Dedicado a GissGil
Tyler
—No...—escucho que alguien susurra —, es mentira.
Hablo los ojos lentamente y miro a la persona que está hablando; Zeth está durmiendo, creo que tiene una pesadilla, está sudando, se mueve un poco y sigue susurrando cosas que no entiendo.
Él comienza a susurrar más cosas que no logro entender, me está asustando. Jamás había visto una persona en este estado, yo no contaría. Me incorporo para sentarme y moverlo un poco.
—Zeth, Zeth—lo llamo, pero no despierta.
Espero un momento para ver si se despierta, lo que paso nos cambiara, sé que puede llegar a tener grandes consecuencias, pero nada me importo, sentirlo a era lo que quería, nunca sentí lo él logra provocarme. Tampoco sé que significara esto para nosotros, no sé qué espero de ello, es algo que no entiendo; tengo miedo, porque sé que esto para mi significo más que un rollo con alguien, pero no sé qué significa para él. Lo que más me causa angustias fue que engañe a Tany, la persona que siempre ha estado conmigo, mi novia.
Todo esto es nuevo para mí, jamás un hombre, ni nadie me hiso desear más, nunca había estado con un hombre; anoche me asuste un poco, no sabía cómo manejar las cosas y sin querer me di cuenta que aunque Zeth es el primer hombre con quien me enrollo, para él yo no fui el primero, es algo que no puedo dejar de pensar.
— ¡Cecilia!—grita un Zeth asustado, despertándose de su pesadilla y sacándome un susto. Él se incorpora un poco, está sudando, trata de regular su respiración, tiene los ojos serrados. No sé qué hacer, estoy un poco aturdido por su grito; menciono el nombre de esa chica, parece que es importante para él y creo que aún lo es para Trevor.
Pongo mi mano en el hombre de él, inmediatamente abre los ojos y me mira, pareciera que estuviera en un trance.
— ¿Estás bien? —pregunto, él solo me mira; en estos momentos pareciera estar tan vulnerable, esa pesadilla lo afecto demasiado.
— ¿Qué he hecho? —pregunta en susurro, casi no lo escucho.
— ¿Qué? —algo en su pirada cambia, no sé cómo describirla.
—Creo que es mejor que olvidemos lo que paso, te ahorraras muchos problemas por un rollo de una noche—sus palabras retumban en mi cabeza. Era lo menos que esperaba escuchar; agarra mi mano que está en su hombro y la quita, después se levanta.
—Eso fue lo que significó para ti ¿un rollo de una noche? —pregunto, trato de sonar enojado, ni se porque estoy así, perfectamente se lo que he hecho; algo muy malo.
— ¿Si? Eso es lo que buscabas verdad, tú tienes novia, no creo que arriesgarías por un simple rollo. Ya viste hasta donde nos llevó la atracción, de eso no pasa.
Su voz fría me hace más daño de lo que podría haber imaginado, me siento impotente, me siento utilizado.
—Tienes razón, porque arriesgar algo por un simple rollo, que no importo nada, que fue por una noche. Por qué alguien como yo se arriesgaría a perder su perfecta novia por alguien que no se lo merece, lo mejor será que olvidemos todo lo que paso y como dijiste, sé que no se lo dirás a nadie al igual que yo, no tendrás que huir como estás acostumbrado—puedo ver que mis palabras lo afectaron, pero no me importa, busque algo que no necesitaba y yo mismo me enrede en todo esto.
Dejo de mirarlo y busco el resto de mi ropa, cuando la encuentro me visto rápidamente, puedo sentir la mirada de Zeth, pero no dice nada. Agarro las llaves de mi cuarto que se encontraban tiradas en el suelo y decido salir del cuarto, cuando paso por el lado de Zeth, lo miro.
—Nos vemos mañana en clase—le digo y salgo de la habitación y segundos después del departamento, un leve dolor de cabeza me comienza a molestar. Camino rápido por el pasillo, me acerco al ascensor y presiono para que suba, segundos después se abre al frente de mí y entro, marco el número de mi piso.
