Poco a poco los brazos y piernas fueron perdiendo fuerza cada movimiento era como una agonía, mientras se arrastraba por el piso para llegar a a cocina su estomago retumbaba mas, lentamente llego a su objetivo y abrió la nevera...Estaba completamente vacía, fue en ese momento en que recordó que desde hace un mes no compraba víveres.
Tendida en el piso sin donde ir ni nada que hacer ella solo recordaba como fue que llego a ese punto en su vida, pero a pesar de todo ella sonrió, si le dieran a escoger ella volvería a tomar las mismas decisiones.
Mientras sentía como su estomago se retorcía como si se comiera a si mismo, la oscuridad pronto llego a ella.
Una voz en el fondo se escuchaba gritarle a alguien el llanto de un bebe y otro sin numero de ruidos, ella solo quería tener paz quería que todos se callaran. Con todas sus fuerzas abrió sus ojos al inicio no se dio cuenta de que era lo que sucedía, pero vio que estaba en un hospital. A su lado un niño viéndola con lagrimas en los ojos.
El pequeño parecía tener unos tres años, a esa edad los niños debían ser gorditos pero a este se le vía claros signos de desnutrición, pero aun así eso no evitaba que se notara la hermosa apariencia del pequeño. Al ver que la mujer había despertado el pequeño se tiro sobre ella.
"!Mamá¡" Su pequeña voz raposa por el llanto era muy tierna. "Mamá que bueno que este bien"
El hecho de que la llamaran mamá la dejo congelada. Pronto se recupero y con calma le dijo al niño.
"Pequeño yo no soy tu mamá, tus padres deberían estar muy preocupados por ti deberías irte" Froto suavemente el cabello duro del niño, cuando el niño escucho sus palabras las lagrimas empezaron a fluir y lloro muy fuerte.
"Mamá porque dices eso dijiste que me llevarías a casa" Con los fuertes quejidos del niño, la puerta se abrió y entro una mujer muy gorda con aires de grandeza.
"Cállate mocoso, te traje porque no dejabas de quejarte y sigues llorando" La mueca de asco de la mujer solo hacia que el niño temblara de miedo. "Y tu Liu Junjao como te ¿atreves a hacerme gastar dinero en el hospital por ti? ¿Sabes cuantas joyas puedo comprar con ese dinero?"
Al escuchar mi nombre solo pude quedarme muda, solo en un lugar he escuchado ese nombre, en caso de que estuviera delirando en mis últimos momentos de vida piñizque mis muslos."Ahhg" Si estoy viva.
"¿Señora Yang?" Aunque tenia duda decidí guardarlo para mi.
"Que te pasa mocosa quieres hacerte la tonta para olvidar tu deuda?" Su tono era muy grosero pero esto solo me hizo asentar mi teoría... Estaba en el libro que causo mi muerte.