BABYSITTER

By Ara_YiZhan

240K 29K 33.4K

Xiao Zhan es contratado para cuidar a un lindo niño que cuyo hermano mayor ama a las niñeras, no hay una que... More

EPISODE 1
EPISODE 2
EPISODE 3
EPISODE 4
EPISODE 5
EPISODE 6
EPISODE 7
EPISODE 8
EPISODE 9
EPISODE 10
EPISODE 11
EPISODE 12
EPISODE 13
EPISODE 15
EPISODE 16
EPISODE 17
EPISODE 18
EPISODE 19
EPISODE 20
EPISODE 21
EPISODE 22
EPISODE 23
EPISODE 24
EPISODE 25
EPISODE 26
EPISODE 27
EPISODE 28
EPISODE 29
EPISODE FINAL

EPISODE 14

7K 847 1.4K
By Ara_YiZhan


Los días habían pasado entre estudio, trabajo y responsabilidades para Xiao Zhan y no muchas cosas en Yibo.

A este ultimo su abuela le había propuesto trabajar con ella en sus negocios. Ella tenía una empresa de productos dentales y quería que Yibo ocupara una gerencia, pero esas cosas a él no le gustaban para nada. No podía imaginar lo aburrido que sería estar sentado en un escritorio viendo proyectos y atendiendo al personal para mejorar sus producciones, casi no entraba en su mente siquiera vestir un traje y levantarse temprano para ir a trabajar. Su abuela Helen le había propuesto pagarle más de lo que pagaría a cualquier otro gerente de su empresa. Pero Yibo estaba lejos de aceptar, según él, arruinaría su vida, lo bueno es que aún tenía algo de dinero para aportar y sobrevivir en casa del pelinegro.

Xiao Zhan iba a la universidad con una enorme sonrisa, sin duda sentía que vivía una aventura excitante, todos los días para él era descubrir algo de Yibo y en esa convivencia llegó a la conclusión que, efectivamente, se había enamorado. y no veía las horas de llegar a casa, verlo, ir al trabajo y luego regresar para refugiarse en su habitación con Yibo, que lo desnudara y recorriera su cuerpo con sus labios, que lo hiciera sentir bien, luego quedarse conversando hasta entrar en sueños.

Era perfecto y Yibo tenía razón, hablar de sentimientos solo traía complicaciones y confusiones, mejor y solo pensar en estar juntos y creer que todo estaría mejor así.

Por otro lado Dilraba se juntaba más con Lee, el alumno más sobresaliente de la escuela, Xiao Zhan no vio con buenos ojos eso, ¿lo hacía a propósito? Quería creer que no, extrañaba mucho hablar con ella y sobre todo contarle sus cosas, no era lo mismo hacerlo con Yibo, además deseaba poder expresarle justamente eso, decir lo que sentía por otra persona y que le aconsejara, pero eso estaba tan lejos de ser posible que suspiró resignándose a perderla totalmente.

El director de carrera entró al aula un poco apenado y eso llamó la atención de los demás estudiantes quienes se sentaron en sus asientos al verlo.

—Alumnos, tengo que comunicarles algo relacionado a su maestra de investigación, por motivos de fuerza mayor ya no trabajara con nosotros... —Todos los estudiantes se miraron entre sí, les parecía raro, esa maestra era una de las mejores aunque usaba métodos antiguos y era muy quisquillosa con los trabajos, pero aun así era una muy buena maestra—. Pero no crean que se quedarán sin maestro, les vengo a presentar uno de los mejores, quizá por lo joven que es crean que no ha tenido preparación alguna, lo cual no es así —hizo una pausa mientras iba a la entrada y lo invitaba a pasar—. Les presento al profesor Gao Wei Guang.

Toda la clase enmudeció al verlo, si algunos pensaban ver a un hombre obeso con barba y ropa anticuada, estaban equivocados, lo que vieron fue a un chico que irradiaba belleza y con una agradable sonrisa, aparentaba tener veinte ocho años.

Las chicas suspiraron y se sintieron curiosas por él, Xiao Zhan vio esa reacción tan baja, en su mente no cabía fijarse en un profesor y mucho menos ahora que tenía a Yibo, aunque no podía negar lo muy atractivo que era el hombre.

El nuevo profesor se presentó y comenzando con una clase introductoria. 

—Bien chicos como escucharon mi nombre es Gao Wei Guang puedes decirme Gao Wei, seré su nuevo maestro, no crean que por tener 28 años seré  flexible con ustedes y sus responsabilidades, así que llevémonos bien— termino de decir para dar inicio al siguiente punto...— la modalidad de los trabajos será mediante correo electrónico. —Hubo evidentes muestras de satisfacción de parte de los alumnos—. Importará mucho su participación y tendremos muchas clases prácticas, la investigación no se puede hacer en el aula, necesitamos salir. Les voy a pasar una lista en donde me pondrán sus correos electrónicos y les daré un horario especial para entrar a un foro en donde distribuiré materiales de lectura...

Siguió hablando, mientras todos seguían maravillando con sus palabras y su hermosura.


—&—


Yibo había ido a visitar a Jin a su escuela, ya que a su casa no había regresado desde esa vez que Arthur lo recibió con un golpe. Pero quería ver a su hermanito, así que usando su nombre logró entrar para visitarlo a la hora de receso.

El pequeño cuando lo vio no podo ocultar su emoción, corrió hacia su hermano y lo abrazó fuerte.

—Qué tal.—dijo Yibo con una amplia sonrisa.

—Me aburro Yibo, sácame de aquí porfis, llévame al parque o donde quieras porfis porfis porfis.

—Jin, no puedo hacerlo, es más, ni siquiera está bien que esté aquí contigo, solo vine a saludarte campeón, no compliques las cosas. —El pequeño se puso serio y bajo la cabeza, a Yibo le llamó la atención su actitud y mas que estuviera solo en una esquina del patio sin ningún otro niño cerca—. Jin, ¿por qué no juegas con los demás?

—No me quieren. —dijo el niño apenado y Yibo frunció el ceño, eso no estaba bien.

Fue con Jin en sus brazo hacia su aula de clase y encontró una maestra joven bastante guapa que no paso por alto Yibo, pero en ese momento no iría a sacarle una cita, debía ser claro y directo estaba ahí por su hermano.

—Disculpe señorita, pero creo que usted ha descuidado a mi hermanito.

—¿Cómo entró aquí?

—Usted no sabe por lo que pasamos, solo le pido que tenga consideración por mi hermano. —La maestra soltó una risita burlona—. ¡Pagamos mucho a este colegio!

