❪ ♡ CAPITULO 02⤾꒷꒦꒷ ࿐ྂ ❫
Remus, dolido, despertó en medio de la siesta y se levantó a la cocina, el piso estaba frío en la habitación, pero cuando llegó a la sala, empezaba a calentarse, en algunos espacios ardía y en otro no tanto. No se había detenido en ver la casa más tranquilamente, pues paso un buen tiempo curándose las heridas de días atrás o bañándose.... recordando la gran herida de la chica.
No obstante, sufriendo por vivir el día a día, se sentía cada vez mejor.
Becca, quien dormía en su habitación separada de Remus, lo había acogido de una forma familiar y hospitalaria que no recibía desde hacía tiempo. Su relación era rara, había una atracción maravillosa, pero también era de alguna manera peligrosa.
Se sirvió un vaso de agua, su garganta estaba más seca que ayer, lo que era algo obvio ya que Remus se, alimentaba nada más de chatarra desde el accidente.
━ Remus, ¿Qué haces despierto? ━si lo hubiese dicho en una ocasión distinta o en una hora distinta, tendría más sentido, pues eran las siete de la tarde y se habían dormido todo el día.
━ Me voy a tener que ir ━respondió Remus, quien solo traía de vestimenta unos pantalones cortos, se le notaban todas las las cicatrices que la luna llena se había llevado.
━ ¿Disculpa? ━ Becca tenía puesta una bata de seda. Remus estaba casi seguro de que solo llevaba eso arriba de su piel. Cruzó sus brazos al frente de sus pechos y lo miro buscando una respuesta.
━ Tengo que irme, no voy a ser una molestia para ti ━le respondió. En realidad, estaba muy avergonzado de seguir encon ese lugar.
━ Escucha, no eres una molestia, para nada, eres lo contrario. Te vas a quedar.
A pesar de que su voz sonó hasta amenazadora, tenía razón, él no podía irse con esa inestabilidad emocional y Remus lo sabía. Y antes de que tuviera tiempo para responder, Becca se dio la vuelta y asimilo que la conversación había terminado.
Remus volvió a su habitación y se tiró a la cama, el peso de su cuerpo hizo que la cama bajara un poco,, era suave. En cualquier otra situación con una chica como Becca terminarían teniendo relaciones, pero dadas las circunstancias no tendrían alguna relación.
No obstante, Remus llegaba a desearla.
Antes de seguir pensando se dio cuenta de que estaba frente a la habitación de Becca, tocó la puerta suavemente con los nudillos de su mano áspera, rápidamente la muchacha, ahora con una toalla en la cabeza y otra en su cuerpo estaba por bañarse, apareció dándole una bienvenida con una sonrisa.
━ ¿Te puedo preguntar algo? ━dijo Remus, quien también sonrió ━ solo una━ insistió.
Ella asintió y antes de que pudiera contradecirse y salir de la habitación preguntó:
━ ¿Qué son esas marcas en tu espalda?━No sabias a que era eso, pero de repente quería saber mas de ella.
Becca entrecerró los ojos y suspiro riéndose, sin una pizca de gracia.
━ ¿Dónde has dicho que tengo cicatrices? ━Becca se saco la toalla de su espalda y se dio la vuelta, por el espejo que tenía en su pared, la toalla solo le cubría los pezones y la parte baja de la espalda, junto con su intimidad. No había nada. Absolutamente nada en aquella espalda sedosa y bronceada. ¿Podía haberse imaginado que ella estaba lastimada? ¿Era una visión que tuvo? No, sabia que fue real. Era muy real para que lo imaginara y hasta lo sintió mágico, una luz consumió cualquier tranquilidad sobre eso, dejándolo más inquieto que antes.
━ ¿Puedo... tocar? ━Necesitaba saber que era real, pero ella no asintió y soltó una carcajada.
━ Muy listo. Me tengo que bañar ━se acomodo la toalla y salió de la habitación, no sin antes cerrar y esperar que Remus se vaya de la vista.
