Tan pronto como Shen Jiayan se transfirió, su visión se oscureció, y parece que se cubrió con una túnica gris de monje. La túnica de monje estaba saturada de la débil fragancia del sándalo, oliendo inesperadamente bien.
Shen Jiayan se quitó nerviosamente la ropa que le cubría la cara e inmediatamente vio a Fan Yin de pie frente a él.
Sus rasgos faciales eran exquisitos y gentiles, el temperamento de su cuerpo era tan elegante como una flor de loto. Se limitó a permanecer allí tranquilamente, sin grandes olas en sus ojos. Era como una pintura a tinta de montañas y ríos con un sombreado apropiado, añadido con un toque de color y un poco menos de luz.
Los ojos claros como el agua de Fan Yin lo miraron: "¿Estás en serios problemas?"
Shen Jiayan dudó un segundo antes de saltar y abrazar a Fan Yin. Su cuerpo temblaba, "Tengo miedo, tengo mucho miedo, hay tantos de ellos——"
Fan Yin nunca había estado tan cerca de la gente. Además, la persona a la que abrazaba tenía la ropa desaliñada, la piel caliente presionando contra su propia ropa, no cumplía invariablemente con las normas establecidas.
Fan Yin quiso extender la mano y apartar a la persona que tenía abrazada, pero detuvo su acción cuando la sintió temblar.
La mano de Fan Yin se detuvo torpemente en el aire, no supo qué hacer por un momento. Finalmente, se posó suavemente en la espalda de Shen Jiayan, haciendo un movimiento de palmaditas poco natural durante un par de veces. "Bueno, se fueron."
Shen Jiayan hizo oídos sordos a lo que dijo, simplemente se metió persistentemente en el abrazo de Fan Yin. Las ropas de monje que Fan Yin le había puesto se deslizaron un poco hacia abajo y dejaron al descubierto la piel blanca como la nieve de su interior, con marcas rojas que quedaban de la lucha de hace un momento; además, había una pequeña marca de nacimiento roja en medio de su omóplato.
Los lóbulos de las orejas de Fan Yin se tiñeron repentinamente de rojo, sin saber si estaba tímido o enfadado, dijo: "Libera primero a este pobre monje."
Shen Jiayan no estaba seguro de si estaba realmente enfadado o no. Soltó sus manos obedientemente, sus ojos brillaban con lágrimas residuales. Inclinó la cabeza y dijo: "Sé que tengo un estatus bajo. Naturalmente, no pude entrar en los ojos de Guo Shi. No es una sorpresa que Guo Shi."
Cuando habló, retorció fuertemente sus dedos, agarrándolos hasta que apareció una marca roja.
Las ropas de Shen Jiayan estaban completamente desgarradas y desordenadas, habiendo perdido ya hace tiempo la función de cobertura. Esa piel blanca como la nieve deslumbraba a los ojos, parecía que si no estuviera aquí hoy, es muy probable que sin importar quién fuera, perdería la racionalidad y se abalanzaría.
Por el contrario, este hombre seguía mostrando una expresión de agravio. Esa mirada sólo hacía que la gente quisiera intimidarle sin piedad, y sería mejor intimidarle hasta que derramara lágrimas———
Fan Yin se dio cuenta de repente de la clase de pensamientos horribles que pasaban por su mente. Recitó internamente algunos mantras budistas, antes de estabilizar su vacilante convicción budista: "A los ojos de este pobre monje, todos los seres vivos son iguales, no hay que ser excesivamente humilde."
Shen Jiayan parpadeó y un torrente de lágrimas rodó por sus mejillas, "Entonces Guo Shi, ¿puedo ser contigo, una lámpara de aceite ante la estatua de Buda y servir a Buda?"
"No puedes." Fan Yin prácticamente lo rechazó. Después de eso, sintió que lo rechazó demasiado apresuradamente, rápidamente añadió después: "Todavía no estás desprendido de las posesiones mundanas y tus seis indriyas no están limpios, eres incapaz de entrar en el budismo."
Pero cuál fue la verdadera razón para decir esto, sólo Fan Yin lo sabe.
Por supuesto, la verdadera razón es algo que no puede decir en voz alta—— Para su sorpresa, su convicción se tambaleaba.
"Sistema, ¿Qué quiere decir con eso de no estar desprendido de las posesiones mundanas y que mis seis indriyas son impuros?" Shen Jiayan estaba un poco perdido, "Parece que no había ninguna escena como esta en la trama original, ¿verdad?"
El gato negro echó un vistazo a Fan Yin, y luego miró a su propio anfitrión. "¿No será porque tú tienes cabello y él no?"
"Oh." Shen Jiayan cayó en la cuenta.
Shen Jiayan cogió las tijeras del interior de la cómoda junto a la cama, sujetó sus propios cabellos y los retorció a conciencia.
Aquellos cabellos negros y finos como cascadas fueron cortados desde la raíz, dejando sólo los cabellos irregulares. El color de la tinta caía lentamente del aire al suelo, aparentemente impactante a la vista y asombrando al corazón.
