Ashton
Esa mirada de confusión al no saber como tomar la hamburguesa aparece en mi mente, su sonrisa que nunca desapareció, ese hoyuelo en su mejilla derecha hacía verla tierna. Las risas que compartimos y ese leve coqueteo entre nosotros...
Cuando entré al gimnasio y la vi guiar a sus compañeras sabía que ella tenía ese aire de ser líder. Como las apoyaba desde lejos y como sonreía cuando una base se calló, pero recuperó en segundos. Cuando terminó el entrenamiento ella se quito el pans y la playera que traía.
No puede evitar bajar mi mirada por todo su cuerpo. Se gira y bajo mi mirada por todo su cuerpo, vuelvo a subir mi mirada y camina con seguridad a una esquina y se voltea con los ojos cerrados y cuando los abre, hace unas perfectas acrobacias y cae de pie.
Esa postura y esa mirada es su fuerte, cuando la vez fijamente esos ojos color miel se adentran tanto a ti que es difícil apartar la mirada.
Otro pensamiento sobre ella invade mis pensamientos, ella bailando con Nox y Olivia en la casa de Gastón el chico que organizó la fiesta ayer, el short que usaba me distraía, la blusa de tirantes roja me puso duro, realmente me contuve para no ir y pegarme y bailar con ella, Shawn y Luca me salvaron cuando fueron por mi a la cocina.
—Seremos como tu freno de mano.
Miro a Luca sin entender y Shawn sonríe.
—Morgan es el destino al cual quieres llegar y vas a toda velocidad que cuando tratas frenar no puedes, así que acudes al freno de mano y ese freno querido amigo...somos nosotros.
Acabo de volver a ver a Morgan y no quiero arruinarlo, no se como voy a lograr quitar a Amy del camino, no se como demonios voy a contenerme cada vez que tenga a Morgan cerca, ayer estuve apunto de besarla cuando estuvimos hablando el la terraza, simplemente no se como vaya a lograr estar en un sitio con ella sin poder hacer nada.
Tomo mi teléfono y vuelvo a buscar su nombre en Google. Claramente aparecen videos y fotos de sus triunfos, pongo un video y abro la boca sorprendido al ver el nivel que tiene su equipo.
Hay una toma que solo la capta a ella, pasa su lengua por su labio inferior, guiña el ojo y da una vuelta con sensualidad y dos segundos después hace un mortal cayendo de rodillas indicando que acabo la presentación.
El otro video es de ella, con esa falda que muy apenas cubre su trasero.
¿Estoy loco si quiero follarla con ese uniforme puesto?
En mi mente me creo escenarios y una parte de mi cuerpo empieza a reaccionar. Aparece una foto de ella de rodillas, con una de sus manos apuntando la cámara y la otra en su cuello, sale guiñando un ojo y con una ceja enarcada, leo la descripción y sonrío de inmediato.
—El Elite se considera uno de los mejores equipos, por su técnica, su gimnasia y por sus atletas. No hay vergüenza alguna en ellas. Morgan Hans es prueba de ello, hace lo que tiene que hacer para ganar y lo ha dicho en entrevistas.
—Es animación todas buscamos atención pero el Elite California debe de tener toda de ella. No nos reconocen solo por ser invictas, si no por lo que somos, tenemos esencia y sensualidad ¿por qué no usarla? —dice Morgan a las cámaras
Checo las demás fotos y no solo ella posa así, ese fue el final de la rutina que las llevó al campeonato. Morgan era digna de estar en ese equipo y ahora entendía las horas extras de entrenamientos y ese increíble abdomen marcado.
Miro mi pantalón y dejo el celular, muerdo mi labio y me levanto. Necesito una ducha fría y la necesitaba ya antes de que me empezara a doler más. La puerta de abre dejando ver a mi madre, rápidamente tomo una de mis almohadas y me cubro.
—¡Por dios Ashton!, intentaré ignorar que tienes una erección.
—Tienes que tocar la puerta, mamá —me quejo
—Es mi casa, Ashton, tal vez en casa de tu padre hagas lo que quieras, pero aquí no.
Ruedo los ojos y asiento.
—¿Qué pasa, mamá?
Me mira y después mira mi teléfono, sigo su mirada y cierro los ojos con fuerza
—¿Te excitas con una foto, hijo?
—¿¡Qué!? ¡NO!
—Sabes que, te espero abajo.
—Gracias, mamá.
Tomo mi celular y borro el historial de navegación, entro a Instagram y empiezo a seguir a Morgan. Tiene la cuenta privada, así que supongo que tardará en aceptarla.
