Harumi lo esperaba en aquella cafetería nerviosa, sabía que la firma terminaba a las cuatro pero aún así estaba pensando la manera de hablar con el chico de cabellos negros. Iba a tratar al menos que no se le enredars la lengua. Miró la hora en el reloj de muñeca que llevaba y sonrió pensando que faltaba menos para que aquel chico se apreciera en la cafetería.
—Bueno escribiré los diálogos de mi siguiente capítulo. —Se dijo elevando su lápiz y con una sonrisa sacó una libreta de su mochila, aquella que usaba para todas las ideas que se le ocurrieran.
Tarareando una de las canciones más populares de su hermano solo se le ocurría sonreír esperando a que llegase aquel hombre. Harumi era una chica positiva pocas cosas la sacaban de su zona de confort, se podría decir que era de estas personas que animan a las demás cuando pasa problemas. Nadie podía decir una sola cosa mala de ella, salvo la mente que poseía para idear tramas enredadas para su cómic y ponerles más dieciocho.
—Rubia. —Levantó la vista al escuchar una voz llamarla en frente de ella, encontrándose con esos hermosos ojos oliva, tragó en seco paralizandose casi por completo, ella no sabía cómo llamarlo puesto que él estaba casi disfrazado para que no lo reconocieran—. Me voy a sentar aquí. —Ella asintió sin decir nada sobre el asunto hasta que esté estuvo en la silla.
—¿Cómo te puedo llamar? —Le dijo y ella solo recibió una mirada helada de su parte y un suspiro que dejó salir de sus labios.
—Levi, no quiero llamar la atención. —Ella lo miró y suspiró ante su imponente figura, podría ser extraña pero aquel hombre era su inspiración por así decirlo, recordaba cuando empezó a dibujar y decidió ejercerlo como profesión, con su hermano como Idol sus padres no se opusieron a lo que la chica quería y así fue cuando a su corta edad de dieciséis años hizo su primer comic.
—Levi ¿qué era lo que quería hablar conmigo? Digo por algo me dijo que lo esperara aquí. —La mirada verdecina se clavaba en aquel chico curiosa, el azabache solo suspiró dejándose llevar por el aura de la muchacha.
—Sobre Aru, eres amiga suya ¿No? —La rubia lo miró sorprendida abriendo un poco los ojos, entonces se trataba de su hermano no era que la decepcionará pero se había hecho demasiada ilusión querer hablar con él.
—No —negó sorprendiendo un poco al pelinegro—. Soy su hermana mayor. —Levi entonces suspiró mirando a la chica, él comprendió en aquella milésima de segundos.
—Entonces es mejor, dado a que debes saberlo todo sobre él. —Harumi miró al actor quien jamás pensó escucharlo ahí hablando con ella sobre su hermano menor, enseguida su mente fujoshi empezó a imaginar cosas y como siempre una nueva trama para un nuevo manga que guardaría para cuando terminará su proyecto.
—Por cierto Levi ya que no me preguntaste mi nombre he de presentarme, me llamo Harumi y soy dibujante de comic. —A Levi no le interesó aquello solo bufó mirando a la chica.
—Como sea, sobre tu hermano ¿qué es lo que quiere con Risu? —La rubia no comprendía la situación sentía que estaba en esas telenovelas donde la familia de la novia rica se oponía a una relación y enseguida le sacaba un cheque diciendo: “Aléjate de mi hija y te daré este dinero” no era la esencia pero podía sentir la atmósfera.
—Risu-ya y Armin solo son amigos, no tienes que preocuparte. —Le hizo una seña tratando de salvar el pellejo de su hermano.
—¿Y esperas a que me crea eso? —Se cruzó de brazos mirando fierme a la chica, debajo de la mascarilla estaba su boca dibujando una sonrisa invertida denotando que la situación no le gustaba para nada, Harumi solo suspiró y tragó en seco esperando tal vez un milagro que la salvara, claro que dios no iba a ser tan bueno con ella y eso no iba a ocurrir.
