La vena que cruzaba su cuello se hinchó marcando de manera pulsatil y violenta cada uno de los latidos de su apresurado corazón. La mirada de Harry bailaba sobre el cuerpo del omega como si esperara indicaciones, estaba completamente paralizado y ni siquiera sabía por qué, no es como si él, Harry Styles; no hubiera pasado nunca un celo en compañía de un omega, pero siempre habían sido sus propios celos después de todo.
Su cerebro se estrujaba en su cabeza intentando buscar acallar los agónicos gemidos de dolor que estiraban los labios de Louis. Se esforzó porque su mente viajara años atrás, a cuándo él y Grace, la omega que con la que su padre lo había prometido desde que él tan solo tenía 5 años y ella aún no pronunciaba palabra, mantenían relaciones con el fin de calmar su celo, pero la realidad como siempre lo golpeaba en el peor momento; él nunca había estado ahí para los celos de la omega.
Louis se retorcía en el astillado suelo con los ojos cerrados y la espalda arqueada de forma involuntaria, parecía completamente ido e incluso más débil de lo usual. Había escuchado que algunos omegas podían tener celos tan dolorosos como para colapsar y quedar inconscientes durante algunas horas, el mero pensamiento de que aquello pudiera pasarle a su criaturita crispaba cada nervio de su cuerpo.
Con sus piernas temblando con antelación, Harry dio un par de pasos tentativos y de inmediato sintió con el sofocante olor al celo del omega lo golpeaba en el rostro logrando que la bola de fuego en su estómago calcinase sus entrañas. El aroma era dulce y algo picante, la perfecta personificación de aquel omega de ojos azules. Aspiró profundamente sintiendo como raspaba en su garganta en cada bocanada que se atrevía a dar, su alfa interior se removía necesitado y hambriento , luchando por tomar el poco control que aún Harry poseía.
Harry volvió a tomar aire, sintiendo como este bajaba espeso hasta colapsar en sus pulmones, nunca había percibido nada así. Nunca tan absolutamente embriagador y desesperante como aquello. Podía sentir como la persona racional que era se hundía en una profunda oscuridad dando paso a sus más puros instintos, se sentía completamente ido, enloquecido.
Un agudo gimoteo lo hizo volver a enfocar su atención sobre Louis y todas sus alarmas se encendieron haciéndolo estallar. Su piel se erizó sintiendo recorrer un escalofrío por toda la extensión de su espalda y sus boca salivaba más de lo común mientras sus colmillos comenzaban a clavarse en su propio labio debido a la presión.
"Harry"
Un gruñido ronco vibró en su pecho, su nombre sonaba demasiado bien en ese momento. Dio un par de pasos más hasta quedar a escasos centímetros del pequeño cuerpo del omega. Desde allí, Harry pudo percibir de forma plena aquello tan embriagador como para llevarlo a ese estado de locura.
El omega parecía completamente ido, rodeado por una bruma espesa que nublaba todo su ser. Sus pequeñas manitas apretaban con fuerza sobre la piel de sus muslos, dejando rojizas marcas sobre ellos. Harry podía sentir su pánico como propio.
"¿Qué necesitas?" Apenas reconoció su voz en el momento en que esta abandonó sus labios.
Harry podría haber sido catalogado como el peor alfa del mundo en ese preciso instante, según lo que había estudiado años atrás en los libros de biología del colegio, un alfa debía saber que hacer en todo momento durante el celo del omega para calmar su dolor y liberarlo de la angustia, pero aquello en ese momento parecía estar a años luz de distancia de la realidad. Nada ni nadie, te preparaba para el desconocimiento de la primera vez, para el terror de ceder a tus impulsos y hacer daño a la persona que amas. Harry quería estar seguro de darle a Louis todo lo que necesitase, no solo aquello que él pensaba que necesitaba.
Otro gemido fue recibido por Harry como una patada en el estómago. El omega se retorcía sobre la madera mordiendo furioso el interior de sus mejillas hasta hacerlas sangrar.
"Solo necesito esperar a que pase" logró entender Harry entre gemidos. "Mañana estaré mejor, solo necesito esperar"
Aquellas palabras dolieron más de lo que Harry habría imaginado, tener a Louis gimiendo desconsoladamente con su rostro envuelto en lágrimas y negándose a ser calmado, era algo que definitivamente no podría soportar por veinticuatro horas. Harry sabía como los omegas durante el celo eran envueltos por una urgente nube de necesidad sexual, sin embargo, Louis parecía más asustado y dolorido que necesitado de él.
