Eijirou Kirishima y la Orden...

By Tori_Lovegood

1.5K 212 491

โš ๏ธ๐”ธ๐•”๐•ฅ๐•ฆ๐•’๐•๐•š๐•ซ๐•’๐•”๐•š๐• ๐•Ÿ๐•–๐•ค ๐•๐•–๐•Ÿ๐•ฅ๐•’๐•คโš ๏ธ Tras lo sucedido en el Campeonato de los Tres Magos, circulan... More

Capรญtulo 1
Capรญtulo 2
Capรญtulo 3
Capรญtulo 5
Capรญtulo 6
Capรญtulo 7

Capรญtulo 4

222 26 95
By Tori_Lovegood

Llegaron al castillo en poco tiempo, muchos de los alumnos ya habían entrado por lo que los carruajes que se encontraban allí estaban vacíos. Kirishima vio en todos ellos a los caballos que había llevado su propio carruaje, pero seguía sin comprender por qué era el único que los veía.

Bajaron todos juntos y caminaron hacia el colegio. Kirishima notaba como Jirou y Momo parecían tener miradas entre ellas hacia él, pero ninguna dijo o hizo nada fuera de lo normal. Sin embargo, cuando vio a otros compañeros sí notó como le veían con desprecio, como si hubiese hecho algo impensable.

La mayoría de los que antes eran amables con Kirishima y le saludaban, se apartaban al ver al grupito pasar, y Eijirou se sintió todavía más incómodo. Notó una mano tomar la suya y vio a Mina a su lado, sonriéndole para que se calmase. La chica sin duda era su salvavidas, y correspondió la sonrisa un poco más tranquilo.

Pronto habían subido las escaleras que daban al Gran Comedor, escuchando el bullicio que había tras las grandes puertas de madera. Ese fue el momento en el que debían separarse, pues la primera noche para darle la bienvenida a los de primero debían sentarse cada uno con sus compañeros de casa.

—Nosotras nos vamos a nuestra mesa. Nos vemos luego chicos —Jirou fue la primera en despedirse, yendo a la mesa de Hufflepuff.

—Mina, ¿te unirás al final a las tardes de chicas? —Momo se acercó a la pelirosa antes de irse a la mesa de Ravenclaw, donde ya la esperaba Tsuki.

—¡Claro! Avísame y estaré puntual Yaomomo —asintió emocionada y se despidieron hasta el día siguiente.

Los cinco amigos fueron a la mesa de Gryffindor y se sentaron donde siempre lo hacían. Sin embargo, eso no hizo que las miradas sobre Eijirou desapareciesen. Todos estaban atentos a cada movimiento del pelirrojo, y él no estaba para nada bien con tantas miradas sobre él.

—Pelos de mierda deja que piensen lo que quieran. No has hecho nada malo —Bakugo le habló en voz baja, sabiendo por qué lo observaba la mayoría de los estudiantes.

Muchos de ellos seguían El Profeta, y seguramente creerían las mentiras que habían estado contando sobre el pelirrojo y sobre Toshinori. Habían tratado de evitar durante todo el verano que Eijirou viese el periódico, pero Bakugo sabía que estaba enterado.

Kirishima decidió distraerse mirando un poco a su alrededor, hasta reparar en la mesa de los profesores. Como todos los años Toshinori estaba en medio con la profesora Kayama a su lado. También se encontraban los profesores que usualmente les daban clase; pero donde supuestamente debía encontrarse Taishiro, había una silla vacía. El semigigante no estaba por ningún sitio, y ahora que se daba cuenta no lo escuchó en ningún momento guiar a los de primero hacia los botes.

También notó a otra persona sentada al lado de Aizawa. A primera vista parecía una mujer, con el cabello blanco hasta los hombros y unos ojos inquisidores. No la había visto en su vida, pero de pronto cruzaron miradas y un escalofrío recorrió su cuerpo, como si se hubiese quedado congelado.

Sus ojos parecían querer matarle, y agradeció que se diese paso a los alumnos de primero, porque se estaba poniendo realmente nervioso. Apartó su mirada de esa mujer y se concentró en observar los rostros de los nuevos estudiantes.

