Sincerely, yours » h.s

By -smellycat

94.3K 5.9K 2.5K

"Y aunque el tiempo no lo quiera de esa manera, y la distancia lo acompaña, quiero que sepas que fui tuyo, so... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16, pt 1
Capítulo 16, pt 2
Capítulo 16, pt 3
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34, pt 1
Capítulo 34, pt 2
Capítulo 34, pt 3
Capítulo 34, pt 4
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 43
Epílogo
Agradecimientos + anuncio importante
SEGUNDA PARTE: A LITTLE BIT YOURS

Capítulo 42

1.4K 102 32
By -smellycat

N/a: *pensando que el capítulo le estaba quedando tan largo que mejor lo dividía en dos partes* nah, ni modo, ya han leído capítulos largos así que uno más, uno menos, no le hace daño a nadie jeje

queda un capítulo más y el epílogo *llora*

Filadelfia, veintiséis de junio, 2020

Narra Harry Styles

La música sonaba con fuerza por todo el local y la mezcla de luces parpadeantes con el alcohol en mi cuerpo lograban marearme un poco, pero no lo suficiente.

Estábamos celebrando el inicio del tour con el equipo y algunos amigos más, bailando, bebiendo y conversando. No recordaba la última vez que bebí tanto en una noche así, a tal punto de tener que pestañear un par de veces para que se me aclarara la vista. Igual atribuía todo mi cansancio al largo vuelo de Londres hasta Los Ángeles y luego de Los Ángeles hasta aquí, y a todas las energías que gasté en el concierto de hace unas horas. Simplemente quería irme a dormir al hotel y despertarme temprano al día siguiente para hablar con Lena antes de iniciar mi día, pero Mitch y Adam insistieron en que deberíamos celebrar el comienzo de la gira con esta tradición.

Me encontraba solo en la mesa, terminando uno de los tantos vasos de whisky que me había pedido y haciendo una mueca siempre que el líquido pasaba por mi garganta. No sabía por qué había decidido por este tipo de trago, siendo que me gustaba más disfrutar del sabor del vino, pero claramente, los chicos habían logrado convencerme que el tinto no era adecuado para este tipo de ambientes.

Mitch y Sarah se acercaron, un poco alegres también a causa del alcohol y tomaron asiento en la mesa, jamás quitándose las manos del otro.

—Cambia esa cara, Styles —Mitch arqueó una ceja y yo rodeé los ojos, tratando de eliminar cualquier atisbo de celos que me producía verlos juntos.

—Aw, no seas así —Sarah sonrió enternecida y apretó mis mejillas con cierta torpeza a causa del alcohol—. El tiempo pasará volando y antes de que te des cuenta, volverás a ver a Lena.

Me encogí de hombros, algo desanimado al percatarme que la gira estaba recién comenzando. No me malentiendan, estaba jodidamente feliz y emocionado de viajar por todo Estados Unidos y presentarme frente a miles de personas. Amaba hacer mi trabajo y el hecho de que era bien recibido por mis fanáticos me hacía amarlo aún más. Pero el problema era que me había acostumbrado a la presencia de cierta enfermera, que en meses logró colarse dentro de mi piel con su personalidad y forma de ver la vida, que simplemente encantó mi corazón y mi mente, y que mierda, iba a extrañarla horrores.

Cualquiera diría que se me haría fácil, ya que había pasado casi toda mi carrera en la industria musical sin tener que preocuparme de una segunda persona cada vez que debía viajar y que ya debía de estar acostumbrado, pero ahora teniendo a Lena May en mi vida, iba a ser totalmente diferente. Sabía que ella podía cuidarse por su cuenta, pero aun así tenía la necesidad de protegerla frente a cualquier cosa, y el hecho de estar a un océano de distancia, complicaban las cosas.

Solté un bostezo y vi la hora de mi reloj de muñeca. Eran un poco más de las doce de la noche y no evité preguntarme en qué estará Lena en estos momentos. Moría por saber de ella luego de haberle dejado ese buzón de voz en su teléfono hace unas horas, pero sabía que en Londres era de madrugada y posiblemente estaría durmiendo.

Tomé mi tarjeta y me levanté de la mesa, bajo las miradas llena de duda de mis acompañantes.

—Me iré a dormir, estoy exhausto —le tendí mi tarjeta a Mitch y le lancé una mirada de advertencia—. No abuses.

