Desde la distancia se veía junto a sus amigos, todos reían a excepción de ella, como siempre, nadie en la escuela ni fuera de esta la ha visto reír o sonreír, su rostro es tan serio que asusta a las personas a su alrededor.
O casi a todos, sus amigos no le tenían miedo, y yo tampoco.
Muchos sabían que tan hermosa era pero no muchos se atrevían a acercarse e invitarla a salir, paso muy pocas veces y ella los ahuyentó con la mirada tan dura que había hecho mi cuerpo temblar, pero no de temor, sino excitación. Ella también atraía a mujeres, a veces en los pasillos escuchaba a algunas chicas decir cuan caliente era y como follaría.
Por que ella era bisexual, o al menos eso afirmamos todos debido a que se le había visto con hombres y mujeres, los hombres que habían logrado acostarse con ella eran fuera de la escuela, mayores que nosotros, las chicas eran igual fuera de la escuela, pero con ellas siempre eran de su edad o un poco más grandes. Pero se habían escuchado rumores acerca de que los hombres con los que se acostaba eran gays, ese rumor corrió por una semana antes de desaparecer por completo.
O al menos no todos hablaban en voz alta sobre aquello.
Nuevamente estoy divagando, gracias a ella siempre divago, todo lo que tenga que ver con ella me pierdo en ello, me pierdo en aquella sedosa piel blanca, aquellas cejas gruesas y pestañas largas, y oh Dios, sus ojos deberían ser la octava maravilla del mundo.
De nuevo divagando, Camila. Pero debo admitirlo, siempre me pierdo en ella.
En mi amor.