Shen Jiayan, con aspecto desaliñado y cabello desigual, le preguntó: "Guo Shi, ¿se puede considerar que esto ha purificado los seis indriyas?"
La mano de Fan Yin que jugueteaba con las cuentas de oración budistas, se detuvo ligeramente. Había pocos asuntos que pudieran perturbar su corazón. Pero después de conocer a esta persona, hacía excepciones una y otra vez.
Toda la gente dice que la apariencia no es más que la carne mortal unida, pero sin saber por qué, a los ojos de Fan Yin, Su Yichen era tan hermoso que le asombraba en este momento. El tipo de belleza que se asemeja a una bola de llamas ardientes. Totalmente consciente de que te quemarás si te acercas a ella, pero aun así no pudiste evitar sentirte atraído por su deslumbrante luz.
La polilla vuela hacia la llama, no es más que eso en su mayor parte.
Fan Yin cerró los ojos y aún así se negó despiadadamente: "No se considera."
"Entendido." Shen Jiayan sonrió, pero parecía que había perdido toda esperanza. Paso a paso, retrocedió: "Ya que el Buda no quiere aceptarme, entonces dime Guo Shi, ¿está el rey Yan dispuesto a aceptarme?
Fan Ying avanzó inconscientemente para agarrar a Shen Jiayan, pero sólo pudo arrancarle el dobladillo de la ropa.
La frente de Shen Jiayan se estrelló fuertemente contra el pilar bermellón, y la sangre roja oscura serpenteó por su cara.
Fan Yin extendió apresuradamente su mano para atraparlo, con tanto pánico que rompió la cuerda de las cuentas de oración budistas. Esas cuentas cayeron y se estrellaron contra el suelo, rodando finalmente en todas las direcciones de la sala.
Fan Yin observó esas cuentas mientras estaba aturdido, y luego cerró los ojos. Suspiró suavemente en su corazón: ¡No te preocupes!
Shen Jiayan todavía sentía que la cabeza le daba vueltas cuando escuchó la clara voz de Fan Yin: "Cuando tus heridas estén curadas, ven al templo de Tingchan y búscame para dedicarte a la doctrina budista conmigo."
"Muchas gracias, Guo Shi." Los labios de Shen Jiayan estaban casi translúcidos pero aún así se rió a carcajadas.
Fan Yin llevó a Shen Jiayan a la cama, su voz sonaba como el agua que fluye, "Ya que vas a seguirme para dedicarte a la Doctrina Budista, cámbiate al apellido Yun, con el nombre Dharma Yun Chen. A partir de ahora, cambiarás tu dirección hacia mí por Shifu.
"Shifu." Shen Jiayan llamó obedientemente, a pesar de que la persona que tenía delante era sólo un año mayor que él.
Fan Ying asintió ligeramente. Todavía tenía algo que decir en este momento, pero se escuchó una voz que sonaba, mezclada con el sonido de pasos desordenados, indicando que la gente se acercaba.
La mujer principal parecía tener unos cuarenta años. Aunque cuidaba muy bien su salud, no podía ocultar los vestigios de la edad en la comisura de los ojos. También había rastros de arrugas en el entrecejo. A primera vista, se sabe que es una mujer seria y difícil de llevar. Iba vestida con una tela con un patrón vago y con "palabras benditas" bordadas en la túnica dorada, cada paso parecía estar medido a la misma longitud, conforme a las normas de caminar.
Ella es precisamente la Primera Señora de la residencia Su, Yan Shi. También era la madre biológica de Su Yun.
Yan Shi presentó sus respetos a Fan Yin, "Este hijo no filial hizo esta inmundicia, y ensució gratuitamente los ojos de Sheng Seng. Permíteme compensar primero a Sheng Seng por esta culpa. También pedir que Sheng Seng se aparte, procederé a disciplinar a este desvergonzado con el derecho de familia de inmediato. Que venga alguien, el Jia Fa."
Su Yun a un lado sonrió y estuvo de acuerdo, "Madre, parece que este segundo hermano menor mío quería un hombre. Vamos a casarlo con alguien antes de que sea demasiado tarde."
"¡Cállate!" Reprendió Yan Shi, "En presencia del Sheng Seng, ¿Qué palabras estás diciendo?"
Había indignación en el rostro de Su Yun. Sin embargo, agobiado por la cara de Yan Shi, no se atrevió a replicar. Sólo pudo murmurar en voz baja: "No era mi intención hacerlo sonar así. Obviamente fuiste tú quien dijo que, con el tipo de cara que tiene Su Yichen, podemos usarlo como herramienta de negociación; incluso ayudará a que mi viaje para ser funcionario del gobierno sea más suave."
Fan Yin lo escuchó claramente y hubo un ligero rastro de ira en sus ojos. Finalmente, comprendió por qué este joven prefería morir y abandonar este lugar.
