Formemos Un Eclipse

By Alex_escritor08

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Elara Ramírez ha dedicado gran parte de su vida a trabajar para su madre y su hermano menor, una chica proble... More

Sinopsis
2. ¿Problemas?
3. Llena de tatuajes
4. Regalos
5. Yo nunca nunca
6. Dia de picnic
7. ¿Me vigilan?
8. El jefe es...
9. Estupido homofóbico
10. Tiempo de hermanas
11. Nunca te metas con los Aguirre
12. Llego la pizza
13. Flashbacks
14. Confesiones
15. Me trajo flores
16. Mañana hay escuela
17. ¿Y si formamos un?
18. Eclipse
19. Videojuegos
20. Una tarde con los cuñados
21. Interrogatorio
22. Casa de la abuela
23. Aprietos
24. ¿Ataques?
25. Esta celosa
26. La cita y... ¿Algo más?
27. ¿Pase la prueba?
28. Salimos en las noticias
29. La prensa
30. No estoy lista
31. Cuestión de minutos
32. Nos invitamos al baile
33. Cena importante
34. Una buena mañana
35. ¿La historia se repite?
36. La mejor cuidadora
37. La comunicación es importante
38. Rey mata a Reina
39. Comida entre familias
40. Un día de descanso
41. Todo el dia juntas
42. Conociendo a Madison
43. El mejor cumpleaños
44. La bañera
45. ¿Cómo va la cruda?
46. Ojo por ojo, hijo por hijo
47. Hable con la prensa
48. Sacando me de dudas
49. Mi mundo se vino a bajo
50. Diferente
51. Necesita su espacio
52. Hora de hablar
53. Una tarde con mi mejor amiga
54. Platica con la abuela
55. La invitación a comer
56. Enamorada de ti
57. Los Aguirre con los Ramírez
58. Madison regreso
59. Cumpleaños de Sara
60. Besos sabor vodka
61. La luz de la luna
62. Calma
63. Despedida
64. Irreal
65. Dulce venganza
66. El último adiós
67. Rosas blancas
68. Vacaciones
69. Jacuzzi
70. Vista preciosa
71. La Fogata
72. Epílogo
Agradecimiento
Extra: El permiso de la fiesta

1. Agradezco que me dejaran plantada

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By Alex_escritor08

Me encontraba leyendo en mi habitación, descansando después de ese partido de tenis super agotador que había tenido con papá. Unos golpes en la puerta interrumpieron mi lectura

—Adelante —comenté, y cambie la página del libro

—La cena esta lista señorita Cyra —escuche anunciar al mayordomo

—Gracias Bruno, en seguida voy —lo vi alejarse de la puerta

Le coloque el separador a mi libro y lo deje en la mesa de noche. Salí de mi habitación para dirigirme al comedor, llegando escuche a mis padres conversar.

La cena comenzó en silencio. Ha papá no le gusta que hablemos en la mesa, al menos que nos pregunten algo o nos lo permitan.

—¿Cómo estuvo el juego de tenis? —mi madre rompió el silencio, papá comenzó a reirse

—Tu hija se ha vuelto muy buena, Beatriz

—¿En serio, Cyra?

—No es la gran cosa, papá me dejo ganar entre ratos —él soltó una carcajada

—No es cierto. Eres muy buena, hija

—¿Cómo estuvieron las cosas en la empresa?

Esa fue toda la atención que mi madre me dio. La cena transcurrió en mi padre explicando unos problemas que tuvo hoy en la empresa y mi madre hablando sobre su nueva linea de ropa.

—Presentaremos la linea el sábado —fue lo único que me intereso escuchar de toda la conversación

Salí de mi cuarto de baño, tomé mi cepillo y comencé a peinar mi cabello, estaba agotada y no era para más, hace mucho tiempo no pasaba una tarde así con mi padre, y ese baño me había relajado bastante.

Me acosté en mi cama y estuve revisando un rato mis redes sociales, después de unos minutos programe la alarma y me quede dormida.

***

Me queje en cuanto escuche la alarma sonar, tenía que comenzar alistarme si no quería llegar tarde. Cuando termine tome mi mochila para ir a la planta baja.

—Aquí tienes tu desayuno como te gusta mi niña —comento Amelia, una vez que llegue a la cocina

—Muchas gracias Amelia —me senté en el desayunador

—Buenos días, Cyra —mi hermana entro a la cocina

—Buenos días chicas —mi hermano entro después

Cuando terminamos de desayunar escuchamos el claxon sonar, dándonos la señal de que el chofer estaba esperando.