—Perdón, pero si usted conoce a Jin sabrá por qué no tiene amigos. Hacemos todo lo que podemos, pero él no colabora, lo hemos derivado con los especialistas así que no creo conveniente que exija por algo que se nos escapa de nuestras manos, su hermano tiene un problema muy serio, ya hemos hablado con su madre, pero por lo visto no hace nada.

Yibo se quedó preocupado, no quiso seguir hablando de temas delicado con la chica y menos frente a Jin. Lo sacó del aula y un auxiliar se le acercó pidiéndole que por favor se retirara porque y entrarían a clase los demás niños. Yibo se agachó para ver cara a cara a su hermanito y tomó su rostro.

—Jin...

—No quiero escuchar —dijo triste.

—No voy a gritarte, solo quiero que confíes en mí, ¿de acuerdo? Vendré más seguido campeón.—Dijo Yibo abrazando a su hermano como despedida. Jin lo abrazo de vuelta aferrándose a su cuello. No quería que su hermano fuera como él, no quería que sus padres lo dejaran de lado y se olvidara del pequeño como lo hicieron con él, Jin no merecía vivir la mediocre vida que estaba viviendo. 

Yibo sintió una horrible sensación de estar perdiendo su vida y con eso recordó al anciano del cual Xiao Zhan le había estado hablando cada vez que preguntaba. Sentía una extraña curiosidad por él y a la vez un rechazo, era una mezcla rara de sentimientos que no desaparecían así no más.

Se subió a su moto y manejó hacia la casona de ese hombre, sabía que quizá ni lo recordaría o no lo recibiría pero tenia que verlo, se detuvo en la reja de su jardín ya seco y el sonido de la moto alertó al anciano dentro.

—¡No pedí pizza! ¡No entienden! ¡Pizza es para los indigentes! —comenzó a gritar y murmurar cosas de ese tipo por la ventana, pero cuando vio a Yibo  puedo recordar su rostro. —¿Eres el hijo de Liu Ting? Has crecido mucho, vaya eres todo un hombre y muy guapo, ¿tanto tiempo ha pasado? ¿En qué año estamos? —Yibo rio ante eso.

—¿Cree que soy Xiao Zhan?

—Sí, eres ese muchachito que venía. Lo eres, ¿verdad? ¡No quieras engañarme!

—Está bien, lo soy.

—Lo hubieras dicho antes, pasa, pasa. Últimamente la gente me cree un monstruo, no soy un hombre de buscar problemas, pero estoy tan cansado de que todos crean que estoy loco, ¡no lo estoy!

Yibo entró a la casa y la vio desordenada otra vez, pero no dijo nada, aún se sentía extraño por estar ahí, sin embargo, no quería irse. Se sentó en el sofá y el anciano mal vestido fue por una caja de puros muy finos que Yibo reconoció.

—Ya que eres todo un hombre —dijo con una sonrisa y Yibo asintió tomando uno de esos puros—. Y bien, ¿a qué se debe tu visita? —Yibo tragó saliva, no quería airarlo sin una respuesta, pero tampoco sabía qué decir.

—Bueno, yo...

—Vienes por la historia, ¿no? —Yibo miró extrañado—. Siempre venías y te quedabas escuchando la historia...

—Sí...

El anciano se levantó y se adentro a una de las habitaciones de la casa, Yibo no supo que hacer si irse o quedarse a escuchar esa historia que el abuelo hablo, el anciano Hong regresó con un álbum de fotos y se lo pasó. Era uno viejo aunque la pasta del libro estaba adornada con pedrería, se podía ver que era un libro especial. Yibo comenzó a hojearlo mientras que el anciano relataba sus vivencias, retrocediendo cada vez más en el tiempo, mezclando hechos, emocionándose, hablando rápido o enmudeciendo cuando no recordaba cosas. Yibo extrañamente no se aburrió, estaba mirando las fotos hasta que logró ver el bello rostro de la que el anciano tanto amó y comenzó a llorar narrándole ese hecho.

—Me odia... sé que ella murió odiándome, Nunca le dije que la amé, nunca exprese mis sentimientos hacia ella, porque... porque... porque creí que no los sentía. Y después de eso nunca más pude amar.

Yibo cerró el álbum, estaba abrumado por tanto relato lleno de dolor y sufrimiento. No sabía qué decir o qué hacer en ese momento. El anciano, con manos temblorosas, tomó su álbum y lo acarició sentándose junto a Yibo.

—Quisiera verla. —Dijo el anciano y Yibo bajó la cabeza, de seguro el viejo vagaba por su mente en el tiempo.

—¿Qué piensa hacer?

—Quiero ir al cementerio, sé dónde está... mandé a traer su cuerpo para que sea enterrado aquí, me costó mucho, tuve que contratar a mucha gente, pero todo lo que me propongo lo consigo. —Sonrió para sí mismo.—llévame así allá, yo puedo pagarte mucho dinero, pero tienes que manejar tu, porque la última vez casi me meten a un establecimiento mental. —Yibo no vio prudente dejarlo ir solo, era tan arriesgado, el anciano vio su interés y le mostró su enorme cochera con algunos autos de colección y le ofreció trabajo.

Ambos entraron al auto para tomar rumbo al cementerio.

—¿Te pasa algo? —preguntó el anciano al verlo inseguro.

—Bueno, tuve un accidente hace meses y...

—Bah, no seas maricón, ¿acaso has muerto? Deja esas niñerías y maneja o lo haré yo.

Yibo solo le hizo caso y no supo cómo logró poner en marcha el auto al cementerio. Se detuvo en un semáforo y respiro hondo, sintió su celular sonar, era Xiao Zhan quien le preguntaba si iría a almorzar, Yibo solo le dio un NO y lo guardo.

Llegaron al enorme cementerio y el anciano comenzó a agitarse, Yibo preocupado tomó su brazo, pero el anciano no se dejó ayudar y Yibo rio porque él tampoco se dejaría.

Caminaron en silencio hasta llegar a una cripta con ángeles blancos a ambos lados, todo lucía fantasmal y el anciano puso rosas blancas arrodillándose, Yibo mantuvo su distancia, no quería oír o interrumpir lo que el señor dijera.

—... antes de morir quiero que sepas que fuiste la única a la que amé.

Yibo recibió un mensaje en su celular y vio que era Xiao Zhan. "¿Todo bien?, me preocupas", sonrió imaginando su carita de preocupado y respondió un escueto, "Sí.".

