𝒞𝒽𝓇𝒾𝓈𝓉𝓂𝒶𝓈 𝒶𝓉 𝐻𝑜𝑔𝓌𝒶𝓇𝓉𝓈
Draco y yo nos encontrábamos paseando por los pasillos del castillo, éramos los únicos de nuestros amigos que nos quedaríamos en Hogwarts durante las navidades.
Al girar una esquina nos encontramos con Crabbe y Goyle, pero Crabbe llevaba gafas y se encontraban junto con Percy Weasley que parecía estar echándoles la bronca.
— Crabbe, Goyle, estábamos buscándoos, donde estabais? Seguro poniéndoos como cerdos en el gran comedor. Y tú Weasley que haces aquí? — dijo Draco
— Ten un poco más de respeto, Malfoy, soy prefecto. — Este lo ignoró por completo, los cuatro nos fuimos hacia nuestra sala común, no sin antes yo darle una mirada de disculpa a Percy. El chico en el fondo me cayó bien durante el verano en la madriguera, aunque sus hermanos se metiesen constantemente con el por ser un sabiondo.
— Porque llevas gafas? — le preguntó Draco a Crabbe.
— Oh... ehh... estaba leyendo.
— Ignoraba que supieras leer — le espeté. No me caían nada bien, la verdad.
Una vez en la sala común me senté en un sillón un poco alejado a leer un libro, aunque aún así podía escuchar la conversación que tuvieron mis compañeros, dejándome claro que algo les pasaba a esos dos.
Al cabo de un rato levanté la mirada del libro en el momento justo para encontrarme con un Goyle volviéndose pelirrojo y un Crabbe al que le estaba apareciendo una cicatriz reconocida en la frente. Viendo lo que ocurría me levanté para despistar a Draco, antes de que se diese cuenta el también.
— Draco, me voy a dormir, buenas noches — dije causando que el se girara a mirarme.
— Oh, claro — se acercó y me dio un beso en la mejilla, cosa que me extrañó bastante pero que acepté. — que descanses. — Cuando fue a girarse para seguir hablando con sus otros dos amigos, estos ya no estaban.
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— Se puede saber en que estabais pensando? — reñí al día siguiente a Harry y Ron en los jardines de Hogwarts nada más me senté con ellos — ¿poción multijugos? ¿Es enserio? Habéis incumplido al menos cien normas del colegio. ¿Todo esto para que?
— Creemos que Malfoy es el heredero de Slytherin. — dijo Harry con simpleza.
— ¿Malfoy? Por favor, si fuese el heredero de Slytherin no se escondería, tenlo por seguro.
— Bueno, estaba enfadado porque todos pensaban que era Harry así que...
— ¿Tú crees que soy yo? — interrumpió Harry, la chica negó con la cabeza. — bien.
— ¿No era más fácil preguntarme a mi?
— No lo pensamos — solte un suspiro mjentras rodaba los ojos
— Y Hermione? — pregunté desviando el tema, eran un caso perdido.
— En enfermería — alcé las cejas con preocupación pero Ron se apresuró a explicar— Iba a convertirse en Millicent Bulstrode pero en vez de coger pelo suyo se equivocó y cogió el de su gato.
— Oh por Merlín! No se quien es más fea, si Millicent o su gato — comenté riendo. — bueno seguro que estará bien, Madame Pomfrey es la mejor y nunca hace muchas preguntas.
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Hola Alina:
Te echo de menos, ni si quiera se porque me vine a casa, aquí todo está muy silencioso y solitario, siento haberte dejado sola pero mi padre me obligó a venir a casa estas navidades. Me dijo que las navidades eran para estar en familia y ahora no le veo ni un pelo!! Enserio no se para que me hizo venir.
En fin, espero que te gustase mucho mi regalo, a mi me encantó el reloj que me regalaste. Los pendientes que te di son mágicos, cambia el color del diamante según tu estado de humor, creo que viene con una carta con el significado de cada color.
Nos vemos pronto, Theo.
Releí la carta, ya llevaba los pendientes que me había regalado, eran preciosos. Eran unos aritos pequeños con piedras incrustadas y estas iban cambiando de color en relación a tu estado de ánimo como ya decía en la carta. En esos instantes estaban rosas aunque en aquel momento aún no me había parado a leer el significado de cada color.
¡Holaa Pelirroja!
Como estas? Seguro que no tan bien como yo, es imposible teniendo en cuenta que yo estoy nadando en regalos mientras que tú tienes que estar aguantando a Malfoy.
En fin no se porque te escribo, bueno en verdad si, te escribo para recordarte que no mates al tintado, sabes que en el fondo hasta tu le tienes aprecio, en fin sólo era eso, es que Theo y Estela nos obligaron a todos a mandarte cartas para eso, para que no mates a Draco.
Ah si y por último no te enamores del rubiales por favor, Theo espera por ti y tú por el, no me hagas perder 50 galeones.
FELIZ NAVIDAD!! (Aunque fue hace unos días)
Adios, Blaise.
Reí con fuerza al leer su carta, las cartas de Blaise... siempre eran icónicas
Hola Alina:
Que tal por Hogwarts? Yo me lo estoy pasando genial, mi madre me llevó hace dos días a comprar un vestido para una cena con los padres de Blaise. Me compre un vestido precioso, estoy deseando enseñártelo! En cuanto a la cena... la comida estaba deliciosa pero Blaise es un pesado! No paraba de coquetear conmigo y yo no sabía dónde meterme.
Nuestros padres no paraban de sonreír mientras que nos miraban, creo que piensan casarnos algún día. Espero que no, es la persona más pesada e insoportable que conozco.
Un abrazo, Estela.
Sonreí mientras negaba con la cabeza. Estaba segura de que ella y Blaise acabarían juntos, aunque con Diggory ahora, el moreno parecía tener competencia.
Ey,
Como va por ahí con Draco? Seguro que esta adorable con su nariz y orejitas rojas por el frío. Si tienes oportunidad de mandarme una foto suya en ese estado no la desaproveches por favor. En fin sólo era eso, gracias
Pansy.
<<Es enserio?>> me pregunté a mi misma, muchas veces parecía que Pansy era amiga mía más por la cercanía que tenía con Draco que por otra cosa.
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Draco y yo nos encontrábamos en los jardines de Hogwarts esperando a la llegada de nuestros amigos, en cuanto vi como una cabellera castaña y rizada se nos acercaba corrí a abrazarlo
— ¿Theo, que tal? No se porque te pregunto, me has contado cada cosa que te ha ocurrido estas navidades. — el sonrió apenado.
— Lo siento, yo... — me reí interrumpiéndolo
— no te preocupes, me encanta que me cuentes tus cosas, además, vuestro plan ha salido bien, he estado tan ocupada respondiendo a vuestras cartas que no he matado a nadie. — el chico asintio mientras que también reía.
Una vez estuvimos todos reunidos nos dirigimos hacia el castillo, al día siguiente empezarían de nuevo las clases.