Trun Me Into a Cat - Huening...

By troloss

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❝ ️Solo te daré un beso si me devuelves el estambre. ❞ ✎ heterosexual ✎ capítulos cortos y largos ✎ romanc... More

➹Aclaraciones➹
♡REPARTO/PERSONAJES♡
➷Playlist➷
◇Introducción◇
II -Got You!-
III -Stay-
IV -My Name-

I -First Transformation-

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By troloss

✎ Arin suspiró cuando vio que el felino aún dormía muy a gusto. Le dio otro sorbo a su café, decidiendo qué hacer.

Probablemente iría al día siguiente al mismo lugar y este algunas horas esperando que alguien lo reclame, por suerte era sábado, por lo que mañana tendría todo el día.

Miró su reloj, verificando la hora. Con rapidez tomó el frasco de nueces y sacó seis, ya estaban peladas, justo como le gustan a su pequeño amigo.

Tomó también su traste azul, era diminuto, donde solía darle agua limpia y lo llenó del líquido. Subió con entusiasmo a la planta alta, esperando verle por la ventana.
Cuando vio que la ardilla la buscaba desde el árbol de enfrente, sonrió y se apresuró a dejarle la comida.

Taehyun(como solía llamarle) era la pequeña ardillita que veía a diario subir a su árbol y buscar comida.

Desde hace un tiempo lleva dándole nueces y agua para alimentarlo, él sigue viniendo y ella disfruta verle comer.

Llegaste temprano hoy, ¿eh?— Le dijo.

Dejó su comida fuera y había dejado la ventana entreabierta. Cada que hablaba, veía sus cafés orejitas moverse.

La ardilla tomó un poco de agua y llenó sus cachetes con cuatro nueces, para después desaparecer de la vista de la femenina, yéndose apurado.

¡Hey, despídete!— La linda ardilla no paró, siguió corriendo hasta salir del campo de visión de Arin.

Cuando se volteó, miró al gato despierto, bostezando.

¡Ven, vamos a bañarte!— Como si hubiera entendido las palabras, el gato corrió a la planta baja, huyendo. Choi no lo encontró hasta llegar a la cocina.

¡Aquí estás!

¡Meow!— Maulló como protesta y la chica se confundió. Parecía que el gato entendía perfectamente cada palabra.

¡Tienes que bañarte! Estás muy sucio y eso no te lo puedes limpiar tú. Además, quiero revisar que no tengas animalitos malos, pequeño— El gato soltó un sonido que le causó ternura. Ella lo cargó y lo llevo al baño de su habitación

Quédate aquí, ¿ok? Ahora vuelvo.— Fue en busca de algunas toallas y un cepillo para revisar el pelaje del gato antes de bañarlo. Sorprendentemente no encontró ninguna pulga o algo parecido, por lo que procedió a limpiar bien su cuerpo. 

En algunos momentos se desesperaba y salpicaba la cara de Arin mientras maullaba los cuatro vientos, en otras ocasiones se mantenía quieto, dando lamidas a su mano, pidiendo que pare.

—¡Listo! No sufras más, terminamos— Cuando ella se acercó con la toalla para secarlo, el gatito arqueó su espalda y se erizó su pelaje, lo cual causó que la chica riera por adorable reacción de parte del minino, se veía tan pequeño.

—No te haré nada, tranquilo— Dijo la chica y rió mientras que veía al pequeñito con ternura. —Ya, podrás bañarte tú solo de ahora en adelante

Meooow— Los maullidos del felino sonaban como berrinches y la joven sentía como si estuviera hablando con una persona.

Lo sé, lo sé, fue difícil para ti este baño. ¿Sabes quién también odia bañarse?

¿Meow?

Jungkook— Estaba secando al animalito y teniendo una platica amena cuando de repente alguien llama a su puerta

Espera aquí, no te muevas.— Dejo al animalito sobre la toalla en el sofá para atender. Le quitó el seguro y se sorprendió al ver a su mejor amigo.

