Aun estoy contra los casilleros con el tal Scott cogiendo mi cintura.
Veo que los pasillos se llenan de estudiantes y todos nos miran.
A Scott no parece importarle ya que esta muy embobado viendome.
Que tanto me ve?.
Me muevo incomo entre sus brazos.
—Sabes donde esta el baño?—le preguntó.
El sonríe coqueto y me apreta mas a el.
Abro la boca sorprendida al comprender mis palabras.
—N-No es para eso—tartamudeo.
El solo se ríe y me guía hasta el baño con todas las miradas puestas en nosotros.
Llego a la puerta del baño y cuando veo que el tambien quiere entrar, así que me detengo.
—Alto ahí vaquero, a donde se supone que vas?—digo con los brazos cruzados.
—Al baño—dice normal.
—No, no, no, muchas gracias por enseñarme el baño, ahora te puedes ir con tus amiguitos—digo para entrar al baño y cerrarlo con pestillo.
—Athenea abre—dice desesperado tocando la puerta.
—Que acaso no te das cuenta que es el baño de chicas?—preguntó.
No escuchó su respuesta por lo cual supongo que se ha ido.
Después de segundos liberando mi cuerpo del líquidos, me lavo las manos y justo cuando estoy por salir alguien me empuja contra la pared.
Que tienen todos con empujarme contra la pared?.
—¡MÍA!—dice una voz femenina.
¡Que pesados! ¡Que no soy de nadie!.
Me alejo y veo que es una chica, alta, pelo castaño de ojos marrones.
—Y tu eres?—le preguntó.
Es malo que ya no me sorprenda que me empotren contra la pared?.
Ella solo frunce el ceño y gruñe en voz baja mientras mete su cabeza en mi cuello.
Que carajos tienen todos con mi cuello?.
—Malia por que tardas tan—dijo una voz que inmediato se corto para mirarme.
Era otra chica, una pelirroja muy guapa.
La mire a los ojos y pude jurar que vi como se le cambiaban al color de sus ojos, de un naranja inteso, como su pelo.
Se acerco a mi y me dio un pequeño beso la boca.
Que?.
Abrí los ojos como platos de shock.
Escuchó como la tal Malia le gruñe y habla;.
—No la toques, es mía—dice en tono posesivo mientras me acerca mas a ella.
La pelirroja frunce el ceño en señal de molestia.
—Es mía—dice la pelirroja.
Malia saca su cabeza de mi cuella y se pone enfrente de la pelirroja.
—Es mía, Lydia—dice en un gruñido.
Lydia, así que se llama Lydia.
Mientras ellas discuten logro escabullirme y salir del baño.
Y como era de esperarse otra vez soy empujada contra las paredes.
Si esto sigue así,el Instituto se quedará sin paredes.
—¡MÍA!—grita una voz masculina.
Suspiró resignada y esta vez ya no soy capaz de decir nada.
Solo logro ver que es un chico, alto, y tiene unas monadas de pecas en su cara.
No logro decir nada ya que soy arancada de los brazos de lunarcito y otra persona vuelve a gritar y empujarme contra las paredes;.
—¡MÍA!—dice otra voz masculina.
Escuchó gruñidos y veo que son, Scott, Malia, Lydia y lunarcitos.
—Liam, sueltala—dice con voz demandante Scott.
Liam con un lloriqueo lo hace.
Veo que es un crío, comparado con los otros, pero esta muy bien, y tiene unos hermosos ojos azules.
—Ella es mía—dice Scott en tono firme.
—No, es mía—le sigue Malia.
—Mía—dice lydia.
—Ella es mía—sigue lunarcitos.
—Mía—susurra Liam.
Cansada de esto,habló;
—Que carajos esta pasando?—preguntó alzando la voz.
Todos se callan y me ven.
—Tenemos que hablar con Derek, el sabrá que hacer—dice Scott.
Antes de poder preguntar pego un grito, ya que Scott me ha cogido y me ha puesto sobre sus hombros como un saco de patatas.
—¡Scott, bajame!—grito mientras pataleo, pero parece que no le afecta.
Miro como los demas estan muy ocupados mirándome embobados y con adoración.
A donde carajos he venido a parar?.