Bizarre [JaeYong]

By ariaroseyong

107K 12.2K 6.7K

Cuando SungChan conoció a su padre biológico, no esperaba para nada lo que pasó. Nadie lo esperó. • Parejas ... More

u n o
d o s
t r e s
c u a t r o
s e i s
s i e t e
o c h o
n u e v e
d i e z
o n c e
d o c e
t r e c e
c a t o r c e
q u i n c e
⚠️ PAUSA BREVE ⚠️
d i e c i s é i s
d i e c i s i e t e
d i e c i o c h o
d i e c i n u e v e
v e i n t e
v e i n t i u n o
v e i n t i d ó s
v e i n t i t r é s
⚠️ Aviso ⚠️
v e i n t i c u a t r o
v e i n t i c i n c o
⚠️ ESTO ES UN SPOILER ⚠️
v e i n t i s é i s
v e i n t i s i e t e
v e i n t i o c h o
v e i n t i n u e v e
t r e i n t a
t r e i n t a y u n o
t r e i n t a y d o s
t r e i n t a y t r e s
t r e i n t a y c u a t r o
t r e i n t a y c i n c o
t r e i n t a y s e i s
t r e i n t a y s i e t e
t r e i n t a y o c h o
t r e i n t a y n u e v e
c u a r e n t a
c u a r e n t a y u n o
c u a r e n t a y d o s
c u a r e n t a y t r e s
c u a r e n t a y c u a t r o
c u a r e n t a y c i n c o
c u a r e n t a y s e i s
c u a r e n t a y s i e t e
c u a r e n t a y o c h o
c u a r e n t a y n u e v e
c i n c u e n t a
c i n c u e n t a y u n o
c i n c u e n t a y d o s
aviso
e p í l o g o
n o t a d e l a a u t o ra

c i n c o

1.8K 233 45
By ariaroseyong

Entró corriendo al centro comercial y revisó la hora en su teléfono. Eran las tres con treinta, así que tendría que hacer las compras corriendo para poder llegar antes de la cinco a su casa y preparar la carne.

Luego de comprar todo lo necesario, llevó el carrito hacia las cajas para pagar, pero en el camino encontró banquitos para niños. Tenía el tiempo encima, pero se tomó el tiempo de buscar si no había uno del capitán América. Al no encontrarlo, compró uno en color azul.

¿Qué tan difícil sería buscar unos stickers del capitán América para pegarlos y que pareciera auténtico?

Corrió al área de papelería en busca de los stickers, pero solo encontró paquetes con los escudos o símbolos de todos los vengadores, así que tomó unas seis bolsas.

Ya vería que hacer con los stickers restantes.

—¿Cuantos años tiene su hijo? —preguntó la cajera mientras cobraba los productos.

—Oh, no, no es mi hijo, es hijo de... Un amigo.

Luego de pagar una fortuna, comenzó a ver qué de ninguna manera llevaría las bolsas en la motocicleta, así que pidió un taxi para que lo siguiera hasta su casa.


—¿En dónde estuviste toda la mañana? —preguntó SooJung en cuanto su hermano entró por la puerta.

—¿Y SungChan?

—¿Para qué es ese banquito?

YoonOh subió corriendo a su habitación y escondió el banquito debajo de su cama.

SooJung odiaba que la ignoraran, así que fue detrás de él.

—Te hice una pregunta.

—¿En dónde está SungChan?

—En casa de Shotaro. ¿Ya puedes responder mi pregunta?

—Prométeme que no me matarás y no le dirás a nadie.

—¿Qué hiciste?

—Estaba en casa del señor Lee.

—¿Te volviste loco? —golpeó su cabeza con un poco de fuerza—. SungChan dijo que no quería saber más de ese señor, ¡¿y tú vas y pasas toda la mañana con él?! —golpeó su brazo varias veces.

YoonOh se alejó de su hermana para evitar seguir siendo golpeado.

—Apenas y lo vi a él—rodó los ojos—. Solo fui a cuidar a su sobrina.

—¡¿Qué carajos te pasa?!

—No tenía con quién dejarla y era lo menos que podía hacer después de lo de ayer.

Su hermana se quedó en silencio.

—¿No lo crees?

—Bueno, sí—suspiró—. ¿Necesitas ayuda con la comida? —preguntó más relajada.

—Sí, gracias.