Pasaron toda la tarde ahí hasta que Yibo vio algo raro en el anciano que comenzaba a hablar incoherencias y a agitarse, por lo que vio indicado regresar a casa a pesar de que el anciano no quería.

Al llegar a la casa del anciano Yibo se asustó de verlo tan mal, el anciano camino a pasos lentos a su habitación y solo dio un agotado "gracias" a Yibo.

Yibo tomo sus cosas para irse, pero antes tuvo la necesidad de ir a despedirse del anciano, pero lo que encontró no era lo que esperaba ver.


—&—

Xiao Zhan ayudaba a su mamá con algunas cosas como era de costumbre, ella miro a su hijo y no sabia como preguntar, lo miro seria, y solo le dijo que lo había escuchado en la noche cuando ella quiso ir a su habitación e inmediatamente Xiao Zhan enrojeció imaginando lo que su madre le decía y no supo qué decir.

—Y bien —dijo ella cruzó sus brazos—. No creí que llegaría este momento tan pronto...

—No pasó nada, lo juro, no pasa nada aún. —Liu Ting arqueó una ceja.

—No nací ayer, hijo.

—Hablo en serio. —Ella lo miró a sus ojos por alguna duda y Xiao Zhan se mantuvo firme—. Solo besos, pero no pasa más.

—Quizá pase y aún no estés preparado. A veces uno no lo planea, no lo busca, sin embargo cae en las redes de la pasión. — se le acercó y le puso algo en el bolsillo de sus pantalones. Xiao Zhan se quedó paralizado al saber qué era—. Siempre es bueno ser precavido, hijo, por favor, no cometas una locura de la cual te puedas arrepentir por el resto de tu vida.

Xiao Zhan asintió, de todas formas era de escuchar a su mamá aunque quizá ella se precipitaba, pero él no estaba seguro que se negaría si Yibo le propusiera algo, así que no podía excusarse más con su mamá.

subió a su habitación para ocultar la cajita de preservativos que Liu Ting le había dado y luego bajó al escuchar la voz de Yibo, que había llegado y se podía oír su voz angustiada.

—... algo ha pasado, yo... yo... lo llevé al hospital.

Yibo miró a Xiao Zhan en las escaleras y éste, al notar la mirada preocupada de Yibo, terminó bajando rápido y yendo hacia él para tomar su brazo y buscar explicación en su mirada. Yibo les contó todo, el anciano estaba hospitalizado por una crisis.

Liu Ting fue por su teléfono y llamo a los demás de su fraternidad para que le indicaran qué hacer y mientras ella hacía eso y anotaba en una libreta algunas acciones como llamar a la esposa del anciano, Xiao Zhan solo estaba abrazando a Yibo por la cintura, se sentía bien por lo que había hecho y Yibo no lo entendía.

—Yibo... tranquilo estará bien, hiciste bien. —El corazón de Xiao Zhan latía aún más que el de Yibo quien estaba muy confundido y tenía el ceño fruncido.

Ya pasada las horas Yibo decidió ducharse y mientras lo hacía apoyó sus manos en las frías losa y se quedó pensando en su vida y en lo que estaba haciendo. No se sentía el Yibo de siempre y eso le incomodaba mucho, quería ser capaz de dejar de sentir sensaciones extrañas y solo ser el mismo de antes, el Yibo que no se complicaba con nada, el que no sentía ese retorcijón en el vientre con la sonrisa del pelinegro y que cada vez que deseaba tomarlo y empujarlo hacia la cama, una sensación de impotencia le impedía continuar, eran esas nuevas ganas de no querer romperlo y solo tenerlo por siempre en sus brazos.

Se vistió en el baño y  salió de la ducha s, no quería entrar al cuarto del pelinegro semi desnudo, pero sí deseaba hacerlo para darle un beso.

Sabía que se quedaría ahí y quizá terminara por besarlo hasta que entre caricias, ambos pasaran un momento agradable. Pero esta vez no quería eso, esta vez quería evitarlo y dormir en la habitación de huéspedes que le habían dado, y no quería darle explicaciones porque no sabía qué decir o cómo explicarlo, pero su deseo fue mucho mas grande.

Xiao Zhan se había puesto una bata blanca y estaba en su habitación, recostado en la cama muy nervioso, tanto así que sus manos sudaban y sus piernas se movían mucho. Lo había imaginado tantas veces que solo eso lo agitaba.

Yibo entró a la habitación bastante serio y vio a Xiao Zhan acostado en la cama con solo una bata puesta, Xiao Zhan se puso de pie en cuanto Yibo cerró la puerta de su habitación y dejo deslizar la bata por su cuerpo hasta que llegó al suelo. Todo en el temblaba por mostrarse así y quiso hablar para decirle a Yibo que llegara hasta el final, pero nada salía de sus labios.

Yibo estaba absorto, casi no lo podía creer. Ante sus ojos Xiao Zhan lucía demasiado provocador tanto que su pene había dado un respingón en sus pantalones y su vientre se había encogido. La piel de Xiao Zhan era hermosa y pálida, eso lo atrajo mucho, pero aún más fue su agitada respiración y el temblor de sus labios debido a sus nervios.

Xiao Zhan había pensado tanto en ese momento, sin embargo, ahora tenía la mente en blanco. Llevó una mano hacia su entrepierna abultada y Yibo comenzó a acercarse lentamente. Xiao Zhan se intimidó por su mirada y al ver que apretaba la mandíbula aún más.

—Xiao Zhan... —dijo Yibo con voz ronca y sensual lo cual el pelinegro mordió su labio de ansiedad.

Lo que aconteció después dejó totalmente mudo al pelinegro. Yibo se había acercado para luego arrodillarse en el suelo tan rápido, pero no hizo lo que Xiao Zhan estaba pensando que haría, no; solo tomó la bata blanca para alzarla cubriendo su cuerpo otra vez y se puso en pie mirándolo a los ojos, tomando ambos de sus delgados brazos y así, alzándolo un poco para empujarlo hacia la cama, cosa que Xiao Zhan soltó un pequeño quejido de sorpresa.

—¿Qué quieres? —cuestionó Yibo estando serio—. Trato de controlarme cada vez que te pones así y ahora entro y te desnudas, ¿Qué quieres? —Arrodillado en la cama miró fijamente a sus ojos, mientras que Xiao Zhan trataba de sentarse.

Se había asustado un poco y más que eso, se había avergonzado.

—Yo... —intentó hablar, pero estaba tan agitado que su voz sonaba como un gemido y tuvo que carraspear para continuar—. Quiero ser tuyo —apenas dijo y Yibo otra vez se sintió extraño, al borde de perder la poca compostura que creía tener.

