—Es la mejor cosa que has escrito. —Le dijo la mujer de espejuelos asombrada casi gritando a los cuatro vientos, ella adoraba que hubiese encontrado aquel diamante como le decía.
—Gracias Hange pero no me siento conforme, siento que soy capaz de crear algo mejor... —La azabache tomó su taza de chocolate y miró a los ojos de aquella mujer, quien estaba sorprendida.
—¡Algo mejor que esto! —Ella asintió con la cabeza, la editora solo sonrió haciéndose agua la boca, si aquella chica hacía algo como eso, entonces las ventas se dispararían se convertiría en la escritora más popular y ella podría obtener un puesto en la dirección de edición—. ¡Entonces que esperas! ¡Hazlo! —Le dijo gritando casi y la chica solo se tapó los oídos ya se había acostumbrado a aquellos ataques de la mujer.
—¿Y “Alas del Corazón”? —La mujer sonrió buscando en su celular los datos de la anterior reunión y le sonrió a la chica.
—Tu libro debut estará en las librerías a partir de mañana, espero que te guste la fama porque lo serás en muy poco tiempo. —Risu quería creerle pero a pesar de ser una persona optimista y positiva, no se dejaba guiar por sus ilusiones y anteponía el realismo de que aún pasaría algo de tiempo.
—Mañana me graduaré de la Universidad, será un día que recordaré por siempre. —La castaña solo sonrió mirando a la mujer que la haría rica y poderosa.
—Me alegro así verán esos ridículos estudiantes en manos de quien estará el destino literario del país. —Le dijo con una sonrisa y la chica solo se rió.
Hange se levantó de donde estaba sentada recogiendo sus cosas y dejándole el manuscrito de la chica ahí, si la autora no se sentía conforme ella no lo llevaría a revisión esa era su política y no la iba a cambiar. Risu se dirigió con ella hacia la puerta despidiéndose de su editora quien no paraba de sonreír y dar saltos de la emoción, era una mujer extraña pero al menos la azabache podía entenderla, le agradecía que no fuera como las personas que exigían las cosas por lo que aquello la animaba a estudiar más.
—Risu —escuchó la voz de su amigo llamarla desde la puerta, ella sonrío mirando a Armin.
—Hola Armin ¿Vas a salir? —Le preguntó al verlo disfrazado para que no lo reconocieran en la calle como la estrella que era, él negó con la cabeza ante la pregunta de la azabache y le sonrió.
—Acabo de llegar de la agencia. —Le sonrió ante la mirada preocupada con que su amiga le estaba dando.
—¡Oh! ¿Y que te dijeron? —Él sonrió contento, había encontrado de nuevo su camino y su inspiración, después de pensarlo durante días y escribir un álbum de diecisiete canciones, sintió que de nuevo le estaba volviendo gustar ser Idol.
—Regresaré a la pantalla. —Le dijo y ella solo dejó escapar de sus labios una perfecta o en señal de sorpresa, no se lo imaginaba.
—Me alegro que puedas encontrar inspiración de nuevo. —Ellos estaban hablando desde el pasillo lanzándose miradas cortas y cómplices— ¿Quieres pasar? —Le invitó después de un minuto de silencio y este asintió con la cabeza dirigiéndose a la puerta de la chica para adentrarse al departamento de esta—. Siento el desastre mi editora se acaba de ir pero a penas he tenido tiempo para recoger. —Le miró sonriente y este solo podía mirarla con admiración.
—Te ayudo a recoger. —Ella asintió con la cabeza sin negarse a la ayuda del rubio, normalmente casi nunca podía tener compañía y le alegraba que el rubio fuera esta, él miró el manuscrito que había sobre la mesa y pestañeó varias veces— ¿Qué es esto? —Le preguntó dirigiéndose a la chica que solo abrió la boca y suspiró.
