Todos sabían de la existencia de un ser que era demasiado poderoso como también peligroso, un niño nacido del emparejamiento de un legítimo vampiro y de una loba alfa de sangre pura quienes por sucumbir a sus deseos más primitivos habían traído al mundo una abominación demasiado temible que debía ser exterminada cuanto antes.
Pero eso no paso pues su madre, la primera y única líder hembra de la manada Sea, había huido con él sin mirar atrás, dejando a la persona que tanto amaba perecer en la guerra que ellos mismos habían causado, y aunque le doliera en lo más profundo de su corazón dejar a su amado, su deber era cuidar al pequeño niño de grisáceo cabello que con tanto amor habían creado.
Fueron años en los que tuvo que estar escondida con su pequeño, escapando cada vez que se encontraban con lobos o vampiros que los reconocían y decidían darles caza, pasando días y noches interminables de hambre, cansancio y dolor. Pero lo peor se desato el día que su retoño comenzó a desarrollar su sed de sangre, confirmándole que aunque se pareciera a ella, era de la misma especie que su padre.
Fue un verdadero reto sobrevivir al abandonar el bosque que tanto amaba, en el cual había nacido y creado una pequeña familia que ella misma se había encargado de romper al huir, aunque la culpa abandono su vida cuando caminando por las calles de la ciudad humana a la cual tuvo que llegar al saber que el bosque ya no era seguro para ellos, volvió a encontrarse con esos amarillentos ojos propios de los vampiros intentando ser escondidos por un elegante sombrero.
Grande fue su sorpresa al ver a la persona que tanto había amado cargar entre sus brazos un pequeño bebé que en definitiva era igual que él, un vampiro, y se lo confirmo cuando luego de hablar y de disculparse por muchas cosas le explico que la madre del niño había muerto al darlo a luz pues era una humana débil.
Juntos decidieron criar a ambos niños como hermanos, como también decidieron luego de varios años y con sus hijos siendo unos fuertes adolescentes, volver al bosque donde tanto habían sufrido como también habían sido felices, creyendo que esa felicidad volvería a ellos.
Tres cazadores mataron al vampiro sin piedad alguna en la entrada de su hogar cuando apenas llevaban unas semanas viviendo allí, dejándolo a su suerte y marchándose del lugar sin percatarse de la presencia de tres criaturas más en esa gran casa quienes escondidas habían observado todo, sintiendo como sus corazones se rompían y albergaban una rabia inmensa.
Rabia que aumento cuando tiempo después con los dos chicos siendo ya mucho más maduros con veinte y catorce años, presenciaron nuevamente la muerte cuando un grupo de Upires, vampiros sanguinarios convertidos después de morir, atacaron a su madre mientras esta volvía a casa luego de ir por comida para sus hijos, quienes por segunda vez tuvieron que ver morir a uno de sus padres, quedando completamente solos.
Pero eso poco duro al encontrarse con el paso de los años, varios vampiros que estaban igual que ellos, completamente solos y buscando un lugar donde vivir.
-Fue así como me vi obligado a cuidar y velar por el bienestar de Jungkook a la vez que comenzaba a formar mi propio clan... -Musitó el peligris vampiro teniendo aun sobre él la sorprendida y curiosa mirada de cierto lobo blanco, permitiéndole conocer un lado vulnerable que solo su hermano conocía.- No puedes contarle a nadie de esto, si se enteran...
-No dejare que nadie te lastime, ni a ti ni a Jungkook. -Posando una de sus pequeñas manos sobre el brazo del mestizo comenzó a dejar suaves caricias en ese lugar, intentando trasmitirle el apoyo que sabía necesitaría luego de escuchar lo que Namjoon, su padre, había descubierto.
El día anterior vampiro y alfa se habían encontrado a petición de este último, sorprendiendo al pálido cuando le comento haber encontrado información sobre su difunta madre, la cual concordaba con los detalles que el mismo recordaba de su niñez, aunque esta haya sido hace muchísimos años atrás.
Ahora estaba más que seguro de su mestizaje, siendo un vampiro nacido de una loba alfa quien le había traspasado sus genes lobunos, convirtiéndolo en una extraña mezcla de vampiro y lobo alfa puro, aunque esto último se perdía debido a su ponzoña, aquel veneno que impregnaba su sangre y volvía la mordida de cualquier vampiro algo letal.
