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By SoleilAni

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NamJoon ama ver el sonrojo de su pequeño cuando lo fastidia. JiMin odia que su hyung lo moleste. 🍁Fluff. 🍁N... More

Único capítulo

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By SoleilAni

Hola, aquí la escritora ^^
Gracias por entrar a esta historia que espero sea de tu agrado.

❌El único ship que encontrarás aquí es el NamMin. Por lo tanto si no es de tu agrado recomiendo que no leas.

❌Este one shot contiene únicamente fluff, nada de lemmon. Si vienes buscando smut esta no es tu historia.

❌ Evita comentarios ofensivos, recuerda que ninguno de estos sucesos son reales.

Sin nada más que decir espero disfrutes la lectura.


"Hola, ¿Eres el vecino nuevo?" Pregunta un JiMin curioso de cinco añitos a un niño que había visto mudarse al lado de su casa.

"Si no lo fuera no estaría aquí" responde obvio el pequeño moreno de seis años mientras juega con sus cochecitos, sin observar al dueño de aquella aguda y linda voz.

"¡No me molestes!" Grita sonrojado JiMin mientras cubre su cara con sus manitos ".Solo quería preguntarte tu nombre" abre dos de sus deditos para dejar que su ojito observe al pequeño niño.

"Me llamo NamJoon" el niño de piel canela levanta sus ojos y no puede evitar quedar cautivado ante esas mejillas rellenitas pintadas por un color rosado, un sombrero de vaquita sobre su pequeña cabeza y esas manitos chiquitas que no alcanzan a cubrir todo su regordete rostro ".¿Y tú?".

"JiMin" responde con vergüenza mientras retira sus manos y deja ver a NamJoon su rostro completo.

"Eres lindo" habla sin ningún tipo de pudor en sus palabras, solo siendo sincero y desvergonzado.

"¡No te burles!" Vuelve a gritar más que apenado provocando una risa en el contrario.

Esa tarde JiMin y NamJoon terminaron riendo y jugando toda la tarde con los cochecitos del más grande. NamJoon disfrutó ver las mejillas sonrojadas de su nuevo amigo y JiMin odió que su vecino lo hiciera sentir tan tímido.

Como era de esperarse desde ese día ambos comenzaron a forjar una fuerte amistad. Las sonrisas en sus rostros no tardaron en aparecer cuando se enteraron que van a la misma institución.

Desde entonces todos los días ambos caminan tomados de las manos hacia su escuela, queda a solo unas cuadras de sus hogares, no les cuesta mucho a sus pequeños pies llegar hasta sus respectivos cursos. Claro que les parece extraño que durante su travesía algunos adultos los miren de manera despectiva por sus manos entrelazadas.

"Mami, cuando camino con Nammie hay muchas personas que nos miran raro. No me gusta" se queja con su madre el niño lleno de inocencia.

La mujer ya sabiendo que su JiMin es muy apegado al hijo de la vecina lo mira con tristeza sin saber como explicarle que hay personas que miran aquellos actos tan inocentes como algo que debería ser reprendido ".No hagas caso a esas miradas hijo. Siempre habrá personas que van a mirar lo que haces como algo malo. ¿Tú te sientes feliz con NamJoon?" Pregunta la madre aunque la respuesta esté más que clara.

"¡Sí mami! Él es mi mejor amigo. ¡Pero no me gusta cuando hace que mis mejillas se pongan rojas! Me avergüenza mucho" se tapa la cara con sus manitos para evitar que su madre vea su sonrisa al recordar a su amigo llamándolo tierno.

La señora Park ríe con ternura y aprieta la esponjosa mejilla se su hijo entre sus dedos "¿Ves? Si te sientes feliz no te debe importar lo que piensen los demás" le aconseja acariciando su cabeza.

"Tienes razón mami" el pequeño retira sus manos y deja ver sus blancos y pequeños dientes adornando su boca cuando le sonríe a su progenitora.

"¡Déjenme en paz!" JiMin con sus ya diez años cumplidos se queja con sus agresores, desde que se cambió de institución para estar con NamJoon un grupo de niños lo molestan por su aspecto.

"Vamos vaca gorda ¿Te afecta que te digan la verdad?" Se burla uno de los niños mientras pellizca el vientre algo rellenito de JiMin.

