*Aviso: Levi + Eren*
Tarareaba una canción mientras me alisaba el pelo cuando sonó el móvil, indicando que tenía una nueva notificación.
*Enano gruñón*
Paso a por ti en media hora, ni un minuto más ni un minuto menos.
Joder con las exigencias.
Solía retrasarme a menudo, ser puntual no era mi fuerte. Pero cuando se trataba de Levi cualquiera se arriesgaba, ese hombre cabreado daba más miedo que el mismísimo diablo.
Terminé de arreglarme y salí de casa, viendo un coche negro estacionado. Miré la hora; treinta minutos justos, puntual como un reloj.
Abrí la puerta del copiloto y subí al coche.
-Me pregunto si algún día te retrasarás.-dije al sentarme, cruzando las piernas.
-Lo dudo mucho. Y pon las piernas bien, me estás manchando el coche.-gruñó como de costumbre.
-Agh, qué obsesivo...-contesté exasperada y descrucé las piernas.
Por el camino discutimos varias veces, como era típico. Cada vez que subía el volumen de la música él lo bajaba, situación que me hacía gracia a la vez que me mosqueaba.
Observé su perfil mientras conducía, mantenía su típica expresión seria, pero le hacía ver condenadamente caliente.
-Tch, ¿te gusta lo que ves? -me miró de reojo con una sonrisa socarrona.
-¿Tu cara de culo? Uy sí, me encanta. -respondí irónicamente llevando la vista hacia la ventana.
Pero ¿a quién demonios quería engañar? Uno de mis mejores amigos era un jodido dios, y él era consciente de ello.
Aunque no lo parecía, nos llevábamos realmente bien. Chocábamos a menudo por nuestro carácter pero en el fondo nos teníamos mucho cariño.
El resto del camino transcurrió con tranquilidad, y cuando llegamos a nuestro destino, bajé del coche corriendo, lanzándome a unos brazos que enseguida me recibieron.
-¡EREEEN! TE HE ECHADO DE MENOS. -grité haciendo un puchero mientras él reía.
-Yo también, pequeña.-respondió sonriendo, dejándome en el suelo de nuevo, y revolviéndome el pelo con la mano.
-Pequeña la tienes, estúpido. -le saqué la lengua en modo burla.
-¿Tú crees? ¿Quieres comprobarlo? -susurró cuando se agachó para estar a mi altura, quedando cerca de mi rostro con una sonrisa burlona que me hizo temblar.
Vale, había dicho que uno de mis mejores amigos era un dios.
Rectifico: mis dos mejores amigos eran tremendo dioses.
-Maldita mocosa, haz algo productivo por una vez en tu vida y lleva algo. -la voz de Levi cortó la tensión que se había formado anteriormente.
-Mira que te gusta quejarte.-suspiré agotada y me acerqué a él, cogiendo una de las bolsas que cargaba.
-¿Ya estáis discutiendo? No tenéis remedio. -rió Eren cogiendo también varias bolsas.
-Ha empezado él.-me encogí de hombros.
-Mentirosa de mierda.-gruñó el pelinegro.
Entre risas y riñas entramos al edificio. Eren se había mudado recientemente y debíamos "inaugurar" dicha casa; esa había sido la excusa para invadir su espacio personal.
Las horas pasaron hablando, bebiendo y viendo películas que acababan quedándose de sonido de fondo.
-Es casi la hora de cenar, ¿pedimos pizza? -preguntó el castaño.
-Me ofende hasta que lo preguntes.-respondí obviando la respuesta, provocando la risa de éste.
-Genial. Levi, te toca pedir. -Eren le pasó el teléfono.
-¿Huh? Sois vosotros los que habéis tenido la idea.-gruñó de nuevo.
-Pero tú eres el mayor de los tres, te toca pedir porque eres el papiii -dije alargando la "i", sonriéndole inocentemente.
Su mirada se oscureció, atrapando su labio inferior con fuerza entre sus dientes, cortándome la respiración. Finalmente chasqueó la lengua y cogió el teléfono, yendo a la cocina para pedir las pizzas. Sacudí la cabeza en el intento de quitarme de la mente la imagen de Levi mordiéndose el labio al decirle papi.
-Eren, ¿me dejas un pijama? -dije haciendo un puchero.
-Claro, ven. -sonrió levantándose.