Sin pensarlo clavó ambas rodillas sobre la madera haciéndola crujir bajo su peso, Louis se veía tan pequeño y débil que sentía como su autocontrol disminuía a una velocidad vertiginosas a cada centímetro que se aproximaba.
Aquello no se parecía en nada a la excitación que podía sentir en Grace cada vez que estaban juntos, a la necesidad por un alfa y el calor emanando por cada uno de sus poros.
Extendió una mano permitiéndose rozar con suavidad el antebrazo del omega, Louis soltó un suave suspiro como si sus dedos tuvieran una propiedad calmante.
"Louis" lo llamó intentando borrar todo rastro de necesidad en su voz, no era él el que importaba ahora mismo "Estoy aquí contigo y puedo ayudarte si me dejas. Solo necesito que..."
"No" las lágrimas comenzaban a humedecer su pecho "Yo puedo solo, siempre puedo"
Estando ahí, arrodillado junto a ese omega que se sentía como suyo, a Harry lo golpeó el entendimiento; Louis nunca había estado con un alfa durante su celo, Louis había sufrido en silencio ahogando sus lágrimas en la soledad de su cuarto sin nadie para abrazarlo, sin nadie para calmar su dolor. Harry pudo sentir el miedo de mil formas diferentes en aquel momento, el de Louis y el suyo propio, el miedo a lo nuevo; a lo desconocido.
Volvió a deslizar su dedo índice sobre su bronceada piel, trazando círculos por toda la extensión de su brazo. La necesidad había desaparecido, solo deseaba ponerlo a salvo y borrar cada rastro de angustia.
¿Qué clase de alfa era? Él que siempre se había definido como un alfa puro, estaba siendo abatido por un celo, el celo de su criaturita.
"No haré nada que tú no quieras" su cuerpo se agitó sintiendo un dolor que ni siquiera era suyo " Pero criaturita, necesito ayudarte. Déjame hacerte sentir mejor"
Poco a poco la cabeza del omega se irguió escapando del escondite de entre sus propios brazos con gran pesar, sus ojos clavándose sobre él.
Con su mano libre hundió sus dedos entre las hebras del cabello del más pequeño, sin dejar de trazar caricias sobre su brazo con la otra, Louis se removió en su lugar haciendo que aquel aroma que ya se había vuelto conocido para él lo sacudiese de nuevo.
"Tengo miedo" confesó en un susurro. Su voz se sentía completamente rota y débil "Tengo demasiado calor y estoy muy muy cansado" El resbalar de una lágrima hizo gruñir a Harry
El rizado se acercó aún más al omega, luchando por mantener a su alfa encerrado en su pecho, necesitaba ser Harry para Louis. Él, que apenas había derramado un par de lágrimas alguna vez en su vida, sentía como sus ojos se aguaban ante cada palabra del omega.
"Yo también estoy asustado, pero aún me da más miedo el dolor por el que estás pasando" admitió sintiendo como el calor invadía sus mejillas. Los ojitos llorosos de Louis se clavaron mayor intensidad sobre él "Estemos asustados juntos"
"No puedo aguantar más" sollozó volviendo a esconder su cabeza. Harry podía sentir el dolor como propio, si Louis se hundía, él lo haría también. El olor de Louis se volvía cada segundo más sofocante.
"Déjame ayudarte. Déjame aliviarte cariño. Ahora no estás solo, me tienes aquí contigo y quiero hacerte sentir bien" La voz de Harry se rompió.
"¡No sé como hacerlo!" La rabia envenenada hacia él mismo brotaba en cada una de sus palabras. Comenzó a clavar sus uñas sobre la blanda carne de sus piernas desgarrando la primera capa de piel. "Déjame solo, mañana estaré bien, no necesito que te preocupes por mí no es mi primera vez, no necesito que tú me..."
Harry apretó su mandíbula.
"No te tocaré, prometo que no lo haré" aseguró tomando con sus dedos el mentón de Louis para obligarle a mirarlo "Criaturita, si no quieres yo no haré nada, tú puedes tomar todo lo que necesites de mí. Tú mandas"
El ceño de Louis pareció relajarse durante unos segundos antes de que una nueva ola de calor azotase la parte baja de su abdomen haciéndolo gemir dolorosamente.
Louis era de Harry, y Harry era de Louis; a eso se reducía todo.
"Tengo mucho calor Harry" aulló dolorido.
El alfa sintió sus manos temblar, no había vuelta atrás, estaban juntos en esto.