Después de un momento la puerta del baño se cerró y se abrió la canilla, fuertes gotas de agua salpicaba la ducha y el sonido rebotaban en los odios de Remus. No sabía que estaba por hacer, pero sintió el impulso pero un estímulo lo incito a la fuera a entrar al cuarto de Becca, fuera lo que fuese, sabía que lo que esa chica escondía estaba en su lugar de descanso.
Había vivido seis años con un montón de chicas y chicos en una torre, sabia como entrar a una habitación con la puerta cerrada sin magia, le dio las gracias a Sirius por ayudarlo a aprender hábitos muggles.
Agarró un hebillas y lo metió en la cerradura, rápidamente la puerta se abrió, dejando ver la habitacion de la chica, era como ver el alma de Becca.
Su cuarto parecía estar bajo la presencia de Becca todo el tiempo, pero ella estaba bañándose, no podía dejar de pensar que, en algún momento, Becca entraría por la puerta y lo sacaría de la casa. Aunque eso era lo que había pedido, ocurría que lo recibio tan bien que se sentiria sucio dejando el hogar.
Los estantes estaban atestados con una variada colección de libros y cómics de cualquier cosa. Había más revistas en el escritorio junto a una vieja máquina de escribir Underwood para oficinas, no había papeles donde ella haya escrito y la maquina parecía tan nueva. Al lado de su cama de dos plazas se hallaba una mesita de luz, arriba había una biblia y en él estaba subrayado el versículo 2 PEDRO del 2 al 4:
Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al infierno y los dejó en las tinieblas, encadenados a la espera del juicio.
La lapicera negra casi traspasaba las hojas, era obvio que se había enojado o simplemente no tenía tacto a la hora de usar una fibra.
No imaginaba que tan católica podría ser Becca, no había visto aquellas reliquias o ese tipo de objetos en todas las casas, y si creyera en Dios, o que menos haria seria rayar la biblia sagrada. Era extraño, algo debería estar buscando o investigando para comprarse un libro como ese. Remus recordó que ayer había libros tirados por el piso, pero hoy todo estaba tan limpio. ¿Acaso era psicópata? Si ese fuera el caso, las apariencias en verdad engañaban, porque Remus no podía creer su pregunta.
Paso al primer cajón de la mesa de luz y encontro un condon, un mp3 y un cuaderno con dibujos. Becca dibujaba muy bien, mas que bien mejor dicho. También había cartas selladas con un extraño símbolo. Debajo de esos papeles, había una nota sobre ángeles caídos:
Los ángeles caídos que tienen una relación sexual con un humano producen una descendencia de seres sobrenaturales llamados Nefilim. La raza de los Nefilim es una raza maligna y antinatural que no estaba destinada a habitar la Tierra. Aunque muchos creen que el Diluvio Universal en los tiempos de Noé tenía el propósito de purificar la Tierra de los Nefilim, no hay manera de saber si esta raza híbrida se extinguió o si los ángeles caídos han seguido reproduciéndose con humanos desde entonces. Parece lógico que así sea, lo que significa que es muy probable que la raza de los Nefilim habite hoy sobre la faz de la Tierra.
Sin pensamientos. Nada. Sólo un cúmulo de emociones que se enredaban en su interior. Frío, pánico y... un horrible presentimiento. Remus tenía las emociones atascadas.
Escuchó la llave cerrarse. Becca ya se había terminado de bañar. Y Remus estaba casi frito. Remus esperaba un milagro, los papeles estaban en desorden y el seguía allí, parado sin saber cual seria su próximo paso. Que diantres, el era un mago y ella una simple muggle hasta donde él sabía.
Antes de que Becca saliera de bañarse, Remus ordenó todo y salió de la habitación, sin cerrar con llave la puerta, algo que la muchacha descubrirá y lo atraparia. Entró rápidamente a su cuarto y se tendió boca abajo en la cama e intento hacer el menor ruido posible. Se veía en una película de terror, solo que el monstruo era una muchacha de unos veintitantos salvadora de la muerte... algo así como un ángel. Algo así como lo que ella tenía en sus papeles.
