Estaba en el avión sentada junto a mi madre, la ultima mirada que me lanzó Andrés antes de irme se que quedó grabada en la retina y no era capaz de quitármela de la cabeza. Mi madre me vio un poco perdida.
-Hija sé que es muy duro dejar todo atrás, pero ya verás como no te arrepentirás.
-Que no me arrepentiré? Estoy borrando 18 años de mi vida y tengo que empezar de nuevo todo-dije en un tono cabreada, como si mi madre tuviera la culpa de que no nos quedara más remedio que marcharnos.
-Andrés, te quiere mucho verdad?
-Si mamá, pero ahora no quiero hablar más del tema.
-Hay hija es un buen chico, ya verás que si él verdaderamente está hecho para ti, acabaréis juntos en un futuro y no importan los kilómetros que os separen.
Mi madre como siempre intentando animarme, y tan positiva, pero hay veces en las que por más que uno quiera todo sigue igual de nublado.
Por fin llegamos, Madrid era muy distinto a Barcelona, cuando llegamos allí era el sábado por la tarde así que no empezaría el instituto hasta el Lunes.
La casa era bastante amplia, caminé hasta el fondo del pasillo hasta llegar a mi habitación y comencé a desempaquetar cosas, pero me empezó a sonar el movil, era Andrés.
-Hola, ahora te iba a avisar, ya he llegado-le dige yo.
-Te llamaba porque ya te empezaba a hechar de menos.
Una lagrima recorrio mi mejilla.
-Te quiero...
El corazón me latia tan rapido que creia que iba a explotar, nunca había hechado tanto de menos a nadie y solo cuando llevo sin verlo unas horas.
-Yo no puedo aguantar así tanto tiempo, he pensado mil formas, tenemos que estar juntos.
-Sabes que hasta dentro de unos meses no acaba el instituto y seguramente tendré que seguir aquí, mis padres no podrán permitirse que estudie en otra ciudad.
-Pero quizás yo si me pueda marchar de aquí...
Yo sabia en lo que estaba pensando.
-Podria marcharme a Madrid y alquilamos un piso, tus padres lo entenderan, yo hablaré con ellos.
La verdad esque me parecia una idea perfecta pero... A mis padres no le parecerá bien que su hija se vaya con 18 años de casa, aunque Andrés hiciera todo lo posible para convencerlos.
-Pero Andrés, mis padres no te lo pondran tan fácil.
-Hagamos una locura marchémonos
-Pero tu estas loco, tu serias capaz de hacerle eso a tus padres?
-Bueno... Pero como esto se alargue demasiado no tendré mas remedio que ir a por ti.
-Lo siento Andrés mi madre me llama que necesita ayuda, mas tarde hablamos.
-De acuerdo, te quiero.
Colgué inmediatamente, parece que no entiende el término de mudanza, que significa, me voy para siempre, no temporalmente. Sería estupendo que pudiera venir a estudiar aquí, y podamos estar juntos. Durante un rato me planteé como sería mi vida si viviera a solas con él, sería tan perfecta pero no quiero hacerme ilusiones y luego darme de bruces. Más tarde recibí un mensaje de Marta.
-Lucía espero que hayas llegado bien, en un rato cuando pueda te llamo.
No le dige nada, simplemente me quedé a esperar a que me llamara.
Me cambié a fuí yo sola a dar un paseo por la manzana, salí de mi casa concentrada en la pantalla de mi movil cuando me tropecé con un chico, alcé la mirada, era bastante guapo, el pelo era de un color castaño claro, casi rubio y con unos impresionantes ojos azules que podían hacer que te quedaras empanada mirandolos.
-Lo siento- digo el chico mirandome con una sonrisa.
-No..no te disculpes, ha sido culpa mia.
-Eres nueva por aquí?-me preguntó
-Si, he llegado esta mañana- le contesté mientras lo miraba de arriba a abajo, era guapisimo.
-Lo siento no me he presentado, yo me llamo Samuel.
-Yo soy Lucía.
-Encantado de conocerte Lucía, aceptarías una invitación turística por Madrid conmigo?-me preguntó.
Me quedé sorprendida con la desenvoltura que tenía, acepté ir a dar una vuelta, y que me enseñara Madrid, también me vendría bien conocer gente y hacer amigos.