¿Qué hacías llorando en la esquina del salón una hora después de que las clases terminaran?
No es que me importe.
Solo es molesto escuchar tus chillidos y sollozos.
Si me acerco será peor y no, no me voy a preocupar ni interesar.
.
.
.
¿Seguro que estás bien?
Viniste hacia mí y te sentaste a mi lado.
Estaba por levantarme de golpe de no ser que me tomaste del brazo.
¿Qué es esto? ¿Un abrazo?
Que asco.
Es repugnante.
.....
Espero que lo vuelvas a hacer