Escucho como alguien forcejea para abrir la puerta de nuestra casa.
—¿Quien es?—susurro
Suspira
—Voy a ver que pasa—susurra a mi lado—Tu quedate aquí—dice y yo asiento con la cabeza
—Como ordene mi capitán—sonrie de lado y se va
1....
2...
3...
Pasan los minutos y no regresa, provocando que me ponga nerviosa—no quiero pasar la noche sola, no de nuevo—camino hacia la puerta de mi habitación y salgo silenciosamente.
—¡¿Donde está?!—pregunta alguien, en un tono de voz alto
—Baja la voz—dice suspirando—Esta durmiendo, y no quiero que te vea en este estado
Camino un poco más hasta quedar en el principio de las escaleras.
—¡¡QUE SE DESPIERTE!!—grita alguien, respingo asustada
Nadie solía gritar en casa y si lo hacían, no era nada bueno.
—No grites—espeta—Si la quieres ver aunque sea ven presentable.
—¡¡NO ME RESPONDAS ASÍ!!—grita nuevamente y escuchó una sonora bofetada.
No sé, de donde tomó valentía y bajo las escaleras, corro hacia el living.
Cuando llegó veo como tiene su mano en su mejilla.
—¡¿Que te paso?!—preguntó asustada
—E-Ety-Etyle—titubea alguien a mi lado
—¡Tú!—digo mirandolo con mis ojos llenos de lágrimas—¡¿Por qué?!—sin dudarlo camino hasta quedar frente a frente,empiezo a darle puños contra su pecho.
—¡¡Basta!!—dice tomando con fuerza mi manos—No me toques das asco—dice con una mueca
—¿Q-Que?—pregunto desconcertada, me empuja con fuerza alejándome
De repente todo se vuelve oscuro a mi alrededor, mi respiración empieza a irregularse.
—Das asco—dice la voz de Ian
—Mirate nadie va a fijarse en tí—dice la voz de Amanda
Miró a mi alrededor todo sigue oscuro.
¿Que es ésto? ¿Donde estoy?
—Solo me interesas para una noche—dice riéndose, la voz de Salomón
—Aburrida—dice nuevamente la voz de Ian
—Fuiste un error—dice la voz de Liliana
—¡¡Basta!!—digo exaltada
—Estorbo—dice la voz de Amanda—Ian nunca te amo de verdad
Empiezo a escuchar un montón de risas siniestras.
Empiezo a temblar mis piernas flaquean, provocando que me caiga quedando de rodillas, siento como mis mejillas empiezan a humedecerse por mis lágrimas.
—¡¡Todo va a estar bien!!—grita una voz que no logro reconocer—¡¡No te rindas!!.
—¿Quien eres?— pregunto.
—Pará nadie eres importante—dice la voz de Amanda—Eres un desastre que solo trajo tragedia a nuestra vida
Nuevamente escucho risas siniestras que hacen eco donde estoy.
—No, no, no...—empieza a faltarme aire—Ayuda—digo con voz entrecortada.
Despierto con una capa de sudor en mi frente, hiperventilando y mi corazón latiendo muy rápido.
—Solo fue una pesadilla—susurro mirando mi habitación.
Después de que Alex, se fuera de mi habitación decidí poner mi pijama, acostandome en mi cama volviéndome un ovillo.
Luego empecé a recordar todo lo que pasó y empecé a llorar en silencio hasta quedarme dormida.
Miró la hora en mi celular son las tres de la mañana.
Intento volver a dormir, pero no puedo solo logró dar vueltas en la cama.
Finalmente decido levantarme.
Camino hacia mi armario;tomó unos vaqueros chandal terciopelo color azul oscuro, un jersey blanco de lana sin estampado, una chaqueta cazadora tipo bomber negra.
Me cambio rápidamente, amarró mi cabello con una liga en una típica coleta y empiezo rápidamente a organizar todo ya que anteriormente no lo había hecho.
Cuando tengo todo en orden—excepto mi cama—, busco en una de mis dos mesillas las llaves de mi harley davidson clásica.
Una vez las encuentro, las tomó estoy a punto de abrir la puerta de mi habitación, cuando me percató de que no me eh colocado nada en mis pies.
Suspiro cansada
Me dirijo hacia mi zapatero, ubicó mis zapatilla con plataforma color blanco y negro.
Salgo de mi habitación en completo silencio
No suelo salir a estas horas de la mañana.Aunque una vez lo intente, pero Alex me atrapó, no me permitió salir sola así que me acompaño, fue la noche que tuve mi primera discusión con Ian por sus celos,con tan solo recordarlo hace que mi corazón se oprima.