Salimos de la casa para subirnos a la camioneta, el transcurso a la escuela fue silencioso, el día estaba nublado con posibilidad de lluvia.

Una vez que entramos a la escuela, Liane se despidió de mí para ir con sus amigos.

—Hola Cyra —mis amigas llegaron

—Hola chicas

—Estábamos pensando en ir de compras hoy ¿Qué te parece? —las mire dudosa, mientras nos dirigíamos al salón

—¿Hoy?

—Sí, hoy. Tú nos dijiste que mañana sales a parís por una sesión de fotos de tu madre

Mierda, es verdad.

—Cierto, me parece bien ¿a qué hora?

—¿A que hora tienes libre?

—Hoy solo tengo clase de violín —conteste, vi al profesor entrar al salón

—Bien, a las cuatro entonces

Las clases habían transcurrido normales, no paso nada interesante solo en el almuerzo que le tuve que hacerles un pequeño préstamo a las chicas para que pudieran comprar el desayuno.

—Llego Raúl —comentó mi hermana al ver la camioneta llegar

El chofer nos saludó y le agradecimos en cuanto nos abrió la puerta, en cuanto la camioneta dio marcha mire a mi hermana.

—¿Te dijo mi madre a qué hora iremos a París? —Liane levanto la vista de su celular

—¿Vamos a ir a París? —pregunto extraña

—Sí, ayer en la cena mamá estaba hablando de su nueva colección de ropa —fruncí mi ceño— ¿Lo olvidaste?

—Mierda —murmuro—. No, no lo olvide —regreso su mirada al teléfono—, pero no tengo idea, temprano en la mañana, supongo

—Bueno, debería preguntarle a Adham

Mire hacia la ventana, nos habíamos detenido en la escuela de Morris, había varios adolescentes por todos lados, pero ninguno era mi hermano, minutos después se apareció.

—Hola chicas —se sentó a mi lado

—¿Qué tal la escuela? —pregunte

—Igual de aburrida que siempre

Una vez que llegamos a casa, subí a mi habitación, me cambié el uniforme por una ropa cómoda y me puse afinar el violín para la clase de hoy.

Después de afinar mi violín, termine los deberes que me dejaron hoy en clases. Tomé mi teléfono al darme cuenta de que era hora del almuerzo, salí de mi habitación para ir al comedor.

—Ah, señorita Cyra iba a subir hablarle —comento Bruno, en las escaleras

—Gracias bruno —solté una risa—, me adelanté

—Iré hablar a sus hermanos, señorita

—De acuerdo —seguí mi camino hacia el comedor

Saludé a las sirvientas en cuanto me saludaron, me senté y les agradecí cuando dejaron de servir la comida. Escuche a mis hermanos acercarse.

—¿Y nuestros padres? — pregunto Morris, una vez que entro al comedor

—Ocupados como siempre —comente, sin importancia

—Nuestros padres tienen trabajo y responsabilidades Cyra —puntualizo—, no como otras personas —y ahí estaban Adham, mi hermano mayor

El gran orgullo de mis padres, que cuando no están él toma el puesto como "Padre sustituto".

No me agrada cuando toma ese papel.

—¿Podemos comer tranquilamente sin que discutan?, Por favor —pidió Liane

Sabiendo que si no intervenía empezaríamos una discusión, por mi parte no quería discutir y veo que él tampoco. Comimos en silencio, como todos los días.

Cuando termine de comer subí a mi habitación por mi violín, baje a la sala a esperar a mi instructora, mi teléfono sonó con una notificación de mensaje.

Las chicas
Ashley: Chicas no podré ir, surgió un problema familiar, disculpen

Julieta: No pasa nada Ashley tu familia es primero, espero se mejore la situación

Cyra: tranquila nosotras entendemos, Ashley

—Señorita Cyra, su maestra de violín está aquí —informo el mayordomo

—Gracias Bruno —apague mi teléfono

—Buenas tardes Cyra, retomemos la lección de la clase pasada —empezó a dar las instrucciones

—De acuerdo

La clase estuvo aburrida —como siempre— pero cada día iba mejorando más y eso es bueno, una vez que sea experta ya dejare esas absurdas clases.