Pero si lo pensaba bien y recordaba todo lo que Jimin le había explicado sobre los alfas y omegas puros, era muy posible que ese lado suyo que se encontraba "perdido" saliera a relucir gracias al lindo omega de rubio cabello y ojos de alcancía. Ese lobo que ahora era su pareja, o lo sería una vez finalizara el cortejo, algo que el menor había pedido explícitamente para poder corresponderle.
No por ser solo mitad lobo se salvaría de cortejar, enamorar e impresionar al risueño omega.
-Con cada segundo que pasa, siento que me gustas más y más... -Al ver el bonito sonrojo que encendió las mejillas del chico sentado frente a él en la cama que ahora debían compartir debido a la "mudanza" hacia su despacho, reafirmo lo que había dicho. Y es que su imagen favorita definitivamente eran esas mejillas sonrojadas por su culpa.
-Deja de avergonzarme, tonto... -Cruzándose de brazos intento esconder su sonrojado rostro, siendo imposible si se trataba de Min Yoongi quien como todo el travieso vampiro que era, se arrodillo frente a él para impedir que se escondiera.
-He notado que has dejado de tratarme de "usted" o con respeto, y es obvio que soy mayor que tu... -Llevando sus pálidas manos hasta las rodillas del lobo dio suaves toquecitos rítmicos, distrayéndose con esa acción.- En el mundo humano a los mayores se les llama "hyung" ¿Por qué no me llamas así? Creo que sería lindo.
-Primero, no te ves tan mayor, segundo, no soy humano, y tercero, nunca me pediste que te hablara con respeto, al principio lo hacía porque te temía. -Encogiéndose de hombros apoyo sus manitos sobre las contrarias, siguiendo el ritmo impuesto por estas.
Aunque poco le duro su desinterés respecto a lo mayor que era el peligris cuando este colocándose de pie comenzó a reír mientras avanzaba hasta su escritorio, desde donde saco unos cuantos papeles que posteriormente le entrego al omega, causando que su risa aumentara por el rostro sorprendido que mostro.
En sus manos tenía el acta de nacimiento de Jungkook pues, al haber nacido en el mundo humano se le había hecho entrega de dicho papel a su padre dejando bien en claro el día y año de nacimiento. Primero de Septiembre del año mil ochocientos cuarenta y nueve.
-Entonces Jungkook tiene ciento setenta y un años... -Alzando la vista enfoco al sonriente hombre que parecía feliz al tenerlo así, completamente estupefacto.- Y tú eres seis años mayor que él, o sea que tienes ciento setenta y siete años.
-La verdad tengo ciento setenta y ocho, los cumplí hace unos meses. -Volviendo a su cama se dejó caer en esta, arrebatándole los antiguos y polvorientos papeles para arrojarlos a algún lugar de su despacho, sintiéndose bastante cómodo al haber decidido llevar su cama hasta ese lugar debido a la amenazante visita que tendrían ese día.
-¿Cómo es posible que ambos se vean de veinte años? -Completamente curioso se volteo hacia el mayor, arrastrándose unos cuantos centímetros hasta que quedo nuevamente frente a frente con el peligris pero esta vez estando acostados.
-Mi hermano dejo de envejecer a los veinticinco, mientras que yo deje de hacerlo a los veintisiete o veintiocho años, aunque con el pasar de varios años siento que envejezco un poco más, ahora sé que puede ser por mis genes lobunos.
-Claro, nosotros envejecemos más lento, algo así como cada diez años, pero de cualquier forma podemos morir de vejez... -Ahora entendía muchas cosas respecto a los vampiros y todo gracias a Yoongi, Jungkook e incluso Taehyung quienes se habían dado el tiempo de instruirlo en aquel mundo vampírico.
Después de todo estaba por volverse la pareja del temido conde Min, lo menos que podía hacer era aprender sobre su mundo y el de la familia de este, pues incluso Jennie había aportado su grano de arena al hablarle más sobre las ubyr.
Hace mucho que no retenía tanta información en su cabeza, a pesar de ello sabia que era algo necesario y que en un futuro no muy lejano lo ayudaría bastante, en especial ese mismo día.