Finalmente logró llegar al garage,observo los diferentes autos lujosos que tiene la familia Fernsby Arod.Localizó la tela de lino que cubre mi Harley Davidson, camino hacia ella quitándole la tela.
—Tendremos una salida nocturna—susurro con una sonrisa de boca cerrada
Tomó mi casco pilot ll de la estantería que ahí en el garage.
Salgo de la mansión sin encender la motocicleta, paso el jardín sin ningún problema.Hasta que quedó frente a las grandes rejas de la mansión.
Observo varias veces hacia los lados, en busca de Elber, pero no lo encuentro.Recuerdo que quien lo releva es Thomas.
—Señorita Etyle, ¿que hace a estas horas fuera de la mansión?—pregunta alguien a mis espaldas
—Thomas, abre por favor las rejas—digo sin mirarlo
—Señorita, pero mire la hora no creo que sea lo más conveniente—dice poniendose frente a mí
—Thomas, necesito salir ahora mismo—me limitó a decir
—No señorita,es muy peligroso—dice negando con la cabeza
Suspiro frustrada.
—Por favor—susurro—Te ayude a que no te despidieran, cuando Amanda hizo la fiesta de dieciocho—él suspira y niega con la cabeza—No me gusta cobrar nada, pero enserio necesito salir—suplico.
Finalmente cede y abre las grandes rejas de la mansión.
—Cuidese mucho—dice cuando enciendo la motocicleta
—Volveré rápido—digo poniendome el casco.
La libertad que me produce conducir esta motocicleta es increíble, no suelo usarla mucho ya que es un obsequio muy especial para mí y no quiero estropear, pero cuando la utilizo siento que aún está a mi lado...Después de media hora conduciendo, llegó finalmente a la playa.
Estacionó en el aparcamiento,me quito el casco dejándolo sobre la motocicleta.
El sonido del mar me recibe, el viento sopla con fuerza provocando que mi cabello se mueva.Decido quitarme mis zapatillas y calcetines, mis pies tocan la arena con gustó.
Camino sin dejar de mirar el mar, es todo una maravilla que el ser humano teme explorar.Esta lleno de mensajes ocultos que nadie puede descifrar.
Algunos lo ven con melancolía, otros con pasión y muy pocos lo ven con necedad.
—¡Dime qué dices, mar, qué dices, dime!
Pero no me lo digas; tus cantares
son, con el coro de tus varios mares,
una voz sola que cantando gime.
Ese mero gemido nos redime
de la letra fatal, y sus pesares,
bajo el oleaje de nuestros azares,
el secreto nos oprime.
La sinrazón de nuestra suerte abona,
calla la culpa y danos el castigo;
la vida al que nació no le perdona;
de esta enorme injusticia sé testigo,
que así mi canto con tu canto entona,
y no me digas lo que no te digo. —recita mirando el mar
—¿Que es?—preguntó mirándole
—Un poema de mi escritor favorito;Miguel de Unamuno—dice y yo frunzo el ceño—Es de España del continente Europeo.
—El español es muy difícil—protestó
—Lo aprenderás, todo a su debido tiempo—dice acariciando con sus nudillos mi mejilla
—No queda casi nadie en la playa—digo mirando a mi alrededor
—Nosotros nos quedaremos a ver el espectáculo—dice, la miro con el ceño fruncido
—Espectáculo—digo confundida
—Si,tenemos que caminar un poco ya que quiero que tengas una buena vista—dice extendiendo su mano, la tomó algo desconfiada.
Caminamos un par de minutos en silencio, hasta quedar en la mitad de la playa.Todo el mundo se había ido solo quedábamos nosotros.
—Oye ya esta tarde, deberíamos irnos—chillo molesta
—Espera un poco, ya va empezar—dice y yo bufo molesta
Intento protestar una vez más, pero antes que pueda decir algo pone su dedo índice en mi boca.Negando con la cabeza.
Extiende su brazo, señalando el horizonte.El sol empezaba a ocultarse dejando todo un espectáculo en el cielo de colores;rojo, amarillo y anaranjado.Todo una obra digna de admirar.
—Es hermoso—digo atónita
—El atardecer seguirá siendo hermoso, incluso si nadie se toma el tiempo para mirarlo—dice mirando fijamente el cielo, observo como el atardecer se refleja en sus ojos.
—Es una buena frase—digo
—Recuerdame siempre mirando un atardecer—dice con una sonrisa dulce
—No tendré por que recordarte, ya que tu siempre estarás a mi lado—digo dándole un abrazo.