Algunos de ellos parecían estar entusiasmados por comenzar sus estudios en ese colegio, pero en otros se notaban los nervios por la selección de casas. Hubo uno que llamó la atención de Kirishima, era un pequeño niño que temblaba bastante asustado, mirando a todas partes mientras comenzaban con la Selección.

Parecía querer irse de allí, pero pronto vio que otro niño se acercaba y le hablaba, logrando que el chico dejase de lado su miedo. Recordó entonces su primer año, en el tren de camino al colegio. Bakugo y Kaminari habían sido muy amables con él, gracias a ellos es que no sintió tantos nervios como seguramente habría tenido si estuviese solo.

Escucharon el discurso del Sombrero Seleccionador y después fueron nombrando uno a uno a todos los estudiantes de nuevo ingreso. La pequeña ceremonia duró un largo rato pues el sombrero tardó bastante en escoger la casa de algunos niños. Una vez por fin hubo acabado, el director se levantó para dar su discurso de apertura. Los alumnos que ya llevaban unos años en el colegio de lo sabían de memoria, y esperaban que acabase pronto para poder comenzar con el banquete de esa noche.

Toshinori dio las advertencias de siempre sobre el bosque Prohibido, dando la bienvenida a todos y pronunciando las mismas palabras de todos los años. La mayoría no atendió a lo que decía hasta que mencionó las ausencias y los nuevos profesores.

—Seguramente muchos se pregunten dónde está nuestro guardabosques. —Cuando mencionaron a Taishiro, Eijirou prestó atención, viendo al estrado donde estaba Yagi— Por ahora se está tomando unas debidas vacaciones, así que hemos buscado un sustituto para él. También debemos darle la bienvenida al profesor Geten, que se hará cargo de las clases de Defensa contra las Artes Oscuras. Estaréis todos de acuerdo en desearle mucha suerte.

"Pues no era mujer..." Kirishima se sorprendió un poco al saber eso, viendo que su nuevo profesor se levantaba. Incluso Toshinori pareció mirarle confundido, pues no esperaba que fuese a hablar frente a los alumnos.

Geten caminó hacia donde estaba el director, mirando a los alumnos detenidamente. Sus ojos parecían ser realmente fríos e impasibles mientras examinaba uno a uno a cada estudiante. Kirishima notó como Bakugo a su lado se removía inquieto, y tomó su mano por debajo de la mesa.

—Gracias por esa bienvenida tan... cálida, profesor. —Eijirou pudo comprobar que su voz era grave, y carente de sentimiento— Es un placer regresar a este colegio como profesor tras tanto tiempo. El ministerio siempre ha considerado vuestra educación de vital importancia, y a pesar de que cada director ha aportado algo... Nuevo y especial a esta histórica escuela, nosotros no debemos creer en el progreso.

Touya y Natsuo se miraron de reojo y sonrieron de lado, escuchando a ese tipo hablar como si nada. Parecía que ese último curso en Hogwarts iban a divertirse. Chocaron los puños riendo en voz baja, y ambos continuaron escuchando la charla del que, a sus ojos, sería el blanco perfecto para sus bromas ese año.

—Preservemos lo que ha de ser preservado, perfeccionemos lo que ha de ser perfeccionado. Y enterremos las prácticas que deberían estar prohibidas —sonrió de lado al acabar de hablar, mientras Toshinori y los demás profesores comenzaban a aplaudir tímidamente junto a algunos alumnos.

Sin embargo, ninguno de los adultos sonreía. Inclusive la profesora Kayama que normalmente sonreía a los nuevos profesores, estaba bastante seria esa noche. Toshinori dirigió unas palabras más a los alumnos y después dio por comenzado el banquete.

Todos comían tranquilos, pero en la mesa de Gryffindor, los cinco chicos estaban inquietos. Kirishima todavía notaba la mirada de Geten sobre él, y eso no le ayudaba a abrir el apetito. Bakugo a su lado le estaba obligando a meterse algo a la boca, pero el pelirrojo difícilmente podía tragar nada.

—¿Qué habrá significado todo ese discurso? —Denki acabó por romper el silencio que había entre ellos mientras se servía puré de patatas. A su lado Sero miró de reojo a Geten, para luego hablar bastante preocupado.

—Significa que el Ministerio está interfiriendo en Hogwarts.

