Soobin suspiró, saliendo de la abrumadora sensación que lo había atrapado luego de un orgasmo de esa magnitud, había sido algo tan inimaginable que aún se preguntaba si no estaba soñando.
Él y HueningKai acababan de... de... Oh diablos, definitivamente su cerebro hizo cortocircuito ¿cómo pudo follarle la boca de esa manera a su adorable compañero de casa? Ahora se sentía demasiado culpable.
Soltó el cabello del castaño, tomando un segundo para mirar hacia abajo, Kai no parecía tener la intención de mirarle ¿qué se supone que debería hacer?
Sus mejillas se calentaron de nuevo gracias a un sonrojo cuando intentó alejarse y el contrario abrazó sus piernas impidiendolo.
─Uhm, ¿HueningKai? Puedes dejarme ir ya... ─avisó confundido, sintiendo como los bracitos de Huening apretaban con más fuerza sus piernas ─¿HueningKai? ¿Qué estás...? ─el castaño pegó su rostro contra una de las piernas de Choi, ocultandose perfectamente de su mirada ─¡O-oye!
─¿C-cómo estuvo? ─comenzó el más bajito, aún sin atreverse a levantar la mirada para encarar a Soobin ─¿Se sintió bien...?
El peliazul estuvo a poco de atragantarse con su saliva, ¿cómo es que HueningKai tenía el valor de preguntar esas cosas en aquellos momentos? ¡Antes no podía ni mantenerle la mirada por tres segundos porque se intimidaba y la desviaba!
─Bueno... no estuvo tan mal...
─¿Y eso significa que te gustó o no? No lo entiendo ─por su tono de voz Choi casi podía imaginarse el puchero que el contrario debía estar haciendo con los labios.
─¿P-por qué te importa eso? ¿No puedes simplemente soltarme? ─le tomó de los hombros, empujandolo con cierta suavidad hacia atrás aunque el contrario no se movió ni un poco.
─Hmph, eso es injusto... ─se separó tan solo un poco del contrario, usando el dorso de su mano para limpiar los restos de semen que habían quedado en la comisura de sus labios y que comenzaban a molestarlo.
─¿Qué quieres decir? ¿Tú no disfrutaste acaso? ─Soobin habló con cierto sarcasmo aunque el suspiro cansado de HueningKai lo hizo cambiar su expresión.
─No. No es justo que seas el único que se siente bien ─está vez si miró hacia arriba, aún estaba algo sonrojado y tenía el cabello desordenado, sus labios brillosos y un poco hinchados y una cierta carita de decepción.
No, Choi Soobin. No tengas otra erección solo por esa imagen o tu orgullo quedará destruido.
─¡Esa no es mi culpa, esto fue tu idea! ─se defendió cuando el contrario no cambió su expresión de cachorrito abandonado ─¡Ya deja de mirarme así!
─¡Pero tú si pudiste correrte! ─se quejó, abrazando de nuevo al peliazul, aunque está vez no tan cerca de su entrepierna, ahora su mejilla chocaba contra su abdomen.
─¡¿Entonces no debería haberlo hecho?! ¡Vamos, ya sueltame! ─tiró de su suéter intentando alejarlo, pero HueningKai seguía negando fervientemente mientras su nariz chocaba contra el estómago de Soobin.
─¡Pero en serio! Y-yo también quiero sentirme bien ─habló contra la ropa de Choi haciendo que su voz se escuchara acolchonada ─Soobin... ─miró al mencionado, esta vez cualquiera diría que estaba a punto de llorar, tanto por su voz como por su expresión ─Tú también... es decir... ¿P-podrías hacerlo para mí también...?
Soobin casi vomita todo el alcohol que antes había tomado. HueningKai le estaba pidiendo una felación, ¿era acaso que su cerebro terminó completamente frito después de unas cuantas botellas de cerveza?
Se pellizcó sin que el castaño se diese cuenta pero, aunque lo esperaba, no despertó de un sueño, uno que sería muy extraño. Eso en realidad estaba pasando.
Soobin se había colocado correctamente los pantalones mientras HueningKai se recostaba sobre su cama. Tan pronto terminó el peliazul se acercó al contrario, sentándose a su lado mientras sus mejillas permanecían con un rubor intenso.
