C a p í t u l o d i e c i s é i s
❝SOMOS TODO LO QUE TIENE❞
๙
Aquella noche Scott y yo nos encargamos de conducir a Stiles hasta su casa, en donde el sheriff ya nos estaba esperando. La conversación que tuvimos con él no fue la más fácil, pero era algo que debía hacerse. Scott me llevó a casa después y decidimos estar en contacto por cualquier cosa que pudiese ocurrir.
—¿Hola? —dije al escuchar ruido cuando entré por la puerta principal.
—¡Cocina! —la voz de Alex respondió a lo lejos.
—Pensé que estarías en el hospital —dije, haciéndome camino hacia la cocina.
—No, pero mañana seguro si pasaré la noche ahí —respondió.
Cuando llegué a él, pude ver que se encontraba quitando el altar que llevaba ya casi una semana puesto.
—Lo olvidé por completo. Lo lamento, sé que yo debía hacerlo —me acerqué para ayudarle.
—No te preocupes, tienes otras cosas en mente ahora. No hay problema —dijo, antes de darme la foto que Isaac había colocado días antes.
—Sí... —tomé la foto en manos y le observé afligida.
—Él está bien, ya no está en emergencias —mencionó, llamando mi atención —. Hoy lo movimos a una habitación regular, sus signos vitales han mejorado.
—Pero aún está inconsciente.
—Sí, pero lo importante es que ha habido mejora —aclaró —. Oye... con todo lo que está pasando, el que Isaac mejore siquiera un poco, por más mínimo que sea, es algo excelente. Y es en lo que debes enfocarte.
—Lo sé, de verdad lo sé. Es sólo que...
—Es difícil, lo sé. Pero debemos ser fuerte por él —Alex se acercó y acunó mi rostro entre sus manos —. Noll, la manada y nosotros... somos todo lo que tiene. Necesita que seamos fuertes. Él nos necesita —dijo, mirándome justo a los ojos.
—Tienes razón... tienes razón. Él estará bien —traté de convencerme de aquello.
Alex me estrujó en brazos y yo dejé salir un leve quejido. La condición de mi cuello y espalda no era la mejor desde hace un par de horas, gracias a cierta criatura mitológica.
—¿Pasó algo? —cuestionó ante mi reacción.
—Al parecer, tuve un encuentro de primera mano con el espíritu maligno que posee a Stiles —froté mi cuello cuando él me soltó.
—Espera, ¿qué? Explícate —se cruzó de brazos por un momento —. ¿Te duele aquí? —sus manos sostuvieron mi cabeza de nuevo mientras con cautela se aseguraba de hacer un chequeo de mi cuello.
—Sí, un poco. Para acortar la historia: nos engañó todo el día, Scott terminó lastimado y cuando Kira y yo intentamos ayudarle, no nos fue muy bien —expliqué.
—P-pero, ¿qué ocurrió con Scott? ¿Kira se encuentra bien? ¿Qué fue lo que Stiles te hizo? —preguntó con preocupación.
—Un oni atravesó con su espada a Scott. Él y Kira se encuentran bien ahora. Y el nogitsune me arrojó contra una pared. Ese no era Stiles —tomé ambas de sus manos para que me prestara un poco más de atención —. De verdad que no lo era, Alex —le miré fijo.
De ninguna manera dejaría creer a alguien que Stiles fuese capaz de hacer algo como aquello.
Alex asintió.
—¿Dónde está ahora?
—En casa. Deaton le dio algo que aparentemente envió al zorro a dormir por un par de días. No es una cura, pero nos da tiempo para poder hacer algo —tomé el último de los manteles que quedaba sobre la mesa del altar.
—¿Algo como qué? —Alex tomó un extremo del mantel y yo el otro para doblarlo.
—Honestamente, no lo sé. Pero tenemos que hacer lo que sea para poder salvarlo. Lo que sea.
—Pobre chico —Alex soltó un suspiro y yo asentí —. ¿Tienes hambre? —preguntó después de un momento.
—Muero de hambre —dije, siendo total y completamente honesta.
—¿Por qué no vas a darte una ducha mientras preparo algo y busco un par de analgésicos? Estoy seguro que eso te ayudará a descansar mejor.
