BABYSITTER

Door Ara_YiZhan

240K 29K 33.4K

Xiao Zhan es contratado para cuidar a un lindo niño que cuyo hermano mayor ama a las niñeras, no hay una que... Meer

EPISODE 1
EPISODE 2
EPISODE 3
EPISODE 4
EPISODE 5
EPISODE 6
EPISODE 7
EPISODE 8
EPISODE 9
EPISODE 10
EPISODE 11
EPISODE 12
EPISODE 13
EPISODE 14
EPISODE 15
EPISODE 17
EPISODE 18
EPISODE 19
EPISODE 20
EPISODE 21
EPISODE 22
EPISODE 23
EPISODE 24
EPISODE 25
EPISODE 26
EPISODE 27
EPISODE 28
EPISODE 29
EPISODE FINAL

EPISODE 16

5.8K 840 708
Door Ara_YiZhan


Xiao Zhan despertó el viernes, el día de su cumpleaños.

Estaba un poco ansioso porque tenía que estudiar y luego no sabía, quizá algunos amigos de la universidad pasarían por su casa y después se seguro irían a beber algo.

Recordó con tristeza a Dilraba que ya no era más su amiga y estaba seguro de que la chica no era una mala persona, solo estaba dolida y podía entender de cierta forma su comportamiento, ella era la que siempre organizaba esos encuentros. Entonces lo más lógico era que no tendría un cumpleaños con amigos, sino uno familiar...

Eso también sería un poco complicado porque ahora sus padres estaban separados y lamentablemente él podía percibir que ese hecho aún le dolía a su mamá más que a su papá e imaginarse que estarían juntos por su cumpleaños lo tenía nervioso, además estaría Yibo por la tarde, y de seguro su papá lo interrogaría.

Imaginarse a todos juntos lo llenó un poco de temor, esperaba que su cumpleaños pasara rápido.

Bajó muy bien arreglado para tomar el desayuno, en el comedor su mamá lo esperaba con una sonrisa y algo en sus manos, era una cajita.

— ¡Feliz cumpleaños, mi bebe! —Dijo con una sonrisa Liu Ting y lo abrazó fuerte.

—No soy un bebe mamá—recalcó y Liu Ting rio, se separó del abrazo de su madre para recibir la cajita—. ¿Y esto qué será?

—Ábrelo.

Lo abrió y era un collar con un relicario un poco extraño, se sorprendió porque se podía ver que era caro y ellos no estaban en condiciones para pagar lujos de ese tipo.

—Mamá...

—Deja que te explique cariño, esto perteneció a tu abuela alguna vez y cuando yo cumplí los dieciocho años y mi papá me encontró embarazada, me llevó a la casa y mi mamá me lo dio, pero ella dijo que este relicario no era cualquier cosa, no era una simple joya, era un amuleto que traería buena suerte. A mí me ayudó a tenerte y luego a criarte como te crie, entonces te lo entrego para que haga lo suyo contigo.

Xiao Zhan lo recibió como quién recibe algo sumamente frágil, y si fue así de especial para su madre de seguro para el también lo será.

Yibo no bajaría porque de seguro seguía durmiendo, así que desayunó solo con su mamá para luego irse a la universidad.

Y efectivamente Yibo bajó cerca de las nueve mientras Liu Ting terminaba de realizar la limpieza de su casa. Yibo vestía muy diferente a los días anteriores, esta vez tenía una chaqueta gris y un pantalón más ceñido y formal.

Liu Ting le ofreció desayuno y ambos se sentaron en la mesa.

—Parece que irás a algún lugar especial —se atrevió a decir y él rió.

—Tengo muchas entrevistas hoy, espero poder estar para la tarde. Señora Liu Ting, ¿Cuál fue el argumento que le dieron las corporaciones de medicamentos para no darle las donaciones que solicitó? —Ella se quedó extrañada por la pregunta.