Mientras hablaban, el ama de llaves se acercó con un palo, un palo tan grueso como el brazo de un hombre adulto. Encima, todavía había algunas púas en la parte superior que no han sido alisadas. Sólo con mirarlo, uno podía imaginar lo doloroso que sería si finalmente golpeaba el cuerpo.
Los niños aristocráticos que habían seguido a Yan Shi, antes asustados, vieron esto y todos se arremangaron para ver un buen espectáculo. Varios de ellos no pudieron reprimir el sentimiento de excitación e incluso gritaron las palabras: "Bien, azótenlo, azótenlo sin piedad."
Era evidente que esto era algo habitual.
"Señora Su, a partir de hoy, Su Yichen será tomado por este pobre monje como aprendiz. Ya que es el aprendiz de este pobre monje, no es necesario que la Señora Su se moleste. Tan pronto como su herida se cure, este pobre monje se lo llevará para marcharse." Fan Yin vio el aspecto tímido y tembloroso de Shen Jiayan, así que abrió la boca y habló.
Yan Shu hizo una pausa, su expresión también se volvió helada en consecuencia, "Sheng Seng, la razón por la que te llamo Sheng Seng es que te respeto (formal). Es sólo que, ahora mismo no se ha afeitado la cabeza todavía, así que aún no es tu aprendiz oficial. Y mientras haya un día que no se haya afeitado la cabeza, sigue siendo una persona de mi casa. Yo disciplinaré a mi propio hijo; esto es asunto de mi familia. Me temo que el control de Sheng Seng no puede alcanzar este aspecto, ¿verdad?"
A lo largo de estos años, la dureza con la que Yan Shi trataba a Su Yichen, lo entendía claramente en su corazón.
Cuanto más claro lo entendía, más sabía que no debía permitir que Su Yichen ascendiera. Una vez que su estatus esté por encima, entonces ellos, madre e hijo, no serían capaces de tener una buena vida.
Este Su Yichen había sido alimentado continuamente con un veneno de bajo nivel desde la infancia, no hace falta decir que su cuerpo ya era débil. Si sufriera una dura paliza antes de ir al templo, aún no se sabe si sobreviviría. Todavía quería convertirse en el aprendiz de Fan Yin, ¡es simplemente un sueño!
"De acuerdo. Este pobre monje entiende." Fan Yin dijo, luego se inclinó lentamente y abrazó a Su Yichen, "En ese caso, Señora Su, por favor."
Yan Shi levantó ominosamente el palo y se burló fríamente: "Sheng Seng, no me culpes entonces. Según el derecho de familia, son cincuenta golpes y si no lo soportas, puedes quitarte de en medio."
Fan Yin no le prestó atención, su boca murmuraba escrituras budistas, con una expresión incomparablemente piadosa.
Yan Shi golpeó hasta quedarse sin aliento, pero vio que Fan Yin parecía estar bien como antes, ocupándose de sus propios asuntos de cantar escrituras budistas. Ya se habían enviado 40 golpes, pero Yan Shi ya había guardado el palo: "Bueno, Sheng Seng, hoy te daré la cara. Este asunto será olvidado."
Después de hablar, Yan Shi se llevó a Su Yun y se fue.
Justo antes de irse, miraron maliciosamente a Shen Jiayan y eso hizo que Shen Jiayan se diera cuenta de que sería imposible dejar pasar este asunto.
"Este pobre monje volverá a por tus documentos oficiales, tú tranquilízate y recupérate en la residencia Su por el momento". Fan Yin se enderezó sin prisas para marcharse. Paso a paso, no caminaba ni demasiado rápido ni demasiado lento. Más bien, tenía la apariencia de un ser celestial, en paz y sin preocuparse por asuntos triviales.
Fan Yin mantuvo esta pretensión hasta que llegó al templo de Tingchan. En cuanto se sentó en la alfombra de oración, escupió de repente una bocanada de sangre.
El viejo abad sostuvo una escoba y barrió lentamente las hojas del suelo, una luz sabia brilló en sus ojos: "Fan Yin, tu convicción budista es inestable. ¿Por qué?"
"Por culpa de un hombre." Las pestañas de Fan Yin cayeron.
"Entonces, ¿Qué deseas?" El viejo maestro dejó de barrer el suelo y preguntó.
"Esconderlo, evitarlo, dejarlo (hacer algo), y luego no verlo." Fan Yin respondió como una luna fría y solitaria.
"Mira las hojas muertas del suelo. Por mucho que barra, siempre habrá más hojas en el suelo." El viejo maestro sonrió: "Tu corazón es este suelo. No importa cómo lo barras o lo limpies, las que deban caer encima, acabarán cayendo encima. ¿Dices que puedes barrerlo para limpiarlo?"
"¿Qué quiere decir el Maestro?" Fan Yin giró su rostro para preguntarle. Su mirada era algo así como la de un niño inocente.
"Bésalo, estate cerca de él, síguelo, hasta que el corazón no tenga más ondas, permaneciendo firme e impasible." El viejo monje continuó barriendo el suelo: "De este modo, aunque las hojas caigan algún día, no dejará ningún rastro en tu corazón."