Ambos bajaron a la cocina y comenzaron a condimentar la carne y a preparar el arroz y demás.

—YoonOh.

—¿Sí?

—Tenemos que respetar la decisión de Chan de no ver ni hablar de ese señor, así que espero que ese banquito no sea para sus hijos.

YoonOh negó.

—Es para el hijo de una compañera del trabajo.

—Si me entero de que me estás mintiendo, te mataré.

La mirada de su hermana no era una broma.

—Solo le entregaré eso y ya—cubrió su rostro—. ¡Lo siento!

—¡¿Hablas en serio?!

—¡¿Entonces lo tiro?!

—¡Se lo llevas mañana y ya!

—¡Está bien! —rodó los ojos.

—¡YoonOh, de verdad que sea la última vez o le diré a SungChan y a papá!

—¿Por qué pelean? —preguntó SungChan entrando a la cocina—. Se escuchan sus bufidos hasta la entrada.

—Es que YoonOh...

—Olvidé traer lechuga para Taro—se apresuró a decir—. Perdón, Taro—miró al joven quién estaba detrás de su hermano.

—No se preocupe, hyung—el japonés sonrió achinando sus ojos.

—¿A qué hora llegarán los demás? —preguntó el mayor cambiando el rumbo de la conversación.

—Jisung y Chenle ya vienen en camino y Yangyang llegará un poco tarde.

YoonOh asintió y abrió un par de cervezas para su hermano y su amigo.

—Hyung...—dijo avergonzado.

—Tú las pediste—rio—. Anda.

SungChan tomó la botella de cerveza con la mano temblorosa y se sonrojó.

—Papá se quedará en el hospital, así que te puedes embriagar a gusto—su hermana le sonrió.

—N-no, noona.

—Igual yo saldré con JongIn y YoonOh seguramente se embriagará con ustedes, así que tranquilo—rio.

Su hermano menor asintió con vergüenza y salió al jardín con su mejor amigo.

—¿Por qué no le dijiste la verdad? —su hermana susurró.

—Porque es como si lo estuviera traicionando.

—Entonces llévale mañana eso a ese señor y dile que hasta nunca.

YoonOh guardó silencio y siguió cortando las verduras.

—¿Quedó claro, YoonOh? —preguntó más firme.

—Sí, señora—rodó los ojos y cruzó los dedos por debajo de la isla.

Luego de una hora JongIn llegó a casa de los Jung en busca de su hermosa novia.

—¿A qué hora volverás? —preguntó YoonOh.

—¿No escuchaste? —se puso su abrigo—. Me quedaré con JongIn.

—Sus padres están de viaje, ¿no?

—Tranquilo, YoonOh, nos cuidaremos muy bien—su cuñado pronunció con una voz tranquila, pero provocadora.

SooJung no pudo evitar contener la risa.

—Papá me dio permiso, así que no molestes—rodó los ojos.

A pesar de que YoonOh apreciaba mucho a JongIn, no estaba listo para asimilar que su hermana se quedaría a dormir en su casa.

Cuando su hermana salió de la casa, él tomó una cerveza para poder calmar sus nervios.


Comenzó a asar la carne cuando llegó el último amigo de su hermano.

YoonOh veía como los menores jugaban y se reían el uno del otro al beber las cervezas. Se sentía tan feliz de ver qué la primera borrachera de su hermano sería con sus amigos y que, en su resaca, él sería quien lo cuidaría.

—¡Hyung! —lo llamó Shotaro—. Vamos a brindar por Chan. ¡Venga!

YoonOh tomó su cerveza y caminó hacia la mesa en el centro del jardín.

Todos los jóvenes tenían las mejillas teñidas de un rojo intenso, se tambaleaban un poco y arrastraban las palabras al hablar, en cambio, él, estaba en sus cinco sentidos.

—Quiero brindar—comenzó a hablar YangYang—. Quiero brindar—repitió pensativo—. Quiero brindar por... por... por... ¡sus piernas!

—¡¿Qué?! —preguntó Chenle entre risas.

—Es que son largas y eso es digno de un brindis—sonrió de oreja a oreja.

—¿Por qué no brindaste por mis piernas? —JiSung bufó.

—Porque las tuyas no son tan largas—rodó los ojos e hipó.

—¡Yo brindo por sus ojos de vendado! —gritó Shotaro, quien estaba menos ebrio que los demás.

