—La modelo más codiciada del momento Bella Campbell a sorprendido a sus seguidores de Instagram tras está mañana haber subido una serie de fotos a su cuenta, dónde se le podía ver a la joven modelo con un ardiente traje de baño que deja ver el cuerpo de envidia que tiene.
La modelo ha dado demasiados consejos que ella misma sigue día a día desde sus dietas hasta sus ejercicios de Pilates pero es el boxeo lo que más a contribuido para tener ese cuerpo de infarto, no hace mucho que a la modelo se le a estado viendo continuamente en clubes nocturnos junto a sus amigos y esto está comenzado a preocuparles a sus seguidores ya que temen a que algo malo le pasé, Bella a estado bastante activa en sus redes sociales después de haberlas dejado por mucho tiempo, dónde pone al día a sus seguidores y muchos de ellos se han dado cuenta del trabajo excesivo que la modelo tiene y creen que ella sale para relajarse un poco.
Aunque otros creen que se trata de un acto de rebeldía y que la fama se le ha subido a la cabeza ya que constantemente las fotografías que se obtienen de ella en las calles de Los Ángeles casi siempre tiene algo para cubrirse.
Y como siempre hay una parte que la protege y la otra que la crítica.
¿Tu qué opinas respecto a este estilo de vida que la modelo está adoptando?
Y está a muy pocos días de celebrar su cumpleaños número 23 y todos estamos ansiosos de saber cómo lo celebrará este año.
Pause el vídeo y volví a ponerme las gafas de sol, puse mi celular sobre mi estómago y tome mi cerveza para darle un sorbo, no tenía ganas de enojarme por videos como ese por lo que decidí ignorarlos.
El calor en LA estaba tan insoportable que ni el aire acondicionado servía en estos momentos, estaba en el jardín bebiendo una cerveza cuando sentí mi celular vibrar sobre mi estómago.
Lo tomé y vi que tenía un mensaje nuevo.
Solecito ;)
Hola extraña
Estás ocupada??
Hola solecito
No, pero estoy al borde de la locura con este insoportable calor.
Estás en tu casa??
Así essss
Genial, te veré en diez minutos, iremos a Malibú.
Y como siempre Luke salvando mis días, después de ver el mensaje me levanté de la silla y dejé todo lo que estaba haciendo para subir a ponerme un traje de baño de una pieza, me puse unos shorts cortos y unas sandalias, tome un pequeño bolso y metí lo que sería necesario, hace una semana que había salido con los chicos y no habíamos hablando desde entonces y la razón era es que estaba saturada de trabajo y supuse que Luke igual, diez minutos después Luke estaba tocando la puerta.
Con emoción baje corriendo las escaleras y me asegure de que todo estuviera en orden antes de irme, y luego abrí la puerta encontrándome con el rubio quien sonreía abiertamente, sin decirle algo me lance a el para darle una abrazo y besar su mejilla.
—Hola solecito —le dije una vez me que había alejado de él.
—Hola Ángel —susurró.
Él tomo la bolsa que tenía en manos para que yo pudiera cerrar la puerta de mi casa y después de eso, el tomo mi mano y caminamos hasta el auto rojo que estaba estacionado frente a mi casa, puso la bolsa en los asientos de atrás y luego me abrió la puerta como todo un caballero.
—Gracias —le dije después de que cerró la puerta y rodeó el auto pata entrar.
—¿No sientes calor con esa chaqueta?
—Por supuesto que sí, pero es una de mis favoritas.
—Claro, me estaba olvidando que estaba hablando con Luke Hemmings.
Sonrió y puso el auto en marcha, el aire movía mi cabello de un lado a otro, tenía puesto mis gafas de sol más oscuras que tenía, había puesto algo de música y misteriosamente lo primero que se escuchó al ponerle play a el reproductor fue la voz de Luke.
Había escuchado todas sus canciones y me las aprendí rápidamente por lo que al escuchar la canción de More una de mis favoritas del álbum más reciente que tenían.
