𝑶𝒍𝒊𝒗𝒊𝒂 ➳ chanbaek

misxrable

203K 27K 12.1K

Un padre soltero. Un estudiante universitario. Estos dos tienen algo en común: Olivia. ───── »◦✿◦« ───── →dad... Еще

➳ prólogo
➳ 1
➳ 2
➳ 3
➳ 4
➳ 5
➳ 7
➳ 8
➳ 9
➳ 10
➳ 11
➳ 12
Aviso.
➳ 13
➳ 14
➳ 15
➳ 16
➳ 17
➳ 18
➳ 19
➳ 20
➳ 21
➳ 22
➳ 23
➳ 24
➳ 25
➳ 26
➳ 27
➳ 28
➳ 29
➳ 30
➳ 31
➳ 32
➳ 33
➳ 34
➳ Final
Agradecimientos
Epílogo

➳ 6

5.5K 814 192
misxrable

Chanyeol estaba confundido y no estaba comprendiendo del todo qué era lo que sucedía. Ahora mismo, sus labios estaban siendo presionados por los del joven pelirosa que había aprisionado su brazo con fuerza, impidiéndole poner distancia de él. Sus ojos estaban abiertos de par en par, al contrario del pelirosa que los tenía cerrados. Sorprendido por la vista, se alejó, sin entender qué era lo que Baekhyun estaba haciendo. Sin embargo, este no contento con la acción, lo sujetó esta vez del cuello de su camisa y lo atrajo hacia él de nuevo, besando sus labios una vez más. Introdujo su lengua y Chanyeol, todavía pasmado por lo que estaba sucediendo y asombrado por la fuerza del pelirosa, logró reaccionar y zafarse del agarre. El más joven al notar el rechazo, arrugó la tela bajo sus manos y las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas.

-¿Por qué...?

-¿Qué diablos...? Baekhyun, reacciona -le pidió. Realmente no estaba comprendiendo y ahora mismo se sentía algo arrepentido. No tenía idea lo que estaba pasando en este preciso momento.

-¿Por qué continúas empujándome lejos? ¿Acaso... ya no me amas? -preguntó el pelirosa intentando distinguirlo a través de las lágrimas que hacían borrosa su visión.

El mayor frunció las cejas.

-No sé de qué hablas, Baekhyun. Soy yo, Chanyeol -le dijo, tratando de hacerlo recordar.

Empero, no parecía funcionar en lo absoluto. El chico no parecía reconocerlo, más bien seguía ignorando el verdadero rostro de la persona frente a él.

-¿Por qué eres tan malo conmigo...? ¿Yo soy el malo? ¿Es por eso que me haces esto? -inquirió entre lágrimas, bajando el cuello de su hoodie por inercia y dejando al descubierto las marcas sobre su piel. Chanyeol se quedó congelado y sin saber cómo actuar ante los moratones en la zona.

-Baekhyun, reacciona -pidió ahora preocupado -Dime, ¿quién te hizo esto?

Lo vio sonreír casi con burla, el odio en sus ojos y las lágrimas empapando sus mejillas.

-Tú, fuiste tú. Tú haces esto, todo el tiempo, Jaehyun.

-No soy Jaehyun, por el amor de Dios... -suspiró rodando sus ojos-Baekhyun, tienes que... -comenzó, pero el chico lo observó con los ojos entrecerrados y poco a poco comenzó a cerrarlos lentamente, intentando parpadear para aún permanecer despierto, pero no funcionó.

Pronto se quedó dormido y respiraba tranquilamente mientras se veía sumamente sereno. A su lado, Chanyeol todavía desconcertado y cansado, corroboró que realmente estuviera durmiendo. Cuando lo hizo, sólo pensó en lo mala que había sido su idea, aunque tampoco sabía que el chico estaría tan fuera de sí.