A Mitch se le alumbraron los ojos cual niño de Navidad al tomar casi toda mi economía en sus manos e hizo un pequeño baile de victoria junto con Sarah, haciéndome reír. Me dirigí hacia los demás para despedirme y comencé a caminar hacia la salida, pero una mano detuvo en mi antebrazo detuvo mis movimientos.

—¿Te vas sin saludar? —una familiar voz femenina se hizo paso por la música y me giré para encontrarme cara a cara con Britney.

Abrí mis ojos en sorpresa mientras ella rodeaba mi torso para abrazarme efusivamente.

—¡Britney! —no quería sonar descortés ante su inesperada y no tan deseada presencia, por lo que fingí un poco de emoción abrazándola de vuelta—. ¿Qué estás haciendo aquí?

—Estaba en Los Ángeles visitando a mis tíos y apenas me enteré de que partías tu gira en Filadelfia, quise darte una visita —me sonrió, dando un paso atrás y apoyando su mano sobre mi hombro—. ¿Cómo has estado?

—Bien, bien —respondí algo distraído, mirando a mi alrededor para asegurarme que nadie nos estaba viendo al mismo tiempo que me alejaba discretamente de su tacto. En estos momentos debía ser extremadamente cuidadoso con la prensa o aquellos ojos curiosos que me rodeaban, ya que con el más mínimo descuido podría desatarse una tormenta.

Ya era conocimiento mundial que yo ya no estaba soltero, y en cierta parte era peligroso, ya que los medios me vigilaban más de cerca, esperando el momento perfecto de hundirme si me ven con otra mujer, tergiversando alguna historia ridícula de que le fui infiel a Lena.

Además, la última vez que me vieron con Britney, recordé el impacto que tuvo en el mundo y en Lena. Si en ese entonces me preocupé muchísimo por lo que pensaba ella, siendo que ni siquiera estábamos saliendo oficialmente, imagínense cómo estaba ahora.

—Desde que estás con Lena que no he sabido de ti —hizo un puchero juguetón, su voz sacándome de mis pensamientos—. Quédate un ratito más y nos ponemos al día, ¿cuándo fue la última vez que nos vimos? ¿En Cambridge? Dios, han pasado meses...

—Sí, sí... —la interrumpí y apreté el puente de mi nariz con mis dedos, tratando de ordenar mis pensamientos y rezando para que no pensara que soy un desubicado—. ¿Lo podemos dejar para otro día? Estoy agotado y quiero irme a dormir.

—Sabes que eso no va a pasar, tontito —me golpeó el pecho juguetonamente—. Mañana partes a Washington, ¿no?

—Sí, pero...

—Pero nada, un trago más no te hará daño. Ven —dicho esto, tomó mi muñeca y me tiró con fuerza hacia el bar del local.

Puse los ojos en blanco aprovechando que no me estaba viendo y apreté mi mano libre en un puño, canalizando toda la frustración y tratando de no explotar de impaciencia en su cara. Miré a mi alrededor y vi que Mitch y Sarah me observaban con cierta duda, quizás preguntándose el por qué no me había ido y el por qué Britney estaba en la misma ciudad que nosotros.

Los siguientes minutos los pasé escuchando sobre su vida. Trataba de poner toda mi atención en lo que me decía, ya que había ratos que me preguntaba por mi opinión, pero la verdad es que el cansancio y el alcohol en mi sangre me hacían pesar los párpados. Pensé que quizás sería buena idea beberme todo el trago de un solo movimiento, pero sabía que si llegaba a hacer eso, alguien tendría que ayudarme a caminar.

—Es divertido —su voz cargada en sarcasmo me sacó de mis pensamientos—. Una persona cuando está enamorada se ve de lo más feliz del mundo. Pero ahora viéndote... es como lo contrario.

—Estoy cansado —recalqué lo obvio y me pasé una mano por mis rizos.

—Por favor, Styles —ella rodeó los ojos divertida—. Todo el mundo sabe que ella te hace ponerla por sobre tu carrera. Desde que están juntos has dejado tu trabajo de lado.

—¿De dónde sacaste tal... estupidez? —inquirí algo molesto, frunciendo mi ceño en descontento—. De los tabloides, me imagino. Siempre están llenos de mierda.