—Es en serio, Risu no está interesada en Armin según lo que he visto es como si admirara su carrera musical lo que le gusta de mi hermano es su música y nada más. —A Levi eso no le convencía por más que se tratara de imaginar una Risu no fangirleando cerca del rubio, le era imposible porque la pelinegra tenía una pequeña y ligera no marcada obsesión con él.
—Conozco a Risu desde siempre, no me voy a creer que no siente nada por Aru después de todo esa chica tiene todos sus álbumes, cuando saca algo siempre es la primera en hacer fila para comprarlo ¿y me dices que eso no es nada? —Haumi solo suspiró guardando su libreta de notas, le encantaba aquel hombre como actor pero no iba a rebajarse a explicar las cosas si él mismo no la quería ver con sus ojos.
—Lo siento Levi pero me he de ir, tengo trabajo por hacer y si no me quieres creer ando perdiendo el tiempo. —Decepcionada así se sentía, no podía creer lo celoso y protector que era debía irse antes de que empezará a odiarlo.
—¿Estás huyendo? —Él la tomó del brazo antes de que ella se llegase a parar.
—No, solo estoy conservando mi dignidad y mi paciencia, no soy de las personas que hablen si no le creen así que espero que entienda y fue un placer pasar tiempo con usted. —Le dijo haciendo que la soltase del agarre, Levi había quedado impactado era la primera vez que una mujer se iba antes que él de un lugar y aún no obtenía la información que deseaba, sin dudas su mala suerte iba en aumento.
Se habían hecho muy amigos Armin y ella, ahora les gustaba pasar tiempo en el departamento del otro charlando sobre sus vidas contándose viejas anécdotas o hablando sobre sus planes futuros a Armin le encantaba escuchar a la chica hablar sobre sus sueños de ser una reconocida escritora y ganar infinidades de premios. Los ojos azules del chico era como si revivieran una pequeña llama que apagada se encontraba cuando se cansó de ser el querido Aru.
—Entonces mi hermano me dijo: “Tienes talento para la literatura, no he leído algo tan bueno” y en ese momento supe que debía escoger ese camino, escribir siempre fue mi vida desde los quince años pero entrando en la preparatoria me decidí por entrar a la universidad de literatura de la cual ya me ando graduando. —Le terminó de relatar una parte de como fue que se dio cuenta de que su vida estaba entre las letras y las frases, Armin solo podía verla sonreír y sintió esos deseos de volver a tomar un lápiz entre sus dedos y volver a escribir alguna canción.
—Eso es genial, parece que tu hermano siempre te apoya en todas tus decisiones. —Ella asintió con una sonrisa recordando a su hermano mayor, solo lo tenía a él y a pesar de que a veces andará ocupado siempre iba a hacer tiempo para ella.
—Mi hermano es mi héroe, escogió la carrera de actor para ayudarme y acabó gustándole ese mundo y a pesar de que nos veamos poco sé que siempre puedo contar con él. —Armin sentía un poco de envidia hacia aquello a pesar que siempre tuvo el apoyo de sus padres y su abuelo, sentía que le faltaba esa pieza esencial para él.
La puerta del departamento del rubio donde se encontraban se abrió de manera repentina sorprendiendo a los dos chicos que a penas pudieron evitar pegar el brinco al cielo al ver la potencia con que aquella rubia empujó la puerta. La mirada verdecina se clavó en ambos y suspiró sentándose en un sofá, ella obviamente no les iba a hablar sobre lo que le había pasado con el hermano mayor de aquella chica, en primero porque no quería hacerlo y ella no tenía culpa de las acciones del azabache.
—¿Que te pasa Harumi? —Le preguntó su hermano extrañado por el comportamiento de su hermana.
—Tuve una reunión con alguien quien creí que sería una persona completamente diferente y solo me hizo enojar —habló con la voz enojada y la de cabellos negros se acercó a la chica.