—Xiao Zhan, no sabes lo que pides, no tienes ni puta idea de lo que dices.

Esas palabras lograron intimidarlo y desistir en su curiosidad por avanzar más. Nunca antes se había sentido así de humillado como en ese momento y solo quería desaparecer. Las manos de Yibo temblaron inevitablemente, tomó a Xiao Zhan de la cintura y lo volteó en la cama ocasionando un estremecimiento en Xiao Zhan quien gritó del susto.

—Yibo... no... —No sabía qué decir, estaba sorprendido solo quería levantarse de la cama para salir de ahí. Yibo lo aprisiono aplastando su espalda con una de sus manos por encima de su bata y se posó sobre él.

—Me provocas y me encuentras. Luego no quiero verte llorar por saciarme contigo.

—No, así no, Suéltame... —pidió agitado. Yibo se casi se sentó encima y le subió la bata hasta la espalda lo cual agitó a Xiao Zhan—. Voy a gritar si no te levantas —amenazó, sin embargo Yibo empujó su cabeza contra la almohada y Xiao Zhan no pudo gritar, apenas tomaba bocanadas de aire, y fue cuando supo en qué había caído.

Yibo detestaba perder el control, y la provocación de Xiao Zhan había generado en él una serie de sentimientos incómodos los cuales quería sacar a como dé lugar, ya que sentía que podía cometer una estupidez. La única forma era dominando a su antojo así Xiao Zhan tenía muy en claro no hacer algo semejante otra vez. Y no es que a no le haya gustado verlo desnudo y tan predispuesto a ser suyo, era más bien lo que sintió en ese momento en cuanto vio caer la bata, ver su pureza y entrega, solo le incitaba ir y tomarlo de la mano para unirse con cuidado. Sin embargo, eso no pasaría, el no lo permitiría.

Xiao Zhan sabía que estaba expuesto a Yibo de la cintura para abajo y solo cuando este tomó con saña una de sus nalgas supo lo que pretendía hacer. Se puso frío, casi no podía creer cómo así había llegado a encontrarse totalmente sometido y sin poder si quiera moverse, estaba privado y hasta sentía miedo porque los movimientos que Yibo usaba para retenerlo en la cama eran bruscos. El suave Yibo ya no estaba y ni se asomaba.

—Quiero que tengas algo en claro, Xiao Zhan—dijo con grave voz—. No soy quien crees que soy, así me conociste, así debe ser.

—Ya no quiero esto —se quejó cuando sintió a Yibo separar sus nalgas, estaba jugando.

—¿No me dejarás probar un poco de ti? O sea, te muestras desnudo ante mí y luego me dices que no quieres esto, ¿Qué pasa contigo niñero? —Rió un poco para luego jugar con su entrada, tenía sus dedos puestos ahí y Xiao Zhan comenzó a agitarse cada vez más, estaba incómodo. Yibo observó su trasero, sus nalgas bien formadas y su pequeña entrada. Su vientre casi dolió de solo pensar que podría entrar ahí esa noche, que nada podría impedir concretar eso y de seguro se sentiría bien. Logró darle una palmada a Xiao Zhan para que dejara de moverse.

—¡Yibo! —logró gritar y este se irguió sobre él presionándolo y bajándole la cabeza hacia la almohada.

—Quieto —ordenó cerca de su oído. Xiao Zhan se tensó un poco, estaba molesto, quería liberarse y salir de ahí, pero aferró sus manos a la almohada, permaneciendo boca abajo y sintió a Yibo acariciar su espalda con pequeños besos, le había remangado la bata hasta las axilas—. A ver, qué tenemos acá... un montón de pequeños lunares, humm....

—No me está gustando nada, eres un... —Xiao Zhan se ahogó en sus palabras cuando Yibo besaba la parte baja de su espalda e inmediatamente alzó una mano para tomar parte de sus cabellos —. No te atrevas —amenazó cuando Yibo abría sus nalgas y el creyó sentirse fuera de su cuerpo, como en una nube cuando Yibo hizo contacto en su trasero.

Nunca se había imaginado tan siquiera que Yibo sería capaz de hacer lo que le hacía en esos momentos. Estaba absorto removiéndose en la cama mientras Yibo tomaba su trasero fuertemente y lo besaba como si no hubiera un mañana.

Le encantaba sentir a Xiao Zhan tan inquieto y agitado y luego como poco a poco, se dejaba y le decía tantas veces con la voz excitada que era un cerdo. Le mordió una nalga y rió luego. —Seré un cerdo, pero qué bien que te gusta esto. —Volvió a hundirse en él, usando su lengua.

Pronto Yibo dejó de hacerlo al escucharlo gemir y se puso sobre él otra vez, Xiao Zhan miró por encima de su hombro, Yibo estaba cerca de su rostro con una sonrisa maliciosa, pero luego vio cómo se puso serio y no entendió la razón. Y era que Yibo se había quedado embelesado por la belleza de Xiao Zhan, excitado desprendía inocencia y a la vez ganas de más.

—¿Quieres que lo haga? —susurró Yibo en su oído y Xiao Zhan se tensó—. Estás listo —dijo llevando sus dedos a su entrada e hizo presión entrando en él. Vio que Xiao Zhan cerró sus ojos fuertemente, eso era extraño y no le gustó en cierta forma, así que decidió sacar sus dedos.

—Yo... —quiso hablar, pero Yibo había puesto ambos brazos a sus lados cerca de su cabeza y se había arrodillado entre sus piernas, estaba desnudo de la cintura para abajo.

Xiao Zhan se quedó muy quieto más que todo porque estaba excitado, aunque se sentía muy culpable por haber ocasionado eso. Lo que aconteció fue que Yibo comenzó a moverse sobre él, directamente en su trasero sin penetrarlo. Xiao Zhan dejó de verlo cuando sintió el pene de Yibo caliente y duro rozar tantas veces su entrada y hasta presionarlo probando entrar.

Yibo lo obligó a tocarse para así no ser el único en disfrutar eso. La cama era sacudida fuertemente al punto de producir sonidos que pusieron nervioso al pelinegro, debía acabar o su madre se daría cuenta. Yibo se irguió un poco y tomando su pene y se vino sobre todo el trasero de Xiao Zhan, quería que sea así, dejarlo cubierto de su semen, sintió los temblores de Xiao Zhan y ese gruñido lindo que solía hacer cuando se corría y lo vio retorcerse debajo de él en su liberación. Sonrió muy satisfecho. Pero no esperó que cuando se sentó en la cama, suspirando por lo que había acontecido, Xiao Zhan levantara una pierna tan rápido y le propiciara una patada en el hombro y lo botara de la cama.

