La Leyenda de las Facciones y...

Por CamiloNavasAlvear

79.4K 5K 3.5K

Athena, después de siglos desde que existe, ha decidido expandirse y formar alianzas con el resto de seres, i... Más

Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Capitulo 18
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capitulo 22
Capitulo 23
Capitulo 24
Capitulo 25
Capitulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Capitulo 29
Capitulo 30
Capitulo 31
Capitulo 32
Capitulo 33
Capitulo 34
Capitulo 35
Capitulo 36
Capitulo 37
Capitulo 38
Capitulo 39
Capitulo 40
Capitulo 41
Capitulo 42
Capitulo 43
Capitulo 44
Capitulo 45
Capitulo 46
Capitulo 47
Capitulo 48
Capitulo 49
Capitulo 50
Capitulo 51
Capitulo 52
Capitulo 53
Capitulo 54
Capitulo 55
Capitulo 56
Capitulo 57
Capitulo 58

Capitulo 4

2.3K 158 51
Por CamiloNavasAlvear

La lluvia seguía cayendo suavemente en la noche, las gotas que caían hacían eco al tacto de la armadura del individuo que se entrometió en la pelea del Demonio y el falso padre.

Freed dio un salto hacía atrás con precaución. Su Excalibur golpeo la armadura de este tipo pero no le hizo ni el menor rasguño, furioso, observo con cuidado al que idiota que se atrevió a interrumpirlo.

Una armadura hecha de oro de un tono brillante que cubría todas las partes de su cuerpo junto a una capa blanca en su espalda que se pegaba a la armadura por la lluvia, un casco que hacía juego y cubría toda la cabeza, mostrando solo el rostro. Lo mas llamativo de la armadura eran esos cuernos en sus hombros. Freed vio que era un chico de una edad similar a la del Demonio, mechones castaños y unas pestañas que parecían puntos.

-¡¿Y tu quien diablos eres?! ¡¿Acaso quieres que te corte también?!- Grito Freed, riendo lunáticamente.

Kiki lo observo sin inmutarse, miro atrás sin girar su cabeza a Kiba, también observo al sacerdote en el suelo y sobre todo, observo con atención la espada que el peliblanco tenía, emitía un poder sagrado que solo había visto en Athena, pero el aura era diferente a la de ella y mucho mas débil.

Lo primero que vino a su mente era que ese tipo y el sacerdote en el suelo encontraron a Kiba y al identificarlo como un Demonio intentaron eliminarlo, el sacerdote salió herido y Freed quedo luchando solo. Pero esa idea fue descartada al sentir la sed de sangre de ese hombre, además de que el Demonio rubio casi era asesinado sin poder defenderse, una acción cobarde.

Camino al cuerpo del sacerdote caído y le tomo el pulso. -Sigue con vida, pero esta débil, tendré que llevármelo conmigo para sacar respuestas- susurro.

-¡No te iras a ninguna parte, bastardo! ¡Ese tipo será rebanado por mi, y si interfieres también te cortare!- Amenazo Freed, apuntándole su Excalibur.

Kiki no respondió, tomo al sacerdote y lo puso encima de su hombro como un costal de papas con cuidado, para posterior acercarse al sacerdote.

-¿Elegiste ser rebanado? ¡Bien! ¡Prepárate para morir!-.

Fue hacía él y cuando levanto su espada y la descendió con fuerza, se vio impactado al ver como, con un dedo, ese sujeto paro en seco su golpe.

-¡¿Qué demo...?!-.

-Lo lamento, pero no tengo tiempo para lidiar contigo- dijo Kiki. Deslizo su dedo por la zona plana de la espada llegando hasta la zona cerca de la empuñadura. Hizo un poco de presión, y la hoja de Excalibur fue ella añicos.

Freed abrió los ojos desmedidos por ver como su poderosa arma fue rota por un sujeto que de nada conocía y que lo hizo con un dedo. Salto con precaución hacía atrás, mirando con mas odio a Kiki.

-Maldito- pero antes que pudiera hacer algo, un circulo mágico de comunicación apareció en su oído. -¿Huh?- Escucho lo que la otra voz le decía. -Alguien me esta llamando. Terminaremos esto en otra ocasión-.