Siento un gran dolor en mi pecho, uno que me afecta demasiado, eso como...en verdad no sé cómo lo puedo expresar. El ascensor para en mi piso, salgo rápidamente y corro a abrir la puerta de mi departamento, las manos me tiemblan un poco, pero lo controlo. Entro y cierro la puerta, camino hacia mi cuarto y me lanzo en la cama.
¿Qué hiciste? ¿Qué esperabas? me digo mentalmente. Para él fue un rollo de una sola noche y yo como un estúpido llegue a la puerta de su hogar, con un valor que ni sé de dónde ha salido para hacer algo así. Sus palabras se repiten en mi mente.
Sé que él no tiene razón en lo que dijo, que yo no sería capaz de sacrificar mi vida por un simple rollo, porque para él solo fue eso; no sabe que mi vida ha sido siempre eso. No entiende que para mí fue más que eso, aclaro dudas que tenía, me confirmo algo que tenía miedo de saber; siento una terrible atracción hacia él, quisiera poder liberarme de ella.
Las personas nos arrepentimos después de hacer las cosas por impulso, para algunos esas acciones no cambian nada, para mí ha significado la peor traición que he hecho.
Engañe a Tany.
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Meses después
Cuando deseas que el tiempo pase rápidamente, que borre el pasado es muy complicado; he tomado decisiones en mi vida que me han afectado, nunca apartarme de mi padre fue una, por más que me haga daño con sus palabras, groserías. La otra pasó sin que yo deseara o lo supiera, solo paso, así como las hojas caen de los árboles en otoño o como las flores florecen en primavera, no pude esquivar ese sentimiento. ¿Pero quién es capaz de evitar los sentimientos? ¿Cómo sabes que es lo que en verdad sientes o que solo es algo normal?
Creí que era atracción, pero sé que no lo es...
Muchos lo explican de diferentes formas, la mía seria que un día lo vi y ya no deje de verlo, cada vez que lo veo mis latidos aumentan, siento celos al ver que sonríe con otra persona, tengo interés de saber todo sobre él.
Pero todo se esfuma cuando recuerdo que son fantasías, pues la realidad es muy diferente y es en la que debo pertenecer; él solo es un amigo que he ignorado, es la persona que con solo palabras rompió algo dentro de mí, alguien que no se merece ni un poco del tiempo que me paso debatiendo en mis pensamientos sobre él.
Las personas que son conscientes de que te hacen daño, en verdad no son buenas para ti, la vida me lo ha demostrado, pero que se puede hacer, pues todos de algún modo llegamos a ser lastimados por personas que son especiales para nosotros.
He engañado a la persona que me ha acompañado a lo largo de todos estos años, la que me regalo muchos de sus días, sonrisas, abrazos, sus besos y acaricias tiernas. Verla todos los días es un castigo, me recuerda que no merezco tenerla a mi lado, que yo sea la causa del brillo de sus ojos; los mismos que me ven como si fuera el mejor ser del mundo. En ocasiones intente decirle la verdad, lo quise, pero creo que soy más cobarde de lo que pensé ¿Qué hare sin ella? ¿Si en vez de ver unos ojos llenos de luz veo unos tristes? La quiero mucho para decirle la verdad. Me he convencido de que lo hago por su bien, aunque muy en el fondo sé que es por mí...
Zeth se ha vuelto más unido a mi círculo de amistades, me incomoda muchísimo, pero estoy feliz por él ¿Quién lo diría? Creo que soy de las personas que pone la felicidad de los otros primero que la mía...él lo dijo. Se volvió muy amigo del tal Marcus, tanto que en ocasiones me he topado al moreno en el edificio; no negare que con solo verlo mi sangre se calienta, lo aborrezco, pero más allá de eso sé que no es mala persona., se ha vuelto amigo del grupo, parece que irradia alegría, como si todo en la vida le diera felicidad, creo que eso es lo que odio, pues sé que ha Zeth le puede interesar y aunque él sea más reservado que un tesoro oculto por un pirata, cualquier ladrón lo buscaría.