Cayó de trasero en el suelo y quiso levantarse, pero no pudo hacerlo, Xiao Zhan se levantó con una mirada de desprecio, estaba airado y de seguro le gritaría insultos o mínimo lo botaría de su casa. Tragó saliva, se le había pasado la mano. El cuerpo de Xiao Zhan estaba cubierto por la bata, pero Yibo desde el suelo vio sus frágiles y delgadas piernas cerca de sus pies y con un movimiento rápido le hizo tropezar.

—¡Yibo! —Gruñó Xiao Zhan cayendo sobre Yibo y éste abrazó su cintura para besarle los labios—. No, no, no, ¿crees que con besos se arreglará esto? —dijo pataleando, queriendo liberarse de los brazos de Yibo.

—¿Por qué no? De todas formas te gustó mucho y a mí también, ¿no es eso lo que cuenta?

Xiao Zhan suspiró, cuanto quisiera él que Yibo fuese diferente, pero no podía contradecirlo, le había gustado como se lo había hecho esa vez, así que se dejó besar.


—&—

Xiao Zhan bostezaba en clases, tenía ojeras, pero poco le importaban. Tenían un pequeño receso antes de entrar a la siguiente clase y estaba ensimismado en sus pensamientos, pensaba en si podría confiar en alguien alguna vez y contarle lo que vivía con Yibo. No se sentía del todo cómodo después de lo que había pasado la noche anterior, había una intranquilidad y pensaba mucho qué podía decirle a Yibo para que lo entendiera, pero no tenía idea de tan siquiera cómo empezar la conversación.

Miró hacia el frente y ahí, en el escritorio del profesor, cerca de él, estaba Dilraba, su ex mejor amiga, a la que cientos de veces le había contado sus problemas de todo tipo, ella sabía su vida y sus secretos más vergonzosos, pero no el principal que atormentaba su día a día.

Dilraba conversaba con Lee, el tipo listo de la clase, un chico guapo y muy sociable y eso llamaba la atención a las chica. Xiao Zhan frunció el ceño, sentía celos, no podía negarlo y al parecer a su ex mejor amiga le gustaba eso, podía notarlo porque la conocía muy bien. 

Xiao Zhan dejó de mirarla y cuando ella pasó por su lado para sentarse detrás, él tomó su mano y la detuvo.

— ¿Qué haces? —Preguntó Xiao Zhan—. Crees que no me doy cuenta. —Ella frunció el ceño y se soltó.

— ¿Qué te pasa?

—Dil, por qué me tratas así, ¿acaso no podemos ser amigos?

—No seré amiga de un gay —dijo eso en un tono alto y Xiao Zhan se sobresaltó ante esa afirmación.

Los presentes detuvieron sus pláticas al escuchar eso y el profesor entrante también lo notó. Xiao Zhan enrojeció delante de Dilraba sin poder defenderse o decirle algo, ¿Cómo contradecir la verdad?

—¡Xiao Zhan es gay! —gritó un compañero y todos rieron.

El profesor Gao Wei Guang entro a la sala de clases frunciendo el ceño y golpeó su pupitre para que la clase tomara sus asientos y prestaran atención.

—No toleraré insultos, ofensas de ningún tipo en mi clase, no quiero oír comentarios como los que oí al entrar, ¿Qué quede claro? —Hablo fuerte y claro mirando desafiante al los involucrados de los insultos.

Xiao Zhan estaba furioso, si antes pensaba retomar la amistad con Dilraba, ahora solo quería alejarse de ella lo más lejos posible, jamás lo entendería y eso era una pena.

El profesor comenzó a hablar sobre los trabajos que la profesora saliente le había dado con las calificaciones.

—He de decir que la idea de hacerlo a mano ha sido una muy buena, así pude conocerlos un poco más. Esta vez quiero incentivarlos, he mandado a traer unos libros, pero solo será para los dos alumnos que han obtenido las mayores calificaciones. —Toda la clase se sorprendió, estaban ansiosos, menos Xiao Zhan, él quería concentrarse en lo que el profesor decía y dejar de martirizarse pensando en todo lo que últimamente era su vida—. Voy a llamar a los dos alumnos que sobresalieron en los trabajos de investigación, empezando por el segundo lugar que está Lee, ¿podría ponerse en pie para conocerlo? —Así lo hizo y el profesor sonrió, aunque Lee estaba molesto en realidad, no podía creer que sea el segundo puesto y no el primero—. Y en el primer puesto esta Xiao Zhan, ¿podría ponerse en pie para conocerlo? —Xiao Zhan salió de su ensimismamiento y se sobresaltó en su asiento, se puso de pie muy distraído y miró al profesor quien le sonrió—. Ustedes ha sido acreedores de unos libros de corte científico, por favor, después de la clase sírvanse pasar por mi oficina.

Xiao Zhan estaba un poco confundido y cuando miró hacia donde Lee estaba, éste lo miraba con desprecio, Xiao Zhan era un alumno de buenas notas, sí, pero últimamente todos sabían que andaba despistado porque trabajaba ¿Cómo así había hecho el mejor trabajo?

A la hora de la salida, no quería ir a recoger su libro, incluso estaba pensando decirle a Lee que vaya solo, pero en los pasillos, saliendo para ir a casa, fue interceptado por Lee.

—No sé qué hayas hecho, pero no recogeré un libro que no merezco. —Xiao Zhan lo miró confundido—. Los tengo todos, además.

—Hum, bien por ti, yo... Lee, sé que tú siempre serás el mejor, deja de mirarme así.

— ¿Así cómo? Deja de hablar como gay. —Era la segunda vez en el día que le decían eso y Xiao Zhan enmudeció. Y Lee pasó de él.

Se sintió dolido, no pensó que si gustaba de un chico sería así de mal visto, ¿Qué debía hacer? no quería que lo vieran diferente y se sintió un poco paranoico.

Solo se dirigió a las oficinas de los profesores.

Entró saludando a algunos maestros que ahí permanecían y fue hacia la anterior oficina de su ex profesora la cual tenía fotos de gatos por todas partes, pero ya nada era así, ahora habían paisajes y mensajes reflexivos en las paredes, y el escritorio estaba lleno de libros.

—Hola, pasa —dijo el profesor reconociéndolo.

—Gracias y por el incentivo también. —Sonrió viendo como el profesor buscaba un libro sobre principios de la investigación y lo firmaba: "para un buen alumno. Nunca olvides alcanzar tus sueños".