Bajo mi vista a mi pantalón.
Ahora solo necesito arreglar un problema.
Entro a la ducha y abro el agua fría, despojo mi ropa y entro, dejo que el agua caiga sobre mi, mi mano va a mi miembro y cierro los ojos concentrándome en traer a mi cabeza el recuerdo de Morgan.
No puedo creer que me vaya a masturbar pensando en ella.
Mi mano empieza a subir y a bajar tomando mi tiempo, pero cuando la imagen de Morgan con su uniforme tengo que empezar a acelerar los movimientos, recargo mi frente en los azulejos y entre más recuerdos de Morgan, más rápido muevo mi mano, aprieto con fuerza pensando en cómo se sentiría estar dentro de ella.
El tiempo sigue pasando y sigo recordándola a ella, us labios, sus tetas, su cintura, su culo...todo su cuerpo.
—¡Joder! —jadeo, sintiendo como me libero dejándome tambaleante.
Me giro y me recargo contra los azulejos, abro los ojos e intento que mi respiración se calme.
—Vas a ser mía, bonita....
🏈📣
Estoy muerto en las gradas del campo, papá nos puso a entrenar desde que llegamos a la preparatoria, mañana será el partido y en verdad quiere ganar. Shawn y Luca estan sentados con una botella de agua helada en la frente, mi padre se ponía más exigente de lo normal cada vez qué hay partido.
—Después del partido con la preparatoria rival se viene el más importante. —murmura Luca y asiento.
—El juego y la entrega del Jersey. —murmuro y ellos asienten
—¿Ya saben que días son?
—Será el día del juego con la preparatoria rival. —dice mi padre acercándose. —No importa si pierden o ganan, dos horas después del partido se llevará acabo la ceremonia.
—De acuerdo. —dicen al unísono y suspiro.
—Debo de hacer todo lo que tengo pendiente para poder ir y hacer la fiesta, ya que se supone que tengo que entregar un jodido trabajo y aún no lo hago —se queja Shawn y me levanto al instante.
Mierda.
Tomo mis cosas y salgo corriendo a los vestidores, dejo el maletín con el equipo y el uniforme y tomo una ducha. La puerta se abre de golpe haciendo que mi toalla se caiga de mi cintura.
—Ashton, más te val... —Morgan se calla de inmediato. Me recorre con la mirada y eleva su vista rápidamente. Se está sonrojando y creo que yo también estoy igual. —Y-yo so-solo...
Me agacho y tomo la toalla volviéndola a poner al rededor de mi cintura.
—¿Qué necesitabas? —rasco mi nuca, me mira y después baja su mirada y se queda ahí varios segundos. —Morgan.
—Ah, si, ¿por qué no me dijiste que somos pareja en matemáticas y que se entrega mañana? —recupera su postura
—Lo olvide, justo iba a cambiarme para ir pero ya estás aquí. ¿Cómo lo sabias?
Se muerde el labio con nerviosismo y empieza a mover una pierna
—Digamos que se a que hora entrenas y que días.
—¿Me estás acosando Hans? —pregunto con toque de coquetería y me acercó a ella
Me sonríe, ahí está la Morgan que conozco.
—Tal vez —no se aparta cuando estamos a centímetros. —Aléjate por que pensarán que estamos teniendo...intimidad.
Suelto una carcajada y ella se ríe, me aparto y me coloco una playera.
—¿Quieres que me de la vuelta? —pregunta
—¿Por que si ya me viste?
Suelto la toalla y abre los ojos y la boca sorprendida, se gira rápidamente y niega
Tomo mi bóxer y mi pantalón, los coloco con rapidez y me pongo mis tenis. Miro las pastillas que me dio la psiquiatra con la que voy y tomo una, la meto a mi boca y casi me atraganto por que no tenía agua a la mano.
—Listo, ya puedes voltear
Se voltea y enarca una ceja.
—¿Hoy en tu casa o en la mía?
—En la mía —me muerdo el labio y me vuelvo a acercar. —Y en mi habitación.
—Si, mejor en la mía te espero a las 5:30.
Sale corriendo y me recargo en uno de los lookers.
Suspiro y niego con una sonrisa.
Me está volviendo loco.
Me siento en la banca y pongo las manos en mi cabeza, el medicamento me hace sentir un poco débil y hace que me de sueño, si tenía suerte podía dormirme en algún lugar de la biblioteca sin que nadie se diera cuenta.