—Puedo terminar de guardar esto —me referí a las decoraciones que aún quedaban sobre la mesa.
—Déjalo así. Ya todo lo importante está en esta caja —señaló una pequeña caja que se encontraba a sus pies —, lo demás se irá a la basura. Ahora ve.
—De acuerdo —asentí con una sonrisa sobre los labios y me dirigí hacia las escaleras —. Oye, ¿crees que papá y mamá estén despiertos? —pregunté con curiosidad.
—No veo por qué no —se encogió de hombros —. ¿Por qué? ¿Tendremos cena familiar?
—Sí, me gustaría eso. Probablemente papá ya cenó, pero qué más da —reí entre dientes.
—Perfecto, ¿les llamas tú o lo hago yo?
—Lo haré después de la ducha, pero le haré saber a mamá antes para que no pase lo de la última vez —rodé los ojos al recordar aquella noche en la que nadie respondió a su llamada "sorpresa" hasta después de 15 minutos.
—¡Órale, pues!
—¡En chinga! —solté.
—¡No seas grosera, cabrona!
—¡Lo lamento! —exclamé entre risas ante la ironía desde la segunda planta.
. . .
—¿Por qué no me dijo? —dejó salir un Scott acelerado.
Aquella tarde habíamos recién descubierto que Stiles sería internado en Eichen House y literalmente perseguimos el auto de los Stilinski en la motocicleta de Scott hasta ahí.
—Porque queríamos evitar algo como esto —respondió el sheriff.
—Son sólo 72 horas —Stiles comentó.
—Este es el mismo lugar de donde venía Barrow, el tipo con un tumor dentro lleno de moscas —Scott agregó aquel hecho —. Aún no lo sabe todo.
—Sé lo suficiente. Nogitsunes, kitsunes, oni o como sea que se llamen —el sheriff contestó.
—No, en realidad todo eso es sorprendentemente correcto —dijo Stiles.
—Scott, vi una resonancia magnética que lucía idéntica a la de mi esposa. Y me aterra. Iré a Los Ángeles mañana para hablar con un especialista —explicó.
—¿Por qué lo deja aquí?
—No es él. Es mi decisión —aclaró su mejor amigo.
—Stiles, no podemos ayudarte si estás ahí dentro —dije con preocupación, posando una mano sobre su brazo.
—Y yo no puedo lastimarte... —Stiles tomó mi mano sobre su brazo y la estrujó un poco —. Lastimarlos —se dirigió a mí y luego volvió a mirar a Scott.
—Deaton tiene algunas ideas. Argent está llamando a gente. Vamos a encontrar algo, y si no podemos...
—Si no pueden... Si no pueden, asegúrense de hacer algo por mí, ¿de acuerdo? —asentí con el ceño fruncido y él se acercó un poco más a nosotros para hablar casi en nuestro oído —. Asegúrense de que nunca salga.
—Vamos —murmuró su padre.
Estreché a Stiles entre mis brazos, acariciando su espalda con calidez antes de que éste se diera la vuelta y entrara por el enorme portón de aquel hospital psiquiátrico con su padre.
—¿Scott? Es Allison —dije, al revisar el mensaje que acababa de llegar a mi teléfono —. Ya está con Deaton, será mejor que nos vayamos.
El moreno se quedó en silencio por un par de segundos más tan solo observando la entrada del espeluznante lugar y después asintió.
En la veterinaria, Allison y el jefe de Scott se encontraban charlando. Tan solo minutos después, una llamada telefónica por parte de Chris Argent -el cual aún se encontraba detenido junto con Derek- entró a la recepción del lugar.
—¿Cuál es el segundo problema? —Argent cuestionó luego de que Deaton le explicara que lo que sea que fuera aquello que le administraron a Stiles, no era una cura y no duraría demasiado.
—Verifiqué con tus contactos en Japón. El jefe yakuza asesinado por el oni nunca encontró el rollo.
—¿Qué rollo? —Scott quitó las palabras de mi boca.
—Un rollo Shugendo. Los Shugendo eran los místicos ascéticos de Japón.
—El rollo con la información sobre cómo exorcizar a un nogitsune.
Chris y Deaton respondieron nuestras dudas.