—Espero sigas así, me gustó mucho la entrevista a Yin Zheng, lo he visto por la televisión muchas veces y tus dibujos sobre motos estuvieron muy buenos, tienes mucho talento, sin duda fue el mejor trabajo. —Xiao Zhan resopló, era un halago inmerecido, quien había hecho todo eso había sido Yibo.

—No sé qué decir, usted es un buen profesor, muchas gracias. —Tomó el libro y cuando estuvo por irse el profesor lo llamó y Xiao Zhan se giró para verlo.

—No sé si sea cierto o no lo que la chica de la clase te dijo, aún los estoy conociendo... —Xiao Zhan enrojeció otra vez, detestaba no poder controlar eso, pero se puso nervioso y bajó la cabeza—. Te entiendo, Xiao Zhan, si es verdad lo que ella dijo allá, te entiendo. —Xiao Zhan miró sorprendido a su profesor.

—Usted... usted... —No sabía si preguntarlo o no, pero la sonrisa del profesor y esa mirada cómplice le respondió—. Debo irme... —dijo nervioso.

—Adelante. —Xiao Zhan retrocedió, pero luego se detuvo y miró a su profesor.

—Gracias por esto y por... por entenderme —terminando de decir eso, salió de ahí muy rápido.


—&—


Carman había recibido muchas llamadas telefónicas de la escuela de su hijo Jin, siempre decía que no tenía tiempo para ir, que para eso pagaba mucho, pero esta vez decidió acudir a una de esas citas con la tutora.

Estaba muy molesta porque, como las anteriores veces, sabía que le llamaría la atención, así que ya tenía su discurso mental de qué decir para defenderse, total, ella pagaba mucho y la escuela contaba con profesionales que según ella debía soluciona los problemas de su hijo o saber manejar su peculiar forma de ser.

Llegó a la escuela y fue atendida en la sala de visitas. La tutora de su hijo acudió a hablar con ella y fue amable en cierta forma.

—... Jin es un niño con mucho potencial, proyecta una energía fuerte casi siempre y sabemos que es un niño decidido...

—Al grano —dijo seria.

—Mire doctora Carman, Jin está provocando muchos problemas aquí, pero él no tiene la culpa. Se le ha pedido dibujar a su familia y es esto lo que ha hecho.

Una hoja era mostrada a una Carman ofuscada y abrumada. Colores negros, rojos y grises, dibujos de personas alargadas dispersas por toda la hoja, un papá pequeño, una mamá grande pero lejos, un hermano por debajo de la hoja y otro de cabello negro con una sonrisa, habían nombres sobre sus cabezas y el rostro de Jin estaba manchado con lápiz color negro.

Ella no era tonta, no quería que la maestra le dijera lo que eso significaba, no quería quejas, ni recriminaciones, ni sentirse más culpable de lo que ya se sentía.

Lo que le llamó la atención del dibujo, era ver a Jin tomando de la mano del niñero y éste de la de Yibo quien el dibujo daba entender que lo jalaba hacia el niño.

¿Qué hacía el insignificante niñero en el dibujo familiar de su hijo? Ni siquiera Arthur figuraba, y hasta había un conejo ensangrentado dentro de una casita de perro.


—&—


Yibo despertaba algo de tarde. Sentía su cuerpo pesado como si hubiese tenido sexo todo el día anterior y aún tenía sueño, pero había oído un auto deteniéndose en la casa lo cual lo sacó del sueño.

Se estiró en la cama, ni siquiera podía recordar si se había despertado cuando Xiao Zhan había salido a clases esa mañana, no se había percatado del pequeño beso que le dio antes de salir de casa.

Se sentó y comenzó a sobarse los ojos, comenzó a pensar en todo lo que estaba haciendo, en lo acontecido ayer como en lo que Xiao Zhan pudiera decirle.

Cuando el pelinegro había regresado de la ducha, estaba furioso y no le hablaba, Yibo trataba de hacer muchas bromas pensando que eso lo sacaría de ese estado, cosa que no pasó, en silencio y serio, se recostó para luego dormir y Yibo le siguió. Xiao Zhan no lo echó, pero sí le dio la espalda y no dijo ni una sola palabra.

Fue a asearse y cuando salió al pasillo escuchó voces en la sala. La casa era pequeña así que era fácil estar pendiente de todo. Algo le hizo fruncir el ceño, era el llanto de Liu Ting y eso hizo que caminara hacia las escaleras, pero se detuvo al escuchar una voz masculina y se puso en alerta, pegado hacia la pared para que no lo vieran.

Un hombre alto con cabello negro conversaba con ella en la sala y Liu Ting parecía dolida, ¿Qué había pasado? él trataba de escuchar.

—... es también mi hijo, Liu. Me exaspera que llores cada vez que me ves. —Yibo supo que ese hombre era el padre de Xiao Zhan. Pocas veces le había hablado de su padre, y podía entender que era un tema delicado y no solía preguntar, además, antes, a Yibo poco le importaba la vida del pelinegro, mas ahora, tenía curiosidad.

—No se irá contigo, va a terminar su carrera aquí.

—¿Olvidas que se acerca su cumpleaños? Vine por eso, pedí permiso en el trabajo y decidí venir unos días; no le dije nada a Xiao Zhan justamente porque no quería que le metas ideas malas sobre mí y arruines mi visita.

Yibo abrió los ojos sorprendido, ¿el cumpleaños de Xiao Zhan se acercaba? El pelinegro no le había dicho nada, recordaba que le decía que faltaba poco para cumplir años pero no sabia exactamente la fecha. Regresó su atención hacia Liu Ting, no entendía por qué lloraba.

—Han, por favor, no hagas esto más difícil, además no hay donde puedas quedarte, el cuarto de huéspedes está ocupado por un amigo de Xiao Zhan.

—¿Qué?

—Es un amigo especial de Xiao Zhan.

—¿A qué te refieres? No me parece que un amigo de Xiao Zhan deba vivir aquí, ¿con qué razón? —Liu Ting se puso nerviosa y Yibo también siento sus nervios, podía percibir la desconfianza del hombre.

—Ya lo conocerás, dentro de un momento bajará y... por favor, tienes dinero para un hotel, aquí no puedes quedarte.

—No me parece justo. Esperaré por Xiao Zhan, él es quien debe decidir, ¿no crees? Así hemos quedado, ninguno lo pondrá en contra del otro, entonces deja que él decida, no creo que su amigo sea más importante que su padre, así que me quedo, además solo vine por cuatro días, luego del cumpleaños de mi hijo me iré, sabes que no tengo nada más que él aquí.