Iba en la camioneta, camino al café-librería Julieta y yo quedamos de vernos ahí,  y bueno una tarde con mi amiga no me haría mal. Le dije a Liane que les comentara a mis padres que salí, pero conociendo que se le olvidaría, también se lo dije a Amelia.

—Llegamos señorita Cyra —informo el chofer mientras abría la puerta

—Gracias Raúl, ya te marco para que me vengas a recoger

—De acuerdo señorita

Estaba frente del café-librería que tanto me gusta, no venía muy seguido solo venia cada que podía, me encanta porque el café es bueno, y mientras lo tomo puedo escoger un libro, un buen lugar dicen muchos, para mi es uno de mis lugares favoritos.

Entre y me senté en uno de los sillones cerca de la ventana, el sol no alumbro mucho y aún hay nubes negras, desde la mañana vengo pidiendo que llueva, pero ya para este punto creo que el agua no caerá.

Un mesero llegó a tomar mi orden le pedí un capuchino con un panquecito, por suerte había traído el libro que estaba leyendo, ya lo iba terminando, lo podía dejar y agarrar otro una vez que lo termine, eso es igual lo que tiene este lugar, te prestaban los libros y hasta que lo terminaras te dejaban devolverlo.

Termine mi libro, y mi capuchino incluso el pan que que pedí y Julieta no llegaba, como si la hubiera invocado mi teléfono empezó a sonar.

—¿Julieta?

—Cyra perdón por no llegar, mamá aún no regresa del trabajo y estoy cuidando a mis hermanos, debí avisarte antes creí que llegaría con retraso, pero apenas me marca mi madre diciendo que viene tarde

—Creí que te había pasado algo malo, no pasa nada Julieta mientras estés bien no pasa nada. Otro día nos vemos, ¿va?

—Si Cyra, en serio perdón. Nos vemos

—Nos vemos —colgué

Bueno almenos está bien, me estaba empezando a preocupar porque no llegaba.

Mire mi teléfono y aún es temprano, volteé a ver hacia la ventana del lugar y me percate de que un par de gotas se hacían presentes en el vidrio.

—Justo cuando quería que no lloviera, llueve —cerré el libro—. Oh, genial

—Así pasa en algunas cosas —volteé una chica de cabello castaño oscuro me hablaba—, cuando no queremos que pase, pasa. Es como si la vida nos pusiera al contrario de todo —empezó a recoger las cosas de mi mesa

La chica era de mi altura, su cabello castaño oscuro, tenía una sonrisa muy bonita, los hoyuelos se marcaba en sus mejillas, en su nariz llevaba un piercing y sus ojos no eran verdes, ni azules, eran cafés pero, no como cualquier otro, tenían un toque único, mucha gente me decía que mis ojos café claro son hermosos, pues los de ella tienen un brillo que los hace ver preciosos.

Estaba limpiando la mesa. Juro que la he visto en otro lado, pero ¿donde?

—A veces pensamos lo contrario de lo que nos sucederá, pero, muchas veces pienso que la vida me dice un rotundo ¡no! —solté sin dejar de verla, ella comenzó a reírse

Y su risa por más escandalosa que parezca, fue el mejor sonido que he escuchado hasta ahora.

—Qué graciosa, ¿gustas algo más? —pregunto,  mientras ponía lo que recogió en su bandeja

—Un café con leche, por favor —es camarera y por obvio en el uniforme tenía un gafed con su nombre Elara, me suena ese nombre—. Elara, ya termine este libro ¿me recomiendas alguno?

—Veo que es uno romántico te puedo recomendar el Buenos días princesa. Es muy bueno y es una trilogía, está en la misma sección de dónde agarraste ese —contestó, con una sonrisa

—Gracias, Elara —sonreí

—De nada Cyra —mis cejas se alzaron lijeramente

Escuche mal o ¿dijo mi nombre?

Vi rápido mi blusa a ver si yo también tenía gafed.

No tonta, tú no tienes porque no trabajas aquí.

Ella se me hace familiar y si conoce mi nombre es porque obviamente me conoce pero, ¿de dónde?

Tal vez te haya visto en alguna revista, recuerda que eres modelo.

Cierto, tal vez me vio en alguna revista.

—Aquí tienes tu café, y de paso te traje el libro, estaba cerca de esa sección lo vi y decidí traerte lo —me lo entregó

—Muchas gracias, ¿puedo hacerte una pregunta? —le dije tomando un sorbo de café

—Claro —me sonrió

—¿Nos conocemos?, es que me parece que te he visto en algún lugar y, como sabes mi nombre

Voltee la mirada hacía la calle, donde veía a las personas correr para que no seguir mojandose, gente entraba al lugar a calentarse.