<<━Te has divertido en mi cuarto, ¿No es así? >> La voz de Becca todavía resonaba en su cabeza. Su corazón empezó a latir más rápido y pasó de estar asustado a estar confundido. ¿Acaso Becca le había hablado a través de pensamientos? ¿Había un vínculo entre ellos que permitía que eso ocurriese? ¿Era una hechizera y podía hacer eso? ¿O era pura locura?
Esta bien, eso había sido inusual. ¿Raro? Tal vez. Diría que sí, si él no hubiese pasado la mitad de su vida siendo un mago. De todas formas, no tuvo tiempo para hablar. Becca toco la puerta otra vez. Estaba empezando a pensar que las cosas no iban bien cuando Becca se aproximaba a la puerta y tocaba.
Remus, tratando de estar lo menos nervioso posible, abrió la puerta con una sonrisa iluminada por sus hoyuelos. Becca sonreía, y fue una sonrisa fantástica.
━ Mira, no se por que lo has hecho y más vale que me lo expliques ahora...
━ ¿Si? Creo que tu tambien tienes que explicarme por qué demonios tu voz sonó en mi mente, ¿Intentaste comunicarte por telepatía? por que yo no quise que dijeras eso en mi mente.
<<━ ¿Que querias que dijera? ━>> contestó en la mente del chico, a juzgar por la mirada de Becca, esta se había volteo mas seductora y Remus mas nervioso. Trago. Respiro con calma y se dijo que aquellas palabras solo estaban en su imaginación. La otro posibilidad era que Becca tuviera el poder de la legeremancia y podía conducir pensamientos al interior de su mente.
━ ¿Vamos a ir aquella fiesta? ━preguntó, su aliento chocaba contra el mentón de Remus, quien le ganaba en altura. Su aliento cálido le hizo cosquillas. Sus ojos ahora grises echaban chispas, mirándolo de abajo y terminando en los de Remus. Sonrió al ver que él asentía con la cabeza y ella simplemente giró sobre sus pies y se fue de su vista, atravesado a la sala de estar para prender la tv.
Horas después, Becca estaba junto a Remus caminando, como había prometido, a la fiesta. El aire estaba frío y húmedo, de todas formas, era aire de ciudad. El aire de ciudad siempre estaba sucio. No había viento, eso era lo bueno, pero la helada era casi lo mismo y antes de salir se decidieron en ponerse abrigos de cuero, aunque el de Remus estaba muy gastado.
━ ¿Tienes una novia? ━preguntó Becca suavemente y de una forma casual.
━ No, pero me han roto el corazon varias veces.
Becca se rio y Remus se sintió un poco ofendido. La miró como preguntando "¿Qué pasa?"
━ El problema que tienen ustedes es que cuando se enamoran de alguien y no es correspondido, quedan con el corazón roto o, en otras palabras, como un idiota.
━ Hablame de ti ━Becca se estremeció━ Necesito saber como es la vida de mi angel.
━ ¿Angel? ━sonrio, pero se noto como seguía estremecida.
━ ¿Dije algo malo? Estás nerviosa...
━ Escuchame Remus, mi pasado no define la persona que soy ahora. Lo que te muestro es lo que soy en verdad, ni más ni menos.
━ Pero aun así el pasado puede convertirte en lo que eres ahora, es por eso que me empeño mucho en descubrir quienes fueron antes de que pasaran a esto ━la señaló con la cabeza.
━ Conmigo no es asi, creeme.
Caminaron dos cuadras más, algunas veces el silencio reinaba el ambiente y en otras paraban para ver artículos en las tiendas cerradas. Remus estaba contento de tenerla a su lado, por que ella era amable y hacia buenos chistes sobre lo que veía. Además, estaba hermosa. Sus ojos eran azules esta vez y su pelo estaba atado atrás, lo que le daba una vista de todo su rostro. Era pálida pero con vida en cada centímetro de su piel, parecía suave al igual que sus labios rojos y delgados. Sonreía como los Dioses y reía de una manera celestial.
Cuando llegaron a la casa, ya se notaba que había una fiesta, entraron y saludaron por los que pasaban. No encontró a quienes deseaba ver, así que se desplomó como pluma en el sillón, levantó la vista y vio que Becca se sentaba a su lado, pero de una forma más sensible y suave que la suya, sin pensarlo, pasó un brazo por detrás de Becca.
