Paso un mes. Un largo y hermoso mes. Sadie recibía la visita de la chica de la ventana todos los días. Verla se había convertido en parte de su rutina. Curarle las heridas también. Sadie le había aconsejado hablar con sus padres, con el director o con la policía.
________: No tiene sentido, ellos seguirán haciéndolo -Decía, y Sadie prefería quedarse callada mientras, dulcemente, la ayudaba a desinfectar y cubrir sus heridas.
________ había intentando devolverle su ropa colorida y su chaqueta negra durante mucho tiempo, pero Sadie le pidió que las conservara, pues ella les daría un mejor uso. ________ al principio se negó, pero finalmente fue cediendo e incluso termino usando mas ropa de Sadie, como una camisa de "The Neighbourhood" y unos shorts blancos. Definitivamente se habían convertido en las mejores amigas.
Nada parecía poder arruinar lo que estaban viviendo.
Excepto una cosa...
Sadie despertó tarde aquel día. Pensó de inmediato que podía ser a causa de las medicinas. Corrió hacía la ventana, esperando verla, pero ella ya se había ido a la escuela.
"Estúpida escuela" Pensó.
Sonrió al ver en la ventana un papel que decía: "Buenos días, chica de la ventana. Espero verte más tarde".
Desgraciadamente, no lo hizo.
Una hora después, cuando Sadie hubo desayunado y estaba en su cuarto intentando resolver un crucigrama, no lográndolo gracias a que sus pensamientos siempre eran desviados hacia ________, recibió una llamada de Millie que no dudo en responder. Necesitaba alejar su mente de ________ si quería seguir con su rutina.
Millie: ¡Sink!
Sadie: ¡Brown!
Millie: Sadie, acabo de hablar con tu cardiólogo. Me dijo que tu corazón no parece estar respondiendo al tratamiento. ¿Cuándo planeabas decírmelo?
Sadie: No planeaba decírtelo -Susurró, dejando escapar una lágrima por sus ojos.
Decirlo era como admitir que estaba mal. Y estar mal era estar enferma... Sadie Sink siempre estaba enferma. Y estaba cansada de esto.
Millie: Sadie, yo -Sadie no pudo identificar el hecho de que Millie estaba enojada hasta que finalmente explotó-... ¡Soy tu amiga, Sadie! ¡¿Enserio no planeabas contármelo?! ¡¿Querías que lo supiera cuando fueses de nuevo al hospital?!
Sadie: Millie...
Millie: ¡Soy tu amiga, por todos los cielos! ¡Tú mejor amiga, Sink! ¡Decirme cosas como estas es importante, Sadie! -Sadie se sintió culpable. Millie tenia razón.
Sadie: Millie, yo no...
Millie: Yo solo... yo... yo te quiero, Sadie y no... no soportaría perderte... -Dijo entre suspiros.
Sadie: ¡Millie, estoy bien! -Exclamo exasperada. No estaba enferma. No lo estaba.
"Sí lo estas, idiota"
Millie: ¡No estás bien, Sadie! ¡Tu corazón puede fallar en cualquier momento, Sadie! Tus exámenes dicen que...
Sadie: ¡A la mierda los exámenes! ¡Yo me siento bien, Millie! ¡No soy una puta enferma! ¡Dejen de tratarme como a una bebe!
Millie: Sadie...
Sadie: No estoy enferma -Sollozo, cayendo al suelo y cubriendo su cabeza mientras lágrimas escapaban por sus ojos azules-. No lo estoy.
Millie: ¿Sadie, que sucede? -Millie conocía a Sadie. Conocía cada mínima faceta de su voz.
Sabía lo que iba a venir.
Sadie:... Yo solo quiero ser normal, Millie. Quiero buenos riñones, un corazón que no funcione como la mierda y... yo solo... no quiero estar enferma de nuevo, Millie -Susurró, sin intentar limpiar sus lágrimas.
Millie: Sadie, respira.
Sadie: ¡Estoy cansada de toda esta mierda, Millie! ¡Mi mamá no me deja salir de la casa! ¡No puedo hacer nada sin que sea un riesgo para mi! ¡No sirvo para nada, Millie!
Millie: Sadie, tranquilízate ¿Esta bien? Entiendo lo que dices... Voy... voy a llamar a tu mamá.
