CAPÍTULO ㅤㅤ 10
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ㅤㅤ– ENCUENTRO TODA ESTA situación un poco bárbara.
Charlotte ladeó la cabeza mientras Nettie seguía despotricando en español, señalando a los otros aquelarres presentes. A su lado, Geraldine asentía con la cabeza y respondía rápidamente a Nettie en un español más fluido del que Charlotte podría llegar a alcanzar.
No había sido una gran sorpresa saber que tanto Geraldine como Peter hablaban español con fluidez. Dada su condición anterior de estar bajo el control de María, era lógico que supieran el suficiente español como para desenvolverse en una conversación. Claro que a la morena no le extrañaría que María obligase a todos sus soldados a aprender el idioma; así podría hablar en clave con ellos cuando hubiesen forasteros delante.
– Míralo – la voz de Nettie estaba cargada de desdén, de mientras que sus ojos estaban fijos en Garrett, que recorría el arbolado patio trasero de la casa de los Cullen de la mano de Kate Denali, con la que hablaba animadamente -. Se pasea por aquí como un rey. Como si todos tuviéramos que estar agradecidos de que exista.
– Garrett es un caballero – respondió Geraldine en español, volviendo su atención hacia la pelinegra por un momento. Sus amables y grandes ojos parpadeaban casi inocentemente, como si quisiese calmar así el desacuerdo con la morena que tenía a su lado –, aunque no me extrañaría que se creyera un rey. Simplemente suena como su tipo de personalidad.
Ante esto, Charlotte resopló. Tanto Nettie como Geraldine la miraron, Geraldine con una pequeña sonrisa y Nettie con ojos sospechosos. Fue la pelinegra la primera en hablar – ¿Qué es tan gracioso?
Charlotte trata de apechugar a su amiga con una mirada pacífica, aunque un leve indicio de diversión aún estaba presente en sus ojos. Finalmente, se dispuso a contestarle – Es gracioso que sigas enumerando las cosas que detestas de Garrett, pero que olvides que yo estaba contigo siempre que ibas a buscar chicos.
Ante las palabras de Charlotte, Nettie enarca una ceja – ¿Qué se supone que significa eso?
– Es justo tu tipo – responde Charlotte, ladeando la cabeza hacia Nettie de forma que los sedosos y largos rizos de medianoche caen desde su hombro y llegan justo debajo de su ombligo. Ante la cortante expresión de Nettie, Charlotte continúa con una sonrisa –. Engreído, seguro de sí mismo, fuerte y un coqueto empedernido.
Geraldine, que se hallaba tras Nettie, cubre su risa con la mano, de mientras que la pelinegra aprieta los labios con rabia. Entonces, esta desvía la mirada hacia algo que está tras Charlotte, y eso parece bastar para que suavice su expresión y una sonrisa de satisfacción se instale en su cara – Entonces supongo que las dos tenemos el mismo tipo.
Esta afirmación hace que Charlotte levante una de sus perfectas y definidas cejas – ¿Y cuál sería ese? No sé si te has dado cuenta en los siglos que llevamos siendo amigas, pero no me atrae el género masculino ni de lejos. Mi atracción hacia el mismo sexo es la razón exacta por la que nos conocimos, si es que aún recuerdas a María.
– La rubia – responde Nettie, señalando a Rosalie, que estaba de pie al otro lado del patio, hablando con Zafrina sobre algo que la lleva a instalar una mueca en su rostro. Cuando Charlotte se vuelve hacia Nettie, su amiga sonríe alegremente –. Engreída, segura de sí misma, fuerte y, oh, una coqueta empedernida.
Ahora Geraldine apenas disimula su diversión, y Charlotte aprieta la mandíbula. Nettie la observa con ojos curiosos, como si la desafiara a negarlo o a confirmarlo. De cualquier manera, la vampiresa iba a ganar ese juego.
– Rosalie no tiene una cantidad excesiva de amantes. – es lo único que se le ocurre decir a Charlotte, sin confirmar ni negar ninguna de las palabras que Nettie había dicho. No era su mejor respuesta, y ambas lo sabían. En el pasado solían tener muchas discusiones intelectuales, y a la morena le molestó comprobar que parecía haber perdido esa chispa.
Por suerte, Nettie se apiada de ella por esta vez. Se limita a tararear en voz baja con una sonrisa de suficiencia para luego juntar las manos delante suya y girarse en dirección a Peter, que se estaba acercando a ellas. Charlotte mira al vampiro, desde su pelo color caoba oscuro, hasta los desgastados pantalones vaqueros.