Suaves golpes en la puerta del despacho hicieron voltear a ambos, encontrándose con un serio pelimorado que parecía querer golpear algo, cualquier cosa, para así deshacerse de la rabia.
-Le informo, conde Min, que el clan tailandés ya esta aquí, y el líder de este quiere hablar con usted. -Por la inusual forma de hablar del joven vampiro, Yoongi supo que el líder ya nombrado se encontraba del otro lado de la puerta.- Le he dicho que no puede entrar a su despacho pero insiste.
Asintiendo a las formales palabras de Taehyung le pidió que cerrara la puerta, acercándose rápidamente a Jimin para poder abrazarlo y así rodearlo con su fresco aroma a menta y chocolate, esperando que el aroma a omega del menor disminuyera.
Pero fue todo lo contrario y lo supo el sentir una ráfaga del dulce aroma a cerezas que por poco y lo noqueo, si no fuera porque recordó que cierto vampiro se encontraba esperándolo detrás de las puertas de su despacho.
-Lo siento, no puedo disminuir mi aroma... -Completamente sonrojado y avergonzado se alejo del cálido abrazo, cubriendo su rostro en un claro signo de frustración.- Me abrazaste y me puse nervioso, lo siento.
-Tranquilo, no te disculpes por eso... -Dejando una suave caricia en una de las mejillas del menor sonrió enternecido.- Iré a hablar con los tailandeses, mandare a Jungkook a cuidarte, por nada del mundo abandones este cuarto ¿Entendido?
Rápidamente asintió viendo como el mestizo se levantaba de la cama y comenzaba a alisar sus ropas, intentando calmarse pues era consciente que también estaba liberando su aroma a lobo, aunque esto se detuvo en el momento que sus colmillos, largos y afilados, quedaron a la vista listos para morder, y eso hizo justo en su propia muñeca.
El desagradable olor que comenzó a cubrir al peligris sorprendió a Jimin, pues era el mismo aroma que sentía en los demás vampiros que habitaban esa casa, pero mucho mas fuerte.
La ponzoña aparte de ser un veneno mortal que impregnaba la sangre de los vampiros, era la causante del pútrido y enfermizo aroma que desprendían. Aunque este solo se intensificaba cuando estaban heridos o mordían a alguien.
-De esta forma no se sentirá la presencia de mi lobo. -Con una mueca de dolor cubrió la herida en su brazo, listo para enfrentar a todos esos vampiros que habían llegado a invadir su casa.
Con paso firme y una mirada seria abandono la habitación, encontrándose de frente con Chittaphon, el líder del clan visitante. Solo un gesto basto para pedirle que lo acompañara, caminando juntos hasta el living donde se encontró con los cuatro vampiros restantes.
No fue una sorpresa ser rodeado por unos delgados brazos en cuanto puso un pie en ese lugar, intentando apartar a Kumpimook antes de que su hermano los viera así. Aun recordaba las estúpidas peleas que ambos chicos tenían cada vez que se encontraban juntos, y todo por el excesivo cariño que el joven tailandés le tenia.
-Creí que hablaríamos en tu oficina. -La voz seria del pelinegro logro que al fin fuese soltado por el otro chico, volteando de inmediato hacia el mayor de los tailandeses.
-En este momento mi oficina esta haciendo de habitación para mi y mi pareja, no quiero que nadie entre o lo moleste. -Había sido bastante tajante al hablar de Jimin, esperando que entendieran que nadie podía lastimarlo, aunque no supieran de que especie era en realidad.
-Me gustaría conocerlo, después de todo jamás habías comentado que tenias algún pretendiente.
-Lo harán, a su tiempo, ahora necesito explicar la situación en la que nos encontramos. -Como si hubiese sido invocado Taehyung apareció con un mapa del bosque donde se mostraban varias equis rojas en diversos lugares.
Todas esas equis eran los ataques provocados por los intrusos, siendo más de las que Chittaphon esperaba, incluso el lugar donde ahora mismo se encontraban estaba marcado, preocupándolo mucho más de lo que ya estaba.
Ahora entendía por qué el conde Min desprendía un aroma tan fuerte a ponzoña, de seguro seguían sanando las heridas de ese ataque.
Pero eso pararía ya, habían llegado a ayudar y no se irían hasta encontrar a los responsables de tantas muertes, destrucción y miedo. Sabía que junto al clan Min limpiarían ese bosque y harían que todo volviera a la normalidad.