Lo seguí por el pasillo hasta la que era su habitación. Entramos y abrió el armario, rebuscó por los cajones y me dió una camiseta y un pantalón corto que seguramente me quedarían grandes.
Empecé a desvestirme frente a sus ojos que se abrieron sorprendidos ante tal acción.
-¿Q-Qué haces? -dijo mirándome de arriba a abajo.
-Oh venga, ni que fuera la primera vez que me ves en ropa interior. -reí.
-Ya pero... joder. -tragó fuerte apartando la mirada.
Sonreí interiormente y despacio me acerqué a él.
-¿Huh? ¿Qué pasa? -sonreí sobre su piel, besando su cuello y recreándome en él, dejando una marca que tardaría unos días en irse.
De un momento a otro sentí su boca sobre la mía, uniéndonos en un beso necesitado, como si toda la tensión sexual acumulada durante estos años saliera disparada.
Mordisqueé su labio inferior, tirando suavemente de él. Un gemido ronco salió de su garganta, encendiéndome aún más si es que eso era posible.
Lo empujé hacia la cama y me posicioné sobre él quedando a horcajadas.
Sus manos fueron a mis nalgas masajeándolas mientras yo me deshacía de su camiseta, dejando ver el trabajado torso que poseía.
Volví a unir nuestros labios, entrelazando nuestras lenguas salvajemente.
Mis manos se enredaban en su cabello sujeto por una coleta, mientras movía las caderas en círculos, notando su miembro endurecerse cada vez más.
-¿Estáis aquí? Ya he llamado, las pizzas llegar...-Levi enmudeció al ver la escena, con los ojos abiertos como platos.
Me separé de Eren, levantándome de su regazo y me dirigí hacia el azabache que aún seguía estático.
-Ahora mismo no es pizza lo que me apetece comer. -me relamí los labios antes de apoderarme de su boca.
Tardó unos segundos por el shock previo pero seguidamente respondió al beso con rudeza.
La impaciencia se veía reflejada en nuestras respiraciones, y sus manos sujetaron mis caderas rompiendo hasta el mínimo espacio que quedaba entre nosotros. Mis manos viajaban por su espalda, levanté su camiseta y me ayudó a quitarla.
Separó nuestros labios y dirigió su boca hacia el lóbulo de mi oreja, el cual mordisqueó, dejando un rastro de besos húmedos en mi cuello mientras descendía lentamente.
Sentí una ligera presión en la muñeca, y me volteé, encontrándome a un Eren sin camiseta que me observaba como si fuera un depredador y yo su próxima presa.
Sonreí maliciosamente y se miraron, como si estuvieran hablando entre ellos.
En un segundo noté que mi sujetador caía y cómo dos bocas atacaban mis pechos. Lamían en círculos con deseo, estirando y mordiendo con suavidad los pezones; jadeé retorciéndome.
Eren empezó a bajar su mano lentamente hasta llegar a mis bragas. Paseó uno de sus dedos por encima de la tela, llegando a mi feminidad, estremeciéndome.
-Vaya, pero si estás empapada. -anunció el castaño relamiéndose, provocando un fuerte tono rojo en mis mejillas.
-Tch, ¿ahora te sonrojas? -dijo Levi burlonamente dejando de jugar con mi pecho.
Me senté sobre la cama y el ojiverde quitó mis bragas con tal brutalidad que pensé que se romperían.
No me dio tiempo a reaccionar cuando se apoderó de mi clítoris, haciendo que gimiera fuertemente, rodeando mis muslos con los brazos para que no me moviera por los pequeños espasmos que me causaba.
Mientras el pelinegro se recreaba en mis pechos, el otro hacía su función entre mis piernas. Eren castigaba la zona a base de lamidas y suaves bocados mientras dos de sus dedos jugueteaban en mi interior, haciendo que mis piernas temblasen. Mi corazón latía desbocado y me sentí desfallecer cuando llegué a un fuerte orgasmo que me hizo gritar.
Poco después me levanté, quedando en medio de ellos dos. Besé primero a uno, y seguidamente al otro. Cada una de mis manos masajeaba sus miembros punzantes, presionándolos ligeramente.
-Maldita sea, ponte en 4 ya.-ordenó Levi en un gruñido.
Obecedí y mientras el pelinegro se colocaba detrás de mí, Eren se puso delante. Se deshizo de su prenda inferior y tragué duro al contemplar tremendo titán. Éste sonrió socarrón por mi reacción.