—Se suponía que sería mi siguiente libro, pero siento que lo puedo hacer mejor así que eso es solo un borrador, soy la escritora que cualquier editor querría no se ha publicado el primer libro y ya estoy pensando en el segundo. —El rubio se rió recordando a su hermana en aquel aspecto.
—Eso es bueno, así no tienes bloqueo y puedes alcanzar rápido tus sueños. —Le dijo tomando el borrador que aún no poseía un título—. ¿Puedo leerlo? —Ella asintió confiando en el chico.
—Aunque mantenlo en secreto si mi hermano se entera que lo hiciste tal vez deje tu cadáver en la bahía. —Ella rió pero el rubio solo sintió un escalofrío recorrer su columna como si aquel azabache fuera capaz de hacer aquello.
Luego de recoger el rubio se acomodó sobre el sofá de la chica y esta a su lado con su PC en las piernas, Risu creía que estar haciendo algo así era más íntimo y cercano que aquellos que se besaban, ella era partidiaria sobre lo problemático que era el amor y por eso lo repudiaba un poco, aunque era extraño puesto que desde que había conocido aquel rubio sentía querer escribir sobre el amor.
—El piso de los nuevos autores es de cristal. —El rubio no despegó la mirada del manuscrito pero aún así la atendía, cada frase, las palabras salientes de la boca de ella—, solo un paso en falso y caerán en las fronteras de lo cliché y lo que no gustará, es difícil ser escritor, más que nadie tu lo debes saber, tu hermana pasa por la misma situación. —Él asintió mirando a la chica.
—Si comprendo pero he de decir que escribes de una manera que serás capaz de no quebrar ese suelo. —Ella sintió su corazón latir con fuerza no se esperaba aquellas palabras era justo las que necesitaba para salir adelante con su vida y no tener que temer cuando compita con los escritores profesionales.
—Gracias Armin —Él sonrió para seguir leer aquello, le encantaba el bosquejo de palabras que utilizaba y si ella sin dudas era como decía Mikasa una genio.
—¡Jamás he leído algo tan increíble como “Alas del Corazón” —Ella se giró al escuchar el nombre de su libro salir de la boca de una total desconocida, solo sonrió presenciando la mini discusión que tenían las chicas.
—¿Cómo se llama la autora? —Le preguntó la otra mirando a su amiga con otra copia del libro en sus manos.
—Es una nueva escritora, si este es su primer libro estoy loca por presenciar el siguiente. —Una de ellas sonreía de manera de par en par—. Su nombre es Isu pero sinceramente de todos los libros que he leído este ha sido el mejor. —La azabache solo sonrió de la vergüenza y siguió su camino, si se quedaba allí no iba a llegar con su hermano que la estaba esperando.
Levi y ella se iban a reunir en una cafetería por la zona, el azabache había terminado de rodar una película y quería relajarse hablando con su hermana tal vez un rato y de paso felicitarla por el éxito que estaba teniendo su libro.
—Risu por aquí. —La chica dejó escapar el aire cuando vio a su hermano llamarla y sonrió de amnera espontánea.
—¿Esperaste mucho? Me distraje un poco... Todos están hablando de Alas del Corazón y me da algo de vergüenza. —Le dijo con un sonrojo evidente que su hermano pudo divisar.
—No me extraña que mi hermana esté acapando la atención de todos los lectores que disfrutan de buenos libros, ellos tienen excelentes gustos. —La azabache negó de la vergüenza su hermano la sobrestimaba demasiado o eso creía.
—Por cierto ¿ya empezaste hacer el siguiente libro a este? —Ella negó y solo suspiró para mirar la carta y pedir alguna bebida.
—Esperaré a que salga el álbum de Aru a ver si me inspira porque realmente estoy teniendo un poco de problemas para la trama, ya sabes mis típicos bloqueos. —Él solo miró a su hermana como si le quisiera preguntar algo pero al mismo tiempo reteniéndose a hacerlo.