"Mira esas mejillas gordas, el cerdo no se cansa de comer" le molesta otro mientras aprieta con fuerza sus cachetes.

"¡No se me acerquen!" Trata de quitar con brusquedad las manos que tocan su cuerpo. Se siente incómodo y quiere que esos dos dejen de llamarlo de esas formas tan horribles "¡NamJoon!" Le grita a su mejor amigo con la esperanza de que se encuentre en la escuela hasta esas horas. En ese momento se reprende por haberse quedado en la biblioteca hasta tarde.

"Míralo, no puede defenderse solo" se burla uno de los niños mientras jala la cabellera de JiMin.

"¡Duele!" Se queja entre sollozos mientras intenta en vano que lo dejen en paz.

"¡NamJoon!" Imita el niño que sigue pellizcando el estómago del pequeño con mejillas regordetas.

JiMin siente su cabello ser liberado y al abrir los ojos se encuentra a su mejor amigo chocando las cabezas de sus dos agresores y estos salir corriendo mientras lloran unas vez NamJoon los libera.

"¿Desde cuándo?" Pregunta enojado el moreno. Hace semanas que entraron a clases en esa nueva institución y no se había enterado que aquellos idiotas le hacían daño a su JiMinnie.

"No es hace mucho..." Miente con la mirada gacha y totalmente avergonzado. Se arrepiente un poco de haber gritado el nombre de su amigo. Aunque tenía poca esperanza de que él llegara lo hizo. «Ahora de seguro piensa que soy un tonto débil» siente las lágrimas acumularse en sus ojos.

"No trates de engañarme" le reprende con la mirada dura NamJoon ".¿Qué te dijeron?".

"Ellos dicen que soy gordo y..." Su voz se corta y no puede retener su llanto ".D-dicen que parezco una vaca y...E-es cierto" sus manos se dirigen hacia sus ojos para retirar las lágrimas nuevas que se forman y las que ya cayeron. Se siente débil y tonto.

La mirada dura de NamJoon se ablanda y sus labios forman una mueca triste ".Ven aquí" abre sus brazos y enseguida JiMin se refugia en él. NamJoon apoya su cabeza sobre la de su mejor amigo y acaricia su espalda para darle apoyo. El moreno es realmente alto a comparación de los niños de su edad y considerando que es un año mayor que JiMin este se siente protegido entre los brazos de NamJoon.

El más alto rompe el abrazo y toma las mejillas de JiMin ".No dejes que esos comentario tontos te afecten, tus mejillas son preciosas" y tan desvergonzado como siempre deja un beso en cada uno de los cachetes de su amigo ".Y tu pancita es muy linda también" soba el estómago de JiMin por sobre la tela. Vamos, su amigo es hermoso así.

"¡NamJoon!" Se aleja gritando con sus mejillas muy rojas. Aún sintiendo los labios de su amigo sobre sus mejillas ".Solo quieres burlarte" se da la vuelta para ocultar su rostro.

"Claro que no JiMinnie~" se acerca y posa su brazo alrededor de los hombros del más pequeño ".Si esos tontos te molestan de nuevo solo dime, yo te voy a defender" una aura amenazante se instala en NamJoon y JiMin puede sentir esa tensión.

"No es necesario, voy a crecer y seré yo quien te defienda" declara totalmente convencido y con la cabeza en alto.

"Sigue soñando" se mofa NamJoon mientras le extiende la mano a JiMin ".Mejor vamos a casa".

El más pequeño ignorando el primer comentario une sus deditos con los de NamJoon. Una costumbre que tenían desde que eran solo unos niños. Caminar tomados de las manos.

JiMin sopla las dos velas que marcan su cumpleaños número quince. La sala se llena de los aplausos de las pocas personas que están ahí. Conocidos del ahora teñido de rubio y algunos amigos de este.

Apenas termina de comer pastel y conversar un poco con los invitados observa a NamJoon saliendo por la puerta hacia el patio. Con curiosidad se dirige hacia allá y lo encuentra sentado en el pasto tomando el sol, el suave viento mueve su cabellera teñida de un morado pálido ".Hey Nam" saluda mientras se acerca y se sienta junto a él.