—Why can’t we choose our emotion? —Luke sonreía y luego se unió a mi—, what can se choose them. ‘Cause we could feel something’s broken...My heart.
Había visto ese vídeo cientos de veces y siempre me causaba tanta gracia la forma en la que cantaba esa parte.
—Ese día de verdad que estaba muy ebrio —dijo entre risas.
—Sí, todos ustedes parecían estarlo en especial Michael y Calum.
—Sí sobre todo ellos…
La canción seguía reproduciéndose y yo había entrado en mi modo fangirl que Luke no se resistió y termino cantando conmigo cuándo Why won’t you love me comenzó.
—Why won’t You Love me?, You imagine when you clouse You eyes, you’re me with me on the other side, so, why won’t you love me?
La canción había terminado, Luke se había puesto unas gafas rosadas que le quedaban de maravilla por lo que no pude evitar tomar mi celular y tomarle un par de fotos sin que él se diera cuenta. Y después de treinta minutos de camino y un álbum completo habíamos llegado a la playa de Malibú, Luke se había puesto una gorra y unos lentes más oscuros y yo hice lo mismo, tome mi bolsa y Luke tomo las cosas que estaban detrás y luego el convertible expandió todo para cubrirlo y así proteger el interior, se acercó a mi y me abrazó por los hombros mientras canturreaba una canción.
—When I close my eyes and try to sleep, I fall apart, I find it hard to breathe. You’re the reason, the only reason.
Tomo mi mano que estaba libre y comenzamos a caminar sobre la arena caliente de la playa, hicimos nuestro mayor esfuerzo en qué nadie nos viera la cara y vaya que ese “disfraz” de gorra y anteojos sirve. Después de haber caminado por una ora a la orilla del mar mientras Luke cantaba una que otra canción encontramos el lugar perfecto.
Era un lugar solitario, no había nadie alrededor y había una estupenda sombra, tomo una toalla y la puso sobre la arena y luego se sentó en ella, hice lo mismo y dejé mi bolso a un lado, él se quitó la chaqueta y quedó con una camiseta blanca y la bermuda negra.
—¿Una cerveza?
—Por supuesto que sí.
Me pasó la cerveza ya destapa y luego de eso bebí un poco y el hizo lo mismo, el lugar era bastante relajante y la compañía de Luke muy tranquilizante. Era el ambiente perfecto. Bebí otro poco de la cerveza y me puse de pie y el rubio me observó con el ceño fruncido.
—¿Qué haces, ángel?
—Iré al mar, por eso hemos venido, ¿no? —me quité el short y las sandalias y tire las gafas—¿qué esperas, Luke?
Camine hasta la orilla del mar y sentí como mis pies se hundían en la arena mojada y dejaban y linda sensación, me adentré y más y segundos después me encontraba nadando en el mar y pude ver a Luke a lo lejos, a pesar de la distancia pude ver que tenía una linda sonrisa en el rostro, negó un par de veces, se levantó y se quito la camiseta para dejarla en el suelo, también se quito la gorra y los anteojos, con pasos lentos se adentro al mar y segundos después lo tenía frente a mi.
—He venido para impedir que te ahogues —sus hoyuelos se marcaban perfectamente en sus mejillas.
—Qué considerado de tu parte Luke…
—No es consideración, estoy cuidando de ti porque me importas Bella…
Sentí como mi corazón se aceleraba y el nerviosismo se apoderaba de todo mi cuerpo, me límite a darle una sonrisa, pues no sabía que era lo que se supone que debería de decirle…me sumergí en el agua y avancé un poco más, y en ese momento estaba agradecida con Taylor por haberme enseñado a nadar desde pequeña o de lo contrario estaría ahogándome en este momento.
Le había lanzado agua a Luke ya que vi que su perfecta cabellera estaba intacta y el me lo devolvió casi a el instante, comenzamos lanzarnos agua mientras nadábamos no muy lejos de la orilla, su cabello caía alrededor de su rostro cubriéndole los ojos y se veía tan gracioso, me reí un poco, el se quitó el cabello de los ojos y se unió a mi, sin duda escuchar su risa era como música para mis oídos, sin duda quería la risa de Luke como tono de llamada.