-¡No dejes que escape!- Grito Kiba, poniéndose de pie.

Freed tiro una bomba de luz al suelo, iluminando la zona que cegó a los presentes unos instantes. Cuando la luz se fue, el sacerdote había desaparecido, junto con los restos de la espada.

Kiki sintió con su cosmos que escapaba a gran velocidad, podía seguirlo y atraparlo fácilmente, pero parece que no trabajaba solo y desconocía las circunstancias, pero estaba seguro que tenía que ver con esas dos usuarias de Excalibur.

Su cosmos le decía que algo grande iba a pasar, tenía que hablar con Seiya.

-Seiya, ¿me escuchas?- Le hablo por telepatía a su camarada.

-Te escucho, Kiki. Ya encontré a las usuarias de Excalibur, son dos jóvenes que están refugiándose de la lluvia en una iglesia abandonada. Me iba a acercar a saludar- le respondió Seiya.

-Creo que tendrá que ser en otro momento, encontré algo que debes saber. Nos vemos en la casa-.

-De acuerdo, voy de inmediato. Ahora que reconozco la energía de sus armas, puedo encontrarlas en cualquier momento-.

Al acordarse en reunirse, Kiki dio unos pasos adelantes, iba a usar su teletransportación, pero algo lo detuvo.

-¡Espera!- Escucho el grito del Demonio cuando detrás suyo, movió un poco su cuerpo para verlo, pero para que este no viera su rostro. Usualmente no usaba el casco de su armadura, pero para evitar ser reconocido por si acaso lo tenía puesto.

Kiba dio unos pasos hacía él, sus ojos tenían una mezcla de sentimientos: anhelo y desesperación. -¿Cómo? ¿Cómo destruiste una Excalibur tan fácil?-.

El quería destruir todas las Excaliburs para vengar a sus amigos caídos, pero al enfrentar a Freed casi muere, pero ese sujeto solo apareció y no solo lo detuvo con un dedo, sino que la destruyo con una facilidad que lo dijo impactado.

Si sabía como pudo hacerlo, tal vez, tal vez tenga una oportunidad.

-...Solo presione el punto débil de la hoja- respondió Kiki.

-¿Eh?- El rubio no entendió lo que dijo.

-No se con que materiales o el método que se uso para hacer la espada, pero esa arma tenía un punto sensible cerca de la zona de la hoja y la empuñadura. Lo único que hice fue presionar ese punto y toda la espada colapso-.

Los ojos de Kiba estaban aturdidos. ¿Realmente este tipo le estaba diciendo que destruyo a una de las espadas sagradas mas fuertes del mundo atacando una zona que cualquier persona, sobrenatural o no, nunca se hubiera dado cuenta?

-¿Cómo fuiste capaz de saber eso?-.

-Soy un reparador. Tengo la experiencia y habilidad para detectar los puntos débiles de cualquier objeto, y además esa espada no estaba tan bien construida como ese tipo pensaba. Se enfocaron mas en el poder que en la resistencia-.

Los ojos de Kiba temblaban impactados, quería hacer mas preguntas, pero el tipo de armadura desapareció de su vista antes de darse cuenta, salpicando el agua que estaba en el suelo por la lluvia.

-¿Quién era ese tipo?- Se pregunto Kiba. -Ni siquiera uso un circulo mágico. ¿Telequinesis?- Rias le había contado a él y al resto que entre los seres sobrenaturales existían seres que tenían telequinesis, un poder de la mente que era capaz de mover cosas sin tocarlas e incluso ser capaz de transportar, pero nunca había visto a alguien con uno.
..........................................

(Al día siguiente)

Issei ya estaba despierto y sentado en su cama luego de despertar con la encantadora vista de ver a Rias y Asia desnudas durmiendo a su lado, para posterior retirarse y hacer el desayuno. Aun cuando su madre les decía que no era necesario, ellas hacían caso omiso y hacían desayuno para todos como agradecimiento por dejar quedarse en su casa.

Issei se estaba lamentando porque sus fantasías pervertidas parecían alejarse de la realidad, pero la voz de Ddraig lo devolvió de nuevo a la realidad.

-"Nunca dejas de pensar en mujeres, ¿eh?"-.

