Siempre me he preguntado por que el ser humano tiene para elegir un solo camino, es muy curioso que todo tenga que ser blanco o negro ¿no puede haber distintos matices? ¿Enserio, las personas tienen que elegir entre ser buena o mala persona? ¿Por qué cuando comentemos un error somos juzgados tan cruelmente?
Sinceramente pienso, que las diferentes tonalidades que tenga la vida es lo que la hace divertida, -no digo que cometamos errores por diversión, ojo- solo que digo que nadie es perfecto, nadie piensa igual, y absolutamente nadie puede decirnos como compórtanos correctamente.
Creo en Dios por sobre todas las cosas -pero, creo en un Dios amoroso, amable, respetuoso y que nos quiere tal y como somos, no creo en un Dios al que hay que temer de su ira y que quiere que seamos unos robot como dicen unos que otros- pero estoy consciente que como nadie piensa igual hay que respetarle a cada quien su opinion.
Estoy absorta en mis pensamientos, haciendo la cola de la heladería cuando el cajero me diga que pase, porque estoy atrasando la cola.
-Lo siento- le murmuro al cajero.
-Está bien... ¿Qué va a pedir?- me pregunta amable.
-Un banana Split, por favor- le digo
El chequea mi pedido y me pide mi tarjeta de debito con los datos, se lo doy, me devuelve mi tarjeta y rápidamente ya estoy retirando mi pedido. Busco con la mirada algún puesto vacio y veo uno rápidamente en la esquina una mesita vacía, me dirijo hacia allá y me siento.
-Por fin- suspiro de alivio. Es el primer momento de paz que tengo desde hace mucho tiempo, admiro la heladería es enorme y está pintada con colores amarillo, rosa y rojo, así que saco mi teléfono mientras como mi helado y busco mi aplicación de wattpad y comienzo a leer una nueva historia.
Me encanta leer -y no se ustedes pero me encanta la literatura erótica- pasa el rato y la heladería se va llenando aun mas -claro, el sol ha estado en su punto estos días- oigo que alguien carraspea.
-Parece que la gente tiene un sensor para saber cuando pase a la parte más interesante de la historia para interrumpirme- pienso indignada.
Levanto mis ojos con frustración, pero termino con los ojos como platos al ver a tremendo semental parado frente a mí, es alto, delgado pero no tanto, se ve que hace ejercicio, cabello negro con unos ojos verdes increíbles. No puedo ni hablar estoy segura de que mi corazón esta gritando por mí.
-¿Me puedo sentar?- me pregunta con una sonrisa de lado. Noto que tiene un acento extranjero pero no logro ubicarlo.
-Con que un arrogante con desborde de autoestima ¿no?- pensé.
No sé a ustedes pero no soporto a las personas que se creen mejor que los demás, no son reales.
-Si claro- le digo indiferente, después de hojear toda la heladería y ver que esta full.
El se sienta y noto que también compro un banana Split, menos mal ya voy por la mitad del mío así no estaré mucho tiempo con él, estará buenísimo pero la arrogancia que destila me irrita. Así que sigo leyendo y comiendo mi helado como si no hubiera nadie más conmigo.
No pasan ni diez minutos cuando...
-¿Qué haces?- me pregunta el semental.
Oh por Dios, ¿Por qué tiene que estar tan bueno?
Ese acento que tiene me encanta...
¿Qué le respondo?
No le puedo decir que estoy leyendo una novela erótica, ni siquiera lo conozco.
-Jugando Mario cars- le respondo, siento que me arden las orejas.
Suelta una carcajada, haciendo que le mire alzando las cejas.
-¿De qué te ríes?- pregunto
-¿Segura de que estas jugando?- asiento-. Entonces ¿Por qué antes de sentarme vi que leías "gimo su nombre mientras me penetra una y otra vez"- pregunta el con una mirada ardiente que hace impacto en cierta parte de mi cuerpo.
No puedo hablar, no puedo moverme, ni siquiera sé si estoy respirando. Al principio sentí vergüenza pero luego nuestras miradas se cruzaron y desee que todo lo que dijo me lo hiciera.