—Entonces, necesitamos encontrar ese rollo.
—Exactamente —asintió el mayor —. Lo que sí encontré fue el nombre del último hombre que lo compró: Kincaid.
—Estaba con Katashi —dijo Allison.
—Sí, era el tipo que se reunió con Isaac para comprar el arma —agregué.
—Parece que Katashi quería el rollo para él mismo —intuyó Deaton.
—Pero Stilinski ya me dijo que nada como eso fue encontrado entre sus cosas. Y un paranoico como Katashi lo guardaría cerca. Probablemente con él todo el tiempo —explicó Chris del otro lado de la línea.
—¿Cómo luce el rollo Shugendo? —Allison preguntó.
Deaton sacó del cajón que estaba debajo de un sujeta papeles un rollo de papel y madera bastante parecido a un pergamino.
—Algo como esto —lo puso en manos de la chica.
—¿Estos vienen en tamaños diferentes? —preguntó ella.
—Cualquier tamaño.
—Entonces sé dónde podría estar.
. . .
Después de que Allison llegara a la conclusión de que Katashi probablemente había escondido el rollo dentro de su prótesis, regresamos a casa con la promesa de reunirnos el día siguiente para idear un plan lo suficientemente bueno como para conseguir el dedo falso.
—Mi padre dijo que todas las evidencias de Katashi serán movidas a un depósito federal esta noche en un auto blindado —dijo Allison, luego de abrirnos la puerta de su hogar. Scott y yo, caminamos detrás de ella junto a Ethan y Aiden —. Probablemente en las próximas horas.
—¿Vamos a asaltar un auto blindado? —cuestionó Ethan y los demás observamos a Lydia y Allison con intriga y sorpresa.
—Pues... vamos a intentar —dejó salir la pelirroja, antes de que todos entráramos a la oficina del padre de Allison.
—Este es un plan muy malo —dijo Scott.
—No es tan malo.
—No es tan bueno.
—Ninguno de nosotros sabe la ruta que tomarán —empezó Lydia —. Si Allison puede colocar un rastreador con GPS de su padre en el auto, entonces lo podremos seguir.
—Entonces, cuando llegue aquí...
—Lo atacamos —Aiden interrumpió a Allison.
—No. Tu motocicleta estará en medio de la carretera, pareciendo como si Noelle y tu hubiesen tenido un accidente. Y cuando el conductor salga para ayudar...
—Lo atacamos —interrumpió esta vez a Lydia.
—¡No! —Lydia y Allison entonaron al mismo tiempo ante la insistencia del gemelo.
—Lo distraerán, y Scott romperá la puerta trasera —aclaró Lydia y yo asentí.
—Espero —dijo Scott con inseguridad.
—Y tú tomarás el dedo de Katashi —se dirigió a Ethan.
—No es su dedo verdadero, ¿o sí? —comentó él con incomodidad.
Inmediatamente, las miradas de Aiden y Scott se dirigieron a Lydia, y ella volteó a mi dirección.
—Estamos tan fuera de nuestra liga —comentó incrédula.
—¿Por qué no solo vamos a Stilinski por ayuda? —preguntó Ethan.
—Porque si lo atrapan, entonces sería el sheriff alterando evidencias federales —aclaró Scott.
—Chicos, esto va a funcionar. Podemos hacerlo —dijo Allison, tratando de mantenerse positiva, ante todo.
—Sí, tenemos que intentarlo. Estamos perdiendo a Stiles. Isaac está malherido aun en el hospital, y Argent y Derek están en la cárcel por asesinato —agregué, recordándoles lo que estaba en juego.
—Necesitamos hacer esto.
. . .
Repasamos el plan un par de veces más hasta que quedó claro cada detalle y al terminar con ello, Scott tuvo que regresar a su hogar. Más tarde, cuando nos encontramos fuera de la comisaría para poner en marcha todo, Kira llegó con él dispuesta a ayudar.
—Tú turno —Allison se dirigió a Kira luego de asegurarse que el camino hasta la camioneta blindada estaba despejado.
La chica corrió apresurara hasta la parte trasera de la camioneta y colocó de manera correcta el GPS. Allison, Scott y yo observando desde lejos todo el perímetro.