─Esta es la única vez que seguiré la corriente de tus tonterías ─su pálida mano tanto el borde del pantalón de Huening ─Solo esta vez ¿entendiste?
HueningKai asintió bajito, con la voz temblorosa. No sabía si Soobin estaba enojado pero hasta ahora sólo estaba algo asustado y expectante a lo que iba a suceder.
Choi simplemente no podía creer que estaba escuchando a Kai. Normalmente no tiene problemas para decir que no pero sí se trata de Huening, bueno, ahí está el obstáculo.
Bajó la cremallera después de que retiró el botón, encontrándose con que el castaño ya presumía una erección entre sus piernas. Tragó un poco de saliva cuando sus dedos entraron debajo de la prenda de ropa interior.
─S-soobin, no te detengas aunque diga cualquier cosa... ¿si? ─murmuró cuando la mano de Soobin entró en contacto con su piel.
Comenzó a ir de arriba a abajo con cierta lentitud, pensando en los lugares que le orillaban al orgasmo para aplicarlos en el castaño. Tocaba sus muslos y acariciaba con ímpetu la base del falo, escuchando al contrario jadear.
─Soobin, a-apresurate... ─HueningKai se removió, estaba jadeando por culpa de su respiración cada vez más acelerada, sus ojitos entrecerrados y los temblores insistentes en sus piernas eran algo de lo que el peliazul se burlaría si no estuvieran en ese contexto.
Choi se guardó sus burlas y se colocó de rodillas frente al borde de la cama, escabulléndose para terminar entre las piernas de Huening.
Tomó el miembro del contrario, realmente esa era la primera vez que veía el pene de alguien más tan cerca. Nunca se había cuestionado si se sentía atraído hacia los hombres pero bueno, ahora estaba allí y tenía que cumplir el capricho del castaño o sino éste lloraría y se quejaría hasta el punto de hartarlo con su tonta voz.
Entonces su lengua se acercó a la punta, lamiendo una reducida zona casi como un gatito. Repitió el movimiento unas tres veces más hasta que abrió un poco más sus labios y metió poco menos de la mitad a su boca.
Era algo extraño pero no iba a mentir, los gemidos y jadeos cada vez más sonoros que HueningKai comenzaba a soltar lo motivaban a lamer y succionar con más dedicación.
El castaño se removía sobre la cama sin mucho sentido, lloriqueando cada vez que Soobin iba hasta abajo y toda su extensión era tragada por su cálida boca.
Se sentía mucho mejor de lo que había imaginado, toda su parte baja cosquilleaba, su piel comenzaba a arder y su caliente aliento se agitaba. Sus manos estaban inquietas, empuñando las sábanas unos segundos para después empuñar su ropa y luego buscar tomar el cabello azul de Soobin y empujarlo tal cual él lo hizo minutos antes, pero no tenía el valor para eso así que regresaba sus manitas a sus costados con frustración.
Sí alguien le hubiese dicho que las felaciones eran tan buenas que se podían confundir con el pase directo al cielo jamás lo habría creído pero ahora que sus ojos se nublaban en lágrimas de placer y su voz se quebraba en sonidos que jamás se había imaginado en emitir él mismo era quien le contaría a todo el mundo lo inigualable que era el sexo oral.
Echó su cabeza hacia atrás, desordenando aún más su cabello castaño, sí Soobin sostenía de esa manera su pierna mientras daba caricias circulares a una zona sensible de su piel y además se encargaba de subir y bajar con tal rapidez sobre su miembro él iba a... a... Joder, Kai ni siquiera podía pensar en que hacer, estaba tan hundido en placer que sus pensamientos y su boca estaba completamente desconectados.
Se aferró a la almohada debajo de su cabeza, moviendo sutilmente su cadera hacia arriba con el ritmo indicado para chocar con los movimientos del peliazul ubicado entre sus piernas.
─Ahm, ¡S-soobin! ¡espera! ah, ah... espera... ¡B-bin! ─las palabras salían de manera atropellada, apenas y tenía tiempo de respirar entre los gemidos que el increíble trabajo que estaba haciendo Choi lo hacía soltar.
Soobin se detuvo por un momento, viendo cómo era un delgado hilo de saliva lo que lo unía al miembro de Huening todavía. Espero unos segundos pero HueningKai se quedó completamente callado. Supuso que debía de seguir, de todos modos ¿no fue HueningKai quien le dijo que no parara dijera lo que dijera? Además, parecía estar disfrutándolo demasiado.
