*N. THALIA*
Medio hermano.
En cuánto esas palabras salieron de su boca, no lo pude creer. Quizás lo recuerdo, pero es uno de esos recuerdos tan vagos que, si no son "importantes", simplemente se desvanecen.
Lo veo parado y su aspecto es muy parecido al de mi mamá, como también lo es Zara. Ellos son su réplica exacta, sin embargo yo soy más parecida a mi papá. Es claro que se mi medio hermano, pero ¿en que momento? ¿Cómo?
-Zara y yo somos mellizos, si me acompañas, te lo explico mejor. - se cruza de brazos.
Draven Becker. Nunca lo mencionó mi mamá, no había ni una foto de él y mucho menos junto con Zara. Es como si no quisieran que lo conocieran, que no supiera de su existencia.
Antes de irme junto con mi supuesto hermano, agarro el brazo de Cassian y Draven lo nota.
Suspira. - Te doy tu tiempo. - sale.
Me pongo enfrente de Cass y el agarra mi rostro.
-Tranquila, naranjita. - besa mi frente. - Zara no va a dejar que te mate.
-Pero tú...
-Olvídate de mí. - baja sus manos agarrando las mías. - De los dos, eres la que merece salir viva de aquí.
-No, Cassian, tú también tienes que...
-¿Te saco a la fuerza, hermanita? - habla desde afuera.
Oírlo decir hermanita, me da escalofríos. Su voz es grave y da esas vibras de miedo.
Salgo de lo que se supone es una habitación y dejo a Cassian adentro. Al salir veo más luz, un pasillo largo con varias puertas. Draven está recargado en la pared jugando con una navaja, no me inspira mucha confianza.
Draven es alto, de hecho, más que Zara y eso que es un poco más alta que yo. Sus facciones te hacen temerle, es imponente y si no lo conocieras, con una sola mirada sentirías que ya sabe todo sobre ti.
Él empezó a caminar y yo lo seguí. Llegó a una habitación grande y sin puertas, es como una cocina. Zara está sentada en la mesa, usando un vestido rojo, con su cabello rizado cayendo a sus lados. Al verme se incorpora.
-¿Cómo estás? - cuestiona y no le contesto.
-¿Cuándo me ibas a decir de Draven? - me cruzo de brazos.
Ella y Draven intercambian miradas.
-Como te lo explico. - él se sienta a un lado de Zara. - Te alejaron de mi simplemente porque quería darte una lección cuando tenías un año.
-La ibas a matar. - se queja Zara. - En sí, para que no vivieras con tu medio hermano que te ahorcó solo por quitarle la cabeza a una de mis muñecas.
¿Qué? ¿A los seis años de edad ya iba a matar a alguien y ese alguien era yo?
Si ya tenía miedo desde que desperté, ahora más. Debió haber sido raro ver a tu hermano gemelo ahorcar a tu hermana de solo un año.
Siguieron hablando y comentandome de todo lo que no sabía. El papá de Draven lo abandonó, pero le dijo a mi mamá que se iba a ir y pues se fue, mamá y Zara iban a visitar a Draven, en donde se había quedado. A partir de entonces empezo a recibir atención médica y salió, pero se las ingenio para que le dieran el alta y pudiera matar.
Mientras me dicen todo eso, recuerdo a todos los que murieron. Para tener eso deseo de matar a gente, es claro que estas demente y si todo empezó desde los seis, debió haber sido un trauma grande o quizás fueron más de uno.
-Y ¿por qué has matado a tantos? - lo veo y me da una sonrisa de lado.
-Nadie se mete con Zara. - suspira. - Todo el pueblo lo sabe y si alguien le hace daño, solo uso mis navajas y ya está.
Navajas, ¿solo tiene eso? ¿Con eso a matado a tantos? Repito, demente. Es raro pensar en todo lo que puede hacer con una arma blanca.
-¿Tú... Tú sabes lo de mi mamá y papá? - tartamudeo un poco, solo han hablado del pasado pero no ha mencionado eso.
¿Habrá tenido algo que ver en eso? Yo ya me estoy cuestionando hasta mi existencia.
-Si, yo le dije. - dice Zara. - Además ese día...
La interrumpe. - Ese día me iban a ver a mi casa y conocería a Noah por primera vez.
Al parecer todos sabían de Draven, menos yo.
-¿Tuviste algo que ver con lo que les pasó? - mi respiración es un desastre.
-Soy una mierda, pero no exageres. - une sus manos arriba de la mesa. - A mi también me dolió, mamá siempre confío en mi, siempre mantuvo sus esperanzas en que saldría y salí. - se talla su rostro. - Aquel día íbamos a celebrar que ya me habían dado de alta. Créeme Thalia, no tuve nada que ver.
Sus facciones se endurecieron, supongo que se enojó y no lo culpo, creo que me pasé con mi pregunta. Veo a Zara y lo está tranquilizando.
-A los tres nos dolió, los tres perdimos a mamá y a papá. - el azul de sus ojos se intensifican y siento un nudo en la garganta.
-¿Me van a matar?
En cuánto sale esa pregunta de mis labios, el silencio reina en la habitación. Los dos pares de ojos azulados, se ven dudosos. Quizás la pregunta fue muy drástica, pero es fácil responderla, según yo.
-Si Zara me dice que no, pues no. - se encoge de hombros.
La honestidad.
Aprieto mis dientes y me levanto. Siento el enojo emanando y veo a Draven a sus ojos. No hay sentimientos, su mirada están profunda e intimidante.
-Quiero ir a la habitación en donde estaba.
-¿Con Cassian? - me ve Zara. - Creí que lo odiabas.
-Pues a comparación de ustedes, es al que más aprecio en este momento. - me cruzo de brazos.
-Pero somos tu familia. - Draven me ve enojado.
-Solo por ADN y la mitad, ahora llévame a donde estaba. - se ve sorprendido, pero no dice nada.
Ambos se ven y al final, Draven sale de lo que parce ser la cocina y lo sigo. Me lleva a la habitación en donde estaba antes.
-Hazme un favor, no me desobedezcas. - abre la puerta. - Dudo que quieras una muerte dolorosa.
-No te tengo miedo, Draven.
Sonríe. - Deberías.
Me da paso y entro a la habitación, lo primero que busco son sus ojos amielados. Está acostado con su mirada perdida, pero al oírme se levanta.
Las palabras no salen, tengo miedo, estoy enojada, confundida. Lo abrazo y me acuesto en la cama improvisada que esta en el suelo. Trato de olvidarme de todo mientras sus brazos me envuelven en un cálido abrazo.
No olvidé lo que hizo, pero solo lo tengo a él y es mejor que no tener a nadie.
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Gracias por su apoyo a la historia :D
BESITOOOS
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