La suave brisa nocturna que acariciaba su rostro y despeinaba su cabello lograba tranquilizar parcialmente los desbocados latidos de su corazón y el torbellino de pensamientos que invadían su cabeza, suspirando debido al cansancio que habitaba su cuerpo, como si hubiese corrido por horas, o lo hubiesen golpeado reiteradas veces.
Pero no, solo era el estrés y la carga emocional y mental que estaba llevando con todo lo que había pasado en esas semanas que llevaba viviendo con los vampiros, aunque todo ese estrés había empeorado luego de la llegaba del clan tailandés. Había tenido que mantenerse encerrado en el despacho del mayor de los Min por orden de este, para evitar ser visto por esos vampiros, quienes quizás no reaccionarían bien al enterarse de quien era.
Pero en ese momento, sobre el techo de la gran casa, con Taehyung a su lado bebiendo el contenido rojizo de una botella, podía respirar en paz, consiguiendo algo de tranquilidad por unos minutos. Aunque el olor de la sangre en esa botella lo mareaba a momentos, respetaba lo que el vampiro pelimorado hacía, pues cualquier otro vampiro estaría con algún animal pequeño en sus manos succionando la sangre.
Pero Taehyung no, él se había dado el tiempo de extraer toda la sangre y guardarla en una botella, y todo para no incomodarlo.
-¿Estas mejor? -Preguntó limpiando sus labios del liquido rojizo, notando la mueca de asco por parte del lobo, consiguiendo que riera.- Yah, si los lobos también cazan.
-Cazamos pero no chupamos la sangre de nuestra comida como si se tratara del jugo de una naranja. -Negando aun con una mueca de asco, se permitió reír segundos después, contagiando al joven a su lado.- Además, nunca he comido en mi forma animal, me da algo de asco la carne cruda, en especial por toda la sangre que desborda.
-La próxima vez que vayas de caza, avísame, yo lo dejo sin sangre y tu te lo comes. -Como si hablaran del clima Jimin asintió pareciéndole un trato justo, estrechando luego su mano con la del vampiro para sellar la "promesa".
De repente el inconfundible sonido de garras rasgando la madera se escucho, haciéndolos voltear a ambos solo para ver a Jungkook subir con agilidad al techo de la casa, llevando en su espalda una bolsa que el omega reconoció con una sonrisa. Vio al menor de los Min sentarse detrás de ellos, comenzando a sacar una fuente de plata de la bolsa la cual le entrego al rubio, seguido de una botella de cristal similar a la que tenia Taehyung en sus manos, solo que esta llevaba dentro el licor de manzana que el lobo tanto amaba.
Hace unos días le había comentado al vampiro pelinegro lo mucho que extrañaba el licor de manzana que su hermano mayor hacia cada vez que iba a casa de visita, pues este estaba comprometido con una omega de otra manada donde ya vivía. Para su sorpresa, esa misma noche Jungkook llego con una botella de ese mismo licor, diciéndole con una orgullosa sonrisa que había aprendido a hacerlo con ayuda de su padre Namjoon y de un viejo lobo que vivía en su manada.
-Este me quedo más dulce, aunque según Jennie esta mejor que el anterior que hice. -Murmuró Jungkook mientras le entregaba la botella, recibiendo a cambio una pequeña sonrisa en agradecimiento.- Ah, te traje esto. -Volteando hacia el otro vampiro le entrego una daga decorada con oro y tonalidades burdeos en su vaina.
Taehyung sonrió ampliamente, maravillado por lo hermosa que era aquella arma la cual por tanto tiempo había estado buscando, pues mucho, muchísimo tiempo atrás, cuando era un niño humano, su padre le había regalado una daga muy parecida la cual cuido con su vida. Literalmente, pues fue a causa de esa misma daga que un jodido vampiro loco le quito su humanidad con apenas veinte años, y todo por no querer entregársela.
Jungkook conocía muy bien la historia de su amigo pelimorado, pues si bien él había nacido como vampiro, Taehyung había tenido la mala suerte de ser convertido, al igual que Minjae, siendo ambos rescatados por él y su hermano al encontrarlos en el mundo humano siendo cazados por estos.