—Muchas cosas, en primer lugar, debíamos ser una institución y para eso se requiere de inversión, solo somos un grupo de civiles unidos por una causa; luego, ellos buscaban algún tipo de publicidad, sin publicidad no darían nada y eso me molestó un poco, nadie de mi grupo hace esto por fama o por ganarse el respeto de la gente, ellos buscaban hacer una especie de documental y ninguna de mi grupo aceptó.

—Pero quizá eso hubiera movido a más gente que no sabe del trabajo que se hace para ayudar, ¿no cree? —Liu Ting lo pensó.

—Es que es más complicado de lo que parece. ¿Te gustaría que metieran cámaras que filmaran tu desgracia solo para que filmen cómo personas desconocidas le ayudan? Me parece abusivo. —Yibo se sorprendió un poco de lo considerada que era Liu Ting para con los demás.

—Quisiera que me dé una lista de los medicamentos que la gente más necesita.


—&—

En la universidad algunos lo felicitaban y otros no. Aunque no fuera el típico chico popular, si tenía uno que otra muy buen compañero, su viste se fijo en Dilraba que se le acercaba un poco nerviosa, y él evitó verla cuando se sentó a su lado.

—Oye... estuve pensando mucho ayer. —Xiao Zhan giró a verla—. Ya no quiero estar peleada contigo. — Xiao Zhan sonrió antes las palabras de chica, de todas formas ella significaba mucho en su vida y lo que menos deseaba ahora estar lejos de las personas que estimaba—.Estoy saliendo con Lee y ya dejé atrás lo que pasó entre nosotros, yo....yo Zhan Zhan me gustaría pedirte perdón, fui una tonta y te lastime perdóname. —dijo con voz cortada y sus ojos llenos de lágrimas.

—Está bien, no tienes que preocuparte —dijo emocionado—. No tienes que explicarme esas cosas, solo quiero ser tu amigo.

Para Xiao Zhan fue todo un alivio, aunque se daba cuenta de la mirada extraña que Lee le daba. De todas formas, nada sería lo mismo, pero ¿acaso la vida tenía que ser siempre la misma? Personas cambian, relaciones cambian, todo cambia constantemente y él debía asumirlo como también Dilraba.

A la hora de la salida, el profesor Gao Wei se le acercó en el pasillo con una sonrisa, lo abrazó y le dijo que algunos de sus compañeros le avisaron para quedar durante la tarde en su casa.

—¿Dijeron eso? —Pregunto atónito Xiao Zhan

—Oh, era una sorpresa, lo acabo de arruinar —se lamentó Gao Wei y Xiao Zhan rió ante eso, definitivamente ya no era sorpresa.

Regresó a casa un poco más animado. A veces la universidad era así, uno cree que es odiado cuando en realidad no, la gente suele cambiar de parecer muy rápido y cuando uno no suele dar muchos motivos para ser odiado, la gente opta por ignorar y seguir con su vida. Eso había pasado y para él eso era un alivio.

Cuando llego a su casa encontró a su papá muy bien vestido en la salita de su casa quien fue a abrazarlo. Tener un solo hijo en la vida era especial, Xiao Zhan no podía quejarse del amor de sus padres, los dos lo querían por igual, solo que lamentablemente la pareja se había roto. Sabía que su mamá estaba en la cocina solo para evitar estar cerca de Han.

—Feliz cumpleaños años hijo. Quiero mostrarte algo, pero debemos salir. —dijo Han, y Xiao Zhan se inquietó un poco, temía en una pequeña idea de cuál pudiera ser el regalo de su papá.

Salieron y doblaron una esquina, y se asombró de encontrar un auto negro con una gran rosa, que de seguro ese era el gran regalo de su padre.

—Papá, es demasiado, no creo poder aceptarlo.

—Sé que necesitas uno para ir a la universidad, como hombre independiente que ya eres, te lo regalo. —Le extendió unas llaves y Xiao Zhan se emocionó y su vez se preocupó, sabía que su mamá iba a poner muy mala cara porque aún había deudas en casa y Han no quería pagarlas no porque no tenía dinero, sino más bien por Liu Ting, porque él pensaba que ella debía poner una parte.