Sadie: ¡No, Millie! ¡Estoy bien!
Millie: Estas a punto de tener un ataque de pánico, Sadie. No estas bien. Tu mamá tiene que...
Sadie: ¡Puedo controlarme sola, Millie! Yo solo... solo... -Pero las palabras ya no salían de su boca, y así Sadie Sink termino ahogada por el llanto, Sintiendo como sus lágrimas quemaban sus mejillas.
Millie: Lo siento, Sadie. Tengo que hacerlo.
Y la llamada termino. Lo siguiente que Sadie escucho fue el teléfono de su casa sonar y a su madre atender. Frustrada, Sadie lanzó su celular contra la pared y simplemente, gritó.
Gritó porque estaba enferma.
Gritó porque nadie parecía creer que ella podía hacer algo por su cuenta.
Gritó porque se odiaba.
Gritó porque era una idiota.
Casi de inmediato llego Lori y la cubrió con sus brazos. Sadie intento empujarla, indicarle que ella podía calmarse sola, pero Lori no la soltó ni un segundo.
Su madre estaba hablando, pero ella no podía escucharla. Solo escuchaba sus propios gritos y una voz en su cabeza que la llamaba idiota.
Se retorció de un lado a otro, llorando y gritando. Intento golpear su cabeza para callar la voz, pero Lori se lo impidió. Enterró sus uñas en la piel de sus piernas, buscando opacar el dolor que sentía en su interior, pero de nuevo Lori se lo impidió. Finalmente comenzó a darse por vencida, y la voz de su madre se hizo presente en su cabeza.
Lori: Esto no le hace bien a tu corazón, Sadie.
Y tenía razón. Sadie respiro hondó y contó hasta diez. Si odiaba ser una enferma, debía de eliminar las posibilidades de serlo.
Lori: ¿Estás mejor? -Preguntó mientras apoyaba la cabeza de su hija en su hombro, Sadie aún llorando desconsoladamente.
Sadie: No -Sollozo.
Lori intento calmarla a Sadie acariciando su espalda, pero las lágrimas de la chica seguían rodando por sus mejillas.
Sadie: Soy una idiota.
Lori: No, Sadie, no lo eres...
Sadie: No puedo hacer nada...
Lori: Sadie, no digas eso.
Sadie: Soy una idiota, mamá -Suspiro, y el llanto se hizo más intenso.
Lori intento múltiples veces tranquilizar a Sadie, pero todo terminaba igual.
En un llanto peor que el anterior. Paso al menos una hora hasta que Lori por fin lograse que Sadie se calmara.
Lori: Piensa en algo que te guste, Sadie. Olvídate de todo lo que tienes por un minuto y piensa en algo que te guste.
Fue allí cuando vino a su mente la imagen de ________. Sus ojos achocolatados, su piel bronceada, sus sonrisas, sus expresiones faciales de deducir, su voz... Todo. Y finalmente una sonrisa se dibujo en el rostro de Sadie. No una sonrisa falsa, en esa donde solo levantaba la comisura de su labio. Aquella fue una sonrisa real.
Lori: Así me gusta, Sadie
Sadie: Mamá -Susurró, limpiando sus lágrimas y alejándose rápidamente de su madre, sintiéndose incomoda- ¿Crees que puedes dejarme sola un momento?
Lori: Solo si prometes que no te harás daño.
Sadie: Jamás me lo he hecho, mamá -Lori miro las marcas de uñas que habían quedado en la pierna de Sadie y frunció el seño.
Lori: No creo que sea buena idea...
Sadie: Mamá, por favor -Susurró.
Finalmente, después de muchos intentos, Lori se vio obligada a ceder.
Sadie se sentó en su cama, limpiando sus lágrimas, pensando en como las manos de ________ la habrían tranquilizado en aquella situación antes de que comenzara.
Su celular comenzó a sonar.
Sadie camino hacía el y lo levanto. La pantalla estaba rota, pero aún podía leer el nombre de quien la llamaba.
Millie. De nuevo.
Millie: ¿Estas bien, Sadie?
Sadie: Si, yo solo... yo solo estoy harta de que esto suceda -Susurró, sintiéndose una completa idiota por lo que le había sucedido. Se sentía una idiota por enfadarse con Millie solo porque esta se preocupaba por su estado. Se sentía una idiota porque estaba acostumbrada a ello.