—¿Que pasa Levi? ¿Quieres hablar de algo? —Le dijo mirando al chico confundida y este solo la miró a aquellos ojos grises.
—¿Acaso tú estás enamorada del vecino? —Sus mejillas se tiñeron de rojo y negó totalmente relajando un poco a Levi.
—Siempre te lo he dicho Levi. —Ella dejó la carta a un lado para enunciar su frase preferida—. El amor es problemático. —Él pronunció junto con ella haciéndola reír—. Armin es solo in amigo muy genial nos apoyamos mutuamente y salimos de las crisis ¿puedes creer que me enseñó la lista de sus nuevas canciones? Ando flipando esperando a que las saque van a estar súper geniales. —Levi solo bufó mirando el poster del rubio que había en el café, el cual si pudiera quemara.
—Las redes son un desastre cuando se anunció su regreso, se pasa siete meses afuera y de repente dice sobre canciones y un álbum es increíble ese chico. —Risu miró a su hermana y no creyó lo que estaba contemplando, su hermano parecía celoso del rubio.
—Vamos por favor Levi, que cuando sale que vas a hacer un nuevo comercial los vídeos en Youtube rompen los récords de vistas y si no es cuando actúas en una seria rompen los récords de audiencia. —Su hermano rodó los ojos de manera antipática, Risu solo lo encontró lindo de su parte.
—No quiero que se enteren que eres la autora de ese libro, los hombres te atacarían y no te dejarían en paz. —Ella se rió ante el comentario de su hermana.
—¿Crees que doy para modelo? —posó de manera exagerada y Levi levantó una ceja expectante a los movimientos bizarros de su hermana.
—Tú sirves para escribir, aunque por muy estrambólico que hagas un movimiento este luce bien en ti, tienes el encanto mío después de todo. —Solo ella lo sabía, Levi era todo un divo que adoraba mirarse en el espejo y de vez en cuando volvía a ver sus viejas actuaciones y no solo por mejorar sino porque le encantaba verse en la pantalla.
—¡Risu! —La chica sintió una voz familiar llamándola, la cual enseguida reconoció.
—Harumi ¿Qué tal? ¿Escapando de Mikasa? —La chica se rascó la cabeza sonriendo de manera boba sin darse cuenta que ella estaba con su hermano.
—Bueno ya sabes, ella me obliga a hacer más de diez páginas diarias dice que debo superar mis límites pero eso lo hice hace mucho. —Risu se rió ante el comentario de la rubia quien levantó la mirada topándose con el hombre de ojos oliva, solo suspiró profundo contó hasta diez para no montar una escena—. Por cierto aún se mantiene lo de mi propuesta de hacer una manhwa juntas y muchas felicidades el libro se vende como droga, he visto gente con él en sus manos ¿A dónde vas a hacerlos llegar Risu? —Ella hablaba muy rápido sin dejarle tiempo a la chica responderle.
—Ella no hará ningún cómic contigo. —La rubia suspiró profundo para no reventarle con lo único que podía ganar dinero aquel hombre su cara.
—Lo siento Harumi por el momento no, estoy algo atareada con mi nuevo libro desde que me gradué puedo trabajar tiempo entero en ello además dependiendo como esté este serán mis ganancias debo esforzarme por hacer algo interesante.
La rubia sonrió ante la determinación tan grande que poseía la azabache, miró la hora de su reloj y palideció.
—Lo siento pero me debo ir para que ella no me encuentre, suerte con tu libro Risu. —Y desapareció como mismo había hecho, Eren tenía razón al decir que era una maestra del escape.
—¿Qué? —Levi miró a su hermana con las cejas levantadas—. No me digas que Harumi tampoco te cae bien.
—Exactamente. —Ella solo negó aquel hombre era incorregible.
•|Aquí mis cielo les dejo el capítulo número seis, espero que les guste y sigan disfrutando está historia, como yo cuando la ando escribiendo.