—¿Vas a decirme que es una completa mentira? —elevó una de sus perfiladas cejas y le dio un sorbo a su trago, mirándome detenidamente—. Admítelo, Harry. Ya no eres el mismo desde que esa enfermerita entró a tu vida.

—No puedo creer que me estás diciendo estas cosas —negué con la cabeza, completamente incrédulo a sus palabras—. Amo profundamente a Lena, ella logra entenderme en todos los sentidos como yo a ella y me hace una mejor persona. Quizás tengas razón de que no sea el mismo desde que la conocí, pero es porque cambió mi forma de ver el mundo desde un punto de vista distinto a lo que acostumbro a vivir día a día con toda esta fama.

—Ese es el problema —contraatacó—. Puede que no lo estás viendo ahora, pero es obvio que ella va a hundirte.

Solté un bufido exasperado y dejé el vaso sobre el mesón para levantarme del taburete y marcharme de una buena vez, sin tener los ánimos de seguir discutiendo. Sin embargo, Britney fue más rápida y tomó mi camisa entre sus manos, tirándome hacia a ella con la intención de besarme en los labios, pero pude reaccionar a tiempo y corrí el rostro, sus labios aterrizando en la comisura de mi boca.

—¿Qué carajos, Britney? —me alejé abruptamente al mismo tiempo que le echaba un vistazo a mi alrededor—. ¿A punta de qué hiciste eso?

—Estoy salvando tu carrera —ella sonrió victoriosa, mirando por sobre mi hombro y volviendo a su posición de antes—. Algún día me lo agradecerás.

Giré mi rostro hacia donde estaban sus ojos, pero no vi a nadie. El pensamiento de que alguien pudo tomarnos una foto me alertó, sin embargo, sabía que la seguridad de este local era bastante buena ya que los guardias no dejaron pasar a ningún paparazzi en toda la noche. Aunque claro, aun había otras personas en el lugar que podrían ser responsables de algún registro de esta noche.

Negué con la cabeza en pura decepción por el comportamiento de Britney, y sin decir nada más salí del local, siendo víctima inmediata de los flashes y algunos gritos que me esperaban al otro lado de la calle. Me pedí un taxi y una vez que llegó, me subí y me dirigí de vuelta al hotel, debatiéndome si llamar a Lena o no para contarle lo sucedido.

En fin, seguía un poco ebrio por todo el whisky que había bebido anteriormente, por lo que decidí llamarla mañana en el viaje de dos horas a Washington.

***

Washington, veintinueve de junio, 2020

—¡Pues arréglalo, maldita sea! —Jeff bramó al teléfono mientras que yo no podía creer lo que veían mis ojos, la revista abierta de par en par sobre la mesa.

Me había confiado que lo que pasó en Filadelfia no había sido la gran cosa, hasta pensé que fue todo un sueño ya que al día siguiente no lograba recordar con detalle lo que había sucedido con Britney, por lo que tampoco le había comentado algo a Lena una vez que hablamos al día siguiente.

Pero las fotografías en la revista mostraban todo lo contrario. La noticia reciente de que supuestamente le había sido infiel a Lena salieron esta mañana, mis redes sociales volviéndose locas ante tanto comentarios de mis fanáticas, algunas defendiéndome y otras decepcionadas.

Como siempre, las fotos no decían nada. Había una en donde Britney me sostenía la muñeca y otra en donde nuestros rostros estaban cerca, pero no evidenciaban ningún beso. La ansiedad comenzó a surgir en mi y las incontables preguntas sin respuestas hacían que mis manos empezaran a sudar y que a mis pulmones les faltara el aire. Era la primera vez que vivía este tipo de rumor, y no sabía como enfrentarlo.

Jeff se dedicó toda la mañana a llamar a las páginas y organizaciones en donde publicaron el artículo, amenazando con hacer una demanda por violación a la privacidad si no lo borraban de sus plataformas. Gracias al cielo, varios medios cedieron, pero obviamente el daño ya estaba hecho, y es que las fotos se viralizaron por todos lados. Me preocupé de inmediato por Lena, y tuve la intención de llamarla, pero Jeffrey me dijo que esperara a que arreglara todo esto antes de siquiera tener el tiempo de conversarlo con ella, el cual de seguro iba a hacer mucho.