YoonOh no pudo evitar reírse de los "brindis".

Chenle brindó por su estilo y Jisung por su cabello.

Al pasar la una de la mañana, los jóvenes fueron cayendo uno a uno.

El primero en quedarse dormido en el césped fue Jisung, quien antes de eso estaba balbuceando cosas que nadie entendía.

Chenle fue al baño, pero nunca regresó. El joven se había quedado dormido recargado en el escusado.

YangYang también "fue al baño" pero él apareció dormido en la habitación de SooJung. Estaba sobre la cama abrazando el gran oso que JongIn le había obsequiado a su novia.

SungChan había estado riéndose de absolutamente todo lo que pasaba. Él se quedó frente al asador mirando fijamente como el carbón se apagaba.

Shotaro era el más sobrio, así que él, junto a YoonOh se encargaron de encontrar a los chicos y acomodarlos en las habitaciones.

YoonOh se encargó de cargar a los chicos, mientras Shotaro cuidaba que no golpeara sus cabezas o que no vomitaran sobre él.

En la habitación de YunHo dejaron a Chenle y a Jisung.

A YangYang no lo movieron de dónde estaba. Solo esperaba que no vomitara y arruinara la habitación de su hermana.

—¿Y si lo dejamos en el patio? —preguntó Shotaro riendo.

—Si vomita las flores, SooJung nos matará—rio—. Vendré a verlo en ratos para cerciorarme de que no muera, bueno a todos.

El japonés asintió y salieron de la habitación en busca del menor de los Jung. Lo encontraron en la cocina comiendo carne fría que había sobrado.

—Hora de dormir, Chan—YoonOh se recargó en el marco de la puerta.

—S-sí—limpió su boca con el dorso de su mano y caminó tambaleándose hacia su hermano—. ¡Taro! ¿No te habías ido? —lo abrazó por el cuello.

—¿Lo puedes llevar a su habitación en lo que yo recojo un poco acá abajo?

—Ahorita bajo a ayudarle.

—Claro que no, ve a descansar.

El pequeño japonés asintió con una sonrisa y tomó a su amigo de la cintura para guiarlo hasta su habitación.

Luego de limpiar el desorden que los chicos habían dejado, subió a su habitación casi a las tres y media de la mañana. Se acomodó en su cama y cerró los ojos hasta conciliar el sueño.


Despertó de golpe cuando el sol dio directo a su cara. ¿Qué hora era?

Vio el reloj que estaba sobre su buró y se sorprendió al ver que eran las diez de la mañana, lo que significaba que no fue a revisar que su hermano y amigos siguieran vivos.

Primero fue a ver a YangYang y lo encontró aún abrazando el peluche con fuerza.

Luego fue a la habitación de su padre en dónde Chenle estaba acostado sobre la cama y Jisung en el suelo tapado con la alfombra.

Por último, entró a la habitación de su hermano. SungChan y Shotaro estaban acostados dándose la espalda mutuamente.

Bajó a la cocina y comenzó a cocinar un poco de ramen y a preparar un buen café para cuando los chicos despertaran.

—Buenos días, hyung—Shotaro entró a la cocina con timidez.

—Hola, Taro. ¿Cómo estás? ¿Te sientes bien?

—Solo tengo un poco de sueño.

—Siéntate. Te serviré un café.

El joven agradeció y tomó lugar en un banquito cerca de la isla.

—¿Quiere que vaya a despertar a los chicos?

—Déjalos dormir—sonrió.

—De acuerdo.

Cuando Shotaro estaba a punto de terminar su café, YangYang apareció tranquilo y en silencio.

—¿Cómo estás? —preguntó el mayor.

—No grite, por favor—se sentó con cuidado y se dejó caer sobre la isla.

—¿Quieres un café? —susurró.

YangYang asintió con un pequeño puchero.

El mayor le sirvió una taza y a un lado le puso una pastilla para el dolor de cabeza.

—¡¿Por qué bebe la gente?! —SungChan entró gritando a la cocina.

—No grites, YangYang tiene dolor de cabeza—pidió su hermano.

—Lo siento. ¿Por qué bebe la gente? —preguntó más bajito.

Ninguno de los presentes respondió.

YoonOh le acercó una taza de café y su hermano la aceptó con gusto.