—Ah, creí que sabías, como dijiste mi nombre —comento, apenada

—Sí, es que lo vi en tu gafed —le señale, al parecer ella había olvidado ese pequeño detalle

—Ah, cierto. Soy Elara Ramírez, un gusto —me extendió la mano, la recibí con una sonrisa

—Cyra Aguirre

—Lo sé, te conozco. Vamos juntas en clase de matemáticas y literatura

De ahí la conozco.

—Por eso te me resultas familiar.

—Elara, no has terminado —dijo uno de los empleados en la barra

—Me quedan veinte minutos para salir, pero tengo que seguir trabajando. Un gusto Cyra —sonrío, antes de alejarse

Es raro verla así, solo la he visto en esas clases que mencionó y en una ocasión la vi en el centro comercial, pero su vestimenta era completamente de negro y con una chaqueta de cuero, todo el tiempo que la veo parece una chica ruda y las historias que cuentan de ella hacen creer que es una chica ruda, pero ahora no, ahora es dulce, tranquila y... simpática.

Dijo que su turno acababa en veinte minutos, yo tenía que esperar a que dejara de llover, de todas maneras, tenía que hablarle al chófer. Marqué y no contestaba, volví a marcar y nada, entonces decidí llamar al teléfono de la casa.

Después de un rato, Bruno pudo atenderme la llamada, pedí una camioneta, me tocaría esperar ya que una la cargaban mis padres y según Bruno, la otra la estaban intentando sacar el fango que quedo atascada.

Empecé el libro mientras esperaban que vinieran a buscarme.

***

—¿Te gusto el libro? —levante mi mirada

Ya no tenía su uniforme de mesera, ahora teníauna chaqueta de cuero negra y unas botas del mismo color. Sí, está era la chica que yo había visto antes, me percate de nuevo en su cambió de ropa significa que su turno había terminado, eso significaba que llevo más de veinte minutos leyendo.

Si que me enganché.

—Mucho

—Ya veo —me sonrió

—¿Puedo hacerte otra pregunta? —pregunte, con pena de que pensara que soy muy metiche

—Claro que sí —se sentó a mi lado

—¿Hace cuánto trabajas aquí?

De las pocas veces que vengo jamás la había visto, a lo mejor y entro apenas.

—Ya tiene mucho, tres o cuatro meses más o menos —sonrió—, ¿por qué la pregunta?

—Es que cuando venía jamás te veía, claro que no venía diario, pero pocas veces —conté cerrando el libro para prestarle atención

—¿Venías más los viernes?

—Sí, son los únicos días libres que tengo

—Hace poco me cambiaron el turno a los viernes, trabajaba más los lunes, miércoles y los jueves en la tarde

Trabajaba los días que prácticamente no tenía tiempo para venir aquí.

—Ah, eso lo explica

No sé cuanto tiempo pasó, solo sé que nos encontrábamos platicando de todo, como si nos conociéramos de hace mucho, era fácil hablar con ella de cualquier tema y era divertida.

—Disculpame un segundo —le pedí cuando escuche mi teléfono sonar

—Claro —me aleje para contestar

—¿Bueno? —por la prisa de atender no vi quién era

—Cyra, ¿dónde estás?, mamá y papá llegaran en cualquier momento, no veniste a cenar con nosotros

—Liane te dije que saldría con Julieta a la cafetería, y aquí sigo esperando que deje de llover

—Cyra, hace rato dejo de llover —volteé hacía la ventana y era cierto no seguía lloviendo, ni de eso me di cuenta—. Te mando a Raúl para que ya te vengas antes de que Adham le diga a papá que no has llegado

—Sí, aquí lo espero

—De acuerdo, nos vemos

—Nos vemos —colgué, guarde mi teléfono para regresar a donde estaba—. Perdona, mi hermana hablo para saber si estaba bien —conté guardando el libro en mi bolsa

—Descuida yo mandaba un mensaje, no me di cuenta de la hora, hace dos horas debí estar en casa

—Perdón, solo te distraje perdóname por eso —comente apenada, mientras nos dirigíamos a la salida

—No, descuida no me distragiste me gusto platicar contigo —sonrió

Cada que ella lo hacía, algo me impulsaba a sonreírle de vuelta, había algo en ella que me hacía sentir bien, cómoda, en ella o en su sonrisa tal vez.

