Cerré la puerta detrás de mi
- No tenía idea de que esas personas te perseguían de esa manera-dije quitándome el abrigo
Estamos en casa. Al fin en serio fue una tortura esas personas nos persiguieron hasta el restaurante
- Ya estoy acostumbrado-dijo
Me senté en las escaleras y intenté quitarme los zapatos
- No deberías-dije- Eso es no respetar la vida privada de las personas
- Aveces cuando pasas mucho tiempo en esto ya no te molesta tanto-dijo- ¿Te ayudo?-señalo mi zapato
El se arrodilló frente a mi y me quitó los zapatos
Me los dio
- Gracias-dije y lo mire
Y de un momento a otro el estaba mirando mis labios
Mi mirada bajo a los suyos
Empezamos a acércanos lentamente
- ¡Austin!-dije parándolo y levantándome
- ¿Que sucede?-dijo levantándose
- ¡Deja de hacer eso!
- ¿Qué?
- ¡Eso!-señale la escalera
- ¿No querías ayuda con tus zapatos?
- ¡Austin!-dije cansada- ¡Sabes muy bien de qué estoy hablando!
- La verdad no, ¿podrías ser más clara?
- ¿Por que mirabas mis labios?
- Porque tienes unos labios grandes, lindos y apetitosos-dijo
- ¿Y que pretendías hacer? ¿Besarme?
- ¿Tiene algo de malo?
- ¡Si!-dije- No puedes venir besarme y luego largarte con una de tus tantas novias
- Gabriela, somos adultos
- El que seamos adultos no quiere decir que puedas utilizarme cada vez que tú quieras y no pasará nada-dije
- No dije eso-dijo- Solo digo que ya estamos grandes para decidir qué queremos
- En eso tienes razón-dije- Y como no lo entiendes te lo voy a aclarar, Yo no quiero una noche contigo
- Bien-dijo
- Y ya para de comportarte como un príncipe conmigo porque primero; así ilusionas a cualquiera y....-Me interrumpió
- Espera, ¿Qué?
- ¿En serio crees que con todo lo qué haces cualquier chica no se ilusionaría? Deja de hacer eso
El se quedó pensado por unos minutos
- Oh-dijo- Ahora muchas cosas tienen sentido
- Muy bien-dije- Ahora que lo entiendes por favor deja de hacer eso
- Gabriela eres la madre de mi hijo-dijo- No me voy a comportar como un patán contigo
- ¿Acaso eres estúpido?-dije muy molesta
- ¿No quieres que sea lindo contigo? ¿Acaso quieres que te trate mal?
- ¡No quiero que te pases de la raya conmigo! ¡Eso es lo que quiero! ¡Maldita sea! ¡Porque eso no me ayuda a olvidarme de ti!-grité- ¿Quieres seguir con una chica diferente todos los días? Perfecto, pero conmigo no vas a jugar de esa manera ya te lo deje claro y yo si tengo sentimientos por ti que intento cambiar así por favor deja de fastidiar
Tome mis zapatos y subí
******
Sentí el sol en mi rostro así que abrí los ojos
Las cortinas estaban abiertas
Yo nunca dejo las cortinas abiertas
Mire a un lado y vi a Cristiane
- ¿Por que las abriste?
- Para que despertaras, tarada-dijo
- ¿Ahora qué pasa?-dije
- Escuche tú conversación con el príncipe encantador anoche-dijo y me senté en la cama
- Eso es de mala educación
- No me importa-dijo- Yo nunca tuve esas agallas que tuviste tú con el allá abajo
- ¿De que hablas?
- Muchos chicos hacían eso conmigo-dijo- Y nunca los detuve porque no me daba cuenta de lo que hacían
- Cristiane...
- Te admiro más de lo que crees-dijo- En serio
- Gracias-dije
- Y también hable con el anoche
- ¿Qué hiciste qué?-dije
- Solo le deje un par de cosas en claro-dijo
- Lo golpeaste
- Pero que mal concepto tienes de mi-dijo ella
- Si claro, olvidaba que tú eres un ángel entre nosotros-dije sarcástica y me levante
- Pensé que nunca te darías cuenta-dijo ella
Salí de la habitación y fui a la de Austin
Abrí la puerta sin tocar
Había una chica parada frente a su cama
El estaba dormido
- ¿Quién eres tú?-dije. Ella me miró. No me agrada
- Disculpa, ¿Tú quien eres?-dijo la rubia- ¿Y por qué estás en la casa de mi jefe?
Ah, su nueva asistente
- La asistente nueva, ¿no?-dije- Soy Gabriela
- ¿Gabriela Johnson?-dijo
Asentí
Me miró con asco
- ¿Que haces aquí....?
- Sofía-terminó por mi
- ¿Qué haces aquí, Sofía?-dije cruzándome de brazos
- Bueno venía a que el me firmara unos papeles y que....