Yibo dejó de escuchar, podía imaginarse que discutirían más, así que en silencio se adentró a la habitación de huéspedes a alistar su maleta, se iría ya que no permitiría que Xiao Zhan tuviera que escoger entre su padre y él.

Cuando tuvo todo listo, se percató de la hora, eran cerca de la una, debía irse ya o Xiao Zhan llegaría a casa y encontraría el drama. Cuando bajó fue abordado por Han en la sala, quien se paró a observarlo de pies a cabeza.

—Buenas tardes señor, me llamo Yibo.

—Hola, soy Han el padre de Xiao Zhan, no he había oído hablar de ti... —Un silencio incómodo reinó en la pequeña sala y Liu Ting salió de la cocina bastante nerviosa.

—Señora Liu Ting, muchas gracias por haberme acogido en su casa, debo irme ya...

Xiao Zhan llegaba muy tarde a su casa, así que solo necesita cambiarse y salir al trabajo. pero cuando entró y vio a su padre, creyó que estaba soñando. Un extraño sentimiento le invadió, temor, él sabía que sus padres no se llevaban bien y mejor si estaban separados. Vio los ojos de su madre rojos, frunció el ceño seguro había llorado. Han se le acercó para darle un abrazo y Xiao Zhan se enfocó en Yibo quien estaba con una mochila... sus cosas. Se separo de Han y dejó de abrazarlo.

—Vine para quedarme hasta tu cumpleaños...

—Yo... papá, no me lo esperaba. —Han frunció el ceño y miró a Liu Ting como quien diciendo "lo ves, siempre tú poniéndolo en mi contra".

Yibo sintió que sobraba y se apresuró por ir hacia la puerta, pero Xiao Zhan lo siguió hasta la salida

—Yibo no te vayas. —Yibo lo miró y Xiao Zhan bajó la cabeza.

—No quiero incomodar.

— ¿Pero a dónde irás? —Buena pregunta, Yibo no tenía idea. Había pensado ir a un hotel por ahí cerca y luego ver la manera de conseguir dinero. Era terco, muy terco y no aceptaría el puesto de trabajo que su abuela quería darle.

—No te preocupes, ya veré. —Xiao Zhan se angustió, no quería que se vaya así no más y mucho menos lo dejara en casa con ambos padres.

—No me dejes —pidió bajito y Yibo lo miró serio sintiéndose extraño otra vez—. Pediré a mi padre se hospede por aquí cerca, sé que a mi mamá le hará muy mal si se queda y no quiero que esté depresiva como los últimos meses, si ella se pone así me pondrá mal y no podré trabajar bien.

Xiao Zhan extendió una mano y rozó la chaqueta de Yibo, éste se la tomó y vio como se sonrojaba, sonrió ante eso, definitivamente Xiao Zhan era especial. —Me quedo si tus padres me dejan quedarme, tampoco siento que sea correcto. —Xiao Zhan se le acercó para abrazarlo y le sonrió luego.

—Querrán.

Xiao Zhan explicaba a su papá en privado que no podía quedarse porque no quería más peleas entre ellos ni ver a su mamá mal. Han se molestó porque no pensó que su hijo le diría eso.

—¿Quién es Yibo?—dijo molesto.

—Es un amigo —respondió con nerviosismo.

— ¿Sabes lo que pienso? Creo que tú y yo nos hemos distanciado tanto que quizá hasta tus preferencias sexuales están cambiando. —Xiao Zhan se sobresaltó por lo dicho de su padre.

Ese tema otra vez, el bendito tema de su sexualidad. No quería hablar de eso porque ni él mismo se sentía comprendido, solo pensaba en tener que ocultarlo y aparentar que todo estaba bien.

—Es solo un amigo —enfatizó y Han asintió, aceptando hospedarse en un hotel cerca de la casa.

Yibo estaba en la cocina con Liu Ting y el silencio era tan incómodo que Yibo sentía que en cualquier momento Liu Ting lo increparía por lo que estaba haciéndole a su hijo.

—Yo no sé si sea buena idea que duermas en el cuarto de mi hijo, ayer supe lo que pasó entre mi hijo y tu, y yo no lo veo bueno. —Yibo se sobresaltó y bajó la cabeza. Detestaba profundamente que lo confrontaran así—. Si tengo que ponerme en plan de guardia y chequear los cuartos antes de dormir, lo hare Yibo, lamento decírtelo a así, pero tú tienes que entenderme —Yibo solo asintió con su cabeza dándole la razón.

—No paso nada, se lo juro.

Ella no estaba conforme y ahora tenía temor que Han le confrontara ese hecho porque había visto en su mirada que ya sospechaba algo.


—&—


Xiao Zhan fue al trabajo muy preocupado, tenia un presentimiento que Yibo no se quedaría en casa.

Había tenido que salir después de dejar a su papá en un hotel cerca de la casa y a Yibo junto a Liu Ting aunque éste lucía bastante incómodo, Xiao Zhan le había prometido conversar en la noche y aclarar muchos puntos, Yibo no dijo nada, solo esperaría ese momento.

Al llegar a su trabajo, Carman lo esperaba bastante seria y hasta molesta, Arthur también estaba presente cuando ella lo invitó a pasar a la oficina cerrando la puerta y haciéndolo sentar en los cómodos sofás.

—Esto es difícil para mí —empezó ella—. No sé qué estás haciendo, pero tienes algo que ver en el comportamiento de mi hijo. —Xiao Zhan se puso nervioso, no sabía qué decir e incluso no sabía exactamente a cuál de sus dos hijos se refería, así que prefirió callar y esperar a que siga hablando—. Jin está peor y no sé si sacarlo de esa escuela o no, si ponerle mejor un profesional que sepa sobre problemas de conductas en vez de depender de un niñero como tú. —Xiao Zhan se angustió porque sentia que perdía el trabajo.

—Señora, creo que usted cree algo que no es.

—Quiero que me lo expliques. —Xiao Zhan debía ser cuidadoso y ni sabía por dónde empezar.

—Si usted realmente quiere ayudar a su hijo a superar sus problemas debe prestarle atención.

— ¡Se lo presto! Tú me has visto. —Xiao Zhan se sobresaltó ante eso—. No le falta nada.

—Se siente solo, ustedes trabajan tanto y no tiene tiempo para la familia, para Jin no es suficiente que usted venga cansada y estresada a atenderlo, todo niño necesita sentirse querido...

