Siento un gran vacío en mi, pues ya no eres para mí, no puedo dejar de preguntarme qué hice mal, si tan solo lo supiera, si pudiera regresar el tiempo atrás, creeme, que trataría de corregir eso.
“¿qué tan malo sería si decido quedarme? Prometo no hacer ruido en la escalera, prometo ser agradable y dulce si dejas de ver a través de mi”.
Podría irme, dejar todo atrás, e imaginar que nada de esto pasó, pensar que nunca te conocí y hacerme la idea de que jamás he sabido de tu existencia.
¿Eso te parece desagradable de mi parte? Lo siento pero, no puedo vivir aquí sabiendo que ahora la amas a ella, no puedo lavar tu ropa y fingir que jamás he visto esas marcas de lápiz labial rojo, que son colocadas ahí de manera intencional.
He tomado esta decisión, tras un año sin que me prestes atención, sin recibir un "voy al trabajo, te amo" de tus labios, no soportaría un día mas aquí, siento que moriría, necesito tu calor, pero ya no me pertenece.
“solamente soy un fantasma fuera de su tumba, y no puedo crear amor dentro de esta”.
Dentro de una maleta blanca metió sus pertenencias, y en esa casa enterró sus recuerdos, en lo más profundo, todo su amor por Joel, quien desde hace algún tiempo no demostraba el más mínimo afecto por su esposo.
A punto de salir de su ahora antiguo hogar, miró el portaretratos de la repisa de madera, y con un par de lágrimas en sus ojos y salió de esa fría casa con su maleta en mano.
Joel ha llegado, estaba un poco pasado de copas, entró a su hogar y notó silencio absoluto, caminando a su habitación observa que faltan algunas cosas y sin darle importancia llega hasta su cama retirando sus prendas para dormir cómodo.
No se molesta en buscar a Erick, pues lo único que le importaba es dormir.
—Erick. —susurra al aire.
—Erick, abrázame.
No obtiene respuesta alguna, prende su luz de noche y puede notar que aún no está en la cama, mira a todos lados buscándolo, pero no hay rastro de él, busca sobre la cama su celular, y lo único que encuentra es un papel, el cual no duda en abrir para saber el contenido.
“Tú no me necesitas a mí.
Te amo. Erick”.