Una vez terminó la cena los chicos se levantaron de sus asientos dispuestos a irse cada uno a su sala común. Bakugo como prefecto tuvo que quedarse para guiar a los niños de primero por lo que se reuniría después con ellos. Kirishima vio a la chica que sería su compañera, parecía ser simpática aunque no la conocía.

Se despidieron del rubio y subieron las escaleras hacia su torre. En el camino Eijirou notó que los estudiantes seguían mirándole y susurrando a su alrededor, logrando ponerle muy incómodo. ¿Tantas cosas malas había dicho El Profeta sobre él? Además, aunque fuese así, ¿por qué sus compañeros le observaban de esa forma? No podían haber creído lo que se decía de él, todos sabían lo que había pasado el año anterior.

Notó que Ashido no apartaba su mirada de él, y trató de sonreírle para que dejase de preocuparse, pero no lo logró. Sero y Denki también parecían inquietos caminando delante de ellos, y les miraban de reojo de vez en cuando mientras hablaban de sus cosas.

Por eso cuando estuvieron frente al cuadro de su Sala Común suspiró aliviado. Estaba seguro de que sus compañeros de casa no serían como el resto de Hogwarts; había pasado cinco años con ellos, eran todos muy buenos amigos, así que se sentía seguro allí. Al menos se libraría de miradas que le juzgasen todo el tiempo.

Sero dijo la contraseña y los cuatro entraron por el hueco, viendo que la mayoría de los estudiantes de su casa estaban ya allí. Algunos se callaron al ver a Kirishima, y el ambiente se volvió realmente tenso, como había sido toda la noche.

Eijirou se sentó en uno de los sillones de la sala, ignorando a los demás compañeros que estaban allí y comenzó a hablar con Mina tratando de pasar desapercibido. Vio que Sato y Koda se sentaban frente a ellos, y se alivió bastante. Ellos eran sus amigos, estaba seguro de que al igual que las chicas no tendrían rencor hacia él.

—¡Chicos! ¿Qué tal el verano? —les preguntó con una sonrisa, pero se borró al ver la mirada que Sato le daba. Vio cómo Koda le ponía la mano en el hombro, aunque tampoco parecía muy feliz.

—El mío mejor que el de Rikido... —Koji susurró mirando de reojo a su compañero, que parecía bastante enfadado por esa pregunta.

—¿Qué? —Kirishima miró confundido al castaño, sin saber a qué se refería el chico.

—Mi madre no quería que volviese este año. El Profeta ha publicado muchas cosas sobre Toshinori y sobre ti.

Sus palabras dolieron mucho a Eijirou. ¿Ni si quiera sus compañeros, las personas con las que había compartido cinco años, iban a creerle? Se removió inquieto, y vio que sus amigos miraban mal a los dos chicos. Kaminari estuvo a punto de levantarse pero Sero le tomó de la muñeca a tiempo.

—¿Y acaso tu madre va a creer todo lo que diga El Profeta? —Claro que no pudo parar a Mina, que se levantó y encaró al joven. Sin duda si el pelirrojo temía a alguien era a su amiga—. ¿Vas a creer lo que diga un estúpido periódico antes que a tu amigo?

—Bueno nadie más estuvo esa noche. —Sarah, otra joven de su curso, se acercó para intervenir— Kirishima dejó tirado a Shinsou, y nadie más ha visto a All for One aparte de él.

—Tal vez si Eijirou nos diese más detalles sobre lo que pasó... Podríamos creerle —Sato miró fijamente al chico, que se puso pálido.

Todavía recordaba esa noche, haber dejado al pelimorado inconsciente sobre la hierba y creyendo que no tardaría mucho tiempo en volver a por él. No había resultado en lo peor, pero aún se sentía culpable por haberle dejado, sobre todo porque podrían haberlo hecho algo. Pero lo que más vívido seguía en su memoria, era lo que le había pasado a él. Haber estado frente a ese hombre, lo que había presenciado, hizo que su rostro se pusiese totalmente blanco.

—Pedazo de zorra... —En cuanto Ashido escuchó la petición de la otra chica se remangó el uniforme caminando hacia ella.

Kirishima iba a detenerla porque no quería causar un alboroto, pero no hizo falta. Una voz detuvo a Mina de abalanzarse contra su compañera. Bakugo observaba la escena con los alumnos de primero, y miraba serio al grupito principal del jaleo. Con una seña le indicó a la otra prefecta que llevase a los pequeños hacia los dormitorios, mientras él solucionaba todo eso.