NamJoon le sonríe mientras lo mira con esos ojos brillantes que ambos conocen. Con el tiempo aprendieron que podían transmitirse muchas cosas sin necesidad de palabras ".¿Que pasó?" Pregunta con una sonrisa mucho más grande cuando los brazos de JiMin rodean su anatomía y la cabeza del rubio se recuesta sobre su hombro. Sentir la respiración tranquila de su Minnie cerca de su cuerpo es lo más relajante.

"Solo quería estar contigo" contesta simple mientras aprieta más el agarre al cuerpo del peli morado.

"¿Te gusta mi compañía?" Pregunta aún sabiendo la respuesta, ambos son como uña y mugre, inseparables. Aunque a veces peleen como perro y gato nada los detiene. Ellos parecen ser de aquellas amistades que duran para toda la vida.

"Obvio" de repente siente un agarre en su cintura y en un movimiento rápido su cuerpo está sobre el de NamJoon. Sus mejillas se calientan al conectar sus ojos con los del moreno.

"¿Y te gusta estar así conmigo?" Pregunta con inocencia fingida, retiene sus ganas de reírse al ver los ojos cristalizados y las mejillas tan rojas como un tomate en su amigo. Cuando JiMin se avergüenza demasiado puede incluso ponerse a llorar.

Por supuesto que le gusta, es más que claro que siente algo por su mejor amigo. Se dio cuenta cuando comenzó a ver más seguido el perfil de este, sus labios carnosos deseando darles pequeños besitos y a veces unas gana incontrolables de querer pintar con sus labios todo su perfecto rostro. Claro que no se quedaba con las ganas, había besado la cara de NamJoon (sin llegar a tocar sus labios) como un gesto amistoso ".Yo...iba a mostrarte a-algo" se levanta con rapidez al notar que no se ha movido de ahí en un buen tiempo por estar sumido en sus pensamientos ".Será mejor que e-entremos adentro".

NamJoon no puede evitar soltar una carcajada al escuchar tal ridiculez ".Yo quería entrar afuera" se mofa una vez se levanta del piso y limpia su ropa manchada por un poco de tierra.

"Tonto" JiMin golpea el brazo de NamJoon sin medir su fuerza provocando que él suelte un quejido de dolor. Definitivamente el tiempo que le ha estado invirtiendo al gimnasio está dando resultados. Una vez cumplió sus 14 años de edad decidió comenzar a realizar mucho ejercicio físico para rebajar su estómago y que dejaran de molestarlo por su peso. Aunque su mejor amigo dijo que era perfecto tal y como es él decidió no escuchar sus palabras y su duro entrenamiento dio inicio.

"Vamos a subir a mi habitación, tengo que mostrarte algo" avisa mientras camina agarrado de la mano con NamJoon en dirección a su cuarto. Dándole poca importancia a algunos de sus familiares que miran raro aquella apegada amistad.

"¿No quieres que subamos abajo por si acaso?" Se burla en medio de las escaleras, sus risas paran cuando siente su mano doler por el aumento de fuerza de JiMin ".¡Auch! Es broma, no rompas mi mano" aunque exagera un poco le sorprende lo fuerte que se ha vuelto su pequeño.

Claro que eso no cambia que siga siendo como un bebé a sus ojos. JiMin podrá vestirse con atuendos rudos, jeans negros rasgados y los colores más oscuros que te puedas imaginar pero eso no cambia el hecho de que su habitación sea de un azul bebé, decorada con grandes nubes, una cama del mismo color que sus paredes. Y ni hablar de la ropa que usa en casa: suéteres grandes de colores vivos, zapatos blancos que se ajustan a sus pequeños pies y jeans ajustados en su mayoría celestes. Sus pijamas son lo más tierno, usa chamarras holgadas dos veces más su talla para cubrirse del frío o incluso enterizos que tienen forma de dragón, unicornio, tiburón y muchos más. El bullying que recibió no fue solo por su cuerpo sino también por usar ropa demasiado 'afeminada' o con colores de 'niña'.

Decidió cambiar y ser frente a todos en su colegio algo que en realidad ni se parecía en lo más mínimo a Park JiMin. NamJoon se alegra de poder presenciar a su verdadero amigo, aunque sea cuando hacen pijamada o están solos en casa jugando algún videojuego.

Ambos entran a la habitación del menor y hay un cómodo silencio. NamJoon se lanza hacia la cama de JiMin y aspira el dulce aroma a flores que se encuentra impregnado en las sábanas.

