Trion
Una semana atrás...
Las fiestas, las aventuras son lo mejor. Estamos con mis hermanos del Club en una de las fiestas más grande; la despedida de soltera de la presidenta, hay mujeres hermosas en mi alrededor. Tengo a la mujer que me intriga delante mío, parece tímida y callada, ella solamente se limita a observar alrededor hasta que nuestras miradas se topan y enseguida baja la cabeza, sin pensar dos veces decido ir hasta ella para conversar con ella.
— Vuelvo en un momento — aviso a mi primo quien asiente distraído.
— Ten cuidado, las despedidas de solteras son peligrosas — grita y río por sus ocurrencias, me encamino hasta la mujer que está en la barra.
—Hola preciosa ¿Te invito un trago? — pregunto con una voz coqueta, noto que está nerviosa, no insisto y me siento en la banca junto a ella.
—¿Cuál es tu nombre? — pregunto mientras la miro pero ella no dice ninguna palabra ¿Acaso es muda?
— Me llamo Zita Dallas — se presenta con mucha timidez.
— Lindo nombre — hago un halago pero no se da cuenta.
— ¿Quieres algún trago? — pregunto y niega con la cabeza.
— Entonces ¿que quieres? — cuestiono.
— Irme de aquí — dice con rapidez y asiento.
— Puedo llevarte — ofrezco pero ella duda de mí.
— No soy un maldito psicópata — digo. Me observa fijamente y asiente.
— Puedes llevarme — acepta.
Eso fue fácil.
Minutos más tarde...
Salimos del lugar para llevarle a su casa, me había dado la dirección, ella no habla en todo el camino y me estoy aburriendo.
—¿Quieres que ponga alguna canción ? — pregunto pero no contesta.
Que rara.
—¿Cómo es tu nombre? — pregunta de la nada.
—Es Trion — contesto y abre los ojos asombrada, maldice muy despacio, la observo confundido.
—¿Que sucede? — cuestiono.
— Nada — dice con rapidez y suspiro.
— Es mejor que volvamos a la fiesta — habla después unos minutos.
Esto debe ser una broma de mal gusto.
— ¿Porqué? — pregunto.
—Me olvidé de mi hermana — dice, ruedo los ojos con irritación y poca paciencia
Minutos más tarde...
Estamos de nuevo en la fiesta y ella corre adentro para buscar a su hermana. Me voy junto a los chicos también observo que dos mujeres se pelean, niego con la cabeza hasta que me doy cuenta que una de las mujeres es la chica que llevé.
Que le pasa a las mujeres? Me voy hasta ella para sacarla de ese lugar y llevarla a otro sitio.
— Déjala en paz — la defiendo y la otra mujer me mira indignada pero a la vez asustada. Alzo a Zita al estilo princesa y la llevo a la cocina para curar las heridas.
—Muchas gracias — me agradece con timidez mientras limpio sus heridas, levanto mi vista y observo sus labios pequeños que quiero probarlos desde que entró en este lugar.
—Quiero hacer algo y no quiero que te muevas — comento.
—¿Que co...—me acerco a ella sin pensar dos veces, interrumpo su pregunta y juntos nuestros labios, al principio vamos despacio y suave luego el beso se intensifica. Nos separamos por la falta de aire.
—Vamos a otra parte — logro decir, ella acepta con gusto. Las palabras de mi primo se hace presente por mi cabeza pero evito que me afecte. Nos encaminamos con Zita a una habitación y nos concentramos en besarnos de nuevo, nos despojamos nuestras ropas y hacemos lo que tanto he querido hacer esta noche.
Actualidad
Observo a una chica frente a mi puerta ¿quien es ella? No me acuerdo ¿que hace aqui? Tampoco tengo idea. Ella me mira con el ceño fruncido y de arriba hasta abajo.
— ¿Quien eres? ¿Que mierda quieres? — pregunto con un tono muy frio. Ella me observa muy nerviosa, baja la cabeza y se queda callada mirando el suelo ¿que le pasa?
—Yo — la mujer se queda callada, lo cual me saca la paciencia. Ella me observa fijamente con los ojos lleno de lágrimas.
— ¿Que pasa, no tengo todo el día — gruño con malhumor.
— Soy Zita ¿Te recuerdas? Fui al club y me dieron tu dirección. Solo quiero decirte que estoy embarazada y me echaron de mi casa — habla con rapidez pero es entendible lo que dice.
Mi primo tenía razón, las despedidas de solteras son de mala suerte.