Es de noche y no puedo dormir.
Tú estás a mi lado, te ves tan tranquilo durmiendo que me da vergüenza despertarte diciendote que tengo miedo.
Te miro e intento calmarme, pero alguien está en el pasillo.
Puedo oírla, camina a pasos lentos y se detiene en nuestra puerta.
-Joel.- pronuncian mis labios más ningún sonido sale de mi boca, no puedo hablar.