¿Jungkook?— Dijo Arin extrañada, no se esperaba que él estuviese despierto a tal hora por la mañana, y menos golpeando a su puerta.

Buenos días, enana— Saludó y rió por la cara de sorpresa que tenía la chica.

J-Jung...— Dijo sin palabras, si su amigo estaba despierto a esa hora y frente a su apartamento, algo tenía que estar sucediendo, o al menos eso era lo que Arin creía.

No, soy Rosé— Bromeó haciendo su voz aguda, burlón.

Ya... pero, ¿qué haces aquí?— Dijo ella mirándolo raro.

¿Me vas a dejar pasar? ¿sí o no?— Preguntó impaciente.

Pasa— Suspiró y lo dejó pasar para luego cerrar la puerta.

El chico entró a la casa pero Arin no conseguía cerrar el seguro, así que seguía intentando hasta que con muchos esfuerzos pudo hacerlo.

¿Qué tiene ésta puerta?— Susurró fastidiada viendo el objeto.

La chica volteó hacia la sala donde había dejado al minino pero éste ya no estaba, ni tampoco Jungkook.

Caminó alterada hacia la cocina buscándolos a ambos. Sentía algo de miedo dado a que a su amigo no le gustaban los gatos, siempre los rechazó, era más de caninos. Aunque, él no sería capaz de hacerle algo a una pequeña e inofensiva bolita de pelos... ¿O sí?

Ella entró a la cocina y vio a Jungkook.

¡JUNGKOOK, NO- — Dejó de hablar al no ver al gatito en la habitación.

¿Qué te pasa?— Se extrañó el chico, sacando el galón de leche del refrigerador.

N-nada, es que...— Balbuceaba Arin mientras se calmaba.

¿''Es que'' qué?— Le preguntó. Cerró el refrigerador y volvió a la sala, para luego sentarse ahí.

¿No viste a un gatito por aquí?— Le preguntó algo nerviosa.

¿Cuál gatito? ¿El que tiré por la ventana?— Dijo mientras bebía la leche directamente de la caja.

¡¿POR LA VENTANA?!— Le gritó alterada.

¡Ya! Nunca lo lastimaría. Los odio pero tampoco es para tanto— Dijo algo ofendido.

¿Seguro no lo aventaste por la ventana?— Se acercó al chico nerviosa.

Esta detrás de ti...— Dijo mirando a espaldas de la chica.

Arin se volteó desesperada y vio al animalito, echado en medio de la sala. Corrió alterada hacia él y lo tomó en sus manos.

Que asco, está mojado, ¿Qué le hiciste? Además, ¿cuándo lo obtuviste?

Lo rescaté ayer, y pues... estaba sucio, entonces...— Explicó mirando al animalito.

Ajá, continúa.— Dijo mientras que seguía bebiendo la leche de la caja.

Estás...— Lo miró molesta al notar que estaba bebiendo su leche mal, el chico tragó lo que tenía en su boca y la miró.

¿Estoy que cosa?— Dice limpiando el bigote que se formó de leche con la manga de su suéter.

Olvídalo— Rodó sus ojos molesta. Ella hizo contacto con el gato y al ver sus chispeantes ojos recordó: Tenía que conseguirle comida.

Jungkook— Llamó la chica en un tono dulce.

Mhm—Respondió él, concentrado en responder mensajes, tecleando con rapidez.

Un favorzote, ¿crees que podrías cuidar al gatito por mi?— Dijo la chica, hablando rápido con miedo a la respuesta de Jeon.

¿Ah?, sí, claro— Respondió sin prestar atención a lo que había dicho la chica. Arin sonrió en grande.

¡¿De verdad?!

Sí, obvio— Volvió a decir sin prestar la mínima atención.