—¿Se puede saber qué está pasando panda de extras?

—Que al parecer Sato le hace caso ciegamente a su mamita —Mina habló de inmediato, recibiendo una mala mirada del mencionado.

—¡No menciones a mi madre, Ashido! —Rikido se levantó del sofá y encaró a la chica, que no se asustó en absoluto.

—¡Cuando tú no dudes de Kirishima!

—¡Basta ya los dos! —Bakugo gritó y todos se quedaron en silencio. El cenizo se acercó al grupo, poniéndose entre Mina y Sato y mirando al varón.

—Bakugo, ¿es que acaso estás de su parte? —Sarah trató de hablar de nuevo pero una sola mirada de Katsuki y se calló.

—Sí. Que os quede claro, el que se meta con Kirishima se mete conmigo. No quiero ver a ningún estúpido extra insinuando gilipolleces de nuevo, o se las verá conmigo.

Eijirou vio con un leve sonrojo a su amigo, y sonrió como un bobo. No podía creer que Bakugo le defendiese hasta ese punto. Le aliviaba mucho haber vuelto a acercarse a él aunque resultase un poco doloroso por sus sentimientos hacia el chico.

Se levantó de su asiento y tomó al rubio del hombro, tratando de decirle con un intercambio de miradas que por favor no hiciese nada de lo que pudiese arrepentirse. Sero también se puso en pie con Denki todavía de su mano, y subieron las escaleras hacia los dormitorios antes de que alguien más decidiese intervenir.

Kirishima le dio las gracias a Mina por defenderle de sus compañeros en el pasillo, y luego entraron en su cuarto. Por suerte aparte de ellos solo estaba Todoroki en su dormitorio, que se encontraba jugando con su sapo tirado en la cama. Parecía no haber escuchado nada sobre lo que pasaba porque les saludó normalmente.

Los chicos le devolvieron el saludo tratando de olvidar lo que acababa de pasar. Kirishima se puso el pijama y se sentó en su cama, acariciando a Hedwig. De pronto sintió un peso extra y alzó la vista, encontrando frente a frente a Bakugo. También llevaba su pijama, y parecía preocupado.

—¿Estás bien? Los idiotas no tienen cerebro, no debes preocuparte por lo que piensen. Si alguno vuelve a decirte algo solo dímelo y se llevarán una explosión.

—Gracias Blasty... Pero no quiero que te regañen, ahora eres prefecto.

—Sabes que eso me importa bien poco, no dejaré que se metan contigo —sonrió de lado y le revolvió el pelo, yéndose a su cama.

Kirishima tocó el lugar donde Katsuki había puesto su mano, y vio que desde la cama de Sero, sus dos amigos le sonreían tratando de contener la risa. A ojos del pelirrojo, que le mirasen de esa forma mientras acariciaban a sus gatos le recordaba a los villanos de las películas.

Sintió un escalofrío y les alzó el dedo medio, dejando a su lechuza en la jaula. No debió contarle a esos dos que le gustaba Bakugo, desde entonces no paraban de mirarle y reírse en secreto. Podía soportar eso, pero luego se lo contaban a Mina y la chica se entusiasmaba mucho más que ellos.

Cuando Sero apagó las luces y volvió a la cama con su amigo, Eijirou se quedó mirando al techo. Había sido una noche dolorosa, sobre todo porque no pensaba que Sato pensase así de él solo por lo que decía un papel. Mucho menos que ni si quiera sus compañeros de casa le creyesen. ¿Acaso El Profeta tenía tanto poder?

Agradecía que las personas más cercanas a él le comprendiesen y le apoyasen a pesar de todo, pero no podía evitar tener un revoltijo en el estómago. Tenía mucha suerte por no estar solo en esos momentos, no le gustaría perder a ninguna de las personas que estaban a su lado.

Escuchó la respiración de Bakugo en la cama de al lado, y las de los otros chicos también. Tras tantos años se había acostumbrado a los leves ronquidos de Todoroki, pero no a los de Sero. Por eso Katsuki y Shoto se acostaban siempre antes que el pelinegro.

—Tendría que haberme acostado antes... —suspiró y ahogó la cara en la almohada, tapando sus oídos. Algún día acabaría ahogando a Sero, de eso estaba seguro.