—Esto es hermoso —murmuré, mi cabeza estaba recargada sobre el hombro de Luke, su respiración era lenta que resultaba tranquilizante.
—No creo…—me aleje de él para verlo a los ojos, con suma confusión, ¿cómo podía decir que esto no era hermoso?
—¿No? —sus labios formaban una diminuta sonrisa, ¿esto le divertía?, negó un par de veces y se enderezó y su rostro no estaba muy lejos del mío.
—Tú eres más hermosa que esto…
Sentí como mi corazón se encogía, su voz era tan suave que le daba otro toque a lo que había, dicho tenía una tierna sonrisa dibujada y sus ojos azules como el más profundo océano brillaban, sentí como mis mejillas ardían y sabía que estaba más roja que un tomate en ese momento…
—¿A caso estás flirteando conmigo, Luke Hemmings?
Se relamió los labios y su sonrisa se ensancho, y en un movimiento rápido me tomo de la cintura e hizo que me sentará sobre sus piernas, me abrazó y con una de sus manos acarició una de mis mejillas y movió mi cabello detrás de mis hombros.
—Sí…estoy flirteando contigo Isabella Campbell —confesó con suma sinceridad—, me gustas demasiado, Ángel.
Dejé de respirar por unos segundos, mi corazón latía con fuerza parecía que quería salirse de mi pecho y en mi cuerpo estaba experimentando por primera vez todas las emociones y sentimientos posibles. Sonreí lo más que pude y puse mis manos sobre su rostro.
—Tú también me gustas, Luke.
Y esas fueron las palabras suficientes para dar paso a lo siguiente, se acercó hasta mi y sus labios tocaron los míos, eran suaves y cálidos.
Sus labios se movían lentos sobre los míos, sus manos estaban en mi cintura y mis brazos rodeaban su cuello y enrede mis dedos en sus lindos rizos y en mitad del beso sentí como él sonreía. Dejo un pequeño beso sobre mis labios y después se alejo unos centímetros de mi rostro, paso su mano por mi rostro y llevo un mechón rebelde detrás de mi oreja.
—¿De verdad crees que soy más hermosa que un atardecer?
—Eres mucho más hermosa que cualquier cosa ángel, no deberías de dudarlo—beso la punta de mi nariz.
Le regale una sonrisa y lo abracé el respondió e hizo que me acostará sobre él sin dejar de abrazarme mientras observábamos a el sol ocultarse y ser reemplazado por la luna y miles de estrellas.
Nuestros pies se hundían en la arena húmeda, la marea estaba amenazando con subir más, ya había anochecido y era momento de regresar. Aunque siendo sincera creo que ni uno de los dos quería hacerlo. Sujete mi cabello y me hice un bum mientras que Luke también tenía uno, nos habíamos puesto las gorras nuevamente al igual que las gafas, sabíamos que el sol ya no estaba pero no queríamos ser fotografiados por alguien.
Íbamos tomados de la mano caminando a la orilla del mar a la luz de la luna, mi mente aún estaba procesando lo que había pasado hace una hora, había besado a Luke y me había dicho que le gustaba, al recordarlo sonríe y sentí mis mejillas arder.
Me sentía tal adolescente enamorada, Luke simplemente era perfecto, sin soltar mi mano en ningún momento paso su brazo por mi hombro para abrazarme y recargar un poco su cabeza son la mía.
—¿Ya mencioné lo hermosa que eres? —susurró.
—No, creo que no lo has hecho.
—Eres demasiado pero demasiado hermosa Isabella Campbell —sonreí aún más.
—Y tu eres increíblemente hermoso Luke Hemmings.