-¡Silencio! ¡Estoy en esa etapa de mi vida! ¡Tu eres el que me ha interrumpido!-.

-"Deja de quejarte. Me he despertado solo para poder advertirte"-.

-¿Advertirme?-.

-"Ese profesor de ejercicio que tienes. Ten cuidado con él, no es una persona normal"- su tono era uno serio que no le había escuchado decir desde que empezaron a comunicarse.

-¿El profesor Seiya? ¿Dices que es un Ángel Caído?- Pregunto Issei preocupado de que un enemigo se haya infiltrado.

Aunque tendría sentido si es un enemigo. Era la única explicación que le encontraba a esas sesiones de ejercicios infernales que de no ser porque Asia le curaba los huesos, terminaría adolorido toda la semana.

-"No es uno de ellos, pero el aura que tiene es una muy familiar. Tengo una idea de quien puede ser, pero aun no puedo confirmarlo. Solo no bajes la guardia cerca de él, por precaución"-.

-¿Debería decirle a la Presidenta?-.

-"No te lo recomiendo. Hasta no estar seguro, mejor no le digas nada que pueda incitar a un combate contra alguien que no conoce"-.

Issei asintió con entendimiento. No quería preocupar a la Presidenta de alguien que no sabe que tan fuerte es, o que ni siquiera sabe si es amigo o enemigo.

-"Otra cosa. He estado sintiendo una enorme fuerza cerca últimamente aparte de tu profesor. Combinado esas dos fuerzas, no he podido dormir bien"-.

-Ah, si, la Presidenta ha estado muy cerca de mi todo este tiempo...- sabía lo fuerte que era la Presidenta, así que el castaño pensó que esa fuerza debía ser la que molestaba a Ddraig. -¡Con su cuerpo, por supuesto!- Hizo una expresión pervertida al decir eso último.

-"Si esa fuerza fuera uno de tus amigos, no me importaría mucho"- respondió Draig.

-Entonces, ¿estas diciendo que es un enemigo?-.

-"Tampoco lo se. Solo puedo decirte que tengas cuidado"-.

Después de eso, la conversación cambio de tema desde advertirle a Issei de que en cualquier momento el Blanco puede aparecer, desde que Issei repitió de nuevo su sueño de ser el Rey del Harem.

El resto de la mañana fue tranquila.
.....................................

(Con Seiya)

Seiya salió de la sala de clases antes en la que asistía Kiki antes que los alumnos llegaran, fue a decirle a su profesor que hoy no vendría porque tuvo un accidente y se comunico con él al ser conocidos. El profesor no tuvo problemas en creerle.

Cuando se reunieron y vio al sacerdote que trajo, le explico lo que paso con el chico Demonio que por la descripción, reconoció como Yuuto Kiba y otro sacerdote con una espada que emitía un aura sagrada. Como el sacerdote estaba demasiado débil y aun cuando Kiki lo curo con su cosmos para que no muriera, decidió quedarse todo el día para esperar a que despierte y poder interrogarlo sobre lo que pasaba.

Seiya avanzo por los pasillos relajadamente. No tendría ninguna clase en la primera hora, así que decidió perder el tiempo en ejercitándose en alguna parte. Pero al sentir una energía que reconoció, se detuvo y vio por la ventana a dos figuras encapuchadas de blanco en la entrada de la escuela. No fue el único, porque mas adelante vio a la Presidenta y Vice-Presidenta del Consejo Estudiantil acercarse.

-Esas son las usuarias de Excalibur de anoche- ¿debería acercarse? No, nos las conocía de nada y ellas tampoco y no quería ocasionar problemas como le ordeno Athena.

Aunque vinieran de la Iglesia, no significaba que serían sus amigas así de fácil. Si existen Demonios, entonces existen los Ángeles que aparecen en la Biblia, y sus amigos ya habían tenido problemas con el Ángel Touma (que resulto ser el hermano menor de Marín) mientras estaba en estado de letargo, según escucho. Sin mencionar que casi son juzgados por el Olimpo después que Athena y sus amigos salvaran su vida.

Si en verdad algo iba a pasar, tal vez ya no podrían pasar mas desapercibidos. Seiya no era de los que se quedaban sentados sin hacer nada ante una amenaza.
.........................................