De un momento a otro, una brutal embestida me hizo arquearme y gritar de placer.
-Joder, qué manera de apretarme. -susurró Levi proporcionándome una nalgada.
Rodeé el miembro de Eren con una mano precipitadamente, admirando la expresión de goce que se instaló en su rostro. De un momento a otro, me sujetó del pelo e introdujo su pene en mi boca haciendo que lo engullese de una, provocándome una pequeña arcada.
-¿Sigues creyendo que es pequeña?¿Mh? -mordió su labio mirándome atentamente.
Sonreí y envolví su pene con mi boca de nuevo, absorbiendo la zona con dificultad pues mi interior estaba siendo taladrado, haciendo imposible que retuviera mis gemidos.
Noté como perdía las fuerzas para sostenerme, mi interior latía con rudeza, un segundo orgasmo provocó una serie de espasmos que apretaban el miembro de Levi, llevándolo al límite, liberándose en mi interior mientras soltaba maldiciones y hundía sus uñas fuertemente en mis nalgas.
Al mismo tiempo que Eren se descargaba en mi boca, apretando la mandíbula y soltando roncos suspiros.
Tragué su corrida y me relamí los labios mientras le miraba a los ojos, haciendo que soltara un suave jadeo.
Acto seguido, Levi me tomó de la cintura, y estampó sus labios contra los míos, masajeando mis pechos y nublándome la mente. Acaricié sus mechones negros, enredándolos entre mis dedos.
Eren se colocó detrás, notaba su erección rozando mis nalgas.
Hizo mi pelo a un lado y besó mi nuca y mi espalda a la vez que acariciaba las curvas de mi cuerpo.
Levi empujó su pelvis adentrándose nuevamente en mi interior, y gemí en respuesta.
Eren no tardó ni un segundo en embestirme por el trasero. Me sentí desfallecer ante esa sensación.
Poco a poco tomaron un ritmo vertiginoso, nublándonos por el placer. Se deslizaban con facilidad en mi interior, llenándome por completo.
-¿Era esto lo que querías, mocosa? -preguntó Levi rodeando mi cuello con su mano, haciendo que pusiera los ojos en blanco por la sensación.
-¿Querías que te jodieramos los dos? Bien, porque lo has conseguido.-dijo Eren mientras me sostenía de las caderas como si fuera a romperme. Me moví en su contra, haciendo las embestidas más profundas.
Lloriqueé, seguían sumergiéndose de forma obsesiva, creando un placer inmenso mientras sonidos lascivos cubrían la habitación.
-M-más... por favor.-supliqué.
-Tch, no vas a poder andar en dos semanas.-dijo burlonamente el pelinegro.
-Tú lo has querido. -rió suavemente Eren.
Empujaron con violencia, y sentí como si me desgarrara, como si me partiera.
Grité cuando mi cuerpo se tensó, llegando al límite por tercera vez al mismo tiempo que eyacularon, llegando al placer. Gruñidos y suspiros se escucharon al dar las últimas embestidas.
Nos derrumbamos sobre la cama, liberados de la tensión, esperando a que nuestras respiraciones se regularan.
De repente, un sonido hizo eco por toda la casa.
-Oh vaya, las pizzas. -dije como pude.
-Levi, te toca ir a ti.-añadió Eren divertido.
-Una mierda, yo he llamado. -gruñó- ___, ve tú.
-Huh... lo haría, pero no puedo moverme, no me siento el cuerpo. -respondí avergonzada.
Reímos y terminé durmiéndome abrazada a ellos por el agotamiento.
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Bebéees 🥰
Antes de nada, lo lamento muchísimo si a alguien no le hace gracia Eren, pero tenía esta idea en la cabeza desde hace un tiempo y al final decidí escribirla.
Es la primera vez que escribo una escena sexual en la que participan tres personas, así que no estoy totalmente convencida de cómo ha quedado. Pero buee, poco a poco 😅
¡¡¡Y MUCHÍSIMAS GRACIAS POR TODO!!! 😭😭😭❤❤❤ Por los 6k, los votos y los comentarios; gracias por el apoyo 🥰❤
Espero que estéis lo mejor posible dentro de esta situación de mierda 🙁😓 ¡mucho ánimo a todxs! 💪🏼❤