La puerta se abrió dejando ver a un chico de cabellos marrones que el rubio conocía bien y a la editora de su hermana y su mejor amiga. Los dos que acababan de invadir el ambiente miraron a la chica de cabellos negros extrañados era la primera vez que se encontraban con ella.
—No sabía que tenías otros amigos a parte de nosotros Armin. —Le habló Eren haciendo reír a la rubia quien parecía que su día era el peor de su vida.
—¡Eren! —Lo regañó enojado y la chica solo se rió.
—Un gusto soy Risu Ackerman, la vecina y nueva amiga de Armin. —Les dijo y los dos sonrieron mirando a la chica.
—¿Por casualidad eres esa escritora que tanto habla Hange? —Le dijo la pelinegra y enseguida recordó a la mujer de cabellos ocre.
—Debo serlo, no creo que hable de otros al menos no como me habla a mi, tiene una intensidad que a veces me pregunto como es que puede dormir solo tres horas a la semana y mantener esa energía. —La azabache se sentó al lado de la chica mirándola.
—Soy Mikasa y él es Eren el manager de Armin y yo soy la editora de los comics de Harumi. —Los ojos de Risu miraron a la chica de cabellos rubios.
—No sabía que dibujabas. —Ella solo asintió mirando con miedo a la azabache no vaya a ser que se le fuera a ir la lengua.
—Si a eso me dedico. —Le dijo mirando a la chica quien solo podía sonreír nerviosa por miedo de que alguno de aquellos dos se les fuera de más la lengua.
—Aunque a tiempo medio es escapista. —Se rió Eren haciendo una broma de la chica quien lo miró con mala cara.
—¿Escapista? —preguntó confundida la escritora y Armin negó con la cabeza poniéndole la mano en el hombro.
—Si y Mikasa detective privada, siempre sabe donde está Harumi en caso de que escape y en menos de nada siempre la encuentra para que termine sus plazos. —Eren habló por la pelinegra que solo suspiraba al recordar su duro trabajo de todos los días.
—Como sea es un placer conocerte Risu. —Le sonrió quitándose la bufanda de color rojo que llevaba alrededor de su cuello, Eren miró a la azabache recordándole a alguien pero no sabía a quien.
—Risu cuando no quieras escribir te invito a hacer un cómic conmigo, yo haré los dibujos y tu la historia, sería sumamente genial trabajar con alguien. —Mikasa le dio a la chica por la cabeza, regañándola un poco por su inmadurez.
—Haz tu trabajo o no renovarán tu contrato y esta vez no te caeré atrás a otra editorial. —La rubia solo sonrió nerviosa mirando a la imponente Mikasa quien poseía cara de pocos amigos.
—Hablando de contratos, Armin el presidente quiere saber cuando terminarás tu descanso... Quiere renovar el contrato y lanzar un álbum pronto. —El chico se tensó ante aquellas palabras gesto que no pasó desapercibido por la azabache quien solo suspiró, no le gustaba meterse en pleitos que no eran suyos pero sentía la necesidad de defender a su amigo y apoyarlo.
—Ejem —carraspeó con su garganta para que el de ojos verdes se diera cuenta que ella estaba ahí y enseguida rectificó su acción, fue un gesto que el chico agradeció muy desde el fondo de su corazón.
—Lo siento Armin, luego hablamos de ello. —El rubio sonrió ante aquello, la manera en la que retrocedió Eren jamás la había visto en él, le sonrió a la chica agradeciendo por su ayuda.
—Bueno fue un placer pero yo me he de ir, tengo unas cuántas cosas que terminar y corregir nos errores de mi libro. —Les habló despidiéndose de los chicos, Armin la acompañó hasta la puerta y se despidió de su amiga con una sonrisa agradeciéndole el apoyo que le daba, ella solo miró a los hermosos ojos azules del rubio y se fue hacia su departamento.
•|Hello aquí les traigo el capítulo 5 para su deleite, yo tratando de cumplir los plazos de publicación que yo misma me impuse besos a todos