"Hyung...Esto es lo que quería mostrarle" su tono de voz bajo y avergonzado hace que NamJoon se gire en seguida.

"Dios..." Se queda sin palabras al observar a JiMin sosteniendo su camisa con ambas manos dejando al aire libre su plano abdomen apenas marcado (producto del ejercicio) y un tatuaje con letras chinas cerca de su costilla. Siente sus mejillas un poco calientes ante la vista pero no aparta su mirada.

"Deja de mirarme así" deja caer la camisa al sentirse repentinamente avergonzado y con las mejillas rojas ".No le digas a mi mamá" suplica al ver al moreno todavía con la boca abierta.

"No te preocupes, yo no diré nada, pero en algún momento debes hacerlo tú" le aconseja mientras se para, para abrazarlo por la espalda.

"Claro...En algún momento le diré" deja caer su cabeza hacia atrás en el hombro de NamJoon y cierra los ojos sintiendo ese conocido calor que le brinda su amigo.

"Mimi, no te di tu regalo" le recuerda aún manteniendo el abrazo, esconde su cara en el cuello de su bajo amigo y se embriaga del suave olor del perfume que usa.

"No debías molestarte en traerme algo" habla suave sintiendo a Nam muy cerca de él. Su propia respiración se acelera cuando el moreno lo gira y sus caras quedan muy cerca ".¿Q-qué haces?" El rubor se extiende por todo su rostro.

NamJoon se acerca lento y conecta sus labios con los de JiMin. Sabe que puede traer consecuencias a su relación, pero siente que ya no puede más. Quiere tener a su Mimi solo para él, porque desde hace un tiempo que dejó de sentir amistad, quería algo más pero no sabía que era. Ese pequeño contacto en el que ambos esponjosos pedazos de carne chocan se siente tan bien que no quiere separarse de JiMin nunca más.

La madre del pelirubio iba a entrar a la habitación de su hijo pero solo pudo quedarse parada en la puerta sonriendo al ver a los dos adolescentes juntos en un momento tan íntimo. Se siente feliz por ellos y está preparada para apoyarlos en cualquier decisión que tomen.

"Park JiMin" pronuncia el director del colegio. Se escuchan varios aplausos y silbidos en toda la enorme sala. El pelirubio se levanta con vergüenza y usando esa ridícula 'bata' (como él mismo decidió llamarla) se acerca a recibir su diploma que lo declara graduado del colegio. Hace una reverencia al maestro que le entrega una de esas gorras que todos sus compañeros llevan sobre su cabeza y recibe con alegría el pequeño certificado.

"¡Ese es mi novio!" Se escucha el grito de NamJoon y algunas risas acompañadas de aplausos en la sala.

JiMin se baja corriendo con las mejillas rojas y aunque su Nammie lo haya hecho quedar mal sus pies no pueden evitar dirigirse hacia el moreno. Salta hacia el fornido cuerpo de este y enreda sus piernas alrededor de la cadera de su novio ".Eres un tonto" susurra con su cara escondida entre su cuello.

"Pero soy tu tonto" le susurra de vuelta mientras levanta el rostro de JiMin para darle un profundo beso.

Después de unos minutos más de ceremonia JiMin y NamJoon deciden dirigirse al cine para ver una película y celebrar que por fin el pelirubio se ha graduado.

"No puedo creer que apenas termine el colegio a los veinte" se queja JiMin quien se encuentra vestido con un suéter pastel y un jean ajustado del mismo color.

"Sabes que no fue tu culpa" le recuerda NamJoon mientras toma la pequeña mano de su novio.

"Sí, tienes razón, debo dejar el pasado atrás" le muestra su más grande sonrisa al moreno y él se la devuelve.

Hace algunos años JiMin había sufrido un grave accidente automovilístico, quedó en coma por alrededor de un año. NamJoon lo visitó todos los días, conversaba con el pelirubio y le contaba su día. Le leí historias que le parecían interesantes e incluso veía algunas series de Netflix con él. El moreno siempre tuvo la esperanza de que algún día su Mimi despertaría. Se veía tan tranquilo con su respiración calmada y su cara angelical, haciendo creer a quien lo veía que solo estaba tomando una siesta.