Mi relación con Zeth es un gran problema, solo respondemos a comentaros cuando estamos todos juntos, no nos hablamos si nos vemos por el vasillo, ni en clase, ya no hemos vuelto a quedar a solas, eso es lo mejor; los dos somos buenos actores y no mostramos más de lo que deberíamos.
Los chicos son felices, Zara parece estar completamente enamorada del chico que presento como su novio hace tres meces; Julián, parece un chico simpático, estudia en la misma universidad que nosotros, aunque yo nunca lo había visto. Clary y Trevor siguen juntos, no son la pareja perfecta, pero tratan de que sea. Tany sigue siendo esa amiga y novia perfecta, pero sé que no es estúpida; en muchas ocasiones me hace preguntas raras, pero la entiendo, sexualmente he estado muy inactivo con ella y ha comentado que he estado un poco cerrado. Cada que la veo pienso que me dirá en la cara la basura que soy pero es todo lo contrarios, ha sido el pero castigo.
La universidad avanza normal, algunas clases aburridas y otras interesantes; maravillosamente he logrado entender más literatura, un milagro, pero lo debí hacer, pues me quede sin el profesor que quería. En los juegos de estos meses vamos bien, perdimos solo uno de cinco, el entrenador está feliz, al igual que todo el equipo y lo que indica muchas fiestas en todo este tiempo.
Mi padre es un caso grave, hace como cuatro meses y medio, envió a el señor Tomas con una nota que decía lo siento, solamente eso; creí que era una paso, pues nunca se había disculpado, pero toda la felicidad se apagó cuando mi suegro me entrego unas llaves, no entendí en ese momento para que era, él solo me miro y me enseño una pequeña sonrisa, para después decirme que almenos mi padre lo estaba intentando y se fue, dejándome solo y confundido en mi departamento. Cuando mire la llave, no me pude creer lo que era, salí rápidamente de mi departamento, sin importarme que no serré, baje rápidamente el ascensor, deseando que fuera una mentira, cuando las puertas de abrieron apreté en botón con los ojos cerrados, me sentí muy mal cuando escuche la alarma, abrí los ojos y busque de dónde provenía el ruido, las lágrimas se resbalaron lentamente por las mejillas.
A muchos les hubiera gustado lo que yo veía, creerían que soy un idiota por no amar lo que tengo al frente; un Ferrari de color naranja, se veía demasiado fino, los acabamos que tenía eran perfecto, como de unos quinientos mil a un millón de dólares. Como lo odie en ese momento, eso era lo que mi papá había comprado para pagar lo que había dicho y hecho, como me hubiera gustado que él supiera que yo era feliz solo con la nota. Mi deportivo alado de ese Ferrari parecía una chatarra y eso que también era caro, pero era especial, ya que era de Sofía. Llame de una vez a el señor Tomas y le pedí que mandaran a buscar el regalo, que yo no lo quería y que le dijera a mi padre que yo no me dejo comprar, que eso no es nada, pero que te agradecía por la tarjeta.
Fue uno de mis peores días del año, pero una hora después Tany apareció en mi departamento y solo me abrazo, supuse que su padre la llamo; me enoje un poco porque ella es la que menos se debe preocupar por mí, pero también agradecí que ella estuviera en mi vida. Desde ese día no supe más de él, solo lo que hablaban en ciertas revistas chismosas y en ocasiones que Tany me conto lo que le decía su papá; lo mismo de siempre, amargado, que tomaba, contratos millonarios para comprarme y esas cosas.
Ya no he vuelto a recibir una llamada sorpresa de Sofía y mi abuela dice que nunca pierda las esperanzas cada vez que le marco para saber cómo esta.
Lo mismo de siempre en mi vida de mentiras, arreglo las puntas de mi cabello hacia tras y me miro una última vez en el espejo.
—Sonríe, Tyler. Tany no te puede ver mal—le digo a mi reflejo. Estaba terminando de arreglarme para mi gran cita, mi aniversario; no todos llegan a cumplir cuatro años de noviazgo.