Al día siguiente de llegar a Hogwarts y del banquete Dumbledore explicó que habría un torneo en el que nadie moriría. Las últimas dos palabras me hacían sospechar, pero creó debo creerle, además es Dumbledore.
Estaba sentada al lado de Neville cuando oí esa risa que atormentaba mis noches y días... Malfoy.
—Pero miren, la estúpida Longbottom se desarrollo en un verano y está buena.
Yo lo trate de ignorar y tomé un sorbo de mi café. Neville me miró con cara de "¿Hago algo" y yo negué.
—Niña Longbottom, ¿que no hablas? —me volví a él con el ceño fruncido este me miró burlon.
—Si hablo—dije lentamente cada palabra—, pero no contigo, Draco.
—¿Cuál era tu nombre?
—No te importa.
—¿Cómo están tus padres? —me pregunto, yo me volví hacia mi comida y traté de ignorarlos.
Un segundo después sentí una respiración en mi oído y luego lo oí decir:
—¿Tus papis están locos, ______? —yo me volví hacia el y le escupi en la cara.
—Imbécil.
Este se limpio con asco y pronunció:
—Mi padre se enterara de esto, Longbottom.
Este se fue con sus gorilas detrás y yo sonreí sin dientes.
—Recuerdo que golpeé a Malfoy—un escalofrío me recorrió. Era la voz de Hermione, ¿me estaba hablando?
—¿Así? —pregunté viendo que se sentada junto a mi junto a sus amigos.
—Si, habló mal de Hagrid, y lo golpeé. Me alegra que lo enfrentes.
—Si a mi también.
—He visto que te gustan los libros—ay Dios, es la primera conversación que tengo con ella de más de hola.
—Hermione siempre está en la biblioteca—dijo Ron.
—No es cierto, sólo es que a veces, me gusta estudiar. A veces no se como no me pusieron en Ravenclaw.
—Y yo a veces no se como estoy en Hufflepuff, ya sabes. Soy leal, paciente y trabajadora, creo que quedaría bien.
—Puede ser que todavía no hemos llegado al punto en el que descubramos la verdadera razón de ser Gryffindor.
—Invitala a hacer algo—susurro Neville en mi oído.
—¿Te gustaría ver mis cómics de batman? —pregunté apresuradamente, y vi que esta lo pensaba mientras untaba su tostada de jalea.
—Claro, aunque prefiero a superman.
Yo sonreí y reí un poco.
—También tengo de esos—dije en casi un susurro.
—¿En la biblioteca a las...?
—¿Después de la última clase?
—Claro, después de la última clase—dijo mordiendo su tostada.
Todo el día estuve ansiosa por el encuentro que tendría con Hermione, ya estábamos en la última clase y esta se sentó junto a mi.
Mentiria si dijera que no la mire toda la clase mientras ella hacía apuntes en un pergamino.
Cuando tocaron la campana, guarde mi libro en mi bulto y vi a Hermione esperándome en la puerta.
—¿Te espero en la biblioteca? —preguntó.
—Está bien, estaré allí en 10 minutos o menos.
—Bien.
Lo más rápido que pude fui a mi habitación, le di comida a Niebla y puse algunos cómics de superman en mi bulto.
Cuando llegue a la biblioteca Hermione estaba sentada distraída tejiendo algo.
—¿Que haces? —dije hacercandome a ella.
—Oh, estoy tejiendo.
—Pensé que tu pasatiempo era leer.
—Lo es pero esto es mucho más importante—dijo, yo me senté.
—Oye, no es por ofenderte pero lo estás haciendo mal, bueno no mal pero estas usando una manera más complicada que la que conozco.
—¿Saber tejer?
—Si, mi abuela me enseñó. A ella le encanta.
—¿Puedes enseñarme, _______?
—Puedes llamarme Blue—respondí, mucha gente me decía así. Ya saben por mis ojos azules, son lo que más resaltan de mi.
—Entonces a mi me puedes llamar Mione.
—¿Alguien te llama así, Mione?
—Antes no, ahora si, Blue—yo sonreí y agarre la lana y empecé a enseñarle a tejer paso a paso.
Esa noche fue una de las mejores de mi vida, creó que estoy enamorada de Hermione. Pero... ¿Ella siente lo mismo por mi?
Él día de hoy decidí que los capítulos de esta historia serán cortos, así tendrán actualizaciones más seguidas y serán más originalmente mías.
Los quiere M.