—¿Ya te vas? —pregunto viendo su celular, asentí cuando me miró—, ahora vuelvo— la vi dirigirse al callejón del café y salió con una moto, más a su poner su moto— ¿Vienen por ti? —pregunto, mientras se acomodaba

—Sí, van a venir por mí —dije viendo la hora

Hacía un poco de frio, pero por suerte salí de casa con un suéter.

—Bien, te hago compañía para que no estés sola —sonreí

—Gracias, pero seguro en tu casa ya te esperan. Ya te quité mucho tiempo

—No, descuida no me has quitado tiempo, en serio me gusto la plática

Volteé a la calle, a lo lejos vi la camioneta llegar. Se detuvo enfrente de mí, ella se bajó de su motocicleta y me abrió la puerta, algo que sin duda me sorprendió

—Gracias —le di un beso en la mejilla como despedida, una vez que subí a la camioneta, bajé la ventana ella seguía ahí, viéndome con una sonrisa— a mí me gusto pasar la noche platicando contigo, nos vemos

—Nos vemos —fue lo último que escuche de ella, y el chófer arranco

Volteé a verla y seguía ahí parada como si la hubiera dejado muda, si no fue gran cosa lo que dije, ¿o si?

Saqué el libro de la bolsa, busque el separador que tenía para continuar la página, pero vi algo escrito en el.

+5291638901, la anécdota del pez payaso quedo incompleta mándame mensaje si quieres terminar de escucharla
-Elara

Sonreí no sabía porque lo estaba haciendo pero estaba pasando, ¿tal vez porque fue un lindo detalle lo que hizo?, no lo se, solo se que me pareció lindo

Sentí una sonrisa crecer en mi rostro, fue lindo el detalle y la plática con ella sin duda fue agradable.

Al llegar a casa me di cuenta de que mis padres aún no llegaban, Amelia me sirvió un plato de pasta que me terminé de cuatro bocados por el hambre que traía. Me subí a mi cuarto, me coloqué una ropa para dormir cómoda, busque mi teléfono anote el número de ella y me decidí a mandarle mensaje.

Cyra: Bueno, a ver cuando me terminas de contar la historia del pez payaso

Lo deje en la mesa de noche, sacudí mi cama, apague la luz y me acosté, no paso mucho tiempo cuando mi teléfono recibió un mensaje.

Elara: Cuando quieras, yo feliz de terminar de contarla
Elara: ¿Llegaste bien?

Cyra: Sí, llegue bien
Cyra: gracias por preguntar

Elara: Que bueno

Cyra: Me iré a dormir, descansa

Apague mi teléfono teniendo una sonrisa en el rostro, fue la mejor noche, ese lugar para mi si duda es especial.

—Gradezco a mis amigas por dejarme plantada

***

A la mañana siguiente nos despertamos temprano —mucho más de lo normal—, entre quejas de parte de Liane y Morris. Hoy mamá tenía un evento de modelaje para presentar su nueva linea de ropa, y como eso es lo único que comparto con ellos, teníamos que asistir, aunque no quisiéramos.

El viaje fue largo, suficiente para que mis hermanos y yo recuperáramos las horas de sueño que habíamos perdido.

—¿Iremos a casa de los abuelos?

—No, nos quedaremos en uno de los hoteles de tu tío, lo abuelos andan en Italia por negocios —comento mi padre

Una vez que llegamos al hotel, nos dirigimos a nuestras habitaciones, era temprano, el evento se llevaría a cabo en la tarde, teníamos tiempo de sobra.

—¿A qué hora es el evento?

—A las cuatro de la tarde

—Bien, tenemos tiempo —Liane se dejo caer en la cama

Busque en una de mis bolsas y saque mi libro, me acosté para poder leer cómodamente, Liane por su parte tenía los audífonos puestos.

Me entretuve un buen rato en el libro, hasta que mamá entro a nuestra habitación.

—¿No se piensan alistar? —mire mi hora, quedaba una hora y media para poder alistarnos

—Mierda —murmure

—Esa boca Cyra

—Lo siento mamá —cerré el libro y lo dejé a un lado

Si que me había enganchado con él.

—Vendrá Artur a peinarlas, y Clarissa a maquillarlas, dense prisa que nos tenemos que ir en una hora

No supe que más dijo mamá, entre a darme un baño rápido. Cuando salí, Liane seguía mirando su teléfono.