No era una fiesta, aunque se trataba de algo parecido, era más bien una reunión de amigos, de amigos de amigos y así, era menos revoltosa de lo que debería ser. Por una parte fue de un festejo ruidoso y con mucho alcohol, por otra, solo algunos se embriagaron. Digno ejemplo de lo que se hacía en Londres. Tal vez un poco menos perverso que otras fiestas a las que había asistido en la ciudad, al parecer festejaban algo. Para Remus, había sido más que un festejo, pues se acababa de enamorar de Becca.
Estaban sentados en el sillón azul, casi todo era elegante. Se la pasaron hablando y olvidando su pasado, había dormido todo el día y solo se levantaron para comer o ir al baño, estaban estresados pero a la vez felices de encontrarse.
Entonces, una mujer que a cierta altura de la fiesta, se había quitado la blusa azul, mostrando su pequeño sostén de encaje negro y su tatuaje en la espalda baja, para atarsela en la cabeza, como si fuera un pañuelo de gitana. Excitada por la marihuana y el vino, pasó la velada leyendo las manos de las personas (al menos hasta que perdió el sentido), quienes también estaban eufóricos por las drogas y el alcohol.
━ ¡Ustedes! ━exclamó al ver a Remus y Becca reír, los dos voltearon a la chica, quien caminaba hacia ellos con las manos al aire, como buscando algo ━ Hola, queridos, ¿puedo ver sus manos?
Becca miró a Remus, quien sonreía tranquilamente al darle la mano, también excitado por la marihuana y el vino. Entonces le tendió una mano a la muchacha, después de hacer un comentario sobre lo suaves que eran las manos de Remus, Becca hizo una mueca. Al tiempo, Becca ya no recordaba si las interpretaciones de la muchacha habían sido buenas o malas, ingeniosas o estúpidas, porque también ella estaba bastante excitada, aquella noche. Lo que recordarán por toda su vida, era que cuando agarro la palma de Becca y la examinó, dio un salto. Rápidamente agarró la mano de Remus y las analizo mejor.
━ Son vidas gemelas ━dijo.
Ligeramente, Remus volteo a Becca y le dijo:
━ Somos vidas gemelas, Angel.
A pesar de la luz oscura del salón, se pudo notar que Becca estaba nerviosa, ya sea por lo que había tomado o por lo que sucedió, corrió la cara de la vista de Remus y se escondió en su timidez.
Después de que la mujer soltara una risita junto a Remus, Becca volteo a ellos y los miro, bastante celosa, mientras la muchacha seguía las líneas de aquella palma con una uña exquisitamente esmaltada. Era estúpido, pero había algo intimido en ese rastreo.
Remus había estado bebiendo y le estaba haciendo mal a la cabeza, cuando la mujer terminó y decidió pasar a otra mano y coquetear un poco, Becca se le aproximó.
━ Hey, ¿no crees que es mucho alcohol? ━le pregunto en el odio, solo para que el escuchara.
━ Estas tan hermosa... ━se volteo a ella y junto sus labios con los de Becca. Remus agarro de su camisón y la trajo hacia sí. Lentamente, Becca reaccionó y se safo de seguir con el beso. Había sido intenso y eso lo había gustado, pero estaba borracho y eso estaba mal.
Sabia que la unica razon del por que tantas bebidas era por que se odiaba y odiaba su vida. Odiaba cada centímetro de su cuerpo y cada pensamiento que tenía lo hacía sentirse peor. Había luchado con eso toda su vida, pero de alguna forma se controlaba, pero al estar tan solo y abandonado, sabi que no terminaría bien.
━ Es hora de ir a casa.
Y así fue. Remus había vomitado dos veces, pero al llegar a casa Becca le dio un ibuprofeno y un vaso de agua, al acostarse, intentó sacarse toda la ropa posible, pero fue en bano por que cuando Becca le ordenó que se acostara a su lado, él obedeció. Estaba tan mal que se había dormido en los brazos de ella al instante de tocar la almohada. Soñando sus sueños, esperaba que estos fueran tranquilos ya que por la mañana su cabeza doleria por la resaca.