Mi teléfono suena y es una notificación de Instagram. Sonrío cuando veo que Morgan acepto mi solicitud, vuelvo a ver sus fotos y hay una con su mamá, tenía mas o menos 7 años y la pone como un Tb, pero hay otra que me llama mucho la atención es una foto de sus ojos, el color en ellos es increíble y con la luz del sol se ve de varios tonos.
Su ojos son hermosos y su sonrisa no se diga, pero ella, simplemente ella, Morgan está a otro nivel de belleza.
De la nada sube una foto y sonrío al ver que es la foto que tomo en el espejo aquella vez, la descripción me hace reír.
¿Quien dijo que los jugadores de fútbol americano no pueden ser animadores?
Le tomo captura y recorto la foto, sonrío y paso mi lengua mi labio inferior.
Como me encantas, Morgan Hans.
🏈📣
Después de que pude dormir solo una hora en la biblioteca, pude entrar a mis últimas clases e hice algunos pendientes sin contar que salí tarde por que hubo junta con el equipo y tarda una hora en aclarar los puntos, pero media hora después ya estaba de regreso a casa y lo primero que encuentro es a mi hermano follando en el sillón, cierro la puerta con fuerza haciendo que se separen.
—Hola, hermanito. —la chica intenta bajarse de él pero no lo permite.
—Tienes 10 segundos para irte a tu habitación o ella se va. —amenazo
—Venga, Ashton, yo nunca te molesto cuando estás follando.
—Por que yo tengo privacidad, imbécil.
Y siendo sincero nunca traigo a nadie a la casa.
Rueda los ojos y deja que la chica se baje de él. Subo las escaleras y cierro la puerta de mi habitación. Ander Harrison, mi hermano mayor, la estrella de la familia y el favorito de mi padre. Vivo a la sombra de él y por eso intento ser mejor en el fútbol, mi padre siempre habla de Ander en cada reunión a las que vamos, siempre es Ander, Ander esto, Ander lo otro y nunca me menciona o lo hace para decir que aún no llego al nivel de él.
Ander ya está en la universidad y lo que más le dolió a mi padre es que él no se hará cargo de la empresa y mucho menos yo. No le debo nada y no es a lo que me quiero dedicar en mi vida.
Suspiro y sobo mis sienes.
Me pongo un pantalón de chándal y una camiseta negra. Tomo el laboratorio y lo guardo en la mochila. Iría a casa de Morgan e intentaría despejarme un poco con ella haciendo tareas o hablando, solo quiero dejar de pensar en mi hermano o cualquier estupidez que me haga perder el control.
Bajo rápidamente, me despido de mi hermano sin voltearlo a ver y salgo de la casa. Morgan no vivía muy lejos así que llegué en 15 minutos.
Toco el timbre y después de unos minutos me abre.
Tenía puestos unos shorts que no cubrían mucho y un top, la miro descaradamente y sonrío.
Jodida imaginación que me cargo en estos momentos.
—Llegaste temprano...
—¿Interrumpo algo?
—Si y te lo agradezco.
Frunzo el ceño y me invita a pasar.
—¡Mama, llegó Ashton, luego termino de entrenar!
La miro divertido y ella se encoge de hombros, me guía hasta la parte de arriba donde abre la puerta blanca que supongo que es su habitación. Entramos y abro la boca por la sorpresa, tiene estantes llenos de trofeos, tiene repisas llenas de medallas y un póster de su equipo con el trofeo de las mundiales. Su cuarto es increíblemente grande.
—Mamá insiste en tener todo esto aquí —dice haciendo una mueca
—Es increíble, ¿desde cuándo comenzaste?
—Desde los 7. Aunque mamá me metió a gimnasia a los 3 —señala una medalla.
—No esperaba menos de ti
Sonríe y me señala con la cabeza el escritorio.
—Ten, es la prueba de el examen de diagnóstico. —le extiendo el examen
Lo ve y sonríe.
—¿Cuánto sacaste tu?
—98, me equivoqué en la cuarta pregunta. Puse la que borraste antes de poner la correcta.
—Estaba confuso, la borre como cinco veces y al final puse la que más me pareció correcta.
Se sienta en la silla y la imito, saco el laboratorio y se muerde el labio, mis ojos van directo a el. Hace cosas inconscientemente y hace verla más ardiente.
—Cada quien 3 hojas. —dice mirándolas
—Bien, quiero la parte de geometría.
—Claro, déjame a mi las ecuaciones. —lo dice con ironía
La puerta de la habitación se abre, la señorita Hans entra.
—Hola, Ashton.
—Hola, Entrenadora.
—Dime Regina cielo, eso es en la preparatoria.
Asiento
—Ten tomate esto Morgan, cuando termines tomas los suplementos.
