La lista fue sacada del grupo de fb "LO QUE CALLAMOS LOS FANFICKERSc"
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Día 17: Un viaje inesperado
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—Deja de mirarme —dijo Sasuke sin dejar de mirar al frente.
Hinata se sonrojó y comenzó a jugar con la punta de sus dedos. Sasuke rodó los ojos.
Ya hace dos semanas que viajaba con ella y aún no se acostumbraba a su curiosidad por todo lo que veía, como si fuera la primera vez que veía todo aquello. A veces llegaba a creer que era tonta.
Miró el cielo pensativo, le extrañaba que nadie se hubiese preocupado por la joven. No se podía deshacer del cambio. Pero a lo mínimo podrían ver como se encontraba.
—¿Qué... qué le sucedió? — La joven señaló a su mejilla. Sasuke gruñó e hizo una mueca.
—El hombre que salvaste lo hizo —respondió. El viento comenzó a tornarse frío, se acercaba una tormenta.
—Neji-nissan, no haría eso —susurró la joven moviendo sus pies. Sasuke miró su rostro, se veía triste.
—Tsk. Ahora me dirás que él no es así —dijo con sorna. La joven respingó su nariz, Sasuke la comparó como un conejo.
—No es por eso... las personas de nuestro clan no se especializa en ese tipo de jutsu —dijo quitando las arrugas de su kimono. Sasuke frunció el ceño pensando en ello—. Somos del tipo agua, y he entrenado con neji-nissan toda mi vida. Los únicos que son del tipo fuego... Son del clan Uzumaki.
Sasuke frunció el ceño y recordó la noche en que el individuo apareció frente a él, en los limites de la aldea. Había estado entrenado todo el día cuando aquel extraño sujeto apareció entre la maleza, dispuesto a asesinarlo.
No supo como, su hermano se interpuso frente a él, y peleó contra el oponente. Sasuke vio con terror todo aquello, y se odió todas las noches por no obligar a sus piernas moverse. En un momento Itachi lo miró por última vez y creyó escuchar a su hermano mayor gritarle que corriera antes de que el fuego quemara la mitad de mi rostro.
Volvió en si al preguntarse una sola pregunta a lo que dijo la joven.
¿Por qué atacarlo?
—Vamos —. Se levantó abruptamente. Solo podía haber un hombre que podría responder aquello. La joven lo siguió con movimiento de gracia. Antes de que Sasuke caminara siquiera dos pasos, la joven lo tomó de la tela de su yuakata.
Sasuke se soltó con brusquedad.
—¿Qué? —preguntó en tono seco. La joven parpadeó y ladeó su cabeza.
—¿Como te llamas? —preguntó. Sasuke frunció el ceño, era la joven mas extraña que hubiera conocido en su vida, generalmente las mujeres se le tiraban sobre él en cuanto lo viera
La joven se señaló a ella misma.
—Me llamo Hinata. Me gustan los libros y los dulces —dijo con una sonrisa. Sasuke la miró indiferente.
—Me llamo Sasuke Uchiha —dijo dándole la espalda. La joven lo alcanzó y colocó sus manos en su espalda.
—¿Y que te gusta, Sasuke-san?
El pelinegro miró la tormenta que se acercaba, debían darse prisa para llegar a la aldea mas cercana.
—Que la gente se mantenga callada —dijo sin dejar de caminar.
...
—Como sabrán, el viaje de fin de curso se aproxima. Se le asignaran sus compañeros de curso.
Hinata gimió internamente, esperaba que le tocara de compañera a Sakura. Sus compañeros comenzaron a murmurar emocionados y su mirada se dirigió inevitablemente hacia la espalda de Sasuke Uchiha, sentado en la fila de enfrente con la espalda recta y la mirada seria.
Como el tema de los compañeros era obligatorio, se conformaba también con aquel pelinegro.
Aunque sea mas serio que una piedra por lo menos no se burlaría de él por ser menos varonil.
—Y por último —dictaba el profesor—, Sasuke Uchiha y Hinata Hyuga. Eso es todo.
Escuchando los murmullos, Sasuke giró su cabeza para mirarlo fijamente, y en un acto de reflejo, Hinata levantó dos dedos en señal de paz. El pelinegro frunció el ceño y volvió su vista al frente.