(Mas tarde)

En la residencia de ambos caballeros, cuando los rayos del atardecer estaban empezando a bañar la ciudad, Kiki, que había estado todo el día en la habitación que dejaron al sacerdote leyendo o estudiando para distraerse hasta que despertara.

Cuando, por primera vez, escucho un sonido provenir del hombre, Aries aparto su mirada del libro y vio como el sacerdote abría sus ojos lentamente, para incorporarse en la cama y llevar una mano a su frente.

-¿Se siente mejor?- Su pregunta hizo saltar de la sorpresa al sacerdote, que lo miro entre sorprendido y asustado.

-¿Qui-Quien es usted? ¿Dónde estoy?- Pregunto el sacerdote, tratando de no entrar en pánico, cosa que le estaba fallando.

-No se altere, no soy un enemigo. Lo encontré antes de que otro sacerdote lo matara y lo traje conmigo y sane sus heridas para poder hablar, ya que tengo unas preguntas que hacerle- respondió Kiki con calma.

El sacerdote pareció relajarse un poco al escuchar su explicación. -Le agradezco mucho que me salvara, ojala Dios le pague esta deuda algún día-.

-Yo preferiría que me la pagara usted ahora mismo respondiendo mis preguntas- hablo Kiki. Dejo el libro a un lado y enfoco su atención completa en el sacerdote.

El sacerdote pareció incomodo con la mirada que recibía, a pesar de ser un joven, la seriedad con la que lo veía y el aura que podía sentir a su alrededor lo ponía en alerta. Este chico no era un joven ordinario, eso le quedo demostrado si pudo enfrentar a Freed y escapar llevándolo a él.

Respiro para calmarse, aunque estaba inquieto, era un sacerdote y había sido entrenado para siempre guardar la calma en todo momento, ya que no debía temer si Dios estaba con él.

-¿Qué quieres saber, joven?-.

-Hace poco, yo y mi compañero nos enteramos que vinieron dos usuarias de espadas que se hacen llamar, Excalibur a la ciudad. Creemos que es debido a las interferencias de Ángeles Caídos que ha habido, pero cuando me tome con el otro sujeto en el momento que te salve, supe que también era poseedor de una Excalibur. Lo que quiero saber, ¿es que esta pasando exactamente? Creo que hay mas de lo que aparenta-.

El sacerdote suspiro. Había recibido el notificado de que las dos portadoras de Excalibur llegarían ayer y esa fue la razón para salir en la noche, para recibirlas, pero fue atacado por Freed e intento escapar para salvar su vida.

-Antes de responder su pregunta, tengo que saber algo- dijo el sacerdote. -¿Quien es usted exactamente? No parece Demonio ni Ángel, menos Ángel Caído por como hablo de ellos-.

Kiki pensó un segundo su respuesta. -Soy un enviado por la Diosa Amaterasu a vigilar las actividades de los Demonios aquí en Kuoh, si algo va a pasar en la ciudad, es mi responsabilidad evitarlo-.

El Sacerdote asintió, tenía sentido que los Dioses Sintoístas enviaran a alguien a vigilar esta zona, que aunque era rentada por los Demonios, seguía estando en territorio Sintoísta.

Kiki no quiso decir que era un Caballero Dorado porque tal vez no sabía de lo que hablaba, el Santuario desde siempre ha sido un lugar cerrado y aparte de las Naciones Unidas y gobiernos de otros países, son pocas las organizaciones que saben de ellos sin contar a los Dioses, así que la existencia de los Caballeros era desconocida para muchos, aun cuando han sido bastante abiertos estos años.

-Parece que no tengo de otra mas que contarte, ya que no estoy seguro si las dos portadoras de espadas sagradas bastaran y preferiría no pedir ayuda a los Demonios, además de que si no te agradeciera como se debe por salvarme, estaría faltándole el respeto a Dios- dijo el Sacerdote.

-Soy todo oídos- hablo Kiki.

-Desde hace unos días, tres de las siete Excaliburs guardadas por la Iglesia fueron robadas por Ángeles Caídos y traídas a esta ciudad. Yo descubrí que las Excaliburs fueron robadas con ayuda de antiguos sacerdotes, uno de ellos era Freed Selzen, el hombre que casi intenta matarme usando una Excalibur robada, él otro, fue el antiguo supervisor del proyecto Espada Sagrada, Valper Galilei-.