Millie: Esto no es tu culpa, Sadie. Es malo, si, pero tienes que aprender a vivir con ello.
Sadie: ¿Cómo puedes pedirme esto si tú jamás te has enfermado?
Millie: Estoy en el hospital la mitad del día, Sadie. He visto a cada persona entrar y salir de acá. He visto como sufren, Sink. Y luego los he visto sonreír después... Y cuando les pregunto porque lo hacen ellos solo me dicen que no pueden hacer nada mejor -Explico con la voz quebrada-. Y tienen razón, Sink Ellos solo... -Y, sin motivo que Sadie comprendiese, Millie comenzó a llorar al otro lado del teléfono. En el fondo Sadie escucho la voz de Noah tranquilizándola-. Lo siento.
Sadie: ¿Sucede algo, Millie? -Sadie sabía que el hecho de que su amiga estuviese llorando a través del teléfono no era completamente normal. Millie jamás había llorado frente a Sadie.
Sadie jamás la había visto llorar. Una vez Sadie le pregunto porque, y Millie solo contesto "Porque si yo soy fuerte, tú eres fuerte"
Millie: Es solo que...
Sadie: Puedes decírmelo, Millie.
Millie: Es Noah, el...-El llanto se hizo más grande. En el fondo Noah le susurraba a Millie que todo estaría bien. Que no iba a abandonarla- tiene un tumor cerebral, Sadie y su rango de vida es de...
Pero Millie no pudo terminar su oración, pues el llanto se hizo cada vez más fuerte. Sadie estuvo pegada al teléfono todo el tiempo, dejando escapar algunas lágrimas por sus ojos, sintiendo que su corazón se retraía dolorosamente ante la noticia.
O tal vez frente a algo más grande y grave...
De repente la voz de Noah se escucho al otro lado del altavoz.
Noah: ¿Sadie?
Sadie: ¿Noah? ¿Estás bien? ¿Cuándo lo supiste? -Pregunto, preocupada. Noah era un buen chico, y un gran amigo, y no deseaba que nada malo le sucediera. Sobre todo porque Millie lo amaba, y si perdía a Noah también perdería a Millie. De nuevo estaba llorando.
Noah: Sadie, yo -El intentaba permanecer fuerte, pero su voz también estaba algo quebrada- Estoy bien. ¿Me escuchaste? Estoy bien... Lo supe desde hace un par de días, pero Millie acaba de enterarse y...-Suspiró- Tú eres la única que puede entenderme ahora mismo, Sadie.
Sadie: ¿Quieres un consejo, Noah?
Noah: Por favor -Y Sadie reconoció esa voz. Era la voz que ella usaba todo el tiempo. La voz de alguien que se siente enfermo. De alguien que ESTA enfermo.
Sadie: No intentes hacerle sentir a los demás que estas bien. Eso solo te hará sentir mal a ti.
Y sin esperar una respuesta, Sadie finalizo la llamada, colocando su celular al lado y dejando que lágrimas corrieran por sus mejillas desenfrenadamente. Otro ataque parecía acercarse.
Ya se había perdido a sí misma. No quería perder a Noah y a Millie también.
Fue entonces cuando lo sintió.
Primero, un pequeño dolor. Luego el sentimiento de que su corazón era estrujado. La sensación de ahogo. El dolor se hacía más grande.
Cayó al suelo de rodillas, sujetando su pecho, respirando agitadamente.
"No de nuevo, idiota. Por favor, no" Pensaba, como si con eso pudiese detener lo que estaba sucediendo "Inhala, exhala. ¡Vamos Sadie! ¡No es difícil! ¡Hazlo idiota!
Su corazón era estrujado. Débiles sonidos guturales escapaban por su garganta. Se quedaba sin aire. Las cosas daban vueltas a su alrededor. La garganta le dolía. Las nauseas iban y venían.
"No, idiota. No. Tú no estas enferma. Tú no estas enferma"
Lágrimas corrían por sus ojos, pero ella no se daba cuenta a causa de las miles de malas sensaciones que sentía. El dolor empeoraba con cada segundo.
Sadie: Mamá -Fue lo último que dijo antes de caer directamente inconsciente sobre el suelo.