—Te prometo que por mi parte nunca nos separaremos—susurro abrazándome con más fuerza.
Me siento en la orilla sin dejar de mirar el horizonte, mis ojos se cristalizan ante el recuerdo.Permito que un par de lágrimas caigan,no puedo contener los sollozos que prosiguen después.
No quiero ver ningún atardecer si no esta a mi lado, quiero que vuelva conmigo.
No sé cuanto tiempo pasa exactamente, solo se que mientras esté transcurre,me permito llorar hasta que la cabeza me empieza a doler.
Decido ponerme de pie, cuando el sol empieza a asomarse, me colocó mis zapatilla.
Observo una vez más la playa, para luego caminar de regreso al aparcamiento.
Llegó al aparcamiento, tomo mi casco volviendomelo a colocar, enciendo la motocicleta y empiezo a conducir de regreso a la mansión.
El viaje de regreso es normal,hasta que veo un coche de lejos estacionado aun costado de la carretera.Alguien a su lado esta moviendo los brazos.
Mientras me voy acercando notó que es una mujer la que mueve los brazos para que frene, por un instante dudó en hacerlo ya que puede ser una trampa, pero la duda se va cuando me doy cuenta de que es una niña.
Estacionó frente al coche el cual es un Ford ranger, me quito el casco y la niña se acerca corriendo a mí.
—Dios mio gracias—dice aliviada, sus ojos grises estan rojos al igual que su nariz.
—¿Que te pasó?—preguntó y está simple pregunta hace que rompa en llanto.
Bajo de mi motocicleta, dejó mi casco sobre la moto y me acerco a la niña me inclino hasta quedar a su estatura, pongo mis manos sobre sus hombros la sacudo suavemente.
—¡Ey!—la llamo—Te voy a ayudar, pero dime que sucede—la niña me mira con sus ojos aguados.
—Estábamos discutiendo...Entonces se estacionó bruscamente y salió del auto, yo no le di importancia hasta que empezó a tardar mucho...—solloza—Salí para buscarlo y entonces lo encontré a unos metros del auto desmayado, mi celular no tiene carga entonces no eh podido llamar a una ambulancia—rompe en llanto.
—¿Donde esta?—preguntó y ella señala el auto.
Camino rápidamente al auto y lo encuentro en la parte trasera de los pasajeros.Un chico de cabellera negra azulada, tiene una camiseta blanca de botones, unos vaqueros negros ajustados y unas zapatilla Gucci negras.
Esta acostado boca arriba, reviso sus signos vitales son débiles, repentinamente su cuerpo empieza a convulsionar de su boca empieza salir espuma.
Esto no es bueno.
La convulsión pasa rápido, logró sentarlo por seguridad a que no se ahogue.
La niña está detrás mío llorando desconsoladamente.
—¿Hace cuanto tiempo estan aquí?—preguntó
—Diez, no veinte minutos—dice, pero su rostro sólo demuestra confusión
—¿Sabes conducir?—pregunto y ella bufa poniendo los ojos en blanco
—Tengo catorce años, aún nose conducir—dice con una mueca.
—Sube—digo y ella no lo duda en hacerlo.
Tomó el casco de mi moto, y se lo doy a la niña.
Miró una última vez mi motocicleta, la debo dejar en medio de la nada, puede que cuando vuelva ya no esté.
Me produce un nudo en la garganta ese pensamiento, debo ayudar a esa niña.
Subo al auto en la parte del piloto, me pongo el cinturón de seguridad.La niña se acomoda en la parte trasera sosteniendo al chico.
Enciendo el auto y empiezo a conducir hacia el hospital más cercano.
—¿Como te llamas?—preguntó a la niña, ella me mira con el ceño fruncido.
—Acaso no sabes quien soy—niego con la cabeza sin dejar de ver el camino.
Suspira molesta
—Soy Ava Isabella Schneider Kozlov—dice orgullosa.
Tardó un par de minutos en asimilar para quien estoy conduciendo y cuando lo hago freno bruscamente el auto en un semaforo.
—¡¡Oye!!—chilla Ava
—Eres hija de Jackson Schneider Kozlov—dice y ella asiente con la cabeza
—El quinto empresario más importante del mundo,lamentablemente no es Patrick Alexander Fernsby Belanger ya que el es el primero—dice y yo paso saliva nerviosa.
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Lamento la demora pero ya empecé clases es frustrante que me absorba todo el tiempo.
gracias por la apoyar mi historia.
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