❥︎ 𝕐 𝔸𝕢𝕦𝕚̀ 𝔼𝕤𝕥𝕠𝕪 ❥︎...

By Yaretsy012

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Después de más o menos 14 años de no verse la talentosa Verónica Castro y la bella Ana Gabriel vuelven a reen... More

𝚃𝚞́ 𝚚𝚞𝚎 𝚕𝚊 𝚟𝚎𝚜
𝙽𝚒 𝚜𝚎 𝚘𝚕𝚟𝚒𝚍𝚊𝚗 𝚗𝚒 𝚜𝚎 𝚍𝚎𝚓𝚊𝚗 2/2
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𝙽𝚒 𝚜𝚎 𝚘𝚕𝚟𝚒𝚍𝚊𝚗 𝚗𝚒 𝚜𝚎 𝚍𝚎𝚓𝚊𝚗 1/2

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By Yaretsy012

Narrador omnisciente

Las mujeres se quedaron perplejas al ver a quien tenían enfrente, Ana quería hablar pero no podía, Vero quería correr pero no podía.

Ana.- ¡Mierda! María Guadalupe, di algo -Pensó.

Vero.- ¿Por qué ella está aquí? —Era lo que se repetía sin cesar en la mente de Verónica.

Ana.- Ve...Ve..Verónica ¿Qué es..estás haciendo aquí? —Dijo Ana con la voz entrecortada por la situación y por lo que le provocaba.

Vero.- Y...Yo estaba — Trató de decir Verónica mientras imperventilaba mientras fue interrumpida por la voz de Tatiana que recién iba entrando al lugar donde se encontraban las mujeres.

Tatiana.- ¡Anita! —Le da un beso en el cachete. —Estás bellísima —Mira a Vero —Espero no te moleste que haya traído a Vero.

Ana.- No te preocupes mis amigos podían traer invitados —Dijo tratando de mantener una voz firme mientras miraba a Verónica —Si me disculpan tengo que salir. —Salió de la casa con pasos largos.

La tensión que se había formado desde el momento en el que volvieron a conectar miradas seguía impregnada en el aire.

Vero.-  ¿¡Por qué no me dijiste qué veníamos a casa de Ana!? —Miró a Tatiana molesta mientras cerraba los puños logrando encajar un poco sus uñas en las palmas.

Tatiana.- Si te decía ¿Ibas a venir? Por supuesto que no ¿Verdad? Ustedes dejaron muchos asuntos pendientes y tienen que arreglarlos.

Vero.- ¡Yo no tengo que arreglar nada! Además quién te crees tú para decir por mí. —Señaló a Tatiana sin despegarse la mirada. —Lo mejor será irme. —Caminó hacia la salida.

Tatiana.- Esperate, no te puedes ir así—La tomó del brazo antes de que pudiera irse. —Tienes razón. No debí decidir por ti pero podrías tan siquiera...—Trató de continuar pero fue interrumpida por Verónica.

Vero.- ¡Sueltame! No te das cuenta que ni siquiera le importó. Le importa muy poco si me quedó o me voy —Dijo con los ojos empañados de lágrimas— ¿¡Cómo piensas que seré capaz de estar aquí después de todo lo que pasó!? Ella seguramente está muy feliz.

Tatiana.- No dijo nada por que está igual de sorprendida que tú, pero en sus ojos se ve lo mucho que le sorprende verte aquí. Sé que pueden arreglar esto.

Vero.- Eso no es justificación para que me hayas traído aquí sin decirme nada. —Con un poco de fuerza se soltó del agarre de su amiga mientras caminaba rápido hacia la salida.

Tatiana después de esto salió detrás de ella, sabía que tal vez no fue una buena idea pero no lo había hecho con intención de lastimar a nadie solo quería que sus amigas pudieran arreglar lo que tenían pendiente.
Verónica trató de salir lo más rápido que pudo pero ni siquiera se percató que había alguien cerca de ella haciendo que ambas mujeres se golpearan.

Daniela.- ¡Ay! Una disculpa fue sin querer —mira a Vero. —¡Ay! Verónica ¿Qué haces aquí? —Le da un beso en el cachete, en su voz se notaba algo de confusión al verla justo en ese lugar. — hace mucho no te veía. Pensaba qué...—Fue interrumpida por la voz de Verónica.

Vero.- Lo siento por golpearte —Dijo tratando de evitar la pregunta que estaba apunto de decir ya que no sabría como responder —No sabía por dónde venía. Es un gusto verte Daniela pero no puedo quedarme más tiempo.

Daniela.- No, no, ¿Cómo te vas a ir así? Ven a sentarte conmigo y come algo. —Pone una mano por la espalda de Vero y la encamina hacia la mesa.

Algo dentro de ella la carcomía por dentro la curiosidad era más grande. Ella quería saber porque se encontraba ahí y haría lo que fuera por descubrirlo.

Vero.-  — Se sentó justo al lado del lugar de Daniela —¡Ay Daniela! Es que yo no debería estar aquí además tengo unas cosas que hacer.

