Rato después, con una taza de té humeante, Tzuyu entibiaba sus manos, mirando el líquido dando vueltas cada vez más lentas.
La mano de Nayeon se apoyó en su frente, la rubia hizo una mueca.
-Tu fiebre sigue subiendo- murmuró.
-Tzuyu-ah, sí terminas tu té podrás seguir descansando.
-Estuve inconsciente por unas seis horas- murmuró con voz ronca-. Pareció menos ... Pero creo que ya tuve suficiente descanso.
Las dos chicas se miraron un segundo.
Mina se levantó de su asiento para ponerse junto a ella, hablando bajo, como si toda la conversación puro secreto.
-Sigues mal por tu omega, ¿No? - dijo, aunque sabía que la respuesta era más que clara.
La castaña le dedicó una mirada de molestia, aunque tenía demasiado cansancio para que se le notara bien.
-Escucha un momento, Chou- Mina intentaba sonar maternal, hablando con tranquilidad y cariño, aunque no le salía bien-. Un día te dije que yo tenía a mi omega ... Ella es menor, vive lejos, no tenemos un lazo pero estamos conectados por nuestros lobos, somos predestinadas.
-Wow, cuántas cosas en común que tenemos.
Mina rodó los ojos.
-Sé que te vale verga y todo, pero lo que quiero decir es ... Que te comprendo, y si quieres hablar de algo conmigo puedo ayudarte. Porque sí, Tzuyu-ah, al parecer, tenemos cosas en común.
Tzuyu no respondió.
-Yo también tuve momentos como el que estás teniendo- murmuró la chica.
A Tzuyu le pareció un poco idiota de su parte, pero no podía creer en otra persona que se sintiera como ella, salvo Sana.
No creía que nadie podía sentirse tan mal como ella.
-¿No sería como una charla de chicas? - preguntó, intentando esquivar el tema.
-¿Cómo que charla de chicas? - preguntó Nayeon, frunciendo el ceño, un poco molesta porque la chica no quería aceptar la ayuda de su amiga.
-Hablar de sentimientos y todo eso- Tzuyu agitó la mano en un gesto.
-Si piensas que las charlas de chicas son sólo de sentimientos te equivocas.
-Paren- los frenó Mina-. No empiecen a discutir, no es momento.
La pelinegra suspiró, cansada de que aquellas dos chocaran tanto.
Decidió no tocar el tema de nuevo, Tzuyu término su té, mientras que las dos chicas usaban sus celulares.
La madre de Nayeon apareció para preguntarle directamente a Tzuyu cómo se encuentran, Tzuyu hizo un esfuerzo por responder de la forma más educada posible, ignorando el parecido a Nayeon que de alguna forma la incomodaba.
Sabía que la mujer la había ayudado bastante, no quería faltarle el respeto.
La mujer volvió a tomar su temperatura y presión, también su pulso y respiraciones, con una ligera mueca.
-Tu pulso está bajo y hace a tus respiraciones acelerarse- murmuró- ¿Tienes sueño, o estás cansada?
Tzuyu asintió.
-Abrígate, toma cosas calientes, intenta evitar la cafeína o las bebidas energizantes, te pueden afectar más- hizo una pausa- ¿Tomas mucho café?
-Estudio medicina, es lo único que me mantiene despierta- dijo-, o al menos lo hacía.
La mujer asintió.
-Ya que sabes de medicina- murmuró- ¿Tomaste algún medicamento? ¿Para la cefalea? ¿O fibromialgia?
En realidad, el lenguaje específico era para saber el nivel de conciencia de la chica, si podía hablar con esos términos se aseguraba que estaba más que despierta, y que no corría la posibilidad de un nuevo desmayo.
Tzuyu asintió.
-Metamizol- respondió-, para la cabeza, y la fiebre. Pero no me hace ningún efecto.
La mujer pensó un momento, en lo que hubo silencio, se escuchó el "When se nota que los dos estudiaron medicina y sólo se entienden entre ellos" que murmuró Mina a Nayeon, aunque ambas hicieron como si no escucharan.
-Creo que lo tuyo no es un resfriado o algo así- murmuró la mujer-. Y sumando a tu olor de tristeza, es algo de tu lobo, y tuyo también.
Tzuyu no dijo nada.
-No tienes que hablarme de eso sí no quieres- se apresuró a decir-, tampoco tienes porqué, no me especializo en eso, soy sólo una enfermera- suspiró un poco-. Pero al hospital han ido varias personas que han perdido a su pareja y tienen lo mismo que tú.
Tzuyu no quiso hablar.
-Ya saben cómo terminan- agregó la mujer, muy por lo bajo.
El silencio todos volvieron después incómodo, hasta unos unos, donde el ruido de llaves se escuchó y alzaron la vista a Mina.
-Vamos, te llevo a tu casa- dijo.
La pelinegra se abrigó, Tzuyu hizo lo mismo, porque al parecer le estaba traído la ropa que había dejado en el supermercado.