Miré la pantalla de mi celular, otra llamada entrante por parte de Lena acaparando mi atención. Mis ojos viajaron a Jeff, pidiéndole con la mirada que por favor me dejara contestarle, pero él me hizo un gesto con la cabeza, diciéndome que no mientras marcaba otro número para después llevarse el aparato al oído y repetir nuevamente las mismas palabras que había dicho en otras llamadas.

Pasé mis manos por mis rizos de forma exasperada, despeinándolos y sin importar que mi estilista haya pasado horas arreglándolo para el concierto de esta noche. La voz preocupada de Lena era lo único que ocupaba mi mente en estos momentos.

"Hola, um... Hoy pasó algo en el supermercado y me tiene algo inquieta... ¿podrías llamarme apenas recibas este mensaje? Es urgente, por favor."

A estas alturas, una parte de mí se negaba a admitir que ella ya lo sabía, pero la otra parte aún se aferraba a la esperanza de que no. Desde que Lena eliminó su única red social que la conectaba a las noticias del mundo, sabía que no había posibilidad de que se enterara por su cuenta. Sin embargo, tenía a Tess, quien estaba bastante pendiente de la vida de la gente como yo. Sólo esperaba que no fuera tan buena amiga y no le haya contado, que haya esperado hasta que yo pudiera conversar bien con ella.

—Jeff, por favor —pedí, apretando mi teléfono entre mis manos, los dedos picándome por llamarla—. No puedo hacerle esto, no puedo hacerle la ley del hielo con todo lo que está pasando. Tengo que...

—Harry... —mi mánager me interrumpió, cortando la llamada y sentándose a mi lado—. Estoy tratando de que el mundo no te etiquete como el infiel del siglo, menos teniendo toda la gira por delante. Ya hemos tenido que reembolsar varias entradas de personas que decidieron no ir a tu concierto por este rumor.

—Pues déjame hacer una aclaración a mi twitter, o lo que sea —solté de repente, perdiendo la última gota de paciencia que me quedaba—. La gente creerá que es mentira si yo mismo lo digo.

—Están las fotografías, maldita sea —pasó sus manos por su rostro—. Aunque salgas a desmentir todo, igual habrá un porcentaje que además de infiel, te tildarán de mentiroso.

Dejé caer mi espalda en el sofá, cerrando mis ojos y haciendo el esfuerzo de respirar lentamente antes de que una crisis de pánico apareciera. Joder, detestaba cuando estas cosas pasaran. No tener el absoluto control en estas situaciones simplemente me sacaban de quicio. Eran de esos momentos en donde solo quedaba esperar a que la gente se olvidara del rumor y siguiéramos como si nada. Ya habíamos hecho todo lo posible para eliminarlo y desmentirlo y la verdad es que admiraba a Jeff por tener esa capacidad de moverse con sus contactos en cosa de horas, queriendo lo mejor de mí.

Maldita seas, Britney. Ella había hecho todo esto con la idea de "salvar mi carrera" cuando obviamente estaba logrando todo lo contrario.

—Necesito hablar con ella —murmuré, aun con mis ojos cerrados y escuché una respiración pesada por su parte.

Ya no me importaba la opinión de los demás. Nunca me importó, siendo sincero. Sólo me importaba la de una persona, a quien estaba ignorando descaradamente por petición de Jeff.

—Tienes una hora —sentenció de repente, haciendo que mi cabeza se incorporara de golpe y lo mirara con los ojos bien abiertos—. Tenemos que juntarnos luego con peinado y vestuario para que te pruebes la ropa de esta noche y te arreglen el desastre de nido que tienes en la cabeza, después la prueba de sonido y por último el concierto. Siendo tu mánager te obligaría a no tener contacto con ella hasta el día siguiente... —tragué saliva ante la seriedad de su mirada y luego me dedicó una sonrisa, apoyando su mano sobre mi hombro—. Pero adoro a Lena, así que te doy esta hora para que le des las explicaciones que necesites.

—Una hora es muy poco —musité mientras tomaba mi teléfono y marcaba su número para llamarla por videollamada.

—Lo sé y lo siento —Jeff se levantó y tomó la revista de la mesa para enrollarla en un cilindro y botarla a la basura, yéndose después hacia la puerta—. Pero es eso o esperar hasta mañana. Buena suerte.

Y dicho esto, salió de la habitación.