Todos en ese clan tenían historias trágicas debido a su ascendencia o por su pasado, incluidos Hyojong y Hyuna, quienes habían sido criados por humanos hasta que estos, necesitados de dinero, los habían vendido a cazadores que experimentaban con la ponzoña de los vampiros, creando armas para cazar a otros seres similares a ellos.
Y nuevamente habían sido los hermanos Min quienes los rescataron, siendo Jennie la única que no había sido salvada por ellos, pues la joven vampiro mitad ubyr, había llegado sola a la mansión Min en busca de un lugar donde vivir, pues humanos habían matado a su madre bruja, mientras que su padre vampiro había muerto tiempo atrás en la guerra.
Era un clan de sobrevivientes y de eso Jimin se había dado cuenta el poco tiempo que llevaba conviviendo con ellos, pues muchas veces le habían comentado una que otra cosa respecto a como nació ese clan.
-Gracias por la comida... -La suave voz del lobo saco de su ensoñación a Taehyung quien se volteo para observar lo que hacía, dándose cuanta recién en ese momento que la fuente de plata que le había entregado Jungkook, tenía carne deliciosamente cocinada.
-Por cosas así extraño ser humano... -Murmuró atento a como Jimin disfrutaba de la comida, avergonzándolo por la intensidad de su mirada.- Come lobito, debes ser grande y fuerte.
-Ya soy grande y fuerte, Tae... -Limpiándose la boca musitó, notando como el par de vampiros se miraban un momento en completo silencio.- ¡Yah! No puedo crecer más ¿Bueno?
Los tres comenzaron a reír disfrutando de ese momento de paz y compañía, intentando ignorar lo que sea que estuviese pasando dentro de la casa, pues el joven lobo blanco no era el único que se sentía estresado con la presencia del clan tailandés, al contrario, todos en esa casa añoraban encontrar al molesto intruso para que los vampiros visitantes se fueran.
De pronto el fuerte grito clamando el nombre de Taehyung los asusto, sabiendo muy bien de quien era esa voz molesta, observándose entre ellos mientras guardaban todo lo que tenían allí dentro de la bolsa de Jungkook, quien con la rapidez y agilidad de su especie, salto hacia la copa del árbol frente a ellos, siendo seguido del pelimorado.
Atrás quedo el lobo omega observando a su alrededor, cuestionándose si bajar y enfrentarse a la furia del tan temido conde Min, o quedarse a esperarlo allí e intentar disuadirlo de regañarlo por salir a escondidas. Aunque no debió pensarlo mucho al escuchar los llamados del menor de los Min desde el árbol, quien le hacia señas para que saltara.
-Prometo atraparte, ahora salta si no quieres que nos golpeen a los tres. -Solo basto escuchar el raspar de la madera y las tejas por las uñas de Yoongi, para que tomase valor y diese un gran salto hacia el árbol, siendo sujetado por Taehyung de las manos, y por Jungkook de la cintura.- Así se hace, Jimin.
En un movimiento rápido el pelinegro le entrego su bolsa a Taehyung, a la vez que este, aun sujetando a Jimin de los brazos, coloco a este en la espalda del joven vampiro, quien una vez sintió como el omega se sujetaba a su cuerpo, salto desde el árbol en el que estaban hasta otro, mucho más lejos de la casa, siendo seguidos por Taehyung.
Así, entre risas mal disimuladas y varios saltos entre las ramas, quedaron lo suficientemente lejos de Yoongi quien ya se encontraba en el techo, pero lo justo para poder observarlo a la distancia.
Se notaba verdaderamente molesto, y como no estarlo si al ir a su despacho donde esperaba encontrarse con su lindo lobo, solo pudo ver un cuarto a oscuras y vacío, yendo directamente al cuarto que su hermano compartía con el vampiro pelimorado, encontrándolo igual de vacío, frustrado al saber que esos tres se llevaban lo suficientemente bien para escaparse juntos.
Esos dos mocosos chupasangre eran una mala influencia para su Jiminnie.
-Como no aparezcan, los mato. -Murmuró pasándose una mano por sus grises cabellos, volteando hacia todas partes para buscarlos, deteniendo su vista en un punto exacto, confundiendo a los tres escurridizos jóvenes que lo observaban.- ¿Qué...?