—¿No te vas alistar?

—Claro, pero no podía sacarte del baño —rodó sus ojos

Me acerqué al tocador mientras ella entraba al baño, encendí la secadora y empecé a secar mi cabello, tenía una ropa cómoda, ya que tenemos que cambiarnos en el los camerinos de allá.

Tome mi teléfono cuando recibí unas notificaciones, escuche unos golpes en la puerta

—Adelante —conteste, mientras miraba mi teléfono

Julieta: Hola Cyra, ¿ya andas en Francia?

Cyra: Buenos días Juli, sí ya ando acá

—bon après-midi, chérie (Buenas tardes querida)

—Artur, bon aprés-midi

—Semana sin verte —asentí— ¿Cómo has estado?

Artut empezó acomodar sus cosas mientras platicábamos.

—Bien hasta ahora, ¿tú qué tal?

—De maravilla querida —sonreí— ¿Liane dónde está?

—Se está bañando, ya la conoces —asintió

Mire mi teléfono de nuevo.

Elara: Buen día bonita, ¿Cómo estás?

Cyra: Buenos días, bien gracias ¿y tú?

Escuche unos golpes en la puerta.

—Yo abro querida

—Una pequeña ayuda —Clarissa venia con sus bolsas

Artur la ayudo para entrar, una vez que entro ellos se saludaron.

—Empiezas tú primero ¿Qué te parece?, mientras iré con —miro la habitación— ¿y tu hermana?

Antes de que pudiera contestar Liane salió del cuarto de baño.

—Acá estoy, bon après-midi —saludo amable

—Bien chicas, empecemos

***

Estábamos llegando al evento de mi madre.

Me había sacado un par de fotos antes de salir ya que me había gustado como me quedo el maquillaje que Clarissa me había hecho.

Cyra: Voy ya al evento de mi madre

Elara: Cool, yo acabo de llegar a mi casa, se terminaron las compras por hoy

Cyra: Qué bueno
Cyra: ¿Quieres ver que increíble le quedo el maquillaje a Clarissa?

Elara: Sería un honor

Adjunté dos fotos que me había tomado, una de frete y otra de perfil y se las envié.

—Llegamos chicos —el chofer nos abrió la puerta

—Gracias

Nos dirigimos donde nuestros padres estaban. Había muchos trabajadores caminando y corriendo de allá para acá.

—Los hijos de la señora Aguirre acaban de llegar —uno de los trabajadores notifico nuestra llegada—, chicos síganme

Nos encamino hacia donde estaban los camerinos, Liane y yo nos metimos al nuestro.

—Chicas hola, estas son sus primeras prendas

Tome el vestido diseñado por mi madre y mire a Liane.

—Le quedo precioso

—Bien, las dejo para que se vistan, las vendrá a buscar en unos minutos

—Bien, que empiece la tarde más larga de nuestras vidas —murmuro Liane

Una vez que terminamos de alistarnos, nos avisaron que teníamos que estar ya en la pasarela, y nos dirigimos hacia allá.

Mamá dio unas palabras, también había otras modelos ahí, junto con otros chicos aparte de mis hermanos, cuando fue mi turno en pasar, vi los primeros flashes llegar.

Mamá describía mi vestido, era un vestido pegado, pero amplio de los tobillos, color azul cielo, estaba precioso.

Cuando termine de modelar, me dieron otro, y me cambien rápidamente.

Así era esto, tenías que aprender hacer todo en cuestión de segundos.

***

Estábamos de regreso en el auto para ir al hotel.

—Demasiado agotador —se quejó Liane

—Siempre olvido lo caluroso que es esto —escuche a Morris hablar

—El último vestido de mi madre sí que daba calor

—Sí, lo vi. Creí que era para mí, pero luego vi que era tu talla y lamente por ti

—Bueno ya lo peor paso, tranquilos —nos intentó animar Adham

—Tiene razón

Tome mi teléfono para ver los mensajes que tenía.

—¿Será que nos iremos ahorita? —ignore la conversación de mis hermanos para poder contestar algunos mensajes

Julieta: Te va ir bien amiga, tú sabes lucir todo lo que tu madre hace

Cyra: Acabo de terminar, estoy agotada

Elara: Si me permites decirlo. Luces, realmente hermosa
Elara: Que preciosa eres, en serio
Elara: Una princesa muy hermosa

Cyra: Gracias por lo halagos, perdón por no responder antes, estaba en el evento

Elara: No te preocupes, entiendo, ¿termino?