Regresaron a la casa luego de estacionarlo fuera de su hogar, de todas formas, Xiao Zhan estaba tan emocionado en especial por querer enseñárselo a Yibo y que le diera su opinión con respecto a su auto.


—&—

Yibo no quiso pasar a la casa del pelinegro a la hora del almuerzo porque pensó que Xiao Zhan merecía pasarla solo con sus padres, él no quería arruinar nada.

Estaba estresado hasta la coronilla, su papá tenía mucha razón en cuanto a los trabajos en esas industrias. No era como él pensaba y debía acogerse al sistema o simplemente sería despedido, aun como promotor debía tener jefes que midieran su producción en cifras de dinero que haga ingresar a la empresa. Estaba furioso por eso.

—Venderé sus putas medicinas si me dan un porcentaje de ellas sin costo —dijo ya alterado a uno de los coordinadores quien se rio de su propuesta.

—Bien, podemos darte un pequeño porcentaje de ellas y quitarte parte de tu sueldo.

—Lo que ofrecen pagarme es una miseria.

—Lo justo es lo justo Yibo, si trabajas con nosotros debes vender estos productos y no regalarlos porque no son tuyos.

Yibo salió de ahí y regresó a su casa, necesitaba hablar con Arthur porque él sabía mucho de negocios. Se encerró en la oficina de su papá junto a Arthur quien alzó una ceja por su repentino interés en esos asuntos.

—Necesita una carrera, Joven Yibo.

—A la mierda esas cosas, no quiero estudiar, quiero entrar a trabajar y tengo muchas influencias.

—Pero lo que me dices no podrá ser al menos que entres a la administración de esas industrias y ahí sí tienes influencia.

Yibo se quedó pensando en cómo poder solucionar todo ese maldito dilema. Pronto, su madre entro a la oficina, sorprendiéndose de verlo ahí, bien vestido y con cara de preocupación.

— ¿Fuiste a los lugares que te recomendé?

—Sí y adivina.

—Desististe de trabajar porque lo ves complicado para tu estilo de vida.

—¡No supongas nada! — Hablo serio comenzando a airarse y Carman calló—. Esas gentes son como ustedes, eso es lo que pasa, solo piensan en llenar sus bolsillos de dinero y más dinero. Yo no quiero esa mierda.

—Se trabaja para ganar dinero, Yibo, no veo el problema.

—No lo entenderás, ninguno de ustedes me entenderá, así que no se los explicaré.

Yibo salió de la oficina frustrado. Carman y Arthur se miraron a los ojos un poco extrañados, Yibo parecía diferente era extraño verlo tan impaciente por algo, Carman pensó que era un capricho más como tantas de las cosas que hacía.

—Arthur, ¿crees que tenga algo que ver el niñero? —preguntó bajito y muy consternada.

—No lo sé señora.

—Anda dime, yo sé que no puedo despedirlo, pero tú eres de observar mucho las cosas de mi casa. — Arthur se puso serio y asintió.

—El joven Yibo anda saliendo con ese chico, pero parece ser algo bueno ya que el joven no ha vuelto a salir con sus amigos, esos que le hacían perder el tiempo.

— ¿Mi hijo saliendo con el niñero? —Preguntó ella consternada y Arthur no supo cómo contestar eso—. Dios mío, ¿eso es grave? No sé qué pensar, quizá pueda ser una mala influencia para Jin... ¡El niñero es gay!

—Señora, no se altere. No he notado ni una sola vez que Xiao Zhan haya actuado mal en esta casa, era el joven Yibo quien lo buscaba, pero ahora Xiao Zhan lo ha acogido en su casa.

Carman no sabía qué pensar de todo eso, estaba un poco sorprendida por confirmar sus sospechas, trató de centrarse en las cosas buenas que veía en Yibo, al menos le había dicho que quería trabajar y eso era un gran paso.


—&—

—¿Ya? —preguntó Yibo desde afuera del cuarto de Jin quien se terminaba de perfumar.

