Lo primero y principal "ese" tiene nombre se llama Adán, segundo si baile con él y baila bien, y por ultimo pero no menos importante es muy lindo que se preocupen por mí, pero puedo defenderme sola aunque no lo crean.
Salí corriendo de ahí, sin prestar atención a sus gritos, creo que me perseguían pero por una u otra razón los perdí, sin darme cuenta había salido de la feria, camine por la calle en mis pensamientos, las conocía tan bien, me eran tan familiar que llegue a mi antigua calle, vi mi antigua casa.
Seguí caminando hasta llegar a la comisaría, por alguna razón que ignoro los impulsos me llevaron a entrar. Camine por el pasillo y al final de este vi a ¿Adán? Estaba esperando frente a la puerta de la oficina del comisario Stevan, el me vio y su primera reacción fue sorpresa, para después cambiar a un sonrisa haciendo un gesto con la mano que me indicaba que me acercará.
‒ Hola otra vez ¿Qué haces aquí?
‒ Pues después de la feria ya tenía previsto venir a la comisaría con mi padre, venimos entregar los reportes de tus padres, el caso se cerró pero esté tipos de cosas deben archivarse.
‒ Ya veo, así que así quedara la muerte de mis padres solo otro archivo ‒baje la cabeza, pero él con su pulgar y el dedo índice me sujeto la barbilla y elevo mi rostro.
‒ Todo va estar bien, ten ‒me dio un sobre amarillo.
‒ ¿Qué es esto?
‒ Me pediste una copia de los exámenes forenses, bueno, ahí están.
‒ Yo... Eh no sé qué decir, gracias.
‒ Cuando quieras, ahí estaré.
Su padre salió de la oficina junto con el comisario, el cual se sorprendió de verme, se despidió del mayor y yo me despedí de Adán, ambos caminaron hasta perderse en la penumbra de la noche.
‒ ¿Qué estás haciendo por aquí? ‒lo miro fijamente unos segundos para responder.
‒ Estaba en la feria, salí a caminar y llegue a mi antigua calle, seguí caminando y llegue aquí.
‒ Y ahora que estas aquí ¿qué es lo que quieres?
‒ Sabe lo que quiero, justicia por la muerte de mis padres.
‒ Sabes que ya no puedo hacer nada, fue decisión de tu tía.
‒ Eso a mí no me importa, que hay de mi decisión ‒no había notado las lágrimas que se colaron por mis mejillas, el mayor suspira para avanzar unos pasos hasta quedar frente de mí, se agacha para quedar a mi altura y me coloca sus manos en ambos hombros.
‒ Eres muy joven para que te centres en esto, eso no lo hubieran querido, ellos hubieran querido que siguieras adelante.
Levante mi rostro para mirar al mayor, el cual me sonrió, yo trate de devolverle el gesto pero en vez de una sonrisa, para recia un mueca. Estaba a punto de irme cuando llego Javier.
‒ Menos mal que estas aquí, ¿por qué te fuiste de la feria?
‒ Estaba estresada, no te preocupes estoy bien, ¿Me llevas a casa?
‒ Si claro.
‒ Me siento más tranquilo de que no te irás sola ‒dice el comisario, el cual nos mira, Javier al mirarlo se queda paralizado, su ojos podrían haberse salido de sus orbitas‒ Tu eres... ‒el comisario también se queda estático al parecer reconoce a mi amigo, pero ¿de dónde? ¡¿QUÉ ESTA PASANDO AQUÍ!?, Javier después de tartamudear unas cuantas veces, por fin puede articular palabras.
‒ Yo lo conozco, usted es...
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