Cuatro Momentos (Drummond #3)

By Gaby_SWSD

69.6K 10.4K 827

Un mal inicio... Weston Drummond es el cuarto hijo de lord Wulfric Drummond, regente de Savoir, quien después... More

Nota introductoria
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Epílogo
Nota Final

Capítulo 29

1.1K 200 18
By Gaby_SWSD

–¿A qué se debe el honor de que la señora de Nox requiera mi humilde presencia?

–Abuelo –murmuró Laraine antes de tomar aire y pronunciar con fuerza–. Atherton de Nox, gracias por acudir a mi llamado.

–¿Cómo podría no hacerlo? Aun cuando soy el miembro más antiguo del Consejo de Ancianos, no rehúso a un deber.

–Desde luego –Laraine indicó el asiento frente a ella–. Por favor.

–No es necesario. Seré breve. Y tú también puedes serlo, Laraine.

–He escuchado que va a salir de Nox. Hacia la Corte.

–Sí. ¿Cómo lo has sabido? –rió sin humor–. No tiene importancia. Es cierto, Laraine. ¿Por qué? ¿Necesitas que en mi audiencia con el Rey diga algo en tu nombre?

–No sería necesario. De quererlo, podría hacerlo yo. No necesito intermediarios.

–¿No? Oh, cómo los tienes por todo lugar, incluido en el pueblo que supuestamente regentas, pensé que no te importaría.

–Prefiero no contestar a eso. Es cierto, entonces, ¿te marchas?

–Sí, pero dejaré al capitán de la guardia para que te proteja, no te preocupes.

–No necesito que me protejan. Puedo hacerlo bien por mi cuenta –protestó, aun cuando sabía que eso era precisamente lo que él quería. Una reacción.

–¿Estás segura? –el anciano clavó sus ojos en ella–. ¿De verdad eres capaz de proteger a alguien? Porque, sería muy estúpido querer a alguien si no puedes protegerlo, ¿verdad?

–No sé qué significa eso –soltó con dureza, aunque apartó la mirada. No quería que adivinara a dónde se dirigían sus pensamientos–. ¿Necesita decir algo más, Atherton de Nox?

–No, señora –exclamó, con un toque burlón–. Entonces solo le daré sus saludos y su más profundo agradecimiento al Rey por tan acertada alianza. Quién lo diría, ¿no? Llegar a ser tan ingenua... de verdad, me preocupa, Laraine.

–No tiene por qué preocuparse –se mantuvo formal y distante–. Este no es lugar para tratar asuntos familiares, sino oficiales.

–Cierto. Excepto cuando te ofreces como sacrificio en lugar de tu hermana. ¿Puedes imaginarlo? Bien podría haber sido Candra la que ahora estuviera casada con ese joven Drummond.

–Señor, ¿necesita algo más?

–No, he dicho lo que venía a decir. Y creo que lo has entendido bien.

–Claramente.

Era una advertencia. No necesitaba que se lo dijera para comprenderlo. Así que era su abuelo, junto con Shamus Calhoun los que habían atentado contra la vida de Wes. Él era su nuevo objetivo y eso era algo que ella no podía permitir.

¿Estaba lista para proteger a Weston? Sí. Con todo lo que ella era, lo haría.


***


–Lara, ¿sucede algo? –Wes detuvo la espada y se acercó hacia ella–. Ven aquí –extendió sus brazos–. ¿Sí?

–¿Por qué no vienes tú? –soltó, sonriendo un poco–. ¡Oh! –él había corrido hacia ella y en un parpadeo la tenía entre sus brazos–. Bromeaba.

–Yo no –la estrechó con fuerza–. ¿Qué te preocupa, Lara?

–Tú –musitó y suspiró–. Yo. Todo, en realidad.

–¿Todo? Eso es mucho para preocuparse en una noche así –Wes la guio hacia una ventana. Descorrió la cortina y sonrió–. ¿Qué te parece?

–Que eres poco práctico. Ahora sí estoy preocupada por ti.

–¿Por qué? –rió Wes–. ¿Hice algo mal?

–Te estás ofreciendo así, como si fueras un blanco perfecto en una noche clara. ¿Sabes que podrían estarte apuntando?

–¿Podrían? –Wes arqueó una ceja y cambió sus posiciones, cubriéndola con su cuerpo para quedar entre ella y la ventana–. ¿Así está mejor?

–¡No! –Laraine pasó una mano por su rostro–. ¿Qué has hecho conmigo, Wes?

–¿Te embrujé?

–Tonto –exclamó y soltó una carcajada. ¿Embrujar a la bruja de Nox? ¡Imposible!

–Cierto. Los fantasmas no tenemos ese poder.

–No –confirmó con seguridad. Se acercó hacia él, voluntariamente–. ¿Estás bien, Wes?

–Sí. ¿Qué es lo que sucede? Desde la cena, lucías preocupada.

–¿Cómo lo notaste? Apenas me miraste.

–No es cierto. Siempre te miro. ¿Tú también lo haces?