—¡Espera!

—No tengo todo el día. Además, deberás pedir permiso tú, dudo que mamá quiera que te lleve.

Los dos hermanos habían planeado ir al cumpleaños de Xiao Zhan, pero Yibo sabía que Carman no los dejaría así no más y surgió la idea de parte de Jin de que podía pedir permiso si ya estaba listo para ir, así presionar un poco a su mamá.

El niño salió perfumado y bien vestido, Yibo sonrió de lado y se sintió un poco celoso, él sabía que Xiao Zhan quería mucho a Jin, claro que en una forma muy diferente a lo que ellos sentían.

La parte difícil vino cuando Jin fue donde su mamá en el estudio y ella se molestó un poco por la pedida de permiso, más sabiendo que Yibo lo llevaría.

—Vamos, mamá, es el cumpleaños de su niñero —reclamó Yibo cuando ella se negó.

—Es que le podrá dar su regalo la semana que viene, ¿no puede esperarse? — hablo ella mientras que Jin estaba comenzando a ofuscarse.

—¡Mami porfis, quiero ir, es importante!

—¡Me parece injusto que me hagas esto, Yibo! —reclamó ella—. Está bien ¡Llévalo si quieres!

Yibo tomó el brazo de su hermanito y lo sacó de ahí. Lo subió a su moto y tomo rumbo hacia la casa de Xiao Zhan. Jin estaba muy ansioso por conocer dónde vivía su niñero favorito y se imaginaba muchas cosas.

— ¿Tiene un jardín en casa?

—No.

— ¿Mascotas?

—No. —Yibo nunca había visto los conejos que tenía Liu Ting en el cuarto de lavado.

—¿Patio?

—No.

—Hum, ¿sala?

—Sí, pero una diferente a la nuestra.

—¿Cómo es?

—Ya lo verás, deja de hacerme preguntas. —Jin no podía imaginarse nada—. Verás, solo te llevo por un momento, de seguro iremos a otro lugar, no lo sé, pero solo es por un momento.

—¡No! Yo quiero estar mucho tiempo.

—No se podrá.

—¡Tú siempre quieres llevarte a mis niñeros! ¡Mal hermano!

—¡Hey! Te estoy llevando a su cumpleaños, deja de gritarme así o te regreso a casa. —Jin hizo un puchero y prefirió guardar silencio.

Llegaron a la pequeña casita y Jin se quedó un poco extrañado, era pequeña de dos pisos con un pequeño jardín en la parte de adelante, puerta de madera y ventanas con cortinas floreadas.

Yibo estacionó la moto, se fijó en algunos autos que ahí estaban, de seguro había llegado gente.

—¡Zhan Zhan! ¡Zhan Zhan! —gritó Jin ya impaciente y la puerta se abrió. Xiao Zhan vestía como una estrella de rock, una chaqueta negra y una polera estampada. Se sorprendió de ver a Yibo junto a Jin y el niño corrió a sus brazos, Xiao Zhan lo abrazó emocionado, no se lo esperaba, Yibo observaba eso desde una distancia mientras terminaba de estacionar su moto—. Feliz cumpleaños. —Sacó de su bolsillo una cajita forrada y se lo dio—. Ábrelo —pidió ansioso.

—Gracias Jin, pasen. — Yibo se acercó a él con una sonrisa tímida en sus labios, lo abrazo para luego darle un pequeño beso rápido en sus labios.

—Feliz cumpleaños, niñero bonito. —Xiao Zhan sonrió y tomó su mano.

—Gracias.

Ambos pasaron y adentro Yibo frunció el ceño inconscientemente. Cerca de siete chicos estaban bebiendo unas cervezas, Han conversaba con algunas amigas del pelinegro, Dilraba estaba ahí con Lee y también el profesor Gao Wei y eso fue lo que más le molesto.

Xiao Zhan estaba nervioso por tener a Yibo en su casa y por otro lado a sus amigos, acercó a Yibo a sus amigos junto a Jin y se los presentó.