Carman estaba seria e incómoda, detestaba tanto que Xiao Zhan le dijera esas cosas, justamente él, pero se sintió en desventaja, algo le decía que el tiempo y la falta de atención a su familia había ocasionado todo ese problema.

Si bien Carman podía ser una madre despreocupada y por su culpa estaba afectando la conducta de su hijo menor, tomo la decisión de pasar mas tiempo con el pequeño, no quería perder otro hijo, con Jin no pasaría eso, así que solo le informo a Xiao Zhan de su repentino cambio, por ahora no necesitaría de su ayuda y  podía tomar unas pequeñas vacaciones para él por unos días.

—... me has ayudado mucho, creo que antes no me había percatado de cómo estaba Jin, aun así sigo pensando que Yibo tiene algo que ver en todo esto.

—Jin ama a Yibo y mucho, señora Carman, lo ama porque puede percibir que nadie lo quiere aquí, es por esa razón que han hecho empatía. —Carman no entendendio.

—No conoces a Yibo, no sabes cómo es mi hijo, solo piensa en sí mismo, solo busca sacarnos dinero nada más, él deberá aprender a trabajar y ganárselo. —Xiao Zhan se empuño ambas manos a sus costados, quería hablar, interceder por Yibo, pero sintió que no podía—. De todas formas te agradezco lo que haces por mi Jin, al menos él tendrá solución.

Xiao Zhan salió de ahí un poco decepcionado, de todas formas quería que Carman le diera una oportunidad a Yibo también, pero eso tardaría.

Fue con Jin y el pequeño lo abrazo fuerte, había una confianza entre los dos, una conexión que no podía decirse en palabras, solo se sentía. Suspiró y lo llevó de la mano hacia el comedor a hacer las tareas, el niño se quejó un poco, pero no hubo discusion.


—&—


Yibo prefirió salir de casa para la cena, no quería estar metido en asuntos que no le eran de su incumbencia y se fue a manejar en moto sin rumbo, pasó por una pizzería y comió algo barato, debía obligarse a ahorrar o pronto estaría otra vez en la miseria.

Detuvo su moto en una tienda de regalos. Antes él solía regalar a sus enamoradas muchas cosas como una manera de comprar sexo o hacérsela fácil, no sintió eso para con Xiao Zhan, quería comprarle algo que le gustara, pero puso una mueca de disgusto cuando vio los precios. Antes no era de preocuparse por cuánto pagar, ahora debía ver en su billetera, los billetes poco a poco iban saliendo y ningún otro entraba.

«Eres un cerdo, Yibo, un cerdo... ». Recordó las palabras de Xiao Zhan la noche anterior y sonrió ante eso y es que había visto un cerdito de peluche en una de las vitrinas, ¿Quién sería capaz de regalar a alguien un cerdo? Rió ante eso y luego lo tomó llevándolo al cajero. Hizo una mueca de disgusto al tener que pagar tan poco, hubiera preferido comprarle una joya.

— ¿Se lo envuelvo para regalo? —preguntó la señorita que atendía.

—Sí. —Vio que extendía una bolsa floreada para meter el peluche dentro—. No, es para un chico. —Tragó saliva, nuca antes había hecho eso.

Tomó el regalo envuelto y lo metió en su mochila, ahora debía preguntarle a Xiao Zhan cuándo era su cumpleaños.

Decidió demorar su llegada porque no quería cenar junto a Liu Ting, y cuando ya eran casi las diez de la noche, regresó.

Al llegar a casa, temió tocar la puerta, pero realmente no quería gastar en un hotel, así que tuvo que hacerlo. Liu Ting le abrió la puerta con una mueca de disgusto, sin embargo, lo dejó pasar.

—¿Cenaste? Tengo tu cena guardada.

—Muchas gracias pero ya cené.

—De acuerdo, lo guardo para mañana.

Yibo suspiró un poco incómodo y subió hacia la habitación de huéspedes. Mientras estaba en el pasillo no pudo evitar abrir la puerta del cuarto de Xiao Zhan con mucho cuidado encontrándolo sentado en su escritorio con su pijama holgada. Estaba en su computadora, al parecer muy concentrado ya que ni se percató que se asomaba.

Entró sigiloso y se percató que tenía puesto sus audífonos.

—Sí, profesor —dijo—. Lo puedo escuchar —diciendo eso sonrió ampliamente.

Yibo ladeó la cabeza, ¿conversar con un profesor a esas horas de la noche? Terminó de acercarse provocando un susto en Xiao Zhan quien dio un sobresalto quitándose los audífonos.

—¡Yibo! —dijo emocionado y luego de eso lo empujó un poco lejos de la cámara web y lo abrazó—. Creí que no vendrías, no me contestabas el celular... —Intentó darle un beso, pero Yibo giró su rostro poniendo serio a Xiao Zhan—. ¿Qué pasó? —Miró sorprendido.

—¿A estas horas hablas por internet? —Xiao Zhan abrió los ojos un poco sorprendido y luego sonrió para suavizar el malhumor de Yibo.

—Hablo con un profesor, es nuevo y tiene círculos de estudio por un foro, mira, ven que te lo presento. —Lo jaló de su mano y lo llevó al escritorio. Yibo lucía muy serio y logró enfocar su vista en un chico joven con facciones duras pero muy guapo—. Profesor Gao Wei, él es mi amigo Yibo —lo presentó así y ambos chicos se vieron por medio de la webcam.

Mientras Xiao Zhan sonreía y decía muchas cosas, como que Yibo era quien le ayudaba con las tareas y era un buen tipo, el profesor escuchaba atento a todo lo que decía, pero Yibo solo se quedó extrañado frunciendo el ceño, había algo que no le simpatizaba de ese chico, algo que lo dejo en alerta al ver como ambos se sonreían a través de las pantallas.

Continue Reading

You'll Also Like

380K 38.1K 97
La verdad esta idea es pervertida al comienzo, pero si le ves más a fondo en vastante tierno más que perverso. nop, no hay Lemon, ecchi obviamente, p...
11.7K 1.4K 10
- Xiao Zhan va a casa de su tío Wang en sus vacaciones de verano, el joven Xiao no sólo descubre que su tío es el hombre más jodidamente apuesto, sin...
10.2K 1.2K 11
bible es un padre soltero, mientras que build trabaja en la guardería, un día bible tenía que llevar a su pequeño a la guardería, conociendo a aquel...
2.2K 405 9
Wang Yibo está sexualmente frustrado. Con su fama de PlayBoy a un lado, él ha aceptado dejar de pensar en sexo como algo prioritario y decide salir c...