Kiki abrió los ojos curioso. -¿Proyecto Espada Sagrada?-.

El Sacerdote cerró los ojos con pesar. -Fue un terrible proyecto que la Iglesia realizo para encontrar usuarios compatibles con las Excaliburs con niños hace años. No se encontró ningún superviviente y el proyecto fue cancelado-.

-Que horrible...- dijo Kiki por debajo. Sabía que cada organización tenía su lado oculto, el Santuario no era diferente, pero usar niños como experimentos era algo que su Diosa nunca permitiría.

-No es algo que la Iglesia esta orgullosa de recordar...- menciono el adulto.

-Pero, ¿por que traer las espadas sagradas a Kuoh, que es territorio de Demonios?-.

El Sacerdote pensó la pregunta. -Esto ya es mas una teoría personal que algo seguro, pero puede haber alguien mas aparte de los Ángeles Caídos ayudándolos. Ellos no recibirían ordenes de humanos como Valper y Freed, así que puede que alguien en Grigory este involucrado-.

No sabía que era Grigory, pero Kiki le pareció que era el nombre del lugar donde viven los Ángeles Caídos, y por la teoría del Sacerdote parecía tener sentido si sobre lo que sabe de los Ángeles Caídos es cierto.

El Sacerdote se puso de pie. -Ahora que he respondido sus preguntas y estoy curado, joven, tengo que retirarme para reunirme con las dos portadoras de Excalibur, que ha estas horas deben pensar que estoy muerto-.

-No recomiendo que deba salir, ese tipo, Freed, sigue suelto y si lo ve, lo asesinara- señalo Kiki.

-Puede ser, pero como miembro de la Iglesia no puedo perdonar a dos seres que le han dado la espalda a nuestro señor con actos como asesinato de forma indiscriminada-.

Kiki entendió que no lograría persuadir al Sacerdote, su devoción a su Dios era tan grande como la devoción que ellos, como Caballeros, le tienen a Athena, así que no lo detuvo cuando la puerta se abrió y el hombre se marcho.

Minutos después, él estaba en la sala de estar cuando llegó Seiya. -¿Y el Sacerdote?-.

-Se marcho, no pude detenerlo aunque quisiera, pero conseguí información-.

Seiya se sentó en el sofá. -Cuenta-.

Así, Aries comenzó a explicarle a su compañero de rango sobre el robo de las Excaliburs, los dos ex-miembros de la Iglesia y el proyecto Excalibur. Al terminar, Seiya tenía la misma mueca de desagrado que él hizo al escuchar sobre los niños.

-¿Y se supone que los de la Iglesia se consideran los mas santos del mundo? Santos mi trasero, lo que hicieron con esos niños es horrible-.

-Yo también estoy asqueado por eso, pero eso es pasado. Lo que importa es que haremos con esta información- dijo Kiki. -Estoy de acuerdo con el Sacerdote de que alguien mas esta ayudando a esos dos, y debe ser alguien poderoso entre los Ángeles Caídos-.

-Pero no sabemos nada de ellos, la falta de información nos esta jugando en contra- se quejo Seiya. -Supongo que es momento de dar mi idea-.

-¿Tu idea?- Kiki levanto una ceja.

-Creo que esto de pasar inadvertidos ya no funciona. No puedo quedarme de brazos cruzados si algo malo va a pasar, así que se me ocurrió que mañana después de clases nos reuniéramos con los Demonios en su club para presentarnos como se debe-.

-¿Estas seguro? Athena nos ordeno no crear conflictos- dijo Kiki algo inseguro.

-Descuida, solo iremos a presentarnos ante ellos, además, nos puede servir conocerlos-.

-¿A que te refieres?-.

-No sabemos casi nada de las tres Facciones que conforman el Panteón Bíblico y Athena nos ordeno vigilarlos para que sea posible hacer una alianza y para eso necesitamos saber su historia, y personalmente no quiero tener que leer toda la Biblia para eso. Es mejor si nos hacemos presenta y ellos nos digan toda su historia de primera mano-.