—Les presento a mi amigo Yibo y su hermanito Jin. —Los dos saludaron a los presentes y Jin estaba algo sorprendido, no sabía que Xiao Zhan vivía en una casa tan pequeña.

El niño estuvo inquieto queriendo conocer toda la casa, entrando a la cocina y asustando a Liu Ting, metiendo el dedo a su torta de chocolate y luego saliendo hasta que Yibo tomó su brazo. —O te comportas, o nos vamos ahora.

Xiao Zhan se acercó a Jin y lo abrazó para animarlo, sonrió a Yibo quien estaba serio y no quería hablar con nadie, además el padre de Xiao Zhan rondaba por ahí y lo miraba con sospecha y eso lo incomodaba mucho.

—Estamos pensando ir a un karaoke de por aquí, mis amigos quieren cantar algo y... Yibo, quiero mostrarte algo, pero no sé cómo —hablaba emocionado y ansioso.

—Debo llevar a Jin de regreso.

—¡No! —gritó el niño.

—Sí, se hará de noche y Carman se molestará, ¿quieres originar otra pelea más?

—¡Zhan Zhan, dile que quieres que me quede, dile! —reclamó Jin. Xiao Zhan lo miró apenado y luego a Yibo, éste lucía serio, fastidiado.

—Jin, quizá mejor... ¡Ya se! Cuando vaya a tu casa haremos una fiesta larga, ¿te parece? Pero ahora si Yibo dice que debes ir, es mejor que sea así.

—Regreso —dijo Yibo serio y salió de ahí casi arrastrando a Jin. Xiao Zhan salió con ellos y cargó en sus brazos al niño y lo miró a los ojos.

—No vayas a llorar, mira que no ha pasado nada malo, gracias por venir a mi fiesta. —Abrazó al pequeño y éste no lo quiso soltar, se envolvió a su cuello cual koala y fue Yibo quien lo tuvo que jalar para desprenderlo.

Como el niño caprichoso que era estuvo un buen rato discutiendo con Yibo, pero ganó este por ser mayor y solo manejó de regreso a casa.

Xiao Zhan regresó con sus amigos y planearon irse de una vez al karaoke.

El profesor Gao Wei advirtió a los alumnos que solo los acompañaría pero que por ética no podría beber con ellos. Xiao Zhan los llevó hacia la esquina de su casa en donde estaba el auto negro que su papá le había regalado, sus compañeros se emocionaron y Xiao Zhan quiso manejarlo por primera vez.

En casa se quedó Han y Liu Ting, después de tanto tiempo volvían a conversar sin sentirse incómodos, aunque era difícil una reconciliación, Han quería hablarle sobre el futuro de Xiao Zhan, sobre los planes de la construcción del tercer piso y todo lo que tenía que ver con la economía del hogar. Liu Ting se dispuso a escucharlo sería la primera y última vez después de todo.


—&—

Gao Wei se sentó junto a Xiao Zhan en el karaoke y pidieron algunas bebidas alcohol y sin alcohol. Mientras esperaban sus pedidos, Xiao Zhan mandó un mensaje de texto a Yibo con la dirección del lugar.

— ¿Es tu novio? —Preguntó Gao Wei y Xiao Zhan se puso rojo—. Al que nos presentaste.

—Es... es especial, estamos juntos, pero no sé cómo explicarlo.

—Quizá haya llegado el momento que le aclares las cosas, ¿no crees? —Los demás presentes no se percataban de esa conversación, mientras elegían sus canciones o conversaban de sus cosas.

—Quisiera un día poder hablar con usted y me ayude, la relación que tengo con él es un poco complicada... —Su teléfono vibró y Xiao Zhan vio un mensaje de texto.

«Estoy afuera, ven». Xiao Zhan se incomodó un poco y Gao Wei entendió la razón.

—Si tienes que irte, puedes hacerlo, total, el dueño del cumpleaños eres tú, no creo que tus amigos se molesten porque de todas maneras la pasarán bien.