Alzó las cejas cuando notó que Mina tenía un casco bajo un brazo, y le ofrecía otro, frunció el ceño al ver los detalles dibujados en marcador negro, de flores, mariposas y un unicornio en la parte de atrás.
-¿No puedo usar ese? - Dijo el negro que la pelinegra acomodó sobre su cabeza.
Mina negó.
-Este es mío- dijo, con una sonrisa-, ese es de Nayeon, quien es muy buena y te lo va a prestar.
Escuchó a la castaña mascullar un "ajam" con odio.
-Es muy lindo, ¿No? - dijo mientras abría la puerta, dejando pasar a Tzuyu primero-, Nayeon lo diseñó y yo lo mejore y dibujé- habló mientras cerraba la puerta y bajaban los pocos escalones de la entrada.
Al llegar a la motocicleta, Mina la encendió antes de dejar a Tzuyu subirse, notando que esta tenía una expresión de miedo en el rostro.
-Agárrate fuerte- dijo Mina-, no te caigas a mitad de camino.
La chica rio un poco, aunque a Tzuyu no le dio gracia.
Por más de bromear, Mina no fue rápido, escuchando las indicaciones de Tzuyu perfectamente, aunque no estaban a más de unos pocos minutos.
Al llegar al edificio, Tzuyu quiso despedirse en la entrada, aunque Mina no la dejó, acompañándola hasta que estuvo frente a la puerta de su departamento, donde la pelinegra tomó ambos cascos y se despidió con una sonrisa amable.
Al entrar en el departamento, aspiró hondo, en el lugar todavía se sintió, aunque muy levemente, el olor de Sana.
Sin poder evitarlo, al cerrar la puerta comenzó a llorar, intentando liberar al menos un poco de toda la tristeza que cargaba.
[ ... ]
Al despertar lo primero que notó Sana era que no estaba en su cuarto.
Se irguió muy de golpe y su cabeza pareció darle vueltas, llevando sus manos a su frente y cerrando los ojos para calmarse.
-¿Sana?
Miró a Somi con pocas ganas.
Somi se sentó en el borde de la cama, algo alejado de ella.
-¿Cómo te sientes? - preguntó.
Sana no quiso contestar, en cambio, miró a la otra a los ojos para pedirle lo que originalmente había querido.
-Necesito que me hagas un favor, y que quede en secreto, nadie puede saberlo.
Somi frunció el ceño.
-No voy a decirlo hasta que prometas que no dirás nada- aclaró la omega.
Somi tardó unos segundos en asentir.
-Bien, lo prometo, será un secreto.
Sana tomó aire.
-Necesito unas pruebas de embarazo.
Somi creyó haber escuchado mal, se congeló un momento.
-¿Tú ...? ¿Te violaron? ¿Tus captores? ¿Estás bien? Sana esto no es algo que deba permanecer en silencio
-¿Puedes dejar de hacer preguntas tan estúpidas? - con lo tosco de su tono, Somi dejó de hablar-. No quiero preguntas al respecto, y sólo para que te relajes un poco te diré que no me violaron- Sana suspiró-. Las necesito, enserio.
Somi apretó los labios, si se enteraban que estaba escondiendo un posible embarazo, se metería en problemas.
Somi siempre se preocupaba por hacer lo correcto.
-Por favor- murmuró Sana, viendo que la otra no respondía.
Finalmente, Somi asintió.
-Está bien, pero quiero saber su resultado- demandó.
Sana sólo asintió.
-¿Quieres comer algo?
La omega negó, por más que tuviera hambre, sintió que su estómago no aguantaría la comida.
Somi solo murmuró un "Bien", aunque no le parecía correcto, notaba a la chica bastante débil.
-¿Quieres que te lleve hasta tu cuarto?
Somi frunció el ceño.
-¿Que te ayude a llegar? - ofreció de nuevo.
-Bien- murmuró, considerando que se había desmayado, no sabía si no podía ocurrir de nuevo a mitad de camino.
El levantarse de la cama hacía que su cuerpo doliera.
Somi no la llevó del brazo ni nada de lo que Sana había pensado que haría, la acompañó de cerca, sólo la había ayudado a subir las escaleras y la había sostenido un par de veces que había trastabillado.
Finalmente en el cuarto, Sana volvió a meterse a su cama, sientiendo un frío que la hacía temblar.
Somi tocó su frente, haciendo una mueca por la temperatura, también tomó sus manos, que seguían heladas.
Buscó un par de frazadas para cubrirla más, y subió un poco la calefacción.
-Llamaré a alguien para que te revise- dijo, notó que la omega negaba-, Te desmayaste, por muchas horas .. No es algo para tomar a la ligera, además de que pareces enferma.
-No estoy enferma.
-Eso lo dirá el médico- finalizó Somi, y vio un mohín adorable en el rostro de Sana que la hizo reír un poco-. Para cuando venga y terminé de revisar te, tendré lo que me pediste- añadió, saliendo del cuarto.
[ Creo que con esto pueden sobrevivir en mi ausencia que creen que de la prueba XD ? ]