Con cuidado, se sentó al borde de la cama y tocó sus propios labios con la yema de los dedos, sintiendo todavía el beso que le había sido dado en las dos ocasiones. Suspiró nuevamente y caminó fuera de la habitación, dejando de pensar en ello. Su sistema pedía un alto grado de alcohol para dejar de hacerlo por completo y eso fue lo que en efecto hizo. El Ron se vertió sobre los hielos dentro del vaso y cuando decidió que era la cantidad necesaria para estar tranquilo, se lo empinó sin titubear. El sabor amargo y frío inundó su lengua y pronto sintió su garganta quemarse para luego, sentir el ardor en el fondo de su estómago. Limpió sus labios con el dorso de su mano y depositó el vaso sobre la mesada, respirando profundamente mientras observaba la puerta de su habitación donde yacía el joven de cabello rosa inconsciente. Sabía que cargar con un joven ebrio había sido una mala, muy mala idea, sin embargo, también sabía que era muy inhumano sólo dejarlo a su suerte. A pesar de eso, ahora mismo estaba preocupado. Recordó la piel blanquecina de su cuello con algunas áreas de la zona de color morado y frunció el ceño.

¿De qué eran esas marcas? ¿Estaba siendo violentado? ¿Quién era Jaehyun? ¿Era él el responsable? ¿Por qué le había preguntado todo eso con lágrimas en sus ojos? Su estómago se había encogido al oírlo hablar con tanto dolor.

Ahora mismo tenía un sinfín de preguntas, pero había una que lo estaba matando de curiosidad: ¿por qué demonios lo había besado con tanta tristeza?

[...]

La mañana llegó rápido. Chanyeol por supuesto había dormido en el sofá maldiciendo a nadie más que a sí mismo por haber actuado como un buen cristiano y haber prestado su cama a un pobre joven ebrio que lo había besado sin su consentimiento la noche anterior. Ahora sólo podía pensar en que su espalda dolía como el infierno y que debía estar loco como para traer a un ebrio desconocido a su casa. Al final, la pregunta que se hizo antes de dormir sólo pudo responderla después de pensar mucho sobre ello: obviamente Baekhyun había estado viendo en él a esa persona llamada Jaehyun y por eso había actuado como tal. Mientras cepillaba sus dientes, miraba su rostro en el espejo y llevó los ojos a sus labios, recordando.

-Jesús... deja de pensar en ello, deja de pensar en ello -murmuró mientras enjuagaba su boca.

Acomodó la corbata sobre su camisa y miró el reloj. Todavía le quedaba algo más de una hora y media, pero como el trabajador diligente que era, debía llegar temprano y sacar a ese chico pelirosado de su casa antes de irse, por supuesto que amablemente.

Entró a la habitación y el chico estaba durmiendo de costado. Su cabello fino y rosado como el chicle que a su hija le gustaba tanto masticar estaba esparcido por su rostro, despeinado. Sus pequeños labios resecos se veían pomposos y un tanto estirados, en una diminuta mueca. Su piel, ahora viéndolo de cerca y con la claridad del sol que estaba asomándose por la ventana, dejaba apreciar lo tersa y pálida que era.

Si Chanyeol no se hubiera tardado tanto en visualizar cada aspecto del rostro de Baekhyun, este no habría abierto los ojos casi intuyendo que estaba siendo observado como un bicho raro y dado un grito asustado que también asustó al mayor. Por supuesto, la sorpresa del pelirosa se debía a su mala memoria en conjunto con la resaca. Verdaderamente no entendía por qué diablos lo primero que veía en la mañana era el rostro del padre de Olivia.

-No seas tan escandaloso tan temprano por la mañana -regañó este, chasqueando la lengua.

-S-Señor Park -logró articular, sentándose sobre el colchón y apretando las sábanas con sus manos, confundido -¿Por qué estoy aquí? ¿Q-Qué pasó?

Chanyeol lo observó unos momentos.

-¿De verdad no recuerdas?

El joven negó frenéticamente con la cabeza, deteniendo el movimiento de inmediato cuando sintió esta doler. El de cabello marrón había pensado en decirle cada detalle de la noche anterior con sinceridad, desde que salieron del bar, cuando lo besó e incluso que por cederle la cama, ahora su espalda dolía. Sin embargo, notó al pelirosa tan cohibido y luciendo sumamente miserable que decidió no ser tan malvado y decir una palabra. De todos modos, ya era bastante vergonzoso, por lo que si el chico no lo recordaba era mejor y menos incómodo, aunque seguía pensando en que era injusto que sólo él tuviera que cargar con esos sucesos en su consciencia. Entonces suspiró.

-¿Te duele la cabeza? -preguntó, no esperando ninguna respuesta y buscando en los cajones de su mesa de noche algunos analgésicos -La resaca es demasiado molesta, así que toma esto -le pidió, tendiéndole algunas pastillas -Iré por un vaso de agua.

