Ella estaba cerca. Estaba muy cerca.
Selina. Selina.
Su ángel. Su luz. Su faro en las tinieblas de la muerte.
Cassiel tenía frío. Mucho frío.
¿Cuándo ella llegara hasta él volvería a sentir? ¿Podría agarrar sus manos, acariciar su tibia piel y refugiarse en su calidez?
Hacía mucho tiempo que Cassiel esperaba. Hacía mucho tiempo que Cassiel dormía.
Al menos no estaba solo. Había otros como él. Fantasmas. Muertos. Pero él... Él no estaba muerto, al menos no tanto como el resto de las almas que vagaban por el mundo. Y, aunque estuviera algo más vivo tenía algo en común con todos los demás; todos los espíritus se aferraban a algo: a la venganza, a la tristeza, a la pérdida, a una vieja casa derruida, al amor de su vida... Cassiel tenía su propia ancla. Tenía a Selina, Selina Wiley.
Desde que ella nació pudo abrir los ojos. Pudo ver un pedacito de mundo. A veces el puente entre ambos se volvía sólido y lograba llegar hasta ella, inmiscuirse en sus sueños o a veces incluso hablar con ella. Para él cada momento a su lado era como un tesoro, un diamante que observar cuando ella no estuviese.
Imágenes a colores brillaban en su memoria; Un infante gateando por una alfombra de bordados rojos y azules. Una niña pequeña haciendo castillos de arena en la playa. Una muchacha refugiada en sus novelas, escondiendo sus sonrisas tras las páginas de un libro.
Recordaba su primera caída. Recordaba su primer día de colegio. Recordaba su primer diente caído. Recordaba su primer beso o su primer corazón roto.
Cassiel había estado para ella esas primeras veces. Viéndola crecer, viendo cómo día tras día se hacía fuerte. Y, en aquellos diecisiete años, había vuelto a sentir amor. Un amor que pensó que sólo sentiría por su hermana Devorah, el amor que un padre debería sentir por un hijo, el mismo amor que sienten dos almas que son una.
La quería. La amaba con todo su ser. La conocía mejor que nadie, incluso mejor que ella misma. Era fuerte, era valiente y tremendamente inteligente. Siempre lo había sido, desde el primer día en aquel ominoso mundo. Todavía recordaba ese bebé lleno de vida, esa sonrisa sin preocupaciones... Recordaba como ella había abierto esos gigantescos ojos castaños capaces de atrapar al mundo entero y lo había mirado a través del velo. Cassiel sabía que lo había visto, estaba seguro.
Gracias a Selina vivió lo que era sentir en el calor de un hogar o lo que significaba la verdadera libertad. Había vivido una nueva vida desde el principio. Cassiel era consciente de que aquello era un regalo que el destino le había dado, algo que pensó que jamás tendría.
Él era feliz. Extrañaba a su hermana, extrañaba respirar o incluso el propio latido de su corazón. Pero si Selina seguía viva, si seguía sonriendo y luchando... Merecería la pena.
No mentiría al decir que al principio Cassiel se había sentido desorientado. Se encontró en el plano de los espectros décadas después de su último recuerdo vivo. ¿Habría muerto en Dresde? ¿Qué habría sido de Devorah? ¿Estaría también muerta? Si estaba muerta, ¿dónde estaba su espectro? ¿Ella había podido ascender? Mientras averiguaba lo que le estaba ocurriendo, su espíritu se veía arrastrado múltiples veces a la vida de esa preciosa bebé.
Sí, sabéis quién es. Selina, Selina Wiley.
Las verdades llegaron a él con los años: no estaba muerto, Selina era una heredera de Cybele y además era la chica que había visto en sus sueños aún cuando vivía. Su doncella. Su luz.
Se había prometido que cuando ella lo encontrara jamás se separaría de su lado. Sería su guardián, su protector. Cassiel lo sabía. Sabía que daría su vida por ella, sabía que cuidaría de su sonrisa y destruiría a todo aquel que se interpusiera en su camino.
Selina.
Su ángel. Su luz. Su fe.
Ella estaba cerca, muy cerca y hacía frío.
Frío, frío, frío. Mucho frío.
¿Sería lo que sentiría incluso vivo? ¿Sólo frío?
—NotadeAutora—
✨¡Hola!✨
Sé que son muy cortitos y por eso mismo los estoy subiendo entre semana :) Nos queda muy muy poquito, el lunes ya terminamos. Cuando acabemos con Éter, estad atentos a mis redes sociales pars saber que ocurrirá con Kronos y cuándo comenzaré a publicar esa jugosa segunda parte.
Aprovecho para felicitarle el cumpleaños a mariposa337 🤭✨ Mi fiel lectorcilla se hace mayor.
Poquito más. Nos vemos el lunes. Os mando mucho amor desde el otro lado de la pantalla y #FELIZMIERCOLESDEETER ❤️