El celular no deja de sonar y no es el mío porque se el tono de llamadas que tengo, me giro y choco con un cuerpo, abro un ojo y lo vuelvo a cerrar por el dolor de cabeza, abrazo a la persona y me acomodo más cerca de él. El celular empieza a sonar de nuevo y estoy tentada a lanzarlo a la pared.
—Apaga esa cosa. —reconozco la ronca voz de Ashton a mi lado.
Abro los ojos con gran dificultad y me siento en la cama, veo mi vestido negro en el suelo y un vestido blanco encima de la televisión, noto que también hay varias botellas de vodka y champán en el suelo.
¿Qué había pasado ayer?
Tomo el celular y contesto.
—Quien quiera que sea, ¿qué mierda quiere?
—¡Vamos a perder el avión! —gritan al otro lado de la línea y separo el teléfono. —¡Donde quiera que estén lleguen ya!
Cuelgo y lo lanzo haciendo que el teléfono caiga al piso, me vuelvo a recostar y cierro mis ojos. Necesito recordar cómo acabamos en otro hotel que no era en el que nos quedábamos. Solo recordaba que le dije a Ashton que quería olvidar...
E irónicamente lo había logrado.
Vuelve a sonar el teléfono y me estiro a tomarlo, vuelvo a contestar, pero instantáneamente me arrepentí .
—¿Ashton? —la voz de su padre hace eco en mi cabeza, pongo el silencio la llamada y miro a Ashton que está boca abajo.
—Ashton...—Lo muevo varias veces
—¿Qué?
—Tú padre te está llamando —abre los ojos y me quita el celular de las manos, se levanta y casi se cae por que se enredó la sábana en sus pies.
—¿Papá? —me mira y abre los ojos sorprendido, frunzo el ceño cuando empieza a apuntar mi cabello.
Pasó una mano por mi cabello siento que palidezco cuando veo su color, tomo mi celular y abro la cámara, mi cabello era rubio de la puntas, pero eso no fue todo lo que capto mi atención, algo brillante en mi dedo anular de mi mano izquierda robo esa atención. Trago en seco y pongo mi mano frente a mi cara, suelto el teléfono y pasó el dedo índice de mi mano derecha por el anillo en mi mano.
Miro la mano izquierda de Ashton y también tiene uno. Me levanto e ignoro las náuseas de querer vomitar todo lo que tome ayer, miro el vestido blanco y después veo el smoking de Ashton en el suelo.
Tomo un papel que estaba doblado en la mesita de noche y lo desdoblo, casi me caigo de culo al ver lo que era.
"Acta matrimonial"
—Nos casaremos Morgan. —grita y la gente se nos queda viendo.
Me rio y le doy otro trago a la botella.
—Vamos, ¡no perdamos el tiempo! —grito y salto
Miro a Ashton que termina la llamada y se gira a verme, me acerco a él y le doy la hoja. Me recargo en la pared para esperar su reacción, abre los ojos y la boca sorprendido, mira mi mano y después me mira a mi, noto como traga en seco. No se que pensar, creo que las neuronas todavía no están despiertas...
—Estamos casados. —murmura y asiento con obviedad. —Y no lo recuerdo.
—No recuerdo nada de lo de ayer, Ashton. —Lo miro cuando frunce el entre cejo. —Solo un fragmento de cuando me dijiste que nos casaríamos, pero nada más...
Recuerdo las veces que me lo recordó cuando éramos niños y hace unas semanas, yo también quería, pero a futuro, no ahora y para acabarla ninguno recuerda cómo llegamos hasta una capilla y vivos.
—Yo recuerdo que salimos del salón y vimos a nuestros padres juntos, después fuimos a un club, nos emborrachamos y realmente no se como llegamos a una capilla —dice rascando su nuca. —Ni si quiera recuerdo cuando compre los anillos o cuando nos cambiamos. —se acerca y toma mi mano, acaricia mis nudillos y después la lleva a sus labios y la besa. —Cumplí mi promesa...Esposa.