—Espero que hayas hecho mejor tu bento —dijo Sasuke al otro día con seriedad. Hinata se sonrojó al escuchar las risas mal disimuladas de sus compañeros. Se subió al autobús sin responder, y se sentó junto a Sakura.
Con el vaivén del autobús, Hinata Durmió todo el camino. Se despertó una hora después, al escuchar la voz de su sensei. Se pasó la mano por su rostro y se retiró todo rastro de sudor.
Había tenido una pesadilla.
—Irán con su pareja asignada y nos encontraremos aquí —dijo el sensei con una sonrisa. Hinata suspiró y se acercó lentamente al pelinegro, el cual no le dirigió una sola mirada—. Esperaré sus informes.
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El lugar estaba repletos de templos y turistas, Hinata observó todos los colores maravillado. A diferencia de su compañero que miraba todo aquello con indiferencia.
Escucharon y leyeron cada historia de los templos, todo tenia que ver con espiritismos y problemas familiares. Hinata se sintió bien, faltaba el último templo cerca de un bosque para ver y todo aquello terminaría.
Se acercaron a la multitud de turistas y oyeron la voz del guía.
—Este lugar fue reconstruido en la era Nara —estaba diciendo. El atardecer lanzaba colores cálidos al pequeño templo. Frente a él, Hinata divisó un pequeño estanque de agua—. Es la replica exacta de un templo perdido en el bosque. Se dice que en ese lugar, dos amantes cometieron un crimen pasional y el padre de la mujer incendió el lugar para evitar ver el cuerpo de su hija.
Sasuke bostezó, pero Hinata se tornó interesado en el tema, no podía evitarlo, cualquier drama que no tuviera que ver con su vida lograba atraparlo.
Sin embargo, cuando el guía continuó contando la vida de los dos amantes, sintió un tirón en su estomago y tuvo ganas de vomitar. Con una mano sosteniendo su estomago y con la otra tapando su boca corrió torpemente al limite del bosque.
Tiró todo lo que comió esa mañana y se quedó un momento con las manos en sus rodillas.
—D-debió haber sido algo que comí —dijo. Pensando en que podría haber sido, cuando vio una mano teniéndole un pañuelo.
—Debieron ser tus bentos —dijo Sasuke. Hinata tomó el pañuelo.
—¿Qué o-obsesión tiene con mis b-bentos? —dijo. Respingó la nariz en su dirección.
—Pareces un conejo -dijo Sasuke distraído. Hinata entrecerró los ojos y negó con la cabeza. ¿Qué le sucedía a aquel sujeto?
—V-vamonos —dijo. La majestuosidad de aquel bosque le daba escalofríos. O tal vez fuera aquella historia, no sabia.
Se irguió, no obstante su alrededor comenzó a dar vueltas y lo único que escuchó antes de caer por la maleza fue la voz preocupada de su compañero.
...
—No sé de que me estas hablando —dijo Kakashi observándolo por encima de su libro—. Por favor, compra algo o marchate.
Sasuke bufó. La tienda de cosas extrañas fue difícil de encontrar, mas por el hechizo que uso Kakashi para ocultarla de compradores indecentes que otra cosa.
Escuchó el jadeo de sorpresa de Hinata entre las cosas apiladas y amontonadas por el lugar. Kakashi miró aburrido hacia el lugar en que se encontraba la joven.
—Si llega a romper algo lo paga —dijo. Sasuke se tocó la frente con molestia.
—Sabes de lo que estoy hablando. Respondeme —ordenó.
—Mmm. Te recuerdo que tu padre no desea volver a verte, por lo tanto no tienes rangos ni tierras propias. Si no deseo responderte, no lo haré —respondió Kakashi bostezando.
A Sasuke se le estaba agotando la paciencia. Se decía que los monjes como Kakashi tenían conocimientos mas allá de lo inimaginable. Aunque el fuera hijo de un respetado líder del clan, Itachi era el que aprendía sobre clanes, jutsus de otras aldeas, etc.
Hinata se acercó a ellos con una estatua de rana entre sus manos, su sonrisa estaba resplandecientes. Le mostró la estatuilla a Sasuke.
—¡M-mira Sasuke-san! —dijo con emoción.