Tomé una profunda respiración y apoyé mis antebrazos en las rodillas, agarrando el teléfono con mis dos manos a la altura de mi rostro y esperando a que Lena me contestara.

En cosa de minutos, su rostro apareció en mi pantalla y no evité en sentirme aliviado al ver su rostro tan familiar que hizo que mi corazón comenzara a latir desenfrenado.

Dios mío, Harry —trató de sonreír, pero un sollozo salió entre sus palabras, alertándome.

Mierda, se enteró.

—Lens...

No me dio el tiempo de continuar, ya que apenas escuchó mi voz, las lágrimas empezaron a salir de sus ojos. Vi cómo apoyaba su teléfono en otra superficie y se tapaba el rostro con ambas manos, llorando desconsoladamente. Un nudo en la garganta apareció, sintiendo la impotencia de no saber que hacer además de simplemente verla llorar. Tenía muchas ganas de tomar el primer vuelo a Londres y abrazarla, permitirle que moje mi ropa con sus lágrimas al mismo tiempo que le susurraba que todo iba a estar bien. Pero por cosas obvias, no podía darme dicho lujo.

Es Piper —dijo entre respiraciones cortadas, tratando de calmarse para explicarme—. Tuve que dejarlo en el veterinario porque le encontraron un tumor en el estómago...

—Oh, bebé... —murmuré, sintiendo la pena rodear mi corazón al escuchar esa noticia—. Lo siento tanto, ¿cuándo sabrás más?

Mañana —se limpió las lágrimas con el dorso de su mano y sorbió por la nariz—. Mañana sabremos si es benigno o no, luego me dirán qué hacer.

—Por favor, mantenme al tanto. Amo a esa bola de pelos, ¿le has mostrado mi foto como te lo pedí? —sonreí con el propósito de sacarle una sonrisa, pero no tuve éxito.

Ella asintió desganada y apoyó sus antebrazos sobre la mesa, pasando un dedo sobre la madera. Respiré profundamente al mismo tiempo que reordenaba mis ideas en la cabeza, tratando de escoger las palabras exactas sin que las malentienda.

—Tenemos que hablar —dijimos al mismo tiempo. Normalmente nos reiríamos de aquello y bromearíamos que estábamos conectados o algo parecido. Pero en estos momentos era tanta la seriedad en nuestras voces que ni siquiera nos pareció cómico.

Nos quedamos en silencio unos segundos, la verdad es que no tenía ni la más mínima idea de cómo continuar. Ella soltó un suspiro roto y sonrió amargamente.

¿Vas a terminar conmigo? —preguntó y abrí los ojos de par en par.

—No, por supuesto que no —negué inmediatamente, pensando en la razón del por qué sacó esa ridícula conclusión—. Pero hay algo que debes saber.

Ella asintió con la cabeza, mordiéndose el interior de su mejilla, dándome a entender que sabía más o menos lo que se venía.

No sé si estoy lista...

—Britney trató de besarme —la corté, esperando a que si soltara la noticia de golpe fuera mejor para explicarme. Lena entreabrió sus labios en sorpresa, y antes que dijera otra cosa, continué:—. Tengo poco tiempo para explicarte y podemos hablarlo mejor otro día, pero quiero que sepas que sea lo que sea que hayas visto, no pasó absolutamente nada, ¿vale? No quiero que...

Woah, woah, Harry, respira —no me había dado cuenta que estaba hablando tan rápido que me quedé sin aire y agradecí en cierta manera que Lena me haya interrumpido para recuperar la respiración—. No estoy entendiendo nada, y no, sabes que yo no ando viendo cosas sobre ti, ¿qué Britney? ¿Y cuándo pasó todo esto?

—Britney Jennings, ¿la recuerdas?

Britney Jennings... —murmuró para sí misma y repitió un par de veces más el nombre, como si eso la ayudara a recordarla y luego se detuvo de golpe, abriendo los ojos al darse cuenta—. Oh... espera... ¿esa Britney que hace un tiempo me dijiste que no debía preocuparme por ella?

—Sí, pero...

¿Esa modelo rubia con la que saliste un tiempo y no quitaba sus manos de encima cuando nos vimos en Cambridge? —prosiguió, la molestia invadiendo su voz poco a poco.

—Lens... —traté de detenerla, sin tener éxito.

Dios mío... esa... —apretó sus labios y miró para otro lado— ¡Arpía! ¡Eso es lo que es! Si llego a verla de nuevo, juro que no seré tan amable como la otra vez.