—Lo siento tanto, quisiera que las cosas fueran diferentes, pero algo me dice que él no querrá entrar...

—Sí, creo lo mismo, ya lo he observado. —Xiao Zhan bajó la cabeza.

—¿Cree que funcione? A veces tengo miedo de enamorarme y luego... usted sabe, que se aburra de mí y...

—Si realmente te quiere, permanecerá a tu lado.

—El problema está en que no sé si me quiere, me hace dudar porque él tiene una forma de ver las relaciones tan distinta a mí, pero estoy harto de pelear con él por esas razones y solo busco seguir a su lado porque siento que lo quiero...

El teléfono volvió a sonar, esta vez era una llamada, Xiao Zhan miró a Gao Wei con desilusión y este solo asintió. —Anda, ve, luego si quieres podemos hablarlo un día. Disfruta de tu cumpleaños. —Xiao Zhan se puso en pie y salió, sus compañeros ni se percataron de eso, pensó que podía explicarle a Yibo y convencerlo de entrar un momento para luego retornar a casa.

Yibo estaba afuera, apoyado en su moto en los estacionamientos, Xiao Zhan se le acercó con mirada triste.

—Yibo, adentro están mis amigos, cantarán algunas canciones y la pasaremos bien, ¿vamos?

—No creo. —Xiao Zhan torció la boca en desacuerdo, pero recordó que quería mostrarle el regalo de su papá y tomó una de sus manos para jalarlo.

—Debo mostrarte algo, te gustará.

—¿A mí? ¿Tienes un gemelo? —Xiao Zhan rió y negó con la cabeza.

—Nada de eso, es... ¡Mira! —señaló su auto nuevo y Yibo miro con asombro.

Vio el auto negro y sintió un remolino en su interior, él amaba los autos y aunque ese no era un modelo espectacular, iba bien con Xiao Zhan. Tocó sus bordes y luego quiso abrirlo. —¿Puedo?

—Sí, ten. —Le pasó sus llaves y luego Yibo entró. Tocó el volante y suspiró, Xiao Zhan lo miraba desde afuera.

—¿Qué esperas?

—Pero Yibo...

—Pero nada, vamos a dar un paseíto como se debe, vamos niñero.

Xiao Zhan se mordió el labio por un instante y lo dudó. Tenía a sus compañeros y al profesor Gao Wei esperando por él dentro del karaoke, no sería correcto irse así no más. Pero la insistencia de Yibo lo llevó a subir, total, dar una vuelta y luego regresar no sería mala idea, así que aceptó y subió.

—Solo una vuelta nada más. —Yibo rió ante esa propuesta.

—Te llevaré a las estrellas —dijo con una sonrisa y Xiao Zhan se acomodó en el asiento.

—Más vale que retornemos pronto o pensarán que me he fugado. —Yibo rió y Xiao Zhan le picó en una pierna para que dejara de hacerlo—. No bromeo.

—Tampoco yo. Tuviste tu tiempo con ellos, toda la tarde, en la mañana con tu familia y además con ellos también allá en tu universidad, tuviste un tiempo hasta con Jin, ¿y yo qué? ¿No importo? —Xiao Zhan soltó una risita.

—Yibo, si has estado en mi fiesta y cuando regresemos te daré todo el pastel que quieras...

—Quiero otra cosa —dijo serio y se mordió el labio, Xiao Zhan pestañeó tratando de entender el chiste.

—¿Qué cosa? —Preguntó sonriente ya que Yibo no decía nada—. Oye, dime, qué quieres, aunque el rey del cumpleaños aún sigo siendo yo. —Yibo rio y le guiño un ojo.

—¿no crees que es tiempo de ir más allá? —Xiao Zhan no se esperaba semejante pregunta, así que solo regresó la vista al frente sintiendo el calor subir a su cara.

Se puso a pensar en la propuesta de Yibo. Sintió los latidos de su corazón y el calor de su cuerpo aumentar poco a poco. Estaba ansioso y no supo qué decir.