—Deja eso donde estaba, Hyugga, y trata de no tocar nada —dijo con sequedad. La joven no obedeció y sacó de su kimono una pequeña bolsa, dejó sobre la mesa un par de monedas que Kakashi tomó rápidamente sin rechistar.
—Lo g-guardaré bien para evitar romperlo —susurró acariciándolo suavemente. De repente, Sasuke sintió un tirón en su estomago, negó con la cabeza. Ver a Hinata con las mejillas sonrojas y su sonrisa extendiéndose por su rostro era algo que lo desconcertaba.
La joven continuó viendo todo aquello, dejando solos a ambos hombres.
—Creo que te meterás en un gran lio al secuestrar a la primogénita del clan Hyugga —dijo Kakashi como si nada—. Su padre la estará buscando.
—Fue un cambio —dijo Sasuke abstraído, luego frunció el ceño—. Espera, ¿primogénita?
Kakashi sonrió con su único ojo visible y señaló al tarro de las propinas. Sasuke bufó y quito su propio dinero.
—Es la primogénita del clan Hyugga, nunca nadie la ha visto fuera de casa. Solo sale con su primo, quien es a su vez su protector. Y con respecto al cambio, no dejaran de buscarlos para poder llegar a un acuerdo. Una ceremonia matrimonial, tal vez.
Sasuke ignoró el cosquilleo en su estomago el visualizarse a él mismo junto Hinata.
—¿Y sobre lo otro? —preguntó. Oyó otro jadeo de sorpresa y esperó que Kakashi termine de hablar antes de que Hinata compre cualquier baratija.
—Sí, hay un clan que puede hacerte creer ser otra persona. El clan Uzumaki. Y eso lo que me preocupa —Kakashi golpeó suavemente su libro contra su barbilla—. Asesinó a un miembro de tu clan, ni mas ni menos al primogénito y frente a tus ojos, obviamente para que lo veas. Lo que Hyugga-san dice es cierto, ellos solo controlan el agua. Él que hizo esto quiso hacer una quiebre entre ambos clanes, y todos sabemos que si ambos clanes luchan comenzaría una guerra descomunal.
Sasuke se cruzó de brazos, si aquel tan Neji no fue el asesino de su hermano, eso significaría que Hinata podría volver a su hogar. La joven volvió emocionada con otra baratija, y el pelinegro tan solo se despidió de Kakashi con Hinata detrás de él.
Se decía a si mismo que era para comprobar que lo que decía Kakashi fuera cierto, si no lo era, entonces no tenia por que soltar a Hinata.
Por que, aunque no lo quisiera, comenzaba a agradarle su compañía silenciosa y su mirada curiosa hacia todo lo que la rodeaba.
....
Lo primero que vio cuando abrió sus ojos fueron las copas de los árboles.
Y las estrellas.
Se sentó abruptamente, un escalofrío le subió por la espalda al sentir el aire frío.
—Por fin despiertas.
Hinata se sobresaltó. Sasuke estaba recostado contra un árbol mientras observaba las estrellas.
-¿Qué...?
—Te desmayaste —terminó por decir Sasuke. Frunció el ceño—. Caíste en el bosque y desapareciste entre la maleza. No sé como explicarlo.
Hinata miró a su alrededor. Estaban solos en el bosque.
—¿Nadie vino a buscarnos? —preguntó. Sasuke hizo una mueca y fue cuando Hinata se dio cuenta de su pie esquinzado. Se levantó, aún sintiendo el mareo subir por su cuerpo y se acercó a Sasuke.
—¿Puedes caminar?
—Si pudiera caminar, no estaríamos aquí Hyugga.
Hinata hizo una mueca mientras pasaba uno de los brazos de Sasuke por sus hombros.
—N-no tienes por que que ser desagradable —murmuró. Gruñó cuando sintió el peso de Sasuke sobre él—. Y g-gracias por quedarte... conmigo.
Sasuke no respondió. En cambio señaló con la cabeza hacia adelante.
...
—¿Y esto?
—Una rosa.
—¿Y esto?
—Hyugga suelta eso, es peligroso.
—¡Mira Sasuke-kun! —. Miró de reojo. Hinata sostenía alguna que otro juguete. Se preguntaba por que demonios decidió pasar por el local repleto de vendedores.