Despertó con unas ojeras terribles y habiendo dormido poco tiempo. Siempre se le olvidaba al principio del curso lo que era dormir con sus compañeros; pero acabaría acostumbrándose como siempre.

Se animó a levantarse cuando Hedwig se despertó también y comenzó a pedir que le soltasen. Sabía que a su mascota no le gustaba pasar más que la primera noche en su dormitorio, así que salió de la cama desganado y sacó a la lechuza de la jaula, yendo después a la ventana y dejando que se fuese hacia la lechucería.

—Kiri es muy temprano por dios... Cierra esa maldita ventana —el chico rio divertido al escuchar cómo se quejaba Kaminari, y le hizo caso.

Ese día parecía haber empezado con buen pie, gracias a la bronca del día anterior por parte de Bakugo ninguna persona de Gryffindor dijo nada sobre Kirishima. Ni si quiera se le había acercado ninguno por lo que caminaba tranquilo charlando con Bakugo sobre los alumnos de primero.

Ya estaban a punto de entrar al comedor, cuando una chica encaró al grupo. Pony Tsunotori, una gran amiga de Nejire miraba a Eijirou con una sonrisa calmada. El chico no recordaba haberla visto el día anterior, solo esperaba que no fuese a decirle nada malo. Por suerte su rostro no parecía desprender odio hacia él.

—Buenos días Eijirou. No sé si te lo informaron, pero seré la nueva capitana del equipo. Las pruebas serán dentro de poco, vas a venir, ¿no? ¡Quiero que todo el equipo esté junto!

La rubia siempre había sido amable y buena con todos. Kirishima asintió con una sonrisa, por fin alguien que no era de su entorno cercano le hablaba con normalidad. Parecía que o bien a su nueva capitana no le importaban los rumores o simplemente quería no sacar ese tema porque sabía que el pelirrojo era un gran buscador.

Se decantó por la primera, Pony no era el tipo de persona que sería capaz de pensar de esa forma, por lo que tras acordar la hora a la que se verían pasaron todos al comedor. Se sentaron en su mesa, y poco después se les sumaron sus amigos, excepto Sato y Koji.

—Kirishima, lamento mucho lo de ayer, las personas deberían tener un poco más de empatía. —En cuanto Yaoyorozu se enteró por parte de Mina de lo que había pasado se disculpó con Eijirou— Como prefecta me aseguraré de hablar con los alumnos de mi casa también.

—No hace falta Yaomomo... No quiero formar un escándalo, además es normal que piensen de esa forma.

—No digas eso, eres demasiado buena persona —Jirou le dio un golpe en la cabeza, sentándose junto a Ochako en la mesa—. El Profeta solo cuenta mentiras, quienes no se den cuenta son idiotas, no es culpa tuya.

—¡Exacto bro! No te preocupes nosotros te apoyaremos —Tetsu alzó su puño convencido, y Kirishima rio divertido.

—Gracias a todos, de verdad.

Chocó su puño con el chico de Slytherin y trató de desayunar algo consistente. Ahora estaba mucho más calmado que el día anterior, porque no estaba solo. Vio como Jirou reía junto a Sero de algo que Kaminari había dicho; a Momo hablar con Mina sobre cómo tenía el pelo esponjoso. Y a Tetsu y Todoroki discutir por una tostada.

"Son los mejores amigos que podía pedir." Amplió su sonrisa todavía más al ver a mirada cómplice que le daba Bakugo, y como ya llevaba haciendo unos meses su corazón se aceleró. All for One no podría herirle, porque sus amigos estaban a su lado.

Continue Reading

You'll Also Like

196K 11K 18
El maldito NTR pocas veces hace justicia por los protagonistas que tienen ver a sus seres queridos siendo poseidos por otras personas, pero ยฟQuรฉ suce...
628K 58.2K 45
"ADAPTACIร“N" Me vรญ obligado a casarme con el hombre mรกs frรญo, cruel, orgulloso, prepotente y multimillonario de todo el paรญs solo por un contrato que...
171K 27.7K 53
Checo trabaja como asistente editorial en Vogue. Ama todo sobre su trabajo, menos a su jefe, Max Verstappen. Max es el peor y Checo lo odia. Pero cu...