Gracias, te quiero— Dijo la chica colocándose un abrigo para salir a la tienda. Ella salió del apartamento y se apresuró a caminar a la tienda de conveniencia que estaba a tres cuadras. Tenía la esperanza de encontrar sobres de comida de gato para el día de hoy, además de un poco de dulces para ver una película con Jungkook. 

Éste estúpido...— Dice leyendo un mensaje de su amigo.

Jungkook voltea hacia la cocina al escuchar algo golpear la mesa principal.

Bola de pelos, ¿eres tú?— Se levantó del sofá y suspira molesto para posteriormente ir a la cocina de mala gana.

Mira, serás el gato de Arin pero conmigo no vas a andar de- — Abrió completamente sus ojos y se detuvo al ver a un chico parado abriendo la alacena.

¡AAAH! ¡¿Quién eres?!— El chico se quedó mudo, sólo lo miraba asustado pero al mismo tiempo concentrado, como si estuviese listo para atacar en cualquier momento. 

Jungkook estaba entrando en pánico, su contrario era más alto, pero se armó de coraje y corrió hacia el intruso. El chico no reaccionó a tiempo, causando que Jungkook lo derribara, cayendo encima de él.

Tú...— Susurró amenazante, mientras que veía al otro chico, el cual lo veía con temor.

Jeon cerró su puño y lo acercó rápidamente hacia la cara de castaño, pero justo cuando el chico cerró sus ojos esperando el golpe, Jungkook se detuvó.

Espera, si te dejo inconsciente no hablarás...— Se levantó de encima del chico y al mirarlo puso una mirada extraña. El desconocido seguía en el suelo, impactado, procesando aquello.

¿No te vas a levantar? No me hagas levantarte— El contrario se paró incómodo y lo miró con los ojos bien abiertos.

¿Quién eres?— Dijo en un tono interrogante

Mmm...— El chico de facciones delicadas hizo un sonido asustado.

¿Qué?— Lo miró extraño mientras que se acercó a él.

Espera- —Jeon se detuvo al escuchar un chillido de parte del otro chico, quien lo miraba con miedo. Ahora no solo el pobre intruso estaba confundido, sino Jungkook también.

¿Eres el chico que dijo Arin que le gustaba?— Preguntó Jeon viéndolo extrañado. El otro sólo negó con la cabeza y comenzó a alejarse lentamente de Jungkook.

Hey— Dijo Jeon al ver a chico alejándose cada vez más rápido hasta correr fuera del lugar.

¡¿A DÓNDE MIERDA CREES QUE VAS?! ¡AÚN NO TERMINO CONTIGO!— Gritó enfadado y salió corriendo detrás del chico.

Después de correr y correr y no encontrar al chico en ninguna parte de la casa, Jungkook se detuvo y tomó su teléfono para hacer una llamada rápida.

¿Sí? Quiero... reportar... un... un... ay, madre santa— Decía tratando de recuperar su respiración.

¿Qué dices, niño?— Preguntó una oficial detrás de la línea telefónica.

(...)

Arin entró a la tienda y tomó lo que Jungkook pidió y pensó que le gustaría. Mientras buscaba los sobres para el gato, una voz a sus espaldas la sorprendió.

Espero mis disculpas, grosera— Arin se giró confundida, pero sonrió al ver a Rosé. Ella llevaba un empaque de gomitas y un té helado.

Siento lo de ayer, no te volveré a colgar.— Se disculpó.

 —No es suficiente.— Dijo aún algo molesta.

¿Quieres un abrazo?— Arin sabía cuanto su amiga amaba sus abrazos, la rubia estaba a nada de acceder.

No.

¿No? Ándale, un abrazo de oso— Insintió ella y Rosé no pudo evitar sonreír. Abrió sus brazos y aceptó a su amiga en ellos.

¿Qué te trae por aquí— Dijo su amiga separándose de ella.

Jungkook está en mi casa cuidando a... creo que deberías venir, ¿estás ocupada?

De hecho iba a tu casa.