Elevé una de mis cejas con asombro y no evité en sonreír.

—¿Estás celosa? —inquirí con cierta diversión en mi voz y ella me miró tras la pantalla, sus ojos lanzando cuchillos.

¡Por supuesto que estoy jodidamente celosa! —exclamó, poniéndose roja como tomate. Reí ligeramente al verla por primera vez así explotar de celos, y la verdad es que me pareció bastante adorable—. ¡No te rías! ¿Cómo es que ella está allá y yo no? ¿Cómo tuvo la audacia de intentar algo contigo sabiendo perfectamente que no estás disponible?

—Ok, tranquila fiera, respira profundamente —la calmé un poco y ella frunció sus labios, arrugando su frente con puro enojo—. Estaba en Filadelfia porque...

Espera, ¿qué? —pestañeó un par de veces y pude notar que su voz se quebró un poco—. ¿En Filadelfia? Eso fue como hace dos días, ¿o no?

Joder.

¿Y no me dijiste nada al respecto?

Joder, joder, joder.

De todas las veces que hablamos estos días, ¿en verdad no se te ocurrió por lo menos comentármelo? ¿O es que en realidad sí pasó algo entre ustedes y por eso mismo no querías decirme nada?

Me quedé en blanco, mi mente funcionando a mil por hora como una máquina, tratando de pensar en alguna excusa creíble o algo parecido para que no malentienda nada. Al mismo tiempo, mi cerebro mandaba órdenes a mis movimientos para que negara con la cabeza, pero estaba tan descolocado que ni me moví. Demonios, hablar este tipo de cosas por teléfono sin duda era mucho más complicado que hacerlo cara a cara.

—Lena, no es lo que parece...

¿Sabes qué? —me interrumpió y pude ver cómo las lágrimas volvían a acumularse en sus ojos—. Creo que será mejor que...

—No, no digas nada —le pedí, sintiendo el nudo en mi garganta crecer tanto que el aire costaba entrar a mis pulmones—. Perdóname, cariño. En verdad lo siento. No tengo excusas del por qué no te conté antes, pero por favor créeme que de verdad nada pasó entre Britney y yo.

Lena suspiró y apretó el puente de su nariz con sus dedos, cerrando sus ojos y quedándose callada por unos segundos.

Te perdono y te creo —murmuró sin mirar a la pantalla y no supe cómo reaccionar ante dicha declaración, ya que no había ninguna emoción en su voz ni ninguna sonrisa en su rostro—. Pero no sé si pueda seguir con todo esto, Harry...

Sentí que mi alma abandonó mi cuerpo luego de escuchar sus últimas palabras, y mi vista no tardó en nublarse por las lágrimas que amenazaban con salir. No, no podía estar pasando esto. Ella no podía rendirse tan fácilmente a lo nuestro sin siquiera darme los argumentos.

—No estás pensando con claridad, Lens... —carraspeé, la voz saliendo apenas de mi garganta y pasé una mano por mis rizos—. Nena, no tomes decisiones apresuradas, por favor.

Ella acalló un sollozo, tapando su boca con una mano y siendo incapaz de mirarme.

No puedo, Harry —negó con la cabeza—. Están pasando tantas cosas que juro que voy a explotar en cualquier momento...

—Explotaremos juntos, entonces —le sonreí con pena, la primera lágrima deslizándose por mi mejilla—. Ven, toma el primer vuelo que encuentres y hablemos las cosas pero te lo ruego, no me dejes así como así.

No puedo —volvió a decir, su labio inferior temblando—. Tengo muchas cosas que hacer y ahora está lo de Piper...

—Entonces espérame a que vuelva a Londres —insistí y ella sacudió la cabeza—. Tengo un par de semanas libres a fines de septiembre antes de irme a Sudamérica. Puedo volver, podemos arreglar esto...

¡No quiero vivir dos jodidos meses preocupada de que esto pueda repetirse! —exclamó, quitándome la palabra de la boca—. ¡Y quizás cuántas veces más pasará esta mierda de que debas irte y tendremos que aguantarnos la jodida distancia y el tiempo separados! Confío en ti, Harry y sé que eres incapaz de engañarme, pero el hecho que no me hayas contado... ahora no lo sé... Simplemente no doy más, estoy agotada.