Ya era de noche y las luces de los otros autos en la autopista brillaban tanto. Su celular sonó y era un mensaje de texto de Dilraba.

—Mis amigos preguntan dónde estoy...—hablo el pelinegro

—Diles que en una fiesta privada. Vamos Xiao Zhan, deja de ser un niño, ellos son tan estúpidos con sus conversaciones de las tareas que el profesor nerd les deja, ¿crees que es divertido hablar de eso en una fiesta? —Xiao Zhan infló un poco sus mejillas.

—Tú estás acostumbrado a fiestas de licor y sexo, yo no. Prefiero las reuniones con amigos a comer algo y contar chistes o hablar de cualquier cosa. —Se cruzó de brazos y para luego llamar. —Dilraba, disculpa, tuve otras cosas que hacer y... y...

—¡La fiesta terminó! —gritó Yibo.

—No seas inoportuno.

—No lo soy, solo te ayudo.

—La fiesta terminó —dijo a Dilraba—. Discúlpame con los demás... Muchas gracias por venir a saludarme.

Yibo torció la boca, Xiao Zhan era tan amable y todo eso le llenaba de un sentimiento extraño que le provocaba zarandearlo o quitarle esa ternura.

el pelinegro colgó el teléfono y suspiró hondo buscando relajarse. —¿Dónde vamos? —Pregunto, pero no recibió respuesta—. Creo que... Bueno, yo no me siento tan preparado... tú... —Yibo sonrió captando su mirada.

—Recuerdo la otra vez que te desnudaste frente a mí, tú querías algo más, ¿no es así? —Xiao Zhan abrió la boca, nunca pensó que Yibo le sacaría en cara su atrevimiento—. Quiero darte eso.

—Yibo... —dijo agitado y su cuerpo se tensó, no podía ni imaginar algo así—. Detén el auto.

—¿Ahora qué?

—¡Para! —Yibo giró el volante y se estacionó al lado de la autopista cerca de unos árboles. Estaban a las afueras de la ciudad y solo había la carretera larga y a los lados pequeños bosques comenzaban.

—¿Ahora qué hice? —Xiao Zhan, con nerviosismo, abrió el auto y salió.

Necesitaba aire y quitarse el mareo que había comenzado a sentir, estaba un poco abrumado por las sensaciones de nerviosismo. Caminó por el césped y algunas otras plantas hasta que se apoyó en el tronco de un árbol y respiraba agitado, tocándose con una mano el vientre que le había comenzado a doler. Yibo no entendía eso, no sabía si era buena idea acercarse o no, así que se apoyó en el auto a esperar.

—¿Ya? ¿Todo bien? —dijo Yibo desde su lugar y Xiao Zhan se acercó caminando lento y sin mirarlo, se apoyó en el auto a su lado abrazándose a sí mismo.

—Sí —dijo y enmudeció.

Yibo resopló, hacía un poco de frío y quería entrar al auto. —Oye, por aquí hay un lugar en donde podríamos pasarla bien, aquí empieza a hacer frío.

—¿Es un lugar donde antes has llevado a tus tantas citas, no es así? —Se cruzó de brazos y no quiso mirarlo. Yibo rió un poco, debía ser cuidadoso con lo que le dijera porque sabía que Xiao Zhan podría reaccionar mal.

—¿Qué importa eso? —Xiao Zhan giró su rostro para evitar verlo—. Vamos, Xiao Zhan, no seas dramático, mira que es tu cumpleaños.

—No soy dramático, cerdo —dijo molesto—. Solo que... detesto tener que quererte si tú solo piensas en eso...

—¿Acaso tú no piensas en eso? Mira que la otra vez tú...

—¡Ya! No tienes que recordármelo, me arrepiento ahora, no sería capaz de acostarme con alguien que no siente nada por mí.

