Armin Arlert estaba cansado de las conferencias, las ventas de su álbum se dispararon y el videoclip de Youtube había superado el récord del más visto en veinticuatro horas, se podía decir que la palabra exhausto se le quedaba corta. Quería verla a ella, su musa la que le había llevado a escribir esa magnífica obra que había impulsado su carrera al siguiente nivel.
—Terminamos. —Eren le avisó haciendo estirar al chico estaba demasiado cansado.
—Al fin estoy loco por volver a casa. —Le sonrió mirando a su mejor amigo quien solo suspiraba por las acciones del rubio, comprendía al amor pero como decía el título del álbum “El amor es problemático” y más para los artistas.
—Sí, debes estar loco por montar todo este teatro. —Armin dejó escapar una leve sonrisa fijando sus ojos azules en el castaño, ambos se dirigían hacia el elevador y luego al auto.
A la chica de cabellos azabache no veía la hora por la que el chico llegará a su casa, su hermano estaba ahí esperando con ella para advertirle muchas cosas al idol y la rubia pues solo se estaba escondiendo de Mikasa para que no la hiciera dibujar aquel final del capítulo que tenían que entregar mañana. Los tres estaban ansiosos por diferentes motivos pero al menos querían acompañar a la escritora. El teléfono de la chica empezó a sonar con aquella canción de Aru que tanto le gustaba ahora solo le tocaba descargar las canciones por alguna red para apoyar y ponerse Problematic Love de tono.
—¿Hange? —pronunció el nombre de su editora extrañada, no tenían ninguna reunión en esa semana y creía que había terminado todo lo que quería hablar con ella, llena de curiosidad tomó la llamada.
—¡Risu lo siento eternamente! —La chica no comprendía que era lo que pasaba ¿por qué su editora se disculpaba con ella?
—¿Qué pasó Hange? —Le preguntó y la castaña al otro lado de la línea se mordió el labio nerviosa.
—Verás.... Sin querer entregué el manuscrito editado a la imprenta y.... Pues van a imprimir Mecánica del amor. —La azabache sintió como si el mundo se parara, aún quería arreglarle algunas cosas en la trama para que fuese su obra de arte.
—¿¡Cómo!? ¿Qué quieres decir con eso Hange? —Le preguntó asustada y los dos presentes miraron como la chica entraba en pánico.
—Lo siento, intenté de recuperarlo pero ellos parecen que lo quieren imprimir, el director dice que está de acuerdo que él tomará las responsabilidades si no vende... —Risu trató de calmarse, aún no estaba lista para aquella noticia.
—Dios Hange tu más que nadie sabes que eso no estaba listo aún quería arreglar unas cosas. —La escritora se llevó la manos a la cabeza tratando de pensar en otra cosa para no querer matar a la mujer.
—Lo sé, lo sé pero no puedo hacer nada mañana nos vamos a reunir con los diseñadores para definir la carátula del libro a tu gusto. —La escritora se llevó las manos en su cabeza buscando la manera de relajarse.
—Vale Hange —dijo aún no muy convencida, mira que pasar algo así en ese día—, hablamos mañana ahora estoy algo ocupada. —La castaña asintió disculpándose una vez más antes de colgar.
—¿Qué ocurrió? —preguntó su hermano mirándola estresada.
—Mi libro será impreso por error aún quería cambiar unas cosas pero ya no se puede hacer nada —aludió bajo algo desanimada hasta que oyó el timbre de la puerta sonar y entonces pasó de desanimada a tragar en seco y ponerse nerviosa, la rubia la animó a que se levantara del sillón para que ella misma abriese la puerta.
Entre torpes tropezones sus pies se desplazaron hacia la puerta sin estar preparada mentalmente para ver a Armin y cuando abrió allí se lo encontró con su hermosa sonrisa de ángel, sus ojos azules brillando más hermosos que el cielo y un hermoso ramo de rosas rojas. Risu se quedó allí contemplando la imagen unos segundos.
—Quería venir más rápido pero todo fue más lento de lo que planeé. —Le dijo haciendo que sus mejillas se sonrojaran y la chica solo le dio una sonrisa.