Se apoderó de nuevo del miembro del contrario y comenzó a masturbarlo con cierta rapidez mientras su lengua entraba en contacto solamente con la punta de éste, probablemente eso le gustaba muchísimo al menor porque no paraba de gemir su nombre de esa manera que estaba empezando a gustarle.
Huening utilizó una mano para cubrir su boca, el peliazul estaba acariciando aquella zona que ahora reconocía como la más sensible de su cuerpo, obligándolo a soltar esas pequeñas gotas de agua que se habían acumulado en sus orbes a causa del placer.
─S-soobin... ah, ¡e-ese lugar...! n-no... ─sollozó como la última opción para que el peliazul le hiciera caso y se detuviera, si seguía tocando ahí llegaría al clímax más rápido de lo esperado.
Choi de nuevo lo ignoró, siguió pasando sus manos sobre su piel sin problemas. Bajaba con más intensidad, dejando que su lengua recorriera por completo el falo del contrario mientras soltaba algunos sonidos húmedos por el proceso.
El cuerpo de HueningKai temblaba con insistencia, olvidándose completamente de con quien se hallaba, había dejado que los gemidos y jadeos salieran libremente de su boca, que sus manos tomaran un poco del cabello de Soobin y que su cadera se moviera en busca del placer propio.
Fue luego de que la lengua de Soobin bajara y subiera por su miembro una vez más, que una punzada de placer se instaló en su abdomen bajo, haciendolo retorcerse mientras rodeaba al contrario con sus piernas.
Su cabeza se hundió en la almohada después de echarla hacia atrás cuando el peliazul tomó con firmeza su cintura para mantenerle quieto, un poco más de fuerza y seguramente la marca de los dedos del más alto se quedarían para el día siguiente.
Huening Kai miró al techo con la vista borrosa por las lágrimas. Sus manos se aferraban a las sábanas con fuerza mientras de sus labios seguían escapandose dulces y sonoros gemidos producto de la felación que Choi estaba realizandole. Eso definitivamente era mejor que masturbarse, su mano jamás podría compararse con la boca de Soobin.
─¡Ahm, S-soobin! ¡S-sí... oh! ¡Voy a ngh! ¡Voy...! ─se vio interrumpido por un fuerte estremecimiento que volcó su mente por completo. Iba a llegar. En serio se iba a correr ─¡E-espera! No ah, p-por favor... ¡Detente! ─lloriqueo con la voz más aguda de lo normal tratando de tomar el cabello de Soobin entre sus manos para detenerlo, sin embargo, el peliazul fue más rápido anticipando sus movimientos, soltando su cintura para tomarlo de las muñecas e inmovilizarlo.
El más bajo tuvo unos cuantos espasmos con resignación, dejando que sus ojos se entrecerraran y los dedos de sus pies se contrajeran junto con sus manos volviéndose puños. Mordió su labio inferior con tanta fuerza que se sorprendió de no haber sangrado, ¿así se sentía casi llegar a un verdadero orgasmo?
─¡Bin, Bin, ahm, ah, B-Bin...! ─repitió como mantra cuando su cabeza dio vueltas antes de soltar un grito ahogado y llegar en la boca de Choi.
Un largo e inestable gemido salió de su garganta mientras las largas tiras de su esencia se liberaron en la boca del peliazul. Las lágrimas que mojaba sus mejillas incrementaron y la forma en la que se contraía todo su cuerpo solo lo hundía más en aquella nube cegadora de placer.
Se perdió, su mente se nubló por completo y su cuerpo perdió toda la fuerza. Ese había sido el mejor orgasmo de su vida.
perdón por no publicar capítulo la semana pasada, pero acá a su nueva diosa de la procrastinación le adelantaron la fecha de entrega de un proyecto que ni siquiera había empezado y terminó haciendolo en cinco días en lugar de un mes como lo tenía planeado udjekdjf
en fin, no sean como yo y hagan sus deberes a tiempo
los tqm, háganle stream al mv de blue hour en japonés que los nenes sacaron hoy porfi ( ・᷄ ᵌ・᷅ )
nos vemos la próxima semana ♡