"¿Qué quieres que haga?" Preguntó sintiendo el vacile en su voz. Su parte alfa le gritaba que él sabía lo que debía hacer para calmar aquella agonía, pero Lou sería quién marcase el ritmo. "Haré todo lo que necesites pequeño"
"Ducha" gimió "Necesito una ducha fría"
Harry asintió en silencio intentando organizar los pensamientos que emergían en su cabeza.
"Está bien, vuelvo en un segundo criaturita" dejó un torpe beso sobre el húmedo cabello del omega antes de correr en dirección al baño lo más rápido que sus descompasadas piernas le permitían.
Una vez dentro de aquel pequeño cuarto de azulejos blancos, abrió la llave del agua dejando que esta comenzara a caer antes de volver a la habitación dónde Louis seguía llorando desconsolado.
"Estoy aquí" susurro volviéndose a arrodillar a su lado, le apreció ver como los labios del omega se curvaban ligeramente hacia arriba al sentirlo cerca.
Con sumo cuidado pasó uno de sus brazos bajo las rodillas del pequeño y el otro por la parte baja de sus espalda haciendo que este quedase pegado a su pecho, llegados a este punto el aroma parecía veneno bajando por su garganta. En un rápido movimiento se puso en pie cargando al omega, las manitas de Louis enredadas con fuerza en la tela de su camisa y sus nariz hundiéndose en busca de encontrar un poco de paz en él.
Una vez el baño, con sumo cuidado dejó a Louis bajo el agua fría haciendo que pequeñas gotas humedecieran la fina tela blanca que cubría su torso. Louis soltó un jadeo cuándo el agua cayó sobre él, sus facciones se suavizaron y sus labios quedaron entre abiertos con su cabeza recostada sobre la pared del baño. Harry permanecía absorto ante su belleza, joder, Louis no podía ser de este mundo.
Tras un par de minutos de completo y alarmante silencio, los ojos del omega se abrieron ante un nuevo espasmo. El frío generalmente ayudaba a calmar los dolores del celo, pero cualquier persona sabía que no era suficiente. La ropa del omega se ceñía a su cuerpo, revelando cada curva escondida; Harry tuvo que tragar grueso y retirar su mirada.
"Tú camisa"
La mirada del alfa volvió sorprendida hacia el omega completamente empapado. Arqueó una ceja a la espera de que lo repitiese ¿había escuchado bien"
"Quítate la camisa" gruñó de nuevo antes de volver a cerrar los ojos dejando que las frías gotas bailasen sobre su cuerpo.
Con dedos nerviosos y de forma torpe, Harry se arrodilló frente a él y fue desabrochando cada uno de los botones que mantenían el tejido cubriendo su pecho. Poco a poco, fue revelando su piel ante la atenta mirada de Louis, que había vuelto a abrir los ojos y ahora no perdía detalle de cada uno de sus movimientos. Louis respiraba profunda y erráticamente como si quisiera fundirse con su esencia.
Deslizó la tela por sus hombros provocando un gemido al omega.
"Aquí tienes" respondió tendiéndosela. Sentía su propia mano temblar
Recordaba haber leído en algún sitio que el olor al alfa tranquilizaba al omega.
Louis negó despacio, clavando sus zafiros sobre Harry.
"Te quiero a ti"
Louis lo quería a él. Louis le había pedido que se sacase la camisa para poder tocar su piel desnuda; Harry tuvo que luchar por no atragantarse.
Despacio gateó dejando que el agua lo empapase por completo hasta quedar junto al omega, si sus propias piernas temblaban no quería pensar en como estaría Louis.
"Aquí me tienes, haz lo que quieras conmigo"
Fue lo único que Harry fue capaz de articular y lo único que Louis necesitó para posar las yemas de sus dedos frío sobre la calidez del pecho del alfa. Louis parecía maravillado por como sus dedos se deslizaban sobre la piel del mayor, jugando a delinear suavemente las aureolas de sus pezones; el alfa tuvo que esforzarse por reprimir más de un gemido.
El omega se arrastró un poco más hasta posar tímidamente la cabeza en el hueco del cuello del alfa, enterrando su nariz en el punto más sensible de este. Harry sintió un como ahogaba contra su piel un nuevo grito de dolor.
"No puedo Harry, no sé que hacer, me duele mucho" sollozó sin despegarse de su cuello. Inconscientemente Harry pasó una mano por su espalda tratando de pegarlo más a sí mismo. "Yo nunca he estado con nadie antes"
Con ayuda de sus dedos comenzó a trazar caricias por toda la extensión de su espalda, quería recordarle que él tenía el poder.