-Señor Park.

-¿Uhm?

-Yo, huh... no me ha dicho aún por qué estoy aquí -dijo, con las mejillas rojas.

Chanyeol no supo si era porque estaba avergonzado por seguramente imaginarse haciendo el ridículo ebrio frente a él o porque sólo sus mejillas eran de ese color rosa pálido naturalmente.

-Te encontré inconsciente durmiendo en la mesa de un bar, estaban por cerrar y como estabas solo sin ningún tipo de información o dirección, decidí traerte a mi casa.

-Oh... muchas gracias, pero no tendría que haber hecho eso. Me disculpo por las molestias.

-¿Entonces habrías preferido que te dejara tirado en algún sitio de la calle?

-No, no es eso lo que quise decir...

-Está bien, no fue la gran cosa -mintió -Si necesitas ir al baño, está a tu derecha. Iré por algo de agua -avisó nuevamente, caminando hacia la puerta.

-¿Puedo... preguntar algo? -inquirió evitando que saliera de la habitación una vez más. El mayor lo miró invitándole a hablar -Yo... ¿hice alguna tontería mientras estaba ebrio?

El otro lo miró. Quiso decir que sí, también tenía algunas preguntas al respecto, por ejemplo, el por qué tenía su cuello marcado de esa manera y si había alguien que estaba molestándolo. Pero no dijo nada, las cosas ya eran demasiado incómodas para él mismo como para volver incómodo el resto del ambiente.

-No. En cuanto llegamos, te recosté en la cama y te dormiste.

-Oh, ese es un alivio...

Chanyeol frunció el ceño interesado, notándolo más tranquilo.

-¿Por qué preguntas eso?

Las mejillas del chico se volvieron rojas de nuevo y frotó su nuca, sin mirarlo a los ojos.

-Bueno... tengo malas costumbres cuando estoy ebrio... o eso es lo que me han dicho -comentó en voz baja, todavía avergonzado.

-No te preocupes, no sucedió nada.

[...]

-¿Es aquí? -preguntó, estacionando el vehículo.

-Si, si... gracias por traerme.

-Está bien. Lamento que hayas tenido que despertar tan temprano, pero tengo que trabajar.

-Oh, n-no... está bien, también suelo despertar a estas horas para ir a clases -dijo. Chanyeol asintió levemente mirándolo con las manos en el volante. El chico lo miró de vuelta y pronto se dio cuenta que tenía bajar -¡Ah! Ya me voy, espero que tenga un buen día en el trabajo -le deseó, cerrando la puerta.

-Gracias, espero lo mismo para ti. Adiós.

-Adiós -saludó sonriendo levemente.

Chanyeol aceleró el vehículo y por el espejo retrovisor lo vio cruzar la calle, volvió la vista a la carretera y cuando se detuvo en el semáforo, algo en el asiento copiloto llamó su atención. Un abrigo de color negro yacía en el asiento y frunció el ceño, recordando al joven de cabello rosa la noche anterior con eso puesto. Lo había olvidado y seguramente le haría falta, ya que el clima no era demasiado agradable. En cuanto pudo doblar y volver por la carretera contraria, lo hizo, dirigiéndose hacia donde había visto al chico hacerlo. Se detuvo un tanto indeciso entre el callejón que dividía los dos edificios donde supuso que Baekhyun vivía, entonces observó buscando algún rastro para devolverle su prenda.

El bullicio de autos yendo y viniendo, las aves y el sonido matutino de las personas yendo a trabajar o estudiar no impidieron que oyera a alguien discutiendo. En el callejón del otro extremo pudo reconocer el hoodie de color gris y el cabello de hebras rosa claro, el chico estaba de espaldas; frente a él, un joven un poco más alto y de cabello negro. Notó las expresiones de este y observó que sus manos sostenían las del otro.

Lo que él estaba haciendo definitivamente no estaba bien, es decir, ¿espiar a las personas de tal manera? ¿Qué diablos estaba haciendo? Eso no tenía nada que ver con él, pensó que sería mejor regresarle el abrigo luego. Aceleró su auto de nuevo y cuando estaba a punto de partir, escuchó la voz de Baekhyun.

-¡Suéltame!