Uff... te mojaste pervertida- me molesta mi subconsciente.
Salgo de mi trance
-¿Y? ni que fuese un crimen- digo molesta porque me haya descubierto.
-¿Entonces por qué no me dijiste la verdad?- Pregunta con una sonrisa.
-Déjame pensar-finjo que reflexiono-ah ya sé, porque no te conozco y no es tu problema- le digo con una sonrisa que él me devuelve.
¿Qué le pasa a este chico?
No le prestó atención al principio y ahora que discutimos lo que hace es sonreírme, definitivamente esta cucu-cucu -es decir loco, y yo creyendo que la loca era yo-.
Seguimos comiendo nuestros helados en silencio, y como ya termine de comer mi helado recojo mis cosas y el recipiente para botarlo a la basura, me levanto para irme.
-Bueno... chao- le digo incomoda.
-¿Cómo te llamas?- me pregunta mirándome intensamente.
-Elena- le digo mirándolo directamente, para que no crea que me intimida, pero la verdad es que estoy cagaisima.
-Es hermoso.
Suelto una risita nerviosa
-Gracias.
Le sonrío tímidamente
Me giro para irme, pero una mano cálida y grande esta agarrado mi mano izquierda haciéndome sentir un hormigueo por todo mi cuerpo.
Que no sea el...
Por favor que no sea el...
Bueno que si sea el...
Debe de ser buenísimo haciendo sexo...
Oh por Dios, necesito sexo urgentemente.
¡Amelia devuelta a tierra!
Me giro y veo que tiene una de mis manos agarrada con su mano izquierda y en la otra sujeta un papelito.
-Ten, voy a estar en la ciudad un tiempo y podríamos salir- dice con una sonrisa torcida y guiñándome un ojo destilando seguridad, tendiéndome un papel con su número.
Aaahhh con que él piensa que se le voy a aceptar ¿no? Pues se va a quedar con las ganas.
-Gracias-le sonrió- pero mejor no- y ahora soy yo quien le guiña un ojo con chulería.
Se quedo perplejo, imagino que nunca lo han rechazado.
Me giro y voy al contenedor de la basura y boto en el mi basura, y salgo de la heladería con una sonrisa jugándome en los labios.
Nunca pensé, que un chico tan sexi y lindo me pidiera para salir, lo admito eso me sube un poco la autoestima, esos ojos verdes que tiene son salvajes, y esa arrogancia -que me irrita- que posee solo lo hace ver más sexi de lo que es, se nota de lejos que es muy seguro de sí mismo y que tiene dinero, de seguro que es uno de esos hijitos de papi y mami que no se le puede negar nada, por eso es mejor no aceptar su oferta de seguro que solo me usaría como a un juguete...
-Uff... si como a una muñequita de trapo- me dice mi pervertido subconsciente.
-Ay, cállate- y le doy una bofetada mental.
Sigo caminando por la avenida, pensando en esos ojos verdes, que se ven tan salvajes y llenos de misterio, quisiera sumergirme en ellos y ver cómo cambian de color con cada emoción que le haga sentir a él... y sin darme cuenta ya llegue a mi casa, tiene dos macetas con flores, -llamadas cilantrillo- mis flores favoritas a cada lado de la puerta, mi casa es de ladrillo rojo con un toque mediterráneo, antes de entrar escucho como ladra mi perrita, porque sabe que llegue.
Con una sonrisa saco mis llaves y abro la puerta, mi perrita -que se llama Chiwi- está muy contenta con mi llegada así que me pongo a hacerle cariñitos por un rato.
-Bueno... ya está bien-le digo al terminar de darle cariñitos.
Ella me da una mirada acusadora que me dice:
¿Qué hiciste piase' loca?
Y la codena' hace como si estuviera alzando una ceja, esta perra cada día me deja más loca.
-No hice nada- me defiendo.
Ella voltea su cara como diciendo:
Cuéntamelo
¿Es que acaso yo no le puedo ocultar nada a mi perrita?