– ¿Habéis terminado de cacarear? – pregunta Peter en inglés, de mientras que pasa un brazo por encima de los pequeños hombros de Geraldine. La mujer presiona un casto beso en la mandíbula de Peter, y una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro, pareciendo más relajada que momentos atrás.
– ¿Qué quieres? – preguntó Nettie, su tono duro, pero con una sonrisa amistosa en su mirada.
– Carlisle quiere que peleemos entre nosotros – dice Peter, hablando ahora en español. Ante el cambio de idioma, todas intercambian miradas, sabiendo que esto debía ser algo que debía quedar entre los cuatro –. No lo hagáis evidente. No quiere que sea una guía educativa, solo quiere que ayudemos a infundir confianza a los que aún dudan.
Al pronunciar la última palabra, Peter ladeó la cabeza hacia los márgenes del bosque. Charlotte desvió la mirada en esa dirección, buscando el material de origen de sus mensajes subliminales. Tardó un momento, y le impresiona darse cuenta de que le lleve tanto tiempo fijarse en la figura de Alistair, que se asomaba entre los árboles.
No les estaba escuchando, probablemente acostumbrado a sus balbuceos en español, como lo estaba ya con los de los otros aquelarres, aunque observaba a los demás interactuar con el ceño profundamente fruncido. Había una evidente ansiedad en su cuerpo, que se mantenía tenso constantemente, haciendo que pareciese perpetuamente encorvado y dispuesto a atacar. Casi asilvestrado.
– Ya veo – dice Nettie tras mirar en la misma dirección que Charlotte. Sus ojos vuelven a posarse sobre Peter, con una expresión ligeramente emocionada –. No me importaría luchar un poco. Mis habilidades se han oxidado desde que María trató de mantenernos a todos bajo control.
– Te ayudaré – ofrece Geraldine, con una voz tan delicada como el cristal. No era como el tono de Alice, ni el vibrato de Peter. El tono de Geraldine era algo casi jadeante, como si tratara de recuperar el aliento. Era interesante oírla hablar en español, con esa voz tan tenue y quebradiza –. No está de más practicar, sobre todo si eso ayuda al aquelarre de Jasper a conservar testigos.
– Entonces Peter y yo practicaremos juntos. – dice Charlotte, el vampiro se limita a asentir en respuesta, porque como un verdadero soldado, sabía que eso no era una pregunta, sino una orden apenas cubierta por una sugerencia.
– Vamos, Bug. – Nettie dice esta vez en inglés, extendiendo su mano hacia Geraldine como el pétalo de una flor que busca la luz. Una vez que la vampiresa más pequeña toma su mano, Nettie la conduce hacia el centro del círculo que los otros aquelarres han creado inconscientemente en el patio trasero de los Cullen.
Una vez que las dos entran en el centro, los otros aquelarres presentes se giran para mirarlas. Nettie, disfrutando de la atención, le dedica a Carlisle una pequeña sonrisa, antes de empujar juguetonamente el hombro de Geraldine. Geraldine responde sin problema, esbozando una pequeña sonrisa antes de intentar sujetar los brazos de Nettie. Ambas son juguetonas en sus acciones, casi como si fuesen dos hermanas que estaban aburridas y buscaban entretenerse mediante aspavientos.
Muchos de los otros aquelarres susurran entre sí en sus lenguas nativas o las observan con un pequeño brillo divertido en sus ojos. Los Denali parecen ser los más entusiastas con las peleas de juego, y Garrett por fin levanta la cabeza, abandonando su expresión de desinterés y dejando de mirar a Kate para ver como Nettie da un golpe de gatito en la garganta de Geraldine.
– Vamos, Bug – se burla Nettie ligeramente, regalando a Geraldine una pequeña sonrisa. Se acechan mutuamente, girando en círculo una en frente de la otra –. Quiero ver como rompes ese exterior de niña buena.
Garrett se ríe desde su lugar en una roca que domina todo el claro. Luego, salta hacia abajo y se dirige hacia donde estaba la pelinegra. Desde su lugar en medio de la multitud, Garrett le hace un leve guiño a Charlotte antes de capturar la muñeca de Nettie con su mano cuando ella intenta dar otro golpe a Geraldine. Susurra algo en el oído de la vampiresa, lo que hace que esta se ablande por un momento antes de que, en un rápido movimiento, haga caer a Garrett sobre su trasero. La suciedad se acumula alrededor del hombre, haciendo que este sacuda la cabeza desde su lugar en el suelo mientras echa una mirada hacia arriba, contemplando la figura de Nettie con una expresión de puro embeleso.