Sonrío con ternura al ver sus ojos con un brillo peculiar. La situación era jodidamente abrumadora, pero con sus palabras hacen que se vaya ese sentimiento.
—Eres un idiota ¿lo sabes?
—Y este idiota es tu esposo, Aunque me hubiese gustado estar en mis cinco sentidos.
—Créeme a mi también.
Ahora lo que más me preocupaba era mi cabello, mamá casi me mata cuando me lo teñí rubio y ahora no se como reaccionaría, como mi cabello es muy largo puedo cortarlo, pero eso sería llegando a Los Ángeles, cuando mi madre me vea...
—Hay que irnos. —dice mirando la pantalla de su celular. —Ya perdimos el vuelo.
—Mierda...
Él entró a la ducha primero y yo me dediqué a vomitar, cuando yo termino me levanto y me veo en el espejo del baño, ahora caigo en cuenta que no llevo sujetador y unas bragas mas rotas que nada.
Me rio y las quito, abro la puerta para entrar a la ducha con él. Me mira y me abraza.
—No vamos a follar.
—Yo solo quería abrazarte. —dice bajando sus manos hasta mi trasero.
—Ashton, no sabemos si hay más vuelos. Así que mejor hay que ducharnos sin toqueteos. —lo apunto y rueda los ojos apartándose.
—Bien.
Después de 10 minutos en el que salgo enojada del baño por que no pude bañarme con tranquilidad. Cada vez que ya no tenía shampoo en el cabello Ashton volvía a llenarme el cabello y así fueron unas cinco veces hasta que le di un golpe donde más le duele.
—Y yo que quería darte hijos. —murmura con una mueca.
—Lastima.
Me coloco el vestido y se siente horriblemente incómodo no llevar nada debajo de el. Busco algo con que cepillarme el cabello y veo un tenedor en una mesa que había en la habitación. Es eso a tener el cabello hecho un nido de pájaros.
Pero quién me creo, ¿Ariel?
Entre muecas de dolor logro cepillar un poco mi cabello y se ve mas decente. Ashton esta sonriendo divertido por verme casi llorar por como se estiraba mi cabello.
Veo el tenedor y la carcajada de Ashton resuena en la habitación.
—Se supone que ibas a cepillarte el cabello, no a quitarlo.
—Cierra la boca.
Me quito los cabellos al tenedor y los tiro a la basura, dejo el tenedor en un pequeño escritorio y me coloco los tacones.
—Ya hay que irnos. —dice y toma la ropa que estaba en el piso. —Oh carajo...
—¿Qué?
Me muestra la ropa que tiene las etiquetas y sensores.
—Me gusta ese vestido. —tomo el vestido blanco y me rio al ver a Ashton un vestido rosa puesto y una peluca rubia.
—Dios, me veo tan bien. —me carcajeo y saco con torpeza el teléfono para tomarle fotos. —Morgan eres lesbiana. —me apunta y me rio. —Por que te gusto yo y mírame me veo increíble siendo una mujer.
—Quítate eso y vámonos. —le digo guardando el celular
Bufa y a tropiezos entra al probador.
Sale con el traje y se me lanza encima.
—Llévalo te verías tan hermosa con el. —lo toma y empieza a a caminar.
—No traemos dinero Ashton. Lo gastamos en las botellas que nos acabamos.
—¿Quien dijo pagarlo?
Sale corriendo y corro detrás de él. El de seguridad nos ve y nos empieza a a perseguir. Ashton gira su cabeza y lo veo palidecer.
—¡No quiero ir a la cárcel! —grita y a mi ya me están dando ganas de vomitar.
Me lanza el vestido y yo lo agarro antes de que caiga al piso.
—Ella se lo robó oficial, yo no hice nada. —dice alzando las manos.
—Yo, yo...
—¿Morgan Hans? —pregunta con sorpresa y Ashton sonríe.