La explicación de Seiya tenía bastante sentido. No siempre lo que los humanos escriben en relatos es la verdad hecha, y si querían comprobar que los Demonios son en verdad diferentes a los Espectros, un acercamiento mas cercano era la mejor opción.

-¿No se molestarán cuando se enteren que los estuvimos vigilando sin que se dieran cuenta?-.

Seiya alzo los hombros. -Tal vez, pero tendrán que aguantárselas. Ahora vamos, tienes que ayudarme a convencer a Saori de mi plan- se puso de pie y tomo del brazo a Kiki, arrastrándolo a la oficina.

El joven lemuriano ya no estaba tan seguro del plan.
.........................................

(Al día siguiente, después de clases)

En el edificio del Club de Investigación de lo Oculto, el Clan Gremory había estado conversando con las dos usuarias de Excalibur que llegaron a la ciudad, y que ayer habían ido a visitar la casa de Issei porque una de ellas era una amiga de la infancia de Issei.

Las dos exorcistas habían ido para hacerle saber a los Demonios la situación de los robos de Excalibur y para advertirles que no se involucren ya que no era asunto de Demonios, aunque al decir eso, el tono de Xenovia fue uno exigente, como si fuera ella la que mandara y el resto tenía que obedecer.

Pero cuando las conversaciones parecían haber terminado, la tensión aumento cuando ambas mujeres reconocieron a Asia, llamándola bruja...

-Dime, ¿todavía crees en Dios?- Pregunto Xenovia a Asia.

-Xenovia, ahora es un Demonio- le recordó Irina.

-Incluso si ella es un Demonio, ha habido casos en los que la gente todavía cree-.

-¿De verdad? ¿Todavía crees en nuestro Dios, Asia?- Pregunto Irina curiosa.

Asia, aun sintiéndose incomoda y atemorizante por la mirada y palabras de las otras dos chicas, miro abajo y hablo. -I-Incluso si ahora soy un Demonio... nunca podría dejar de lado las enseñanzas... siempre creí en Dios y aun lo hago-.

Aunque tímidas, sus palabras fueron sinceras, impresionando a las dos enviadas de la Iglesia.

-Ya veo- para sorpresa de todos, Xenovia tomo su espada y apunto a Asia. -Entonces, deja que te acabe aquí y ahora. Si realmente crees en Dios, entonces debes dejarme limpiar tus pecados y así Dios te perdonara-.

-¡Hey retrocede!- Intervino Issei, interponiéndose entre Xenovia y Asia. -¡No dejare que le hagas daño a Asia!-.

-Apártate, esta es la única forma para que ella pague por su pecado de curar a un Demonio- exigió Xenovia.

-Vaya, vaya. Jamás pensé que la gente de la Iglesia fuera tan extremista para matar a una chica indefensa por una tontería como esa-.

La puerta del salón se abrió, Seiya y Kiki entraron, sorprendiendo a todos. Kiba también estaba de pie en la entrada, pero solo Koneko y Rias notaron su presencia.

-¡¿Seiya-sensei?!- Exclamaron Issei y Asia al mismo tiempo.

-Los había sentido y pensaba hablar después de que terminaran sus negociaciones, pero no puedo quedarme sentado si amenazas a alguien inocente- le dijo Seiya a Xenovia.

-Seiya espera...- intento detenerlo Kiki, pero sabía que era en vano.

Después de un poco de esfuerzo, habían logrado convencer a Athena de aceptar su idea, y por seguridad también hablaron de esto con Amaterasu, pero ella fue mas fácil de hacer que acepte, cuando estaban llegando al Club, sintieron la energía de las espadas sagradas y decidieron esperar para hablar con los Demonios, pero Seiya tuvo un presentimiento y eso lo hizo entrar, escuchando parte de la conversación que tenían dentro, llegando a la escena actual.

-¿Y tu quien eres?- Pregunto Xenovia, mirando con una mirada afilada a Seiya.

-Yo soy Seiya, Caballero de Oro de Athena, y no puedo dejar pasar esto. No solo amenazas a una joven por algo que parece no ser su culpa, sino que también es una de mis estudiantes-.