—El álbum fue vergonzoso... —Le dijo y el chico solo supo reírse de aquello, muy bien sabía que ella no era buena con el amor—. El amor es problemático, pero estoy dispuesta de meterme en problemas de amor contigo. —El rubio abrió los ojos abrazando a la azabache y sonriendo, desde adentro escuchaba los aplausos de su hermana y podía sentir las miradas asesinas que el hermano de la chica estaba lanzándole aun sin verlo.
—¿Eso significa que quieres salir conmigo? —Le preguntó y ella se separó del abrazo tomando el ramo de flores.
—Sí —simplificó su respuesta porque no había más nada que decir, eso era todo lo que él estaba dispuesto de oír antes de besarla.
—Tan mal no está. —Se dijo a sí misma sosteniendo aquel libro en sus manos.
—Risu deberías dejar de subestimarte. —Le dijo Armin mientras la abrazaba, ella sentía que podía hacer algo mejor que aquello tenía tantas esperanza pero a veces las cosas no son como las deseaba.
—Mañana sale a la venta ¿nerviosa? —La rubia le preguntó y ella asintió con la cabeza, su anterior libro tuvo una buena aceptación pero aquel tenía miedo de que no pasará ni las mil copias vendidas.
—Al menos la caratula es bonita. —Los rubios negaron ante la negativa de la escritora, Harumi había leído el libro y no estaba mal para nada estaba realmente bueno.
—¡Dónde está Harumi! —La puerta del departamento del rubio se abrió dejando ver a dos azabaches llegando al mismo tiempo, la editora de la rubia y el actor quienes se miraron mutuamente sorprendidos.
—Ups, ya me encontraron será mejor que la maestra del escape haga su desaparición. —Se despidió de aquella melosa pareja y se dirigió donde los dos azabaches clavaban sus ojos en ella, Mikasa por enojada y Levi porque quería respuesta sobre lo que se dijeron la semana pasada.
—Tu hermana debería trabajar en un reality como comediante. —El rubio solo se rió por lo bajo ante lo que decía su novia.
—Sí, sinceramente no entiendo porque es que vive huyendo si le encanta dibujar. —La escritora alzó los hombros a lo que decía el rubio.
—Estoy dispuesta a crear una obra mejor que esos dos libros. —Armin miró a su novia sonreír, aquella rockie como le decían muchos.
—Debes tener muchos fanáticos esperando, recuerdo cuando salió Alas del Corazón todas las personas estaban leyéndolo en plena calle deberías sentirte afortunada. —Risu solo le sonrió y miró aquel libro.
—Espero que este sea igual o me voy a deprimir. —Armin la abrazó fuerte meciéndola sobre sus brazos.
—No lo harás estaré yo contigo para apoyarte. —La azabache se sentía afortunada al tener una persona como él.
—Gracias Armin, no sé que haría sin ti. —El rubio le sonrió estaba loco por decirle al mundo que aquella chica era de él pero aún no era el momento.
—¡Fue un hit! —Risu se encontraba nerviosa frente aquella mujer, la directora de la editorial Piek aquella azabache la miraba con una sonrisa.
—Gracias pero creo que podría hacerlo mejor. —La directora miró a la editora quien nerviosa se acomodaba las manos en la cabeza.
—Nuestra editorial se siente orgullosa de tenerte como escritora. —La chica le sonrió un poco avergonzada—. Al asunto, queremos que el siguiente libro sea una novela de ciencia ficción y luego de eso haremos un evento de exposición con nuestro más recientes autores y queremos que tú participes. —A la chica se le colorearon las mejillas de rojo, no era muy buena con la multitud pero ese también era el trabajo de una escritora.
—Lo haré —dijo segura y la pelinegra asintió mirando a Hange.
—¡Viste Risu! Te lo dije cuando te encontré, serías una de nuestras más grandes estrellas. —La de cabellos castaños abrazó a la azabache quien solo suspiró feliz.
Su vida no había sido la mejor, pero poco a poco mejoraba con cada una de las reacciones que provocaban sus acciones le gustaba su nueva vida, era como tocar el cielo con los dedos y poder ser ella misma.