El doctor no tenía esperanza de que él pudiera despertar y la señora Park después de llorar incansables noches decidió que lo mejor era desconectarlo. NamJoon no lo podía creer, no quería perder a su pequeño, era lo mejor que le había pasado y pensar que no estaría a su lado nunca más lo estaba destruyendo.

El día que iban a desconectar a JiMin, NamJoon asistió para darle una última despedida. Como si fuera una película de Disney el moreno besó a su novio y unos minutos después el rubio despertó alterado y con la respiración pesada.

El más pequeño lloró junto a su madre y su novio una vez se enteró de todo lo que había pasado. Estuvo un año en coma y sus extremidades estaban entumecidas. No se podía mover y tuvo que tomar terapia para volver a caminar. Le costó dos años poder volver a retomar sus estudios.

Agradeció inmensamente que NamJoon nunca se haya rendido y lo haya acompañado en todo el proceso. Después de aquella horrible experiencia decidió que no necesitaba ser diferente para encajar porque solo debía ser él mismo y no esconderse detrás de una máscara de falsedad. Dejo de hacer caso a las burlas porque la vida es muy corta como para no disfrutarla.

"¡Nam! Estoy en casa" grita JiMin una vez cruza la puerta y deja sus zapatos en la entrada.

"Hola Mimi, ¿A dónde fuiste?" Pregunta a la par que da un suave beso sobre los labios esponjosos de JiMin.

"Al gimnasio, ¿No me escuchaste?" Entrecierra los ojos, tal vez NamJoon seguía medio dormido cuando le dijo que salía de la casa.

"No, porque estaba preparando ¡Esto!" Empuja el pequeño cuerpo del rubio hacia la cocina y él queda boquiabierto al observar un gran almuerzo sobre la mesa ".¿Te gusta?".

"No sé como la cocina no está en llamas" aún sorprendido se acerca hacia los platos para comprobar que la comida sea real.

"Digamos que tomé unas clases de cocina, porque hoy es un día especial" su voz cálida hace que JiMin voltee enseguida y se quede boquiabierto al ver a NamJoon con una rodilla en el piso y un anillo en su mano.

"Nam..." Las lágrimas se forman enseguida.

"JiMin, te conocí cuando apenas éramos unos niños, cuando regresé a casa le pregunté a mi padre si eras un ángel porque a mis ojos parecías uno. Eres tan hermoso que aún desde que teníamos diez años deseaba protegerte de todos porque aún ahora a tus veinticinco sigues siendo para mí aquel niño lindo y tierno. Recuerdo que dijiste que cuando seas grande me protegerías a mí y mírate, nunca creciste" JiMin suelta una pequeña risa entre lágrimas ".Aún recuerdo nuestro primer beso y la dicha que sentí cuando comenzamos nuestra relación. Todos los besos contigo se sienten como el primero, porque todos son igual de especiales. JiMin, yo te amo, amo todo de ti, amo tu forma de ser, amo tu forma de vestir, amo tu sonrisa...Amo cada parte de tu cuerpo. Tú eres perfecto y siempre lo fuiste a mis ojos. Mimi, me sentiría el hombre más afortunado del mundo si fueras mi esposo. ¿Quieres casarte conmigo?" Finaliza con una sonrisa al observar a su novio llorando.

"Yo...¿Conmigo?...¿Tú casarte?" Pronuncia de manera tonta aún en shock.

"Al parecer entrenas mucho el cuerpo, te hace falta cerebro" se burla mientras se para y extiende los brazos para rodear a JiMin.

"Eres un idiota...¡Por supuesto que quiero casarme contigo!" Grita eufórico a la par que abraza a su novio. Un sonrojo cubre sus mejillas con rastros de lágrimas.

NamJoon ríe. Ama molestar a JiMin y ver su hermoso rostro adornado con un color carmín.

Aunque JiMin no lo admita ama que su hyung se burle de él y haga encender sus esponjositas mejillas.


Este es mi primer fluff, soy mala para esto lo sé.

Espero te haya gustado este intento, tenía muchas ganas de escribir algo sobre el NamMin (ambos son tan lindos). Además he visto pocas historias con este ship.

Espero me apoyes con una estrellita o un comentario para saber si esta historia ha sido de tu agrado.

Puedes entrar a mi perfil si gustas, tengo muchos más fanfics con diferentes ships. Gracias por leer.

Disfruten beibis;)))))💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜💜

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