Capítulo 20
Se restregó los ojos con las manos y me miró.
-Te quiero- Era la primera vez que me lo decía y mi corazón latió por encima de sus posibilidad.- Te quiero y no puedo más con esta situación.
No sabía que demonios estaba pasando. No tenía claro si aquello era bueno o malo.
-Sé que estás estudiando y estas trabajando. Por eso necesito hacer esto- Se levantó, se llevó la mano al bolsillo de su pantalón y sacó una llave.- Quiero que vivas conmigo. He planeado y he pesando todo. Llevaré el taller desde aquí e intentaré ir alguna vez. Y cuando tu termines tus estudies, veremos lo que haremos. Quiero que seas libre. Pero también quiero que seas mi libertad.
Esto te lo reconoceré un vez y no se volverá a repetir. Estaba llorando. A lagrima tendida. El puñetero me había dado un susto de muerte. Pensé que se había acabado.
-Eres un imbécil- murmuré entre lágrimas- Yo también te quiero, Gerald.
Nos fundimos en un abrazo que duró quizás horas, pero demasiado poco me pareció. Aquella noche, por unos momentos, volvimos a ser Iris y Heracles. Pero sin teléfono de por medio. Su cuerpo y el mío. Entregándose y sellando una libertad entre ambos. Sus labios recorrieron hasta el último rincon de mi ser. Y mis gemidos probablemente se escucharon en las calles de alrededores. Aquella noche fue el comienzo. Sin mascaras, sin mentiras. Solo él y yo. Y que el tiempo viniera, que lo estaríamos esperando de la mano.
Continuará...