-¿Caballero de Athena?- Fue la pregunta que paso por la mente de todos los jóvenes presentes, confundidos por el termino.

-"Así que tenía razón"- pensó Ddraig para si mismo.

Xenovia sacudió su cabeza. -No importa quien seas, no interfieras en la voluntad del Señor- le dijo, no, le exigió, apuntando su arma hacía él.

-Yo no reconoceré a ningún Dios que busque matar a una inocente, aun si ese inocente es un Demonio- declaro Seiya con firmeza.

-¡Blasfemo!- Grito Irina enojada por aquel insulto que ese hombre le hizo a su señor.

Kiki suspiro, mientras le decía adiós a no causar problemas. Las cosas iban demasiado bien para que fuera perfecto.

-Como parece que están tan decididas a pelear, ¿que les parece si yo soy su oponente?- Las reto con una sonrisa desafiante.

-¿Acaso quieres enfrentarte a toda la Iglesia?- Pregunto a Xenovia.

-No, solo a ustedes dos. ¿O acaso no pueden solucionar sus propios problemas sin la intervención de su organización?-.

Eso molesto el orgullo de ambas exorcistas, que se miraron entre si, haciendo un acuerdo silencioso.

-De acuerdo, aceptamos tu reto, pero no nos haremos responsable si pierdes una extremidad- acepto Xenovia.

Seiya sonrió. -No te preocupes por mi-.
.......................................

Ahora estaban todos en la parte trasera del Club con una barrera mágica a su alrededor para mantener oculta la pelea de las personas normales.

Kiki podía sentir la mirada de los Demonios, sobre todo de Rias y Akeno que eran sus compañeras de clase. Sabía que había que explicar algunas cosas, pero no le preocupaba, ya que esa era la razón por la que habían venido.

Xenovia e Irina se quitaron las capas que traían, revelando sus trajes negros. Xenovia desenvolvió su Excalibur Destructor, que tenía una apariencia mas a una hacha que una espada, y el brazalete en el brazo de Irina brillo, apareciendo en su mano su Excalibur Mimic, que tenía el diseño de una katana.

-Solo para que no haya problemas después, ¿les parece si esto es considerado un combate amistoso? Se terminara cuando un bando ya no pueda continuar o se rinda- sugirió Seiya.

-No tengo problemas- acepto Irina.

-Tampoco yo, eso no cambiará el resultado- dijo Xenovia.

-Estoy de acuerdo- dijo Seiya.

Un rayo de luz cayo del cielo, iluminando todo el patio, cuando se dejo de emitir, se vio una estatua de oro metálico de una figura que tenía diseño de un centauro, alas en la espalda, tensando un arco y flecha.

-¿Una estatua?- Pregunto Issei.

-Se equivocan- dijo Kiki. -Miren ahora-.

-¡Extiende tus alas, Sagitario!- Grito Seiya.

La armadura empezó a desprenderse en partes que volaron y se acoplaron en el cuerpo de Seiya, cubriendo su cuerpo por completo con la armadura, emanando un aura dorada. Todos casi juraban ver detrás de Seiya las estrellas que formaban la constelación de Sagitario.

-¿Un Ángel?- Pensó Rias al ver la apariencia de Seiya con la armadura. -No, el aura que tiene parece similar, pero es diferente, y ningún Ángel usa esa armadura. De haber sido uno, lo hubiera detectado aunque intentara ocultarse- se corrigió.

-Increíble...- exclamaron Issei, Asia y Akeno. Incluso Irina lo dijo.

Kiba observo la armadura, aunque era impresionante, no era la misma que vio. Miro de reojo a Kiki.

-¡No creas que por tener esa armadura nos ganaras!- Declaro Xenovia, siendo la primera en lanzarse al ataque.

Xenovia dio un golpe descendente con su espada que Seiya esquivo moviéndose con facilidad y Xenovia dio un corte horizontal, pero Seiya detuvo el filo de la espada con su dedo índice.

-Imposible- susurro Xenovia incrédula de que su espada sagrada haya sido detenida tan fácil.

Irina intento atacar por atrás a Seiya, pero cuando su Excalibur hizo contacto con las alas de la armadura, un sonido metálico des agudo resulto del choque, la espada tembló al impacto y la misma Irina tembló.