—Mierda —dejé salir al notar cómo uno de los oficiales le dio la vuelta al vehículo con su arma entre manos.
—Debemos hacer algo.
Antes de que alguno de nosotros se moviera de su lugar, una figura salió de dentro del vehículo y atacó al oficial, dejándolo inconsciente.
—¿Quién diablos es ese? —cuestionó Scott.
—Kincaid —Allison y yo lo reconocimos de inmediato.
Luego de un momento, los tres nos acercamos en silencio hasta él, quien ahora se encontraba sosteniendo el dedo de plata de Katashi.
—Necesitamos ese dedo —dijo Scott, mientras que Allison y yo le apuntábamos con ballestas.
—¿Por qué debería dártelo a ti?
—Hay un maletín ahí dentro con 150 mil dólares en él —señaló Allison.
—El rollo dentro de esta prótesis de dedo vale 3 millones.
—Dame el dedo... —aquel definitivamente no había sido el comentario correcto —. Sabes a lo que me refiero —Scott aclaró y mi mirada se posó sobre Kira.
Oh, no... no lo hagas.
Ignorando por completo mi mirada de desapruebo, Kira saltó contra la espalda de Kincaid y éste se la quitó de encima y la arrojó al piso en un solo movimiento.
—Supongo que las negociaciones se terminaron —dijo, antes de soltar un ruidoso rugido y empezar a acercarse con paso firme a nosotros.
Sin pensarlo, lancé una flecha hacia él, pero tan solo la quitó de su pecho con facilidad. Kira se levantó e intentó golpearlo, pero falló. Kincaid la tomó del cuello y la arrojó contra una pared. La segunda flecha que arrojé fue capaz de tomarla en el aire, golpeándome en el rostro con el reverso de su mano después. Mi espalda dio con una barda y caí al piso enseguida.
Allison disparó otro par de flechas que le dieron sin herirle demasiado. Scott se alarmó al verle cada vez más molesto y lanzó varios golpes hacia él, algo que no le movió ni siquiera un poco de lugar. Ese hombre era una total bestia. Y ahora se encontraba dándole una paliza a Scott.
—Tienes lo ojos de un alfa pero, ¿dónde está la fuerza? —cuestionó a Scott de forma prepotente, de cuclillas ante su cuerpo.
—¡Aquí arriba!
En un abrir y cerrar de ojos, los gemelos se encontraban sobre Kincaid, golpeándolo de una manera incluso más brutal de la que él había atacado a Scott. Traté de levantarme aun sintiéndome algo aturdida, fue cuando Lydia -quien se había quedado dentro del auto hasta ahora- se acercó para ayudarme.
—¡Basta! Ethan, Aiden... —ordenó Scott.
—¡Basta! —Lydia intervino.
—¿Quieres que él venga tras nosotros? —Aiden se dirigió a Scott.
—Scott, hemos visto tipos como este. Confía en nosotros. Es peligroso —añadió Ethan.
—También nosotros. Y él parece lo suficientemente inteligente como para recordar eso —Scott tomó el dedo de plata que se encontraba en el bolsillo de la chaqueta de Kincaid y sacó de dentro de éste el pequeño rollo —. Estamos aquí para salvar una vida, no terminar con una —dejó en claro hacia Kincaid y los gemelos. Lo cual me hizo sonreír de manera inconsciente.
Momentos después de aquello, nos dispersamos lo más pronto posible. Kira subió con Scott a su motocicleta y Allison y yo subimos al auto de Lydia.
[ ... ]
¡ H O L A !
Feliz San Valentín, amikitxs. Si es que lo celebran, si son como yo, pues equis lol.
Les traigo paaaaaaz, y un nuevo capítulo jejeje <3 Espero lo hayan disfrutado.
Aprovecho la fecha para agradecerles a todxs lxs nuevxs lectorxs, y a quienes han estado desde el principio también. Gracias por todo el amor que le tienen a esta historia, de verdad. Nunca deja de sorprenderme que les guste tanto algo que yo escribo.
ANyway, anywho... espero tengan un lindo día, tarde, noche, madrugada o lo que sea que sea en donde sea que se encuentren. Please be safe out there!
—Ana.