Daniela.- Pero claro que debes estar aquí y no creo que esas cosas sean más importantes que divertirse. Aunque me sorprende verte aquí.

Vero.- Créeme que a mí igual. —Rodó los ojos con algo de frustración —Y por eso creo... —Fue interrumpida por Daniela.

Daniela.- ¡Nada!. Es más toma algo —Le da una copa de vino. —Eres una mujer que trabaja demasiado como para no disfrutar por lo menos un momento. —Explicó mientras miraba con una sonrisa a la mujer tomar un poco del vino.

Verónica ya no quiso llevarle la contraria a Daniela, sabía que no haría que se fuera por más resistencia que pusiera. Ambas ellas continuaron hablando de temas triviales. Verónica trataba de evadir el tema de Ana pero pensó que seria cada vez más difícil y más porque Daniela ya estaba un poco ebria.

De pronto Diana A tomó el micrófono y comenzó a decir algunas palabras.

Diana A.- Primero que nada, quiero agradecer a todos por venir. Sé que dejaron muchos compromisos de lado solo para acompañar a una maravillosa mujer, amiga, compañera, hermana, cantante, compositora pero sobre todo una gran mamá. Esta mujer cumple 46 años de carrera, esta mujer que ha alegrado nuestros corazones con bellísimas canciones, esta mujer que ha pasado por mucho para llegar a donde esta. Un aplauso para mi mamá ¡Ana Gabriel!. —Aplaudió la joven mientras miraba a Ana. El lugar no tardó en llenarse de aplausos después de que Diana terminara de hablar.

Narra Ana

Seguía si creer que Verónica estuviera aquí, era algo que aún no sabía como dimensionar. Estaba tan metida estaba en mis pensamientos que no escuché que Diana A mencionó mi nombre en el micrófono, reaccioné por los aplausos que me daba la gente.

Diana A. —Se acercó a mí. —Muchas felicidades mami.

Ana.- Gracias mi amor —Me paré de la mesa y me acerqué para abrazarla.

Diana A.- ¿Mami no quieres cantarnos algo? —Preguntó y en su voz se notaba la emoción por una respuesta positiva de mi parte.

Tras el comentario de Diana Alejandra todos los invitados comenzaron a gritarme que cantara, quise negarme porque me sentía muy nerviosa. De un momento a otro dirigí mi mirada hacia una de las mesas que se encontraban a mi lado izquierdo y tras eso sentí una mirada en mí. Verónica y yo nos quedamos viendo fijamente para mí fueron horas pero la realidad es que habían pasado sólo unos segundos. Me armé de valor, tomé el micrófono aún con algo de inseguridad, caminé hacía el centro. Tenía demasiados nervios pero quería sorprender a Verónica, quería que ella supiera que sigo dando lo mejor de mí, de alguna manera quería demostrar que había estado bien sin ella, aunque lo hacía más para convencerme a mí que a ella. Muchas preguntas empezaron a invalidar mi mente.

Ana.- ¿Qué quieren qué cante? —Comencé a escuchar demasiadas voces diciendo diferentes canciones —Bueno, como no se ponen de acuerdo dejaré que las organizadoras la elijan —Miré a Diana A y a Diana V.

Diana V.- Pues tú sabes que me encanta "Ay amor".

Diana A.- Sabes que de mis favoritas es "Siempre tú ", pero si quieres puedes cantar "Ay amor" —Me regaló una de sus lindas sonrisas que hacen que mis nervios desaparezcan.

Ana.- ¡Andale!

Diana V.-¿Te gusta la idea?

Ana.- Sí, me gusta la idea

Después de esto comencé a cantar "Ay amor".

Narra Vero

La voz de una joven me distrajo así que dejé de ponerle atención a Daniela que siendo sinceras  en realidad no lo hacía ya que otra cosa era lo que podía rondar en mi mentr, Ana. Me causa muchas cosas el verla de nuevo pero de lo que si estoy segura es que se sigue viendo igual de linda que antes, igual de perfecta, igual de hermosa.

La chica comenzó a hablar, me sorprendí mucho cuando dijo que Ana es su mamá, la joven es Diana A. Tenía demasiado tiempo sin verla, cuando la conocí era una niña.

Con mi mirada comencé a buscar a Ana. Ví que Diana A comenzó acercarse a una mesa y justo le dijo a Ana que cantará, yo solo mantenía mi mirada fija en ella. De pronto Ana me miró, nos quedamos viendo fijamente. Tenía tantas ganas de ir a abrazarla, quería que sus brazos me atraparan de nuevo. Ana comenzó a caminar hacía el centro, ella les pidió a los invitados que le dijeran que cantar. Yo tenía tantas ganas de escucharla cantar de nuevo, después de nuestra separación alejé todo lo que tuviera que ver con ella e incluso le pedí a mi familia que no la mencionaran para nada.