Depósito un beso en mi frente y me acerco a él aún más, estábamos llegando a el lugar que es mayormente turístico en la playa de Malibú, las luces de los pequeños bares y fogatas iluminaban el camino. Caminamos con naturalidad entre las personas que aún se encontraban en la playa, caminamos hasta llegar a la acera y encontrar el auto de Luke, me abrió la puerta y antes de que yo entrará metió las cosas y cerró la puerta una vez que estaba adentro, lo rodeó y luego entro. Puso las llaves en el auto pero antes de girarla para poner el motor en marcha me vio a los ojos, se había quitado las gafas y la gorra, sus preciosos ojos brillaban como miles de estrellas juntas.
Puso su mano en mi mejilla y disfrute de su cálido tacto, quitó con cuidado las gafas de sol y me vio por unos segundos para después regalarme una sonrisa coqueta y acercarse hasta besarme, sus labios se movían de una forma maravillosa que me hacia sentir en la nubes. Sus manos estaban en mi cuello atrayéndome más a él, por la falta de aire tuvo que parar el beso, nuestras respiraciones eran aceleradas y su aliento caliente chocaba contra el mío. Pasé mi mano acariciado su suave y lindo rostro, al momento en que mis manos lo tocaron cerró los ojos y soltó un suspiro, me acerque a él y besé la punta de su nariz, sonrió, los hoyuelos se marcaron en amabas mejillas.
—Si sigues haciendo eso, mi corazón reventará por tanta emoción —masculló.
—Créeme el mío también está apunto de hacerlo.
—Parecemos dos adolescentes enamorados…
—Sí, eso es lo que parecemos en este momento y me gusta.
—A mi me gustas tú.
—A mi también me gustas.
Beso cortantemente mis labios, puso el auto en marcha y durante la carretera había puesto el estéreo para que nada fuera silencioso y vaya que funcionó, yo iba cantando y Luke de vez en cuando se unía, me di cuenta de que parecía estar concentrado en otra cosa, su rostro se mantenía relajado pero su dedo índice golpeaba constantemente el volante como si estuviera armando un ritmo totalmente diferente a la canción de Miley Cyrus.
Y como se veía tan concentrado no quería interrumpir lo que fuera lo que estuviera haciendo, el aire entraba por las ventanas y veía los rizos de Luke moverse de un lado a otro, cuando llegamos a un semáforo este se puso en rojo, Luke tomo mi mano y dejo un beso en el torso de este.
Esto era simplemente perfecto que las palabras no eran suficientes.
Iríamos a mi casa ya que es la que queda más cerca que la de Luke, después de un camino largo disfrutando del aire y de la presencia del rubio, habíamos llegado a mi casa, bajamos del auto, Luke camino hasta mi y paso su brazo derecho sobre mi hombro para abrazarme y no soltarme ni un momento, abrí la puerta de mi casa, entre yo primero y luego Luke, deje las llaves sobre la mesa y luego él apareció frente a mi.
—¿Tú casa suele ser así de silenciosa?
—Todos los días es así…parece como si nadie viviera aquí.
—¿No has pensado en conseguir una mascota para hacerte compañía?
—Claro que lo he hecho, pero no dispongo del tiempo suficiente para tener una aquí, no me gustaría dejarla por largos lapsos de tiempo sola. Me siento tan solitaria en esta casa…soy como un corazón solitario vagando por los pasillos de esta casa.
Él me sonrió con un poco de nostalgia, me rodeó con sus brazos y beso mi cabello.
—Te prometo que ya no volverás a estar sola.
—¿Te quedarás a mi lado?
—Siempre lo haré…no será fácil deshacerte de mi.
—No quisiera deshacerme de ti.
—Yo tampoco ángel.
Nos quedamos así por varios minutos pero el momento mágico fue interrumpido por mi estómago.
—Muero de hambre…
—Creo que hoy es el día en el que te deleitaré con un platillo hecho por mi, ¿Qué deseas cenar?
—Yo me conformó con cualquier cosa.
—Bien, te prepararé algo.
Dejo un último beso sobre mi cabellera para luego soltarme y caminar hasta la cocina y sonreí. Después de mucho tiempo esta casa ya no se sentirá como el hogar de un corazón solitario…