—Una foto por el vestido. —propone y sonrío.
—No puedo hacer eso, lo están robando. —dice Y las ganas de llorar me invaden. —Pero es una foto de la inigualable Morgan Hans.
Regreso a la realidad y lo veo con los ojos más abiertos de lo normal.
—Lo robamos, acabo de recordarlo...
—Mierda. ¿Y como es que no estamos detrás de unas rejas? —dice levantadose
—Lo compraste con una foto mía, después de que me hacharas la culpa.
Se ríe y rasca su nuca.
—Eso si lo recuerdo.
—Idiota, en serio que lo eres.
—Tu idiota...
—¿Mío? —pregunto acercándome a él
—Tuyo. —confirma.
🏈📣
Al fin habíamos aterrizado, Olivia y Nox me avisaron que ya estaban en sus casas horas atrás, así que no me preocupaba. Ashton había estado muy callado en todo el vuelo, pero no le pregunte el porqué. Ahorita que vamos para mi casa ha estado inquieto y creo saber. El taxi se estaciona frente a mi casa y Ashton le pide que si lo puede esperar unos minutos lo cual el señor amablemente asiente.
Bajamos y abrimos la cajuela para sacar las maletas, caminamos hasta la entrada y me detengo antes de abrir.
—Deja de preocuparte ¿si? —le digo cuando me giro a verlo
—Es inevitable.
—No me pasará nada, ya estoy acostumbrada a esto.
—Ese es el problema, lo ves como una rutina.
—Mi vida es una rutina, Ashton. —tomo sus mejillas con mis manos y lo acerco a mi cara. —Deja de preocuparte quieres.
—Te llamaré cuando llegue. —me da un beso en la punta de mi nariz y después en mis labios. —Esposa...
—Adiós idiota. —me separo.
—Adiós Bonita. —me da un último beso y se gira, espero hasta que el taxi se vaya para poder girarme y abrir.
Abro la puerta de la casa y siento un gran alivio de ver que mamá no ha llegado, entro y cierro la puerta. Suspiro al ver la báscula, me quito los tenis y me subo.
55 kilos y sonrío.
Tomo las maletas y subo hasta mi habitación, saco la ropa y guardo las maletas en el closet, la ropa la acomodo en los cajones y la cuelgo, guardo los zapatos y acomodo todo que quede en su lugar. Me deshago de mi ropa y me pongo un top y un short para hacer ejercicio.
Lo hago por que vi la luz del cuarto de mi madre encendido y no quiero que ella me pese.
Bajo y voy a la cocina, saco un vaso y lo lleno de agua, busco el suplemento de vainilla y lo vacío en el vaso. Me lo tomo y hago una mueca ante el sabor. Salgo al patio trasero y empiezo a estirar, hago abdominales y sentadillas, hago pesas y algunas lagartijas. Al final corro al rededor y hago algunas acrobacias, me sobresalto cuando veo a mi madre recargada en el umbral de la puerta, se acerca y acaricia mi mejilla.
—Lo vez Morgan, ¿que te cuesta hacerme caso?
—Nada, mamá.
—Vamos a cenar, traje ensaladas.
Bien al menos no se había dado cuenta de mi cabello...
—Te queda bien el rubio, pero el castaño es mejor.
Frunzo el ceño ante su actitud, algo la tiene calmada y eso me inquieta ella nunca es calmada conmigo. Camino detrás de ella, entramos y vamos al comedor, me siento frente a ella y la analizo, esta sonriente y feliz, algo muy extraño en ella, no me grita y no me esta juzgando como suele hacerlo siempre.
—¿Estas bien, mamá?
—Claro que si hija.
—¿Puedes cortar mi cabello después de cenar?
—Claro...
No. no estaba bien, solo me llamaba hija en público siempre es Irina o Morgan nunca hija.
—Formalice mi relación con el entrenador...
El tenedor con la comida se quedó a medio camino.
¡Mierda!