Ella dijo que dejaría la canción a la elección de Diana A y Diana V, al escuchar la conversación  que tuvieron me hizo recordar a una que tuve con Ana hace tiempo en un programa. Un sentimiento de ira me invadió, y era seguro que se notaba en mi rostro. ¿Cómo era posible que le dejara elegir alguna canción? Si ella supiera y creo que lo sabe que yo, Verónica Castro fui la que elegía siempre las canciones que ella cantaría en un concierto, que yo fui su musa, que yo fui a la que le dedicó varios temas.

Diana A y Diana V eligieron "Ay amor", después Ana se preparó y comenzó a cantar.

Se veía tan linda, su voz se escuchaba igual de perfecta que antes. Los recuerdos comenzaron a invadir mi mente, trasportarndome a 1993.

1993

Me encontraba en el sofá de mi casa mirando la televisión cuando de pronto sonó mi celular y contesté.

Ana.- Buenas noches ¿Se encuentra la bellísima Verónica Castro?

Vero. —Reí tras el comentario. —Depende de quien la busca y si la busca una hermosa mujer que haya nacido en Sinaloa el 10 de diciembre de 1955 quiero decirle que está hablando con ella.

Ana. —Mira que casualidad yo nací en Sinaloa el 10 de diciembre de 1955 —rió— Oye Vero ¿Estás ocupada?

Vero.- Mmm.. ¿Por qué?

Ana.- Pues es que quería que vinieras a mi casa pero si no puedes yo voy a la tuya o nos podemos ver otro día.

Vero.- No, no, para nada, ya sabes que nunca estoy ocupada para ti y no te preocupes por eso, yo voy a tu casa, sólo deja le llamo a mi mamá para pedirle que si me puede cuidar a los niños.

Ana.- Si mi vida, entonces te espero. Adiós.

Vero.- Adiós —Colgué la llamada.

Después de colgar la llamada llamé a mi mamá para pedirle de favor que cuide a mis hijos y para mi buena suerte me dijo que si lo haría, después de terminar la llamada con ella subí a mi cuarto para comenzar a arreglarme. Sospechaba que Ana haría algo porque siempre que trama algo me llama. Busqué algo entre mi ropa para ponerme, me puse lo primero que encontré que fue una blusa de rayas y un pantalón olgado al terminar. Tiempo después de cambiarme sonó mi celular de nuevo.

Ana.- ¿Ya estás lista?

Vero.- Sí, ya voy saliendo para allá

Ana.- Ok mi vida, aquí te espero.

Vero.- Si esta bien. Adiós —Colgué la llamada.

Salí de mi cuarto y fui hacía el cuarto de Cristián, mi hijo mayor.

Vero.- Mi amor ya me voy. En un ratito más va a llegar tu abuelita, cuidas a tu hermano en lo que llega ¿Ok?

Cristián.- Ok¿Pero a dónde vas? ¿Con quién?

Vero.- Pues con una amiga. Ana ya la conoces

Cristián.- Ah si, pero no llegues tan tarde.

Vero.- Sí mi amor. Ya me voy que se me hace tarde.

Cerré la puerta y fui al cuarto de Michel como ví que estaba dormido sólo le di un beso en la frente y salí del cuarto. Estaba demasiado ansiosa, tenía tantas ganas de verla.

Salí de mi casa, me subí a mi auto y comencé manejar hacia la casa de Ana al llegar me bajé del auto y toqué a su puerta, ella salió y a pesar de no traer maquillaje encima se veía tan perfecta. Me invitó a pasar y ambas entramos. Fue inevitable no notar un aroma a comida.

Vero.- Mmm.. Huele delicioso ¿Qué hiciste?

Ana.- Algo que te va a gustar mucho —Ella caminó hacia la mesa y alejó una silla indicandome que me sentará.

Vero.- ¡Uy! Que caballerosa —me senté en la silla mientras miraba el plato —Esto se ve delicioso.

Ana.- Y sabe mejor —se sentó en una silla frente a mí.

Vero.- Eso no lo dudo y más porque lo hiciste tú.

Ana.- Pues tú eres mi motivación para hacerlo.

Después de cenar la ayudé a recoger la mesa y a lavar los platos. Seguido de esto nos dirigimos a la sala y nos sentamos en los sillones de la sala. Ana tomó su guitarra y comenzó a tocarla.

Ana.- ¿Quieres qué te cante algo? A ver dime que te gustaría.

Vero.- Mmm, pues me gustan todas tus canciones pero mejor sorprendeme.

Ana.- Ya sé lo que te va a gustar.
—Comenzó a tocar la melodía de "Ay amor" en su guitarra —Te encuentro de nuevo, me inquieto y no puedo fingir que da lo mismo tu presencia frente a mí [...] Ay amor no sé que tiene tu mirar que día a día me conquista más y más.

Paró de cantar y me miró, me puse nerviosa, después de un tiempo saliendo aún lograba ponerme nerviosa con una mirada, ella lo notó y sonrió triunfante, tras esto tomó mi cabello y lo puso detrás de mi oreja. La miré y si pensarlo dos veces la besé. Ella poco a poco comenzó a recostarme en el sillón...

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