Luego de casi media hora, al fin despertaron Jisung y Chenle. YoonOh también les sirvió un poco de café y comenzó a preparar ramen para todos.

YoonOh era como su hermano mayor. Cuidaba de ellos, los escuchaba cuando tenían algún problema, les ayudaba a las tareas y los reprendía de vez en cuando. No había mucha diferencia de como trataba a SungChan y a sus amigos.

Su almuerzo estuvo lleno de risas y burlas, ya que SungChan y Jisung tuvieron que pararse al baño más de una vez para vomitar; YangYang no paraba de quejarse por el dolor de cabeza y Chenle estaba un poco irritable.

Luego de que los chicos comieran, agradecieron al mayor por todo y se despidieron.

YoonOh le pidió un taxi a cada uno de ellos y cuando su hermano le dijo que tomaría una ducha, él subió a su habitación para poder trabajar en el banquito para Jeno.

YoonOh cerró la puerta de su habitación con seguro y comenzó a pegar los stickers del capitán América en el banquito.

Le dio un vistazo y el banquito parecía auténtico.

Escuchó como trataban de abrir la puerta y se levantó de golpe.

—¡¿Hyung?!

—Carajo—susurró y se apresuró a recoger todo—. ¡Voy!

—¡Puedo volver en un rato!

—¡No! —pateó el banquillo debajo de su cama y corrió a abrir—. Pasa—le sonrió de oreja a oreja.

—¿Estabas ocupado?

—U-un poco—rio—. ¿Qué sucede?

—Quería agradecerte por mi fiesta, por el almuerzo y por todo.

—No tienes nada que agradecer, lo hago porque te quiero.

—Lo sé, aunque no era necesario que pagaras los taxis de los chicos.

—Si no los pagaba, seguirían aquí—bromeó.

SungChan rio ruidosamente y negó.

—Muchas gracias—se acercó a su hermano y lo abrazó con fuerza—. Estoy tan agradecido de haber sido criado por ustedes.

—Y nosotros de haberte hecho parte de esta familia—palmeó su espalda.

SungChan se alejó de su hermano y tragó un nudo que se había formado en su garganta.

—También quiero agradecerte por no haber insistido con el tema del señor Lee.

La piel de YoonOh se tornó más pálida de lo que era normalmente y sus ojos casi salen de sus orbes.

—N-no hay de que... —sonrió tratando de ocultar su nerviosismo.

—Bueno, ahora sí, iré a ducharme.

—Está bien.

SungChan caminó hasta la puerta, pero se detuvo y giró.

—Oh, por cierto, papá me llamó hace un rato.

—¿Qué quería?

—Me dijo que el domingo iremos a casa del tío DongHae.

—Genial—sonrió nervioso.

SungChan salió de la habitación cerrando la puerta y YoonOh se dejó caer sobre la cama.

Genial, ahora tenía que inventarse una excusa para no ir a casa del querido tío DongHae. Tenía que ser una muy buena excusa para que la creyera toda su familia.





🌹 🌹


Nos estamos leyendo uwu

Continue Reading

You'll Also Like

21.2K 1.7K 15
-¿𝑄𝒖𝒆 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒔 𝒂𝒄𝒂,𝑹𝒉𝒆𝒂?- 𝑃𝑟𝑒𝑔𝑢𝑛𝑡𝑜́ 𝐿𝑢𝑓𝑓𝑦 -𝑽𝒊𝒏𝒆 𝒂 𝒄𝒖𝒎𝒑𝒍𝒊𝒓 𝒖𝒏𝒂 𝒑𝒓𝒐𝒎𝒆𝒔𝒂....𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒂́𝒏- ~~~~~~~~~~~~...
489K 24.2K 48
Una historia que promete atraparte desde el principio hasta el final. Camila es una chica humilded, Ignacio Besnier es el heredero de un imperio empr...
58.2K 3.7K 91
Donde Jaemin es un bloguero de Twitter y Jeno es un famoso rapero •Mención de otras parejas •Alteración de edades •Adaptación TENGO LA AUTORIZACIÓ...
1.9K 305 16
▬▬▬ 𝗴𝗿𝗮𝗽𝗵𝗶𝗰 𝘀𝗵𝗼𝗽 ┎ ❝ ¿tienes ideas de lo estúpidos que somos? ¡no nos subestimes! ❞ o E...