-Está bien- me rindo- conocí a un chico en la heladería...
La Chiwi comienza a revolcarse en el suelo como si se estuviera riendo.
-Oye- la llamo- En realidad no me gusta, solo me llamo la atención- la Chiwi deja de revolcarse y se queda en una postura que la hace ver súper tierna- además es un engreído, arrogante e irritante-le digo para que me entienda.
Ella me da una mirada que dice:
Si claro, engáñate a ti misma.
-¡Que va, no puedo contigo!- exclamo cansada de explicarle.
La dejo allí y me pongo en modo limpieza, conecto el pendrive en la radio -para poner la música a todo volumen- y comienza la música: Que hay de malo de Farruko. Y comienzo a limpiar y a cantar.
¿Qué hay de malo en soñar?
¿Qué hay de malo en reír?
¿Qué hay de malo en ser joven y vivir?
¿Qué hay de malo en amar?
¿Qué hay de malo en sentir?
¿Qué hay de malo en cantar solo por ti?
¿Qué hay de malo en quererte como yo a ti te quiero?
¿Qué hay de malo en ser joven y cantar, amor?
Canto a todo pulmón, como en esos momentos en que te sintonizas con la música y no existe nada más porque es como si es como si estuvieras sacando todos tus sentimientos.
Me encantan estos momentos, son mis momentos de relax total donde puedo decir todo lo que ronda por mi cabeza en voz alta y sin nada de vergüenza.
Comienza ahora la canción de Fantasía, e inmediatamente me acuerdo del chico de la heladería -Dios, ni siquiera se su nombre-
Ya basta Elena...
Deja ¡YA! De pensar en el.
Sacudo mi cabeza para intentar librarme de mis pensamientos y comienzo a cantar de nuevo:
Cómo le puedo hacer
Pa' convencerte
A solas quiero tenerte (Pri-ba-ba-ba bye)
Qué tú harás si te digo
Mis fantasías contigo
Susurrando al oído te comienzas a calentar (Pri-ba-ba-ba bye)
Tú me dice' y no' vamo'
Qué nosotro' esperamo'
Si los dos nos gustamo' y la' mirada' no lo pueden negar (Pu-pu-pu-pum) (Farru)...
Sigo limpiando, cantando y bailando, ya cuando estoy por terminar veo que me llaman por teléfono...
...Y veo el nombre de: Mama y pongo los ojos en blanco. Mi mama siempre me llama al menos dos veces por día, de vez en cuando es bien otras no tanto.
Voy hasta la radio y le bajo el volumen para contestar.
-Alo- la escucho decir.
Sonrío
-Hola ma, bendición- le digo con alegría
-Dios te bendiga hija, ¿Qué has hecho hoy?
Pongo los ojos en blanco desde que me mude no deja de llamar y de decirme que me quede todos los días en su casa, pero siempre hago como que no la oigo. Porque me encanta tener mi espacio y tener mis propias reglas lo cual me da mucha independencia. Comienzo a decirle lo que he hecho en el día pero omito cierta parte que tiene que ver con un sexi chico de cabello negro y mirada salvaje, termino de pasar coleto mientras hablo con ella.
-Y... termine de limpiar- le confirmo
-Y yo tengo la casa vuerta un culo- refunfuña
Suelto una carcajada
-Viste que quien mantenía la casa limpia era yo- le digo arrogante mientras saboreo mi victoria, siempre decía que era ella quien limpiaba.
Suelta un gruñido irritada
-Hijita recuerda que este sábado tenemos reunión familiar en casa.
-Si ma, allá estaré- le digo para tranquilizarla, Me encantan las reuniones familiares excepto cuando mis tías me preguntan si tengo novio y como les digo que no, pareciera como si les fuera a dar una vaina- me voy madre, bendición.
-Dios te Bendiga hija- me echa la bendición de despedida.
-A ver Chiwi, ahora a comer- le digo con entusiasmo a mi perrita y ella ladra feliz.
Holaaaaa!
Me encantan estas canciones, y pienso que de alguna manera dicen muchas cosas que Elena quiere expresar...