Nettie se limita a enarcar una ceja, con los labios apretados para disimular su sonrisa mientras mira fijamente a Garrett. Por suerte, este parece encenderse ante la evidente alegría de ella, porque se pone de pie una vez más para comenzar ambos con ese jugueteo chispeante.
Eso al parecer sirvió de invitación para que los demás mostrasen sus habilidades. Con Zafrina mostrando su don a Edward y Bella. Eleazar parloteando entre todos los demás, hablando en voz alta sobre Maggie y su don ante la expresión ligeramente confusa de Siobhan.
– Voy a buscar a Geraldine – dice Peter desde su posición al lado de Charlotte, girándose para mirarla por encima del hombro –. A no ser que todavía quieras entrenar.
– Ve – insiste Charlotte sin mirarle, sobre todo porque sus ojos estaban puestos en la figura de Alistair, que se dejaba ver sobre la rama de un árbol, observando la charla que mantenían los otros aquelarres entre sí –. Tengo una rama de olivo que extender.
Peter sigue su mirada por un momento, antes de que una chispa de comprensión y complicidad se instalase en sus ojos. Cuando vuelve a hablar, lo hace en español – El miedo en sus ojos me resulta familiar.
Charlotte sí mira a Peter esta vez, y ladea la cabeza antes de hablar en un tono rígido – También la fuerza.
Esto hace que los labios de Peter se curven y dejen salir una potente carcajada, una que no iba con malas intenciones, solo era puro jubilo. Luego, esa sonrisa se ve eclipsada por la expresión de dulzura que se instala en sus ojos, y sus siguientes palabras llenas de sentimentalismo – Buena suerte en el reclutamiento, jefa. Confiamos en ti.
Charlotte simplemente alza la arriba, y Peter se ríe porque sabía que su confianza lo era todo para ella, aunque no quisiese revelar hasta qué punto. Sacudiendo la cabeza y dándole la espalda a Charlotte, el vampiro se une a los demás en el centro del círculo.
Dejando que su mirada se posase sobre Peter y Geraldine por un momento, los observa perezosamente abrazados el uno al otro, totalmente en paz. Incluso Nettie está cerca, casi como si gravitara hacia los otros miembros del aquelarre, con su hombro rozando el de Geraldine de vez en cuando mientras habla con Garrett. Podía ver también los brazos de Geraldine, que estaban sueltos a los lados de su cuerpo, dejando de lado la posición defensiva que se aseguraba de proteger sus órganos vitales en caso de ataque. En cambio, la de corte pixie conversaba tranquilamente con Garrett cada vez que este conseguía apartar su mirada de Nettie. Peter al parecer también se vio contagiado por la energía que desprendían su compañera y Nettie al hablar con el vampiro, pues él también se relajó en presencia de Garrett, con su fuerte mandíbula ligera y una constante sonrisa en lugar de aquella mueca tan característica.
Aquella tranquilidad que ahora reinaba entre los miembros de su aquelarre, hace que la próxima misión de Charlotte sea aún más vital. Se gira rápidamente sobre sus talones y ve a Alistair observándola. Su expresión es ilegible, recelosa por buenas razones, aunque no huye cuando ella se acerca a su escondite.
– Creo que no me he presentado – afirma Charlotte, sin siquiera molestarse en extender la mano en dirección a Alistair, sabiendo de antemano que la acción no sería deseada –. Soy Charlotte.
– Quieres algo. – Alistair no se molesta en aparentar modales. Su voz es como la corteza de un árbol; fuerte, rechinante y astillada. Se notaba que no era un hombre que hubiese sobrevivido tanto tiempo sin haber cobrado algunas vidas. Charlotte podía reconocer la sangre en sus manos, y su pecho conecta con el animal asustado que habita no solo en ella, sino en todos los que conformaban su recién descubierto aquelarre.
– Todo el mundo quiere algo – responde Charlotte, y agita la mano como si de esa forma borrase las palabras dichas antaño por el vampiro -, si eso es malicioso o desinteresado, a veces es difícil de saber. No te haré perder el tiempo, ni fingiré que no voy a pedir algo a cambio si es que aceptas mi propuesta.
– ¿Quieres un ejército? – pregunta Alistair, y su mandíbula se tensa, el pelo rubio cenizo dificultando su visión.