Comprendo— Choi tomó tres sobres de comida y Rosé la miró extrañada.

Arin, la comida para gatos te hará mal. Comprendo que seas algo curiosa pero- 

¡No es para mi! Hay un gatito en mi casa, lo traje ayer.

¡Aw, quiero verlo!— Rosé tomó la mano de su amiga y le dio un jalón. Puso emocionada la comida de ambas en el mostrador y ella misma pagó.

Oye, yo podía pagar eso- — No pudo terminar su frase porque su amiga la interrumpió.

¡Corre, corre, quiero conocerlo!— Cuando salieron de la tienda, Rosé le daba jalones a Arin hasta llegar a su auto.

¡El gato no va escapar, Rosé! Tranquila, Dios...— Dijo Arin.

¡Es que es un gatito!— Dijo la otra antes de entrar al asiento del piloto. Arin rodó los ojos ante el fanatismo de su amiga por los tiernos animalitos.

¿Y? Paciencia, la casa no está lejos— Fijaron su atención a varias patrullas que pasaron a su lado. Rosé prendió su automóvil, preocupada.

¿Qué habrá pasado?— Espero no sea grave.

Son policías, Arin, es grave.— Dijo Rosé.

Tienes un punto.— Rosé condujo hasta la casa de su mejor amiga. Mientras más se acercaba, notaron que las patrullas de hace unos momentos estaban en la casa de la chica. 

Alarmadas, se miraron con espanto.

Jungkook— Hablaron a la par, saliendo del auto asustadas.

¡¿Qué sucede?!— Preguntó Arin, queriendo entrar.

El policía que se encontraba fuera la detuvo, evitando su intención. —¡No puede pasar, señorita!

¡Es mi casa!— Contestó enojada, y sin pelear, el señor la soltó. Entró corriendo siendo perseguida por Rosé, para encontrar a Jungkook esposado contra el sofá, pataleando.—¡No soy yo, yo les llamé! ¡Debe estar en alguna parte de la casa!

¡No hay nadie más!— Gritó de vuelta el policía, apretando el agarre que tenía.

¡¿Por qué lo arresta?!

¡Arin, Rosé, gracias al cielo!— Gritó Jungkook, sonriendo. —¡Ayúdenme! ¡Díganle que no fui yo! ¡Auch, oiga!

¡¿Que hiciste?! ¡Eres tonto!— Gruñó ella. 

Jungkook negó varias veces.—¡No dejes que me lleven! ¡Por favor! ¡Hey, no me toquen!— El oficial que estaba en la entrada de la casa hace unos momentos empezó a llevarse a Jungkook, quién hacía berrinches y gritaba con fuerza.

¿Usted es Choi Arin?— Preguntó el oficial. Arin asintió sin saber si enojarse o preocuparse. Con preocupación miraba al chico dentro de la patrulla.

Sí, está es mi casa.— Dice ella.

¿Lo conoce, al muchacho?— Dijo al oficial después de señalar a Jungkook con la mirada.

Es mi mejor amigo— Respondió, su corazón bombeaba sangre acelerado y su pecho se sentía lleno de miedo.

Recibimos una llamada hace unos minutos, ¿él estaba robando su casa?— Preguntó confundido el oficial.

¿Mi llamada? Yo nunca llamé a la comisaria, ni mucho menos él robaría, es como su segunda casa. Yo estaba en la tienda.

¿Entonces- — El oficial volvió a endurecer sus facciones y fue hasta el auto. Compartió algunas palabras con Jungkook y lo sacó del vehículo con coraje, quitándole las esposas.

¡Una broma más y los multo!— Jeon corrió hasta donde sus amigas buscando protección, asustado por el alboroto.Los oficiales se montaron en las patrullas y se fueron, enojados por las travesuras de adolescentes. Jungkook suspiró sonoramente, acariciando su pecho.

¡¿Vas a decirme que rayos fue eso?!— Le gritó Arin alterada.

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