No logró oír lo que el otro decía, pero algo no estaba bien. Cuando abrió la puerta para bajar e intervenir, vio al pelinegro sostener el rostro del más bajo y acercar el suyo, besando sus labios contra la pared del callejón. Se detuvo algo perplejo por lo que estaba viendo y sucediendo, entonces a su mente volvió el recuerdo de Baekhyun llorando mientras lo miraba con dolor: «¿Acaso... ya no me amas?»

«Jaehyun»

Chanyeol supuso que esa pregunta definitivamente iba dirigida hacia ese chico.

[...]

El trabajo había finalizado por el día de hoy, pero Chanyeol no había podido enfocarse en lo absoluto. Primeramente, porque un joven ebrio lo había besado y luego, porque vio algo que sintió que no debía ver.

-Ah... no te metas en los asuntos de otra persona... -se recordó en voz baja mientras acercaba el vehículo a la escuela de su hija.

Observó la estación donde Olivia siempre lo esperaba junto al pelirosa, sin embargo, esta vez él no estaba allí. La niña abrió la puerta sacándolo de su distracción y él sonrió; había sido un día desde que no había visto a su pequeña hija debido al trabajo.

-Hola~ ¿cómo estás, mi dulce retoño de azúcar? preguntó melosamente. La niña no respondió, más bien dejó su mochila a un lado en el asiento trasero y arrugó sus labios, con la mirada cabizbaja -¿Qué pasa?

-Oppa tampoco vino hoy.

-¿Ni siquiera estás feliz de verme? Ah... me siento desplazado -bufó.

-No puedo estar feliz si no veo a oppa.

-De acuerdo, de acuerdo. Lo tengo -resopló, doblando en la esquina.

Olivia tenía sus ojos en la ventanilla y los abrió grandes cuando su padre hizo la maniobra. Entonces bajó el vidrio de la ventanilla y sacó su cabeza por esta.

-¡Oppa! -chilló -¡Baekhyun oppa!

-¿Qué...? ¡Olivia! -regañó, frenando el vehículo-¡No saques la cabeza por la ventana! ¿Te volviste loca?

-¡Papá, oppa está allí! -avisó emocionada señalando al pelirosa con su dedo.

El hombre frunció las cejas y llevó sus ojos hacia donde le era indicado, descubriendo a unos metros al joven de cabello rosado viéndolos un tanto sorprendido.

-Oh.

-¡Es oppa!

-Está bien, de acuerdo. Quédate quieta -pidió.

El joven que anteriormente estaba mirándolos un poco perplejo y con asombro, ahora estaba acercándose hacia ellos. Chanyeol resopló cubriendo su rostro con una de sus manos. Ver el rostro de este chico después de haber presenciado aquello horas antes se sentía extraño e incómodo, sumando los sucesos de la noche anterior era aún peor.

-Dios... -suspiró. Todavía era algo difícil quitar la imagen de este chico besándose con otro cerca de su edificio.

-Señor Park -el nombrado dio un respingo.

-Oh, hola...

-¡Oppa!

La pequeña se había acercado entre los dos asientos delanteros para ver mejor el rostro de aquel chico dulce que tanto le gustaba.

-Olivia, hola~ -saludó con una pequeña sonrisa -¿Cómo has estado? -preguntó con amabilidad, acercándose más a la ventanilla del asiento copiloto que estaba baja.

-Oppa, no has venido a la estación por dos días -reclamó -¿Te estás portando mal y faltando a tus clases?

-No, no -rió nervioso -No es eso...

-Olivia, no debes ser entrometida e irrespetuosa -le dijo su padre mirándola y luego mirando al chico -Lo lamento.

-Oh, no, no... no se disculpe, señor Park.

-De todos modos, sentimos estar robando tu tiempo ahora. Sólo pasábamos por aquí y ella te vio, así que espero no haberte causado problemas e incomodidad- se disculpó.

-No me causó ningún problema, está bien...

-¡Entonces ven a cenar con nosotros hoy!

Ambos mayores miraron a la niña. Baekhyun abrió los ojos y negó a más no poder, mientras, Chanyeol lo observó con la mueca avergonzada en su rostro.

-Olivia, no creo que... -comenzó el más joven, listo para declinar ante su oferta con agradecimiento.

Chanyeol pensó y por alguna razón, sintió la responsabilidad de preocuparse por el jovencito.

