Tendou volvió a tomar asiento en la cama de Ushijima y se sentó enfrente de él.
- Tendou, ¿Tu mamá deja que tu padre te pegue?
- Mi mamá está hospitalizada, tiene depresión y dice papá que mamá enloqueció, papá no me deja visitarla, él dijo que si supiera que yo soy-
Tendou estaba por decir "Homosexual", sin embargo paró en seco, Ushijima no podía saberlo, era su único amigo, no quería perderlo.
- ¿Qué eres qué?
- Si mamá supiera que soy... un monstruo, seguramente ella se volvería aún más loca.
Ushijima solo resopló, antes de hablar, Tendou ya había tomado la palabra de nuevo.
- Wakatoshi-kun. - Ushijima dirigió su vista al pelirrojo. - ¿Tú también crees que soy un monstruo?
- ¿Por qué creería eso?
Tendou levantó el rostro. - Porque... ¿Por qué soy raro?
- ¿Desde cuándo la rareza es sinónimo de ser un monstruo? ¿O de causar miedo? ¿O de odiar a alguien? No me compares con los demás.
Las lágrimas querían salir de los ojos de los ojos rojos de Tendou, sin embargo, pudo contenerlas. Nadie, absolutamente nadie trataba a Tendou como un chico normal, y que Ushijima lo hiciera y lo tratara como al resto lo hacía sentir especial de alguna manera.
- La rareza que hay en ti me parece interesante.
- ¿Interesante dices?
- Satori, eres único.
...
Después de unas cuantas horas, Tendou volvió a casa, con una sonrisa dibujada en su rostro. Llegó a casa, afortunadamente su padre ya estaba dormido.
Se recostó sobre su cama y observó el techo, imaginando el bello rostro de Wakatoshi.
Unas horas antes de haber regresado a casa, Ushijima le había propuesto unirse al club de voleibol en el que iba él.
Flashback
- Pero, los chicos... ellos seguramente no me querrán en su equipo.
- Tendou, estarás en mi equipo, y quien no quiera que estés en mi equipo puede abandonar el entrenamiento, yo me haré cargo de ti.
- Wakatoshi-kun... ¿Y sí todos deciden irse de nuestro equipo solo porque estoy yo?
- No creo que eso pasará, pero si por alguna razón llega a pasar, nosotros dos podemos entrenar solos, yo no me iré.
...
Tendou solo sonrió, Ushiwaka era especial para él, a pesar de haberlo conocido recién.
Que alguien que recién conozca lo trate de esa forma tan especial, eso hacía sentir calidez en su corazón.
El amor de Tendou por Ushijima estaba creciendo.
Ushijima estaba dispuesto a estar a su lado, eso ponía sensible a Tendou de alguna forma, pero... se sentía bien.
...
Al día siguiente
Las clases habían terminado, los chicos podían ir a sus respectivos clubes.
Anteriormente, Tendou estaba en el club de cocina, los chicos solían reírse de él, diciéndole cosas como "La cocina es para chicas", era desagradable.
Satori quiso experimentar con un nuevo club, quería estar al lado de Wakatoshi, observarlo de cerca.
- Él es mi amigo, se nos unirá a partir de hoy.
Alrededor de 10 niños estaban en el gimnasio. No era un equipo el cual fuera a torneos o cosas por el estilo, iban en primaria, seguramente varios estaban ahí solo por escoger un club.
- ¿Tu nombre? - preguntó uno de los chicos acercándose a Satori.
- Te-Tendou Satori. - respondió escondiéndose detrás de Wakatoshi.
- ¡¿Cómo se te ocurre Ushijima-san?! - gritó uno de los niños.
- ¿Qué cosa?
- ¡Invitar al monstruo a nuestro club!
- Hayate, las puertas del gimnasio están bastante grandes.
- ¡Exactamente, ese monstruo debe irse por ahí!
Tendou agachó la cabeza, Ushijima tomó el mentón de su amigo y lo ayudó a mirar al frente, lo miro con esos hermosos ojos.
- No agaches la cabeza.
Ushijima volvió a poner atención en el chico, el cual tembló un poco. A pesar de tener 10 años, Wakatoshi intimidaba bastante.
- Tsk, prefiero cambiar de club a estar con el monstruo de Tendou.
- Será un placer no tenerte en nuestro equipo Hayate-kun.
Hayate solo apretó su puño y salió del gimnasio, no sin antes azotar la puerta.
- ¿Alguien más? - exclamó Ushiwaka.
Un pequeño niño de cabello grisáceo con puntas negras soltó una pequeña risa, la cual quitó la tensión que había en el gimnasio. Le dio una pequeña palmada en la espalda a Ushijima y se acercó a ambos chicos.
- ¡Vamos Ushijima quita esa cara, das miedo! - rió. - Y bien, Satori ¿cierto?
- Si-Sí.
- Bienvenido Satori, espero puedas sentirte cómodo con nosotros. Por cierto, mi nombre es Semi Eita.
Tendou solo sonrió, pero dentro de él, sabía que podía sentirse cómodo aquí. Wakatoshi le había dado seguridad y confianza.
Cada uno de los demás chicos se presentaron al nuevo integrante, todos parecían buenos chicos, aunque solían bromear y juguetear entre ellos, ese ambiente le agradaba bastante.
Todos se quedaron boquiabiertos con las habilidades de Tendou, a pesar de jamás haber jugado voleibol, era bastante bueno. Seguramente si pulía esas habilidades, se volvería un buen jugador.
Tendou logró bloquear un balón, volteó a ver a Ushiwaka con una sonrisa de oreja a oreja, Ushijima le devolvió la sonrió.
Después de una hora de estar jugando, los chicos regresaron a casa, Tendou acompañó a Ushijima a casa, para después irse a la suya.
- Wakatoshi-kun.
- ¿Sí?
- Gracias por pedir que me uniera al club de voleibol.
- ¿Te gustó?
- ¡Me encantó! Wakatoshi-kun, me siento seguro contigo.
Ushijima solo sonrió un poco, tocó la puerta y su madre salió. Revolvió el cabello de ambos niños.
- Tendou-kun, ¿No quisieras quedarte hoy en nuestra casa?
- Señora Ushijima, papá ya no ha vuelto a golpearme, no se preocupe por mí.
Tendou decía la verdad, sin embargo, eso no quería decir que ahora lo trataba bien, simplemente no lo veía como su hijo, lo veía como una carga, una basura, una deshonra.
La madre de Ushijima solo soltó un suspiro y volvió a revolver el cabello de Satori.
- Sabes que las puertas de este hogar siempre estarán abiertas.
Tendou sonrió, al darse la vuelta, esa sonrisa desapareció. Por alguna razón recordó a su madre, no la veía desde los 7 años, y después de tanto tiempo había vuelto a sentir lo que era el amor de una madre. Tal vez la madre de Ushijima no era su madre biológica, pero en ella sintió esa calidez que dicen dar las madres.
- Nos vemos Wakatoshi-kun.
- Nos vemos.
...