Dejé el celular sobre la mesa y froté mi cara con mis manos, secando algunas lágrimas que descansaban en las comisuras de mis ojos. Observé cómo Lena hacia lo mismo, quebrándose poco a poco mientras cubría sus ojos con las palmas de sus manos, sus sollozos resonando por la bocina del aparato.

En ese momento, me sentí muy egoísta. Creí que el tiempo y la distancia no iba a ser problema para mí, pero jamás pensé en lo que significaría para Lena. Me confié mucho en que ella pensaba igual que yo y que ambos estábamos dispuestos a hacer todo lo posible para que lo nuestro funcionara, pero jamás le pregunté qué opinaba al respecto.

Miré la hora de mi teléfono. Sólo quedaban minutos para que Jeff vuelva a decirme que la hora ya había pasado, pero no estaba preparado para dejar la conversación así sin más.

—Cariño, mírame —volví a tomar el aparato entre mis manos—. Lens, por favor, mírame. Hablemos antes de que tenga que irme.

Se secó un par de lágrimas con la manga de su suéter y sus ojos rojos me miraron a través de la pantalla.

Necesito un tiempo —murmuró en voz baja.

—Está bien, lo entiendo —tragué saliva y asentí con la cabeza—. Te pediría que lo hablemos luego de mi show, pero sé que estarás durmiendo. ¿Podemos hablarlo mañana con calma? Todo se solucionará, cariño, te juro que...

No, Harry... —negó con un susurro—. Necesito un tiempo de esto... de nosotros...

Apenas esas palabras salieron de su boca, sentí cómo mi corazón se partía en mil pedazos.

Todo el mundo sabía que los tiempos no funcionaban. Un ejemplo claro fue cuando Ross y Rachel se lo tomaron, y al final de cuentas tuvieron una relación de mierda que tardaron años en recuperar. Yo no quería eso con Lena, no quería abandonar lo nuestro sólo por un miedo de ella que puede ser solucionado si tan sólo tuviéramos la oportunidad de conversarlo bien.

Pero tampoco quería ser el responsable de hacerla sentir tan desesperanzada con lo que estaba pasando. Desde que la conocí, había pasado por tantas cosas que la verdad no sabía cómo seguía en pie y cada día la admiraba aun más por la fuerza y el carácter que tenía.

—Está bien... —aclaré mi garganta y sorbí por la nariz, sin creer que lo estaba aceptando—. Hasta que vuelva de mi tour, ¿ok?

Ella asintió con la cabeza e inhaló profundamente—. Lo siento.

—No lo sientas, cariño. Lo entiendo —le aseguré con una sonrisa, enmascarando el dolor que sentía en el corazón y aguantando mis ganas de seguir llorando—. Ambos lo necesitamos para pensarlo con calma y te prometo que saldremos de esta, ¿está bien? Te amo.

Hizo una mueca y pude notar cómo una lágrima se deslizaba desde la esquina de su ojo hasta su barbilla.

También te amo.

Dicho esto, cortamos la llamada, una ola de emociones y sensaciones recorriéndome por completo. Tenía muchas ganas de expresar mis sentimientos golpeando algo, rompiendo alguna porquería de esta habitación del hotel o simplemente llorando todo lo que mi cuerpo podía permitirme. Pero en lo único que pasaba por mi cabeza era Lena y la incertidumbre de si habíamos tomado o no la decisión correcta. 

***

N/a: :(

Continue Reading

You'll Also Like

312K 10.7K 29
-¿Es malo desea a alguien que no te pertenece?. -Si. -¿Por qué?. -Porque alguien siempre sale lastimado. ESTA HISTORIA NO ME PERTENECE. Portada hecha...
2.6K 202 25
Una chica cualquiera, se ve envuelta en el trabajo de su vida. Desde que a la edad de 15 años unos simples ojos verdes la habían enamorado desde la p...
116K 6.4K 59
Jamás pensé que eso acabaría sucediendo. Jamás pude si quiera pensar en ello. Acababa de empezar a trabajar en una clínica psiquiátrica, donde demen...
194K 6.7K 82
"Puedo sentir que tienes el control de todo lo que soy y lo que he conocido, amarte es mi antídoto" 🏅 #1 golden ➖ 15/11/2020✨ - 15/07/2021✨ 🏅#2 sty...