No quería ser entrometido, tampoco quería incomodarlo, pero le intrigaba mucho el por qué de esos moratones y la relación con aquel otro chico de cabello negro. Tal vez se estaba metiendo en terreno ajeno y desconocido, pero no podía evitarlo. Sabía que se sentiría culpable si al menos no intentaba descubrir y ayudar a Baekhyun en caso de que lo necesitara. Él siempre había sido así, tenía un corazón demasiado grande como para sólo velar por él mismo y su hija.

-Está bien -dijo el mayor finalmente, sorprendiéndolo -Si tienes tiempo y si quieres, puedes acompañarnos esta noche.

-H-Huh... señor Park...

-Bueno, si no quieres está bien.

-¡Pero oppa...!

-No puedes obligar a las personas a hacer algo que no quieren, Olivia -le explicó con suavidad mirándola por sobre su hombro y volviendo al joven que se encontraba fuera del vehículo -De acuerdo, entonces será la próxima vez -dijo, encendiendo el motor mientras miraba hacia adelante -Oh, por cierto, encontré un abrigo en mi casa -contó, ahora mirando al pelirosa quien se mostraba confundido -Es pequeño, casi de tu talla.

Olivia no entendía de qué hablaban los mayores, pero simplemente se quedó callada tal y como su padre le había dicho que hiciera cuando dos adultos mantenían una conversación.

-¿Un abrigo...?

-Sí.

Baekhyun alzó las cejas recordando, de pronto avergonzado debido a que el hombre había tenido que cuidar de él cuando estaba ebrio e incluso llevarlo a su hogar para no dejarlo tirado inconsciente en algún lugar. Sin duda estaba siendo mal agradecido ahora mismo, debía compensar las molestias al menos aceptando la invitación. Además, por supuesto quería ese abrigo de vuelta. El clima cada vez se estaba volviendo más frío y ese abrigo era el más nuevo que poseía.

-Yo lo he pensando mejor y... estaría bien cenar con ustedes hoy.

-¡Yeiii! -festejó la niña saltando en el asiento trasero.

Chanyeol sonrió levemente y asintió.

-Está bien, dime tu dirección y te recogeré a las nueve.

-No, no -respondió rápidamente -No es necesario, preferiría ir por mi cuenta.

-De acuerdo...

-Entonces, ¿podría darme su número de contacto? -preguntó. Chanyeol lo miró -E-Es para pedirle su dirección, aunque también podría decírmela ahora si lo desea...

El mayor rió un poco a causa del nerviosismo del chico extraño y le pidió el celular para rápidamente anotar su número en este.

-Listo. Nos vemos a las nueve.

-Gracias, si...

-¿Qué te gustaría cenar, oppa? -intervino la niña.

-Cualquier cosa estaría bien...

-Bien, entonces nos vamos.

-Hasta luego, señor Park. Adiós Olivia.

-Adiós~

El auto comenzó a andar y Olivia se mostraba inmensamente feliz viendo al chico pelirosa ahora a unos metros alejado mientras movía su mano en modo de despedida. Chanyeol la observó por el espejo retrovisor y sonrió.

-¿Por qué te gusta tanto ese chico?

-Es muy dulce y es bonito -contestó sin titubear, acomodándose en el asiento y colocando sus manos sobre este, frunciendo el ceño cuando encontró una tela abrigada y pesada a su lado -Papá, ¿cuándo te compraste este abrigo? -preguntó, mostrándole la prenda gruesa de color negro que yacía en el asiento trasero junto a ella.

-Oh, eso no es mío.

Olivia lo miró confundida por unos momentos. Si no era de su padre, ¿entonces de quién era?

Продолжить чтение

Вам также понравится

295K 19.9K 45
Un encuentro no muy apropiado. Una rivalidad que se convierte en algo más. Una venganza jurada. Una chica vampiro con un carácter fuerte y un chico l...
48.3K 5.3K 5
✒Traducción Autorizada. Cuando juguetonamente dijo sí a la tonta propuesta de matrimonio del pequeño príncipe heredero Baekhyun, el guardia real Chan...
19K 2.5K 35
Earth tiene un nuevo trabajo y uno muy bueno. Por fin ha terminado sus estudios universitarios y gracias a su experiencia y notas y a pesar de su jov...
Papá soltero🥀JeffBarcode Y

Подростковая литература

319K 37.5K 50
Ahora no sólo comparten habitación, también el cuidado de un niño de dos años. Barcode y Jeff, totalmente desconocidos y diferentes, uno hetero y muj...