Cyra: Sí, ya termino por suerte
Cyra: Vamos llegando al hotel

Elara: Qué bueno

—Llegamos chicos —guarde mi teléfono

Le dimos las gracias al chofer y empezamos a caminar hacia el elevador.

—¿Nos iremos hoy? —volvió a preguntar Morris

—No, mis padres dijeron que fueron a una fiesta del evento, creo que saldremos mañana temprano

—Bueno, creo que tocara cenar fuera —mire a Adham para ver si estaba de acuerdo con eso

—Está bien

***

Nos encontrábamos en el restaurante, mis padres le dieron dinero a Adham para que nos trajera, no teníamos tantas ganas de salir porque estábamos cansados, pero el hambre pudo más que nosotros.

La cena transcurrió en chistes una vez que Adham regreso del baño, lo detestaba algunas veces, pero cuando elegía divertirse sí que sabía hacerlo.

Nos encontrábamos de nuevo en el hotel, no sabíamos a qué hora llegarían mis padres, pero si sabíamos que nos iríamos mañana temprano, así que cada uno se fue a su habitación.

—Estoy muy agotada —Liane entro al baño

Me puse enfrente del tocador y me empecé a desmaquillar, una vez que termine empecé a quitarme el peinado.

—Si vez que no te contesto posiblemente me dormí —se acostó en su cama

—De acuerdo

Una vez desmaquillada y cambiada de ropa, me acosté en la cama, iba tomar mi libro para continuar con la lectura, pero una llamada entro en mi teléfono.

—¿Hola?

—Bonne nuit cousine (buenas noches prima) — sonreí

—Bonne nuit cousine

—¿Cómo es que estás en mi ciudad y no sabía?

—Evento de mamá de última hora, ya sabes cómo es

—Sí, entiendo

—¿Cómo sabes de mi llegada?

—Ya subieron tus fotos a las noticias de Francia, tu mamá se lució con los vestidos

—Entiendo, ¿estás en tu casa?

—No, ando en Italia con los abuelos

—Ah, cierto papá dijo que los abuelos andaban allá

—Sí, de saber que estarías ahí, no vengo con ellos —me reí

— Lo siento, estuve ocupada

—Eso veo, ¿Y Liane?

—Ya está durmiendo, sabes cómo es, este tipo de eventos la cansa

—Sí, Liane y su sentido del humor —reímos —bueno me tengo que ir, feliz viaje de regreso

—Gracias Madi, igual

—Nos vemos — colgó

Busque las noticias de Francia sobre el evento, seleccione mis fotos donde salía y se las envié a Julieta.

Julieta: Sales súper bonita en todas Cyra
Julieta: Tu mamá en serio hace un excelente trabajo

Cyra: Gracias Juli, sí lo se

Julieta: El vestido negro esta precioso

Cyra: Sabía que te gustaría, espera la preventa

Julieta: Lo haré, creme

Elara: ¿Qué harás ahora?

Iba apartar la otra notificación que llegó a mi celular, pero accidentalmente termine marcándole, no me dio tiempo de colgar ya que había atendido rápido.

—¿A qué debo esta llamada? —sonreí

—Accidentalmente marque

—Entiendo

—Pues iba leer un poco, pero me marco una prima y hable con ella un rato

—¿Estuvo bien el evento?

—Lo mismo de siempre y un tanto agotador, pero sí

—Entiendo

—Mi hermana fue la que termino más agotada, ya está durmiendo —la escuche reír

—¿Tú no estás cansada?

—No, solo me duelen los pies por la caminata y eso

—Oh, que mal

—Sí, ¿Qué harás al rato?

—Nada interesante que yo sepa, en la noche quizás salga con unos amigos

—Entiendo, espero te diviertas es aburrido no hacer nada en fin de semana

—Sí, pero creo que, si saldré, nunca me quedo en casa un fin de semana, ¿Qué harás tú?

—Dormir, acá son las nueve de la noche, saldremos mañana temprano

—Wooo, si hay muchas horas de diferencia —reí un poco —acá son las dos de la tarde

—Sí, son como nueve horas de diferencia

—Entiendo

Y así pasamos toda la noche hablado hasta que me quede dormida, una vez más agradecí a las chicas por haberme dejado plantada en aquella cafetería, porque si no, no hubiera conocido a esta maravillosa chica.






Alex

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