– ¿Y arriesgarme a repetir la historia que me rompió? – pregunta Charlotte, su honestidad luchando por sobre su debilidad, lo que hace que algo en los ojos de Alistair se ilumine. Ante el silencio del rubio, Charlotte sacude la cabeza y continúa – No quiero ningún ejército. Quiero algo más poderoso que los soldados.
– ¿Poder? – es la siguiente conjetura de Alistair, que no logra evitar la curiosidad que se filtra en su voz. A juzgar por su ceño fruncido justo después de decir aquellas palabras, él también lo sabe.
– Confianza – responde Charlotte, poniendo fin a su juego de adivinanzas. Dirige a Alistair una mirada severa, tratando de transmitir así su honestidad –. Puedes tener cualquier cosa en el mundo. Dinero, coches, popularidad, pero las criaturas no son nada sin confianza.
– Confianza – repite Alistair, y su labio superior se arquea para dejar salir un desagradable gruñido –. ¿Por qué iba a darle algo así a una chica como tú?
– Porque nunca olvidaré su importancia – responde Charlotte rápidamente, ignorando el comentario casi sexista. Mientras Alistair abre la boca para replicar, Charlotte sigue adelante –. No estoy aquí para cogerte de la mano y llevarte a la tierra prometida junto a los demás y a mí. Solo estoy aquí para decirte que si alguna vez necesitas un lugar donde no tengas que ocultar tu dolor, lo tienes.
Las palabras entre ellos son tensas, y las palabras de Alistair lo reflejan – ¿Qué?
– Te escondes porque es lo único que conoces – dice Charlotte, y supo que llevaba la razón cuando el vampiro de ojos rojos no se molestó en corregirla –. Te estoy ofreciendo una salida a ese mecanismo de supervivencia. Un lugar que siempre tendrá las puertas abiertas, sin importar que aparezcas en este siglo o en el siguiente.
– ¿Qué tiene que ver una casa segura con la confianza? – pregunta Alistair, apoyando su cuerpo contra la roca que había detrás de él. Se notaba demasiado tenso, aunque quisiese aparentar lo contrario.
– Quiero que confíes en mí cuando digo que estoy ahí para ti – dice Charlotte con severidad, y la expresión de Alistair se ensancha, casi como si no pudiese creer lo que la mujer había dicho, aunque tratase de no inmutarse –. Que si alguna vez hay un momento en el que quieras dejar de esconderte, confíes en que te abriré las puertas de mi hogar. Que confíes en que te acogeremos cuando se presente el momento.
– Ni siquiera tienes ese lugar que profetizas – responde rápidamente Alistair, aunque su voz no era tan áspera como antes, cuando habían iniciado esta conversación –. ¿Dónde está ese lugar donde recoges lo roto, chica?
– Yo soy el lugar – afirma Charlotte, y Alistair guarda silencio por un momento. La morena se encuentra con su mirada de ojos rubí, sosteniéndola durante un largo momento antes de romper el contacto –. Eso es todo lo que quería decirte. Vuelve a enfurruñarte.
– Yo no me enfurruño. – le dice Alistair, aunque no era una contestación severa. Se atrevía a decir que estaba siendo casi jueguetón.
Charlotte curva los labios en una sonrisa antes de asentir – Esa es una discusión para otro momento.
– No habrá otro momento. – le dice Alistair de mientras que despega su espalda de la roca en la que se había apoyado, hablándole ya a la espalda cubierta por gruesos rizos oscuros. Su voz le pareció demasiado insegura con lo dicho incluso a él.
Charlotte sin embargo, siguió caminando sin detenerse, aunque acabó por responder: – Ya veremos.
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⡛⡛ꪾꪷ͢꧇:historia original de seIcouth :🍲❟ㅤ
Ya os dije que estoy en racha, cinco díasㅤ
después, y ya subo otro capítulo. Siksi.ㅤ
No sé qué os habrá pparecido la relaciónㅤ
que se va construyendo entre Nettie,ㅤ
Peter, Geraldine, Charlotte y quizás, enㅤ
un futuro, Alistair. Ellos serán como unㅤ
aquelarre, so, decidme qué opináis.ㅤ
También, en el próximo capítulo va aㅤ
haber un momento entre Rose yㅤ
Charlotte. Tengo un montón de ganasㅤ
de que lo leáis, así que trataré deㅤ
subirlo la semana que viene.ㅤ
Nos leemos en el próximoㅤ
capítulo, os amo un buen. ♡ㅤ