—Si
Miro a Morgan y después a la malteada verde que tiene a su lado. ¿Qué era eso?
—¿Empezamos?
Asiente y me da una calculadora.
—El que termine primero le debe algo al otro. —propongo
—Si que te gusta perder, Ash.
Sonrío ante el apodo, nadie me decía así y que ella lo dijera se sentía diferente
—Está vez perderás tú.
Estrechamos nuestras manos y nos concentramos en las hojas. La geometría siempre fue mi fuerte en matemáticas por eso se lo propuse. Me tardo 10 minutos en terminarlos de responder.
—Listo, muñeca. —dejo el lápiz y me ve sorprendida, después mira el último problema que le queda.
—Mierda. —susurra y termina el problema
Se recarga en la silla y me mira, le sonrió victorioso y me saca la lengua.
—Me debes algo —susurro acercando su silla a la mía
—Ajá, ¿qué quieres? —puedo notar su nerviosismo, su pierna derecha se empieza a mover y sonrío.
—Sabes que quiero...
—No lo se. —mira mis labios y los muerdo
—¿Quieres que lo diga, Morgan? —pongo mi mano en su nuca y la acercó a mi. —Contesta, ¿quieres que te lo diga?
Su aliento choca en mis labios y estoy manteniendo mi autocontrol por no besarla. Necesito que caiga ante mi, quiero que me desee como yo lo hago.
—S-si —traga saliva sin dejar de verme a los ojos
—Quiero besarte, Morgan, follarte duro contra el escritorio y después en la cama —susurro jalando su pelo hacia atrás.
Beso su mandíbula y aprieto mi agarre en su cabello sacándole un jadeo.
—¿Lo quieres, Morgan?
Cuando abre la boca para contestar, mi teléfono empieza a sonar, ella sigue con la mirada hasta llegar al teléfono, hago lo mismo y veo el nombre de Amy.
—Contesta. —dice y sonríe, pero no llega a sus ojos
—No, Morgan, contéstame tú a mi.
—Si lo quiero... —susurra y cuando estoy punto de besarla el teléfono vuelve a sonar. —Ahora si contesta, Ash.
Se lo que piensa y necesito aclararlo.
Tomo el teléfono y le doy aceptar a la llamada
—¿Se puede saber donde estas?
—¿Por qué te importa?
—Vendrías por mi después de la práctica para mañana el juego.
—Mierda, Amy, lo olvidé.
—No importa fue mejor. —frunzo el ceño— Dylan me va a llevar
—Suerte.
Cuelgo y fijo mi vista en Morgan que está viendo fijamente la cosa verde que tiene como malteada
—Pruébala. —dice dándome el vaso
Hago una mueca y ella sonríe.
—No sabe tan mal.
—¿Segura?
—Si.
Le doy un trago y si pudiera ahorita mismo vomitaba, me lo paso y siento que se regresa, pero vuelvo a pasar.
—Sabe asqueroso ¿Qué es?
—Apio, piña y...no lo sé, mamá me lo da.
—¿Y lo tomas?
—Si, creo que ya me acostumbre al sabor. —le da un gran trago, pero hace una mueca. —O tal vez no...
Sonrío y le quito el cabello de la frente, mi pulgar pasa por su labio inferior y trago en seco.
Me fijo en el reloj que tiene en la pared, mierda, papá me matará.
—Debo irme o si no recibiré un sermón de papá
—Claro. —se levanta y abre la puerta de su habitación, salimos y bajamos las escaleras. Se escuchan gritos por parte de su madre. —Está hablando por teléfono.
Me guía hasta la puerta y la abre, salgo y me giro a verla, abro mi mochila y saco la playera del equipo
—Llévala puesta. —le extiendo la playera
—Harrison 9, Amy me asesinara, pero quiero ver su cara. —sonríe se pone de puntitas y me da un beso en la mejilla —Nos vemos mañana, Ash.
—Morgan...
—¿Si?
—Mañana es la ceremonia para la entrega del Jersey, quiero que tu me acompañes.
—¿Pero y Amy?
—No estará ya que tiene una competencia y quiero que me acompañes tú, no ella.
—¿Debo de ir de gala, verdad?
—Si, pero después del partido nos esperaremos dos horas y después se llevará acabo.
—Bien, ahora si, nos vemos mañana, Ashton.
—Adiós, Morgan.
Me giro y sonrío, subo a mi auto y miro hacia la derecha. Me guiña el ojo antes de entrar a su casa.
Necesitaba hablar con papá de esto.
Necesito terminar con Amy...