Mantuvo su vista al frente. Se encontraban cerca del castillo de los Uzumakis.
Querían causar una guerra entre Uchihas y Hyuggas. Por suerte, envió un pergamino a su padre advirtiéndole. Su padre respondió que tomaría el asuntos en su mano.
Además de enviarle uno a Neji Hyugga. Sonrió al recordar su respuesta.
"Se te vendrá algo peor si no la traes y te casas con ella."
—Para ti —parpadeó cuando sintió algo pesado en su mano. Hinata le había puesto un pequeño cofre. Lo abrió con indiferencia y se encontró con un collar.
Miró a Hinata con una ceja alzada. La joven le sonrió con las mejillas sonrojadas.
Por eso era que la había traído a ese lugar.
Aunque nunca se lo admitiría a nadie.
....
En su camino se encontraron con un templo abandonado. Estaba hecho cenizas. Hinata dejó con cuidado a Sasuke en el suelo.
—¿Dónde estamos? —preguntó observando el templo. Hizo una mueca, un extraño sentimiento le subía por la boca del estomago.
Presentía un deja vú. Él había estado en ese lugar.
Aunque nunca hubiese pisado ese parte de Tokio en su vida.
—También sientes esa sensación —no era una pregunta proveniente de Sasuke.
En un acto que no comprendía, Hinata tocó una madera caída del templo.
—¡Hyugga!
Por segunda vez, Hinata se desmayó.
...
—¿Creen que los dejaré ir luego de que arruinarán mis planes?
Sasuke se posicionó con katana en mano delante de Hinata. El enemigo se encontraba frente a ellos. Según sus conocidos. Aquel era el lugar en el que se encontraba, el templo de Menma Uzumaki.
—Hyugga —dijo. Apretó los dientes, no se podía jugar con ellos. Sabía que no saldría vivo de esto—. Quiero que corras. No mires atrás.
—Que ternura -Menma sonrió de lado—. Un Uchiha enamorado.
—¡Ya! —gritó Sasuke. Luego comenzó una batalla campal contra el enemigo.
No veía a Hinata por ningún lado. Comenzó a idear un plan en su mente y contra todo pronostico, se encerró junto a su enemigo en el templo.
Lo acorraló en el suelo. Su katana chocó contra su pecho.
—¿Crees que solo yo moriré aquí? —dijo Menma. Comenzó a calentarse como una braza ardiente.
El incendio se propagó rápidamente. Sasuke se tapó su boca y su nariz evitando que el humo ingresara en sus pulmones. Trató de ver en el humo, buscando una salida.
—¿Sasuke-kun?
Se paralizó al oír la voz de Hinata proveniente del lugar.
Se adentró en el lugar sin dudarlo.
Cuando se acercó al cuerpo lo recordó.
Los hyuggas podían controlar el agua.
Y los Uzumakis cambiar de cuerpo.
Menma sonrió una última vez antes de cerrar sus ojos para siempre.
La visión de Sasuke se estaba distorsionando. Cayó de rodillas.
Lo último que vio antes de cerrar los ojos fue a Hinata y a Itachi.
Sonrió. La vería en otra vida, tal vez.
...
Hinata se despertó jadeando por aíre. Sasuke la sacudía los hombros.
—¡Hyugga!
Parpadeó. Miró a los ojos hacia Sasuke y lo abrazó.
—¿Qué demo...-
—¡Lo siento! —Hinata sollozó en su pecho—. Lamento no salvarte. No supe que hacer. Me arrepentí toda mi vida.
Sasuke mantuvo los brazos en el aire sin saber que hacer.
A Hinata no le importó. No dejó de aferrarse a él. Ni siquiera cuando se escucharon pasos de personas y vislumbró las luces.
—Mañana te prepararé un bento.
FIN DE LAS DOS PARTES.
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N/A:
*Inserte meme de Muchu saliendo de las cenizas*
¡Estoy viva!
Honestamente, no quería dejar el fictober en la nada. Me vale que haya pasado octubre, lo continuaré. (No sé si lo publiqué acá. Pero mi computadora murió junto a mis documentos. Con eso, se me fueron las ganas de continuarlo. Pero acá estoy)
Muchisimas gracias a las hermosas personas que votaron y comentaron. Lamento si no respondo es que me olvido.
Richard Parker.