"Lou ¿qué sientes que necesitas?" Preguntó intentando no ahogarse con su propia saliva. "Puedes decírmelo cariño, estoy aquí para complacerte"
"Quiero... quiero que me toques Harry"
El alfa no pudo reprimir una sonrisa al escuchar aquello, Louis lo necesitaba.
Con el agua cayendo sobre ellos y nublando su mirada, Harry tomó a Louis con suavidad por sus caderas, sintiendo como este temblaba bajo su agarre. Sentir el tacto de su piel bajo sus dedos era la octava maravilla del mundo.
"A sus ordenes" murmuró elevándolo lo suficiente como para sentarlo a ahorcajadas sobre sus propias caderas, sin desviar nunca su mirada de aquellos ojos azules que lo observaban nerviosos. Louis gimió adolorido al sentir como su propia erección rozaba la de Harry por encima de la barrera de sus ropas. Harry tuvo que morder con fuerza su labio inferior para reprimir un jadeo.
Las manos del alfa ancladas sobre sus caderas temblaban con necesidad, sin embargo, era el momento de Louis y él estaría a su merced, había prometido no tocar sin su consentimiento y eso haría.
Louis dejó caer todo su peso sobre la cadera de Harry, apoyando sus manos sobre las dos golondrinas que decoraban sus clavículas. Harry estaba seguro de haber sobrepasado su propio límite, pero aún así trataba de mantenerse sereno apretando con fuerza las baldosas a sus costados.
"¿Puedo?" Preguntó Harry en un susurro. Louis sacudió la cabeza enseguida sin ser consciente realmente de lo que aceptaba.
Con una fingida tranquilidad Harry afianzó su agarre en las caderas del omega para comenzar a tirar suavemente de ellas hacia delante y hacia atrás hasta lograr un vaivén. Louis elevó los ojos al cielo abriendo sus labios en busca de oxígeno mientras se dejaba llevar por los movimientos que Harry marcaba, aquel simple roce se sentía celestial.
Harry mentiría si dijera que aquello no estaba resultando ser la peor de la torturas, Louis montado sobre sus caderas, moliéndose lentamente sobre él y clavando sus uñas en sus hombros resultaba más agónico de lo que hubiera podido esperar.
A pesar del agua que caía sobre ellos, cada vez podía sentir más como el lubricante natural de Louis comenzaba a humedecer lo suficiente como para traspasar la tela de los pantalones del omega y llegar hasta los suyos, y saber que no podía hacer nada lo tenía temblando.
"¿Como te sientes?" Preguntó con la voz cubierta de dulzura, frenando por primera vez el movimiento de sus brazos sobre las caderas del omega. El alfa tuvo que morder el interior de sus mejillas y ahogar un tosco gemido cuándo el omega siguió moliendo sus caderas sin necesidad de su ayuda y aumentando considerablemente la velocidad.
No recibió respuesta alguna, en realidad no era necesaria. Tan solo con ver como el omega frotaba sus caderas sobre las suyas en busca de más contacto, como sus ojos cerrados temblaban bajo sus párpados y sus dedos presionaban crispados sobre su piel, Harry podía asegurar que el dolor había llegado a desaparecer por unos minutos.
Louis balbuceó algo que Harry no logró entender antes de comenzar a frenar el frenético ritmo de sus caderas hasta acabar escondiendo su rostro sobre el cuello del alfa. Louis se había dormido sobre él, su respiración se había vuelto lenta y acompasada, y el dolor se había esfumado.
El alfa sintió el alivio invadir su cuerpo, Louis estaba bien, ambos habían superado la primera parte del celo del omega con éxito y aquello solo podía provocarle que su pecho se hinchara de orgullo y satisfacción, su criaturita estaba bien.
Con sumo cuidado de no despertarlo, Harry lo tomó entre sus brazos para llevarlo de vuelta a la habitación donde podría descansar apropiadamente en la cama. A pesar del sueño pesado en el que había caído, el omega se las ingenió para frotar su naricita contra el cuello del alfa como un cachorrillo; aquello le sacó una sonrisa.
Dejó a Louis sobre el colchón antes de apagar la lámpara y asegurarse de cerrar todas las cortinas para que la luz del día no lo despertara.
"Harry" hoyó un murmullo ronco a sus espaldas "¿Puedes dormir conmigo,por favor? Me siento muy solo sin ti"
Aquella imagen del omega con los ojitos cerrados reclamando por su presencia hizo que su corazón se hinchase.
"Por supuesto criaturita" sonrió dulcemente antes de dejarse caer sobre la cama y sentir como el brazo del omega rodeaba su cintura.