A la lejanía visualizo el cuerpo tambaleante de un lobo de pelaje café, aunque este parecía estar cubierto de algo, pues se notaba despeinado y sucio, quizás era agua, quizás barro, o sangre. Eso no importaba, estaba en su territorio y podía tratarse de alguien de la manada de Jimin buscando ayuda, la cual por nada del mundo le negaría, aun cuando su reputación con los vampiros tailandeses estuviese en juego.
Sin importar nada se lanzo desde el techo hasta el frío suelo, sacudiendo sus manos de la tierra una vez estuvo de pie, comenzando a caminar con lentitud, casi acechante, pues si no se trataba de un lobo de la manada de Jimin, este podía atacarlo o, en el peor de los casos, estar con el vampiro intruso y ser todo una trampa.
Aunque esto ultimo lo descarto en el momento que, estando a unos cuantos metros, el lobo se volteo en su dirección deteniendo su andar, intentando ver quien era y, una vez Yoongi se coloco bajo la luz de la luna dejando que lo observara con claridad, pudo notar como el castaño animal parecía casi agradecido, retomando su andar hacía el mientras movía la cola.
Estando frente a frente el peligris se arrodillo, quedando cara a cara con el animal, viendo como detrás de este caían Taehyung, su hermano y Jimin aun en la espalda de este, observando atentos al lobo desconocido.
-¿Eres de la manada Sea? -Preguntó mientras se quitaba la gabardina negra que usualmente usaba al vestir formal, dejando a la vista su impecable atuendo de una chaquetilla negra con detalles dorados sobre una camisa negra, junto a unos pantalones de tela negros ajustados a sus piernas.
El lobo al sentir como era cubierto por la suave tela se permitió cambiar a su forma humana, viendo como el vampiro frente a él cerraba los ojos a la vez que giraba su rostro, seguramente por lo mal que se veía su cuerpo cubierto de heridas sangrantes. Después de todo había sido atacado por ese maldito vampiro que iba tras su hermano.
-Era de la manada Sea... -Respondió cubriendo su desnudo cuerpo con la gabardina, consiguiendo que el vampiro fijara nuevamente sus ojos en él.- Volví para ver a mi hermano, y me dijeron que estaba aquí.
Al escuchar eso rápidamente subió su vista para buscar a Jimin, pero este ya estaba corriendo hacía ellos siendo seguido por los dos jóvenes vampiros, quienes mostraban clara sorpresa en sus rostros, la cual aumento al ver como el rubio chico abrazaba al desconocido para ellos.
-¡Hoseok! -La voz de Jimin destilaba preocupación, la cual aumento al soltar a su hermano mayor y girar su cuerpo, encontrándose con el rostro bañado en lagrimas de este, las cuales surcaban entre la sangre que salpicaba su tostada piel.- Ho-Hoseokkie...
-Él sabe que estas aquí... -Musitó alertando a los vampiros quienes inmediatamente se colocaron a la defensiva, dándoles la espalda a los lobos mientras observaban a su alrededor.- Ese maldito vampiro dijo algo de matar a tu alfa... -Al escuchar eso Yoongi volteo, ya teniendo a Jimin observándolo de vuelta.- ¿Te emparejaste, Jimin?
-Hablemos de eso en otro momento. -Interrumpiendo a los hermanos el mestizo levanto del suelo en un rápido movimiento al omega, subiéndolo a su espalda con la misma rapidez.- Tómenlo y volvamos a casa.
Acatando la orden fue Taehyung quien se acerco al malherido castaño, cargándolo como si de una princesa se tratara, siendo ayudado por Jungkook a cubrir de mejor manera el desnudo cuerpo del lobo con la ropa de Min, corriendo así los tres de vuelta a la mansión, donde ya eran esperados por los demás vampiros quienes habían notado la ausencia del conde.
Se había acabado el juego de esconder a Jimin, tenían a su hermano herido con ellos y la sangre de lobo iba a llamar demasiado la atención como para ocultarlo, tendrían que darle explicaciones a los tailandeses y, si bien a Yoongi no le agradaba para nada eso, no podía hacer como si nada pasara.
Estaban atacando a la familia de su pareja y él no se quedaría de brazos cruzados.
*Upires es como llaman a los vampiros en Rusia, allí los describen como cadáveres grotescos y aterradores de grandes dientes y muy sanguinarios.
Atuendo de Min Yoongi.