–No. Bueno, a veces. Debo asegurarme de que no te sirvan nada... extraño.

–Cuidas bien de mí.

–Wes...

–¿Sí?

–Quiero que prometas que no correrás riesgos innecesarios.

–¿Qué sucede, Lara? –clavó sus ojos en ella–. Puedes decírmelo.

–No lo sé. Es solo una sensación. Sé que es absurdo, pero...

–Confío en ti. Tendré cuidado. Más de lo normal. ¿De acuerdo?

–Gracias.

–Lara, ¿te parece si dejamos el entrenamiento para mañana y vamos a descansar?

–Estás cansado –Laraine entrecerró los ojos–. ¿Cómo no lo noté?

–Estoy bien. Solo necesito descansar un poco más temprano esta noche. ¿Está bien?

–Sí, te acompañaré a tu habitación.

–No. Te quedarás en mi habitación –corrigió.

–Estás cansado.

–¿Y eso es importante?

–No podrás descansar conmigo a tu lado.

–Estás equivocada. Contigo a mi lado es la única manera de descansar. Desde que te tengo en mis brazos, puedo descansar. Realmente descansar.

–Sí, te ves bien –admitió.

–Y podría estar aún mejor –sonrió levemente–. Pronto.

–A tu habitación, lord Drummond –ordenó, reprimiendo una sonrisa de diversión.

–¿Me llevas? –extendió sus brazos, como si fuera un niño. Ella rió.

–Si me obligas, podría verme tentada.

–Un día lo haré –soltó Wes girando y dirigiéndose hacia su habitación–. Te llevaré en brazos hasta mi habitación –la miró brevemente y guiñó un ojo–. Es una promesa.


***


Laraine se quedó mirándolo por largo rato, incapaz de decidir y apartarse de él. Un haz de luz entraba por el resquicio de la ventana, lo que significaba que había amanecido y ella debería estar de vuelta en su habitación. Quizás hasta debería ya estar terminando de desayunar y ocupándose de asuntos del Castillo. Sin embargo, ese día le apetecía no hacerlo y quedarse donde estaba. Mirando a Wes dormir. Cerró los ojos para tomar valor e incorporarse... o lo intentó. Un brazo la aprisionó antes de que hiciera un movimiento.

–No, hoy no quiero que te escapes, Lara.

–¿Wes? ¿Estás despierto? –abrió los ojos y encontró los de él, risueños–. ¿Desde cuándo?

–Siempre –rió ante su perplejidad–. ¿Crees que no soy consciente de cuando te marchas?

–Pensé que no.

–Bueno... –Wes se giró–. ¿Cómo te sientes?

–¿Yo? –preguntó, sorprendida–. ¿Bien?

–¿Me lo estás preguntando?

–¿Por qué preguntas eso? –inquirió, intrigada.

–¿Quieres saltarte el día y pasarlo conmigo?

–¿Cómo lo has sabido?

–Ah, acerté. ¿Sí, quieres?

–Sí, pero no puedo hacerlo –intentó incorporarse de nuevo, aunque sin demasiado esfuerzo. Él no se lo permitió–. Wes...

–Sé que, si quisieras marcharte, no podría impedirlo. Pero no quiero que quieras... dime que te quedarás este día conmigo.

–¿Por qué?

–Dame un día. Este día.

–¿Por qué hoy?

–¿Por qué no?

–Wes...

–No protestes más, Lara. Te prometo que mañana nos ocuparemos de todo. Hoy que sea nuestro. Tú y yo. ¿Sí? –insistió. Ella puso en blanco los ojos y suspiró.

–Sí –claudicó y se giró en brazos de Wes–. ¿Qué planes tienes?

–Todo. Quiero hacerlo todo –contestó Wes y se apartó–. ¿Qué esperas, Lara? ¡Vamos a iniciar este día nuestro ahora mismo! –exclamó, levantándose de la cama.


**Aunque no celebro ninguna otra ocasión que Navidad, quería aprovechar para dejar este nuevo capítulo con mis mejores deseos para todos ustedes en este 2021 (con suerte, algo cambiará para bien), que se encuentren saludables, se mantengan así y que nunca falten momentos que los hagan sonreír y sentir que vale la pena seguir. Un abrazo fuerte y nos seguimos leyendo. ¡Feliz año nuevo!**

Continue Reading

You'll Also Like

137K 17.2K 45
Candice Cranston, siempre soñó con el amor, no quería casarse con un hombre que la maltratará , por desgracia su propio hermano la trató como un mueb...
266K 13.7K 36
April Giggs es una fiscal entregada por completo a su trabajo, debido a una circunstancias fue a dar en el hospital, donde conoció Allen Allister, u...
136K 4.8K 11
(serie el Jefe #1) una chica llamada Nina Rossi tiene 23 años, trabaja limpiando casas, pero su jefe la ansendio de puesto y ahora trabaja para el sr...
31.5K 3.2K 18
La tranquila vida de la encantadora y alegre Christine cambiará de manera inmediata, de ser el centro de atención en la casa de sus padres, pasará a...