Ambas exorcistas retrocedieron saltando. -Esa armadura es muy resistente. ¿Qué haremos, Xenovia?- Pregunto Irina.

-Aunque sea resistente, podremos cortarla de algún modo- declaro la peliazul.

-Lamento decirles que eso será imposible. Sus espadas se romperán antes de siquiera hacerle un rasguño a mi armadura- declaro Seiya, enfadando mas a las dos mujeres, ya que tomaron ese comentario como una ofensa a sus armas.

-¡No nos subestimes!-.

Ambas mujeres se lanzaron de nuevo contra Seiya. El Japonés rodeo su brazo derecho con un poco de cosmos y dio un golpe hacía arriba. Al principio no paso nada, pero cuando las dos Excaliburs estuvieron cerca de golpear la armadura, ambas mujeres recibieron potentes golpes por todo su cuerpo que no sabían de donde venían, siendo mandadas a volar, cayendo estrepitosamente al suelo.

Todos los Demonios quedaron boquiabiertos por ese desenlace. Ninguno vio en que momento Seiya las ataco, tampoco sintieron rastros de energía mágica como para indicar que uso magia. Solo levanto su brazo y ambas cayeron derrotadas.

-¿Qu-Que fue... lo que hizo?- Se pregunto Xenovia, levantando un poco su rostro del césped.

-No vi... cuando ataco...- dijo Irina, moviendo su cuerpo de lado.

-Ni siquiera las golpe fuerte- dijo Seiya.

-Asia, cúralas de inmediato- ordeno Rias, a lo que el obispó asintió y se acerco a las chicas.

Seiya y Kiki vieron sorprendidos como de los anillos de Asia, salía un brillo verde y observaban como las heridas que su puño dejo en ambas chicas eran sanadas.

-Increíble, se parece a la habilidad de sanación que algunos Caballeros tenemos, pero ese poder es mayor. ¿Será del anillo o de esa chica?- Pensó Kiki.

-Listo- dijo Asia, retrocediendo un poco para darle espacio a Irina y Xenovia que se levantaban, ya curadas, pero humilladas.

Xenovia camino hasta donde dejo su capa y al tomarla, escucho la voz de su oponente.

-Ahora mismo, la chica que intentaste matar fue la que curo tus heridas, no lo olvides-.

Xenovia apretó sus dientes. Nunca antes había sido humillada de esta manera, pero aceptaría su derrota con dignidad, como su madre le había enseñado.

Cuando ambas se fueron en silencio, Seiya giro su cabeza a los Demonios, noto que Rias lo miraba seriamente.

-Supongo que ahora es nuestro turno de hablar- sonrió mostrando los dientes.
..........................................

N/A: Hasta aquí el capitulo, hay que admitir que al inicio, Xenovia e Irina eran bastante insoportables, así que aquí se les dio una pequeña lección de humildad.

Como notaron, Ddraig parece conocer a los Caballeros de Athena, eso se explicara en el siguiente capitulo durante la conversación.

¿Notaron que aquí se jugaron varias cosas? Por ejemplo, interrogaron a un testigo, también la razón por la que decidieron acercarse es porque no conocían nada de la historia de la Gran Guerra ya que el Santuario siempre fue un lugar cerrado. Así que siento conformidad.

Spoiler, a Rias no le va hacer gracias que Seiya y Kiki los hayan estado vigilando sin su consentimiento.

Sin nada mas que decir me despido. Visiten y comenten el resto de mis historias por favor. CHAO. 

Seguir leyendo

También te gustarán

79.4K 5K 58
Athena, después de siglos desde que existe, ha decidido expandirse y formar alianzas con el resto de seres, incluyendo las tres facciones. Una nueva...
33K 3.2K 17
Donde a Matthew le gustan los varones tetones. O donde Yujin lleva a su casa a Matthew para hacer la tarea y este termina enamorado de la gran person...
15.7K 1.1K 59
El sentimiento egoista de una antigua princesa de volver a recuperar al heroe que una vez fue sullo hará que intervenga en varios universos contal de...
6.7K 756 45
Mark estaba confundido; justo cuando se hallaba en una bella relación y creía corresponder totalmenete a su pareja. Se encontraba mirando bailar al c...