- Puedes esperarlo abajo-la interrumpí- No tienes nada que hacer en su habitación
- Pero...
- Estoy segura que debe ser muy importante lo que tienes que tratar con el, pero puedes esperar abajo-dije- El Sr. Thompson bajará en un momento
Ella me miró muy muy mal
Pero obedeció y salió de la habitación
Cerré la puerta
Mire a Austin. Maldito mujeriego
Abrí las cortinas completamente
El inmediatamente se despertó y se colocó una almohada sobre la cabeza
Yo se la quite y lo golpeé con esa misma
El se despertó desorientado
- ¿Pero que carajos...?-dijo y se cayó de la cama
El miró para todos lados desorientado
Tome el vaso de agua que había en su mesita de noche y lo lance en el rostro
- ¿Cuantas?-dije
- ¿Cuantas qué, Gabriela?-dijo asustado
- ¿Con cuantas asistentes antes de mi te has acostado?-dijo
El me miró con temor de contestar
- Mas te vale que contestes.....
- Algunas después de la Sra. Judith-dijo
- ¿Qué?-chillé
La Sra. Judith es una asistente que Austin tuvo mucho antes de mi. Tenía 65 años
- Gabriela, escúchame....
- No inventes, Austin-dijo
- Oye tú fuiste la única por la que he sentido algo-dijo- Además a Sofía no la he tocado
- ¿Es enserio? ¿Entonces dime que hacia en tu habitación?
- ¿De qué hablas?
- Ella estaba aquí en tu habitación-dije- Tuve que echarla
- Gabriela....
- No quiero saber nada-dije interrumpiéndolo- Eres un cerdo
Y salí de la habitación
Me senté en la mesa
Empecé a comer
Luego de unos minutos llego Austin
- ¿Gabriela podemos hablar?-dijo
- No-dije
- Gabriela, no me acoste con todas
Lo mire
- ¿Que hacía Sofía en tu habitación?
- ¿Por qué debo darte explicaciones?
Me quede sin palabras. Era cierto
No dije nada
El no tiene que darme ningún tipo de explicaciones a mi
Pero alguien detrás de mi no se quedó callada
- Porque es la madre de tu hijo, estúpido-dijo Cristiane
Ella se sentó frente a mi y lo miró
- ¿Y por eso debo darle explicaciones de mi vida personal?
- No-dijo- Pero si quien sale y entra de esta casa
Bum. Tómatela Austin
El se quedó callado
Adoro a Cristiane
- Esa chica pudo haberle hecho algo a mi hermana y tú ni siquiera te hubieses dado cuenta de ello-dijo
- ¡Es mi asistente!
- Una asistente que tiene acceso a entrar y salir de esta casa cuando le plazca-dijimos ambas al unísono
La mire
- Así cómo entró a tu habitación pudo haber entrado a la habitación de mi hermana y le pudo haber hecho algo-dijo ella
- Ella no haría eso, ¡Es inofensiva!
- ¿Como lo sabes?-dijo Cristiane
El no dijo nada
- Esta bien-dijo ella- Digamos que ella no haría eso, pero qué tal si le da esa llave a otras personas. No puedes dejar que cualquiera tenga la llave donde vive tu hijo que está por nacer
El suspiro y se quedó callado por unos minutos
- Creo que debes ser tú el que tiene que decir las palabras mágicas-dijo Cristiane
Austin la miró mal
- Gabriela-dijo mirándome a mi- Perdóname, esto no va a volver a pasar ni siquiera se cómo consiguió las llaves de la casa
- Bien-dije
- Hasta luego-dijo y se fue
Mire a Cristiane
- Te adoro-dije
- Jamás pierdo una discusión-dijo
- Ya lo noté-dije comiendo
- Pero tú eres una idiota-dijo y casi me ahogo con mi desayuno
- ¿Qué dijiste?
- ¿Por que no te lo ganas?-dijo- Hay muchas chicas que lo están asechando
- No necesito ganarme nada-dije- Yo tengo que olvidarme de él
- ¿Por que? ¿Por cometer un error? Si las personas pensaran como tú no habrían personas exitosas
- ¿A qué te refieres?
- Tú te equivocaste-dijo- Eso no lo negaré, pero eso no quiere decir que tengas que ver a la persona que amas irse con otra persona cuando tienes oportunidades para recuperarla, como tú
- Sus sentimientos cambiaron, Cristiane-dije
- Al igual que los tuyos-dijo- Tú no sentías lo mismo por el hace unos meses atrás y ahora si, ¿no es así? Las cosas cambian
- Yo nunca dije que no sintiera algo por el antes-dije- Solo que nuestros sentimientos eran muy diferentes
- Ahí tienes tú respuesta-dijo. Se levantó y se fue