—¿Nada por ti? —preguntó Yibo indignado para después callar. Xiao Zhan esperaba que le dijera algo, quién sabe y le confesaba si sentía algo o no, pero Yibo no dijo nada y es que ni él mismo Yibo sabía si sentía o no algo, solo cuando se imaginaba cerca de Xiao Zhan en el lugar donde quería llevarlo, algo había en su pecho que le agradaba mucho, moría por hacerlo suyo y ahora sin alguna restricción.

—Llévame a casa...

—Xiao Zhan, ¿sabes lo que pienso? Desde que te conocí fuiste tan maduro, es decir, yo a tu edad jamás hubiera trabajado y estudiado a la vez, jamás hubiera pensado ayudar a mi familia o algo semejante... tú eres tan diferente a mí, pero en estas cosas eres un perfecto niño. —Xiao Zhan lo encaró y frunció el ceño.

—¿Un niño? No Yibo, solo soy un chico que no quiere sufrir después, porque luego que me folles te irás, ¿Qué me garantiza que no? Así siempre fuiste con tus demás... ¿citas, parejas? Ni sé qué eran, detesto tener que ser uno más de tu larga lista y tú eres el primero en mí.

Yibo trataba de entender eso, él no veía complicación alguna. Hizo puños sus manos.

—Me iré hoy, ¿de acuerdo?

—¿Qué?

—Regreso a mi casa esta noche. Dejé a Jin en casa y mi madre volvió a darme las llaves de mi cuarto, dijo que podía regresar si quiero, además de que el lunes comienzo un nuevo trabajo en una empresa farmacéutica y queda más cerca de mi casa que de la tuya, mi horario es casi todo el día.

Xiao Zhan sintió como si estuviera rompiendo con él, como si ese distanciamiento significara el fin de todo, sin embargo, evitó demostrarlo en ese momento porque no quería palabras bonitas de parte de Yibo, si así debía ser todo, él se resignaría.

Abrió la puerta de los asientos traseros del auto y entró, y Yibo le siguió.

—Debes manejar —le dijo Xiao Zhan serio y sin mirarlo. Yibo suspiró y luego tomó una de sus manos, Xiao Zhan forcejeó para que lo soltara, pero Yibo no lo hizo—. Hey...

—No pasará nada que no quieras, ¿de acuerdo? No pienses que no te quiero porque no es verdad. —Xiao Zhan lo miró serio a los ojos buscando sinceridad, le había dicho que lo quería, aunque no directamente—. A veces cuando te veo no sé por qué siento que perderé el control. Recuerdo la vez que te ofreciste... —Xiao Zhan bajó el rostro—. Yo quería, pero a la vez tenía miedo de mí mismo y de lo que pudiera ser capaz de hacer. No quería hacerte daño porque yo quiero seguir viéndote. —Los labios de Xiao Zhan temblaron un poco y acarició la mano de Yibo con ambas de sus manos.

—¿Entonces hablas de seguir? —preguntó en un susurro y Yibo asintió.

—Quiero seguir contigo ahora y siempre.

Xiao Zhan sintió como una corriente eléctrica en todo su cuerpo, Yibo lo confundía, por momentos le hacía sentir que no era importante y por otro lado, especial. Yibo lo miró a los ojos y acarició su rostro redondeado, esas mejillas que tanto le gustaban y esos labios carnosos, pasó sus dedos por ellos y el pelinegro tomó uno en su boca, lamiéndolo, vio como Yibo apretaba los dientes, conteniéndose.

—No provoques, Xiao Zhan.

Ga verder met lezen

Dit interesseert je vast

395K 39.7K 102
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
65.4K 5.9K 21
Soojin llevaba años ejercitándose lo suficiente para defenderse sola sin la ayuda de su mejor amigo y boxeador Chris, y casi lo logra, hasta que un p...
5.7K 543 20
🖤 Dos reinos pelean contra todo un imperio desatando una gran batalla entre ellos 🖤 Este es un fic hecho por mi , algunas cosas son reales , otras...
3.1K 266 6
Advertencia +21 La tranquila vida de Xiao Zhan con su nueva familia llega a su fin con la aparición de alguien de su pasado, ese alguien es Wan...