Jisung despertó gracias al molesto sonido de su alarma, estiró sus extremidades con cansancio, sintiéndose más relajado. Tocó el espacio vacío a su lado en la cama, frunciendo el ceño antes de dirigirse al baño de su habitación, lavó su cara, cepilló sus dientes y con cuidado salió. El olor a café llenó sus sentidos, deduciendo que el desayuno ya estaba listo.
Puso su mano en el pasamanos de las escaleras, y antes de empezar a bajar, tropezó con algo que lo hizo caer en el primer escalón.
ㅡ¡Ah!ㅡse quejó al sentir que su pie dolía por el golpe.
ㅡ¡Jisung!ㅡMinho dejó lo que estaba haciendo al escuchar el quejido.
Corrió escaleras arriba, encontrándose con el menor sobando su pie que ya había empezado a ponerse levemente rojo.
ㅡ¿Estás bien? No puede ser, un poco más y caes en la escalerasㅡlo cargó en sus brazos hasta llevarlo a la planta baja, acomodándolo en el sofáㅡTe dije que una casa de una sola planta estaba bien.
ㅡYa, mi pie estará bien, aunque me duele un poco el traseroㅡhizo una mueca de dolor, sobando la zona.
ㅡ¡Beomgyu, ven aquí!
ㅡNo seas malo con él, fue un accidente.
ㅡLe he dicho mil veces que no deje tirados los juguetes precisamente para evitar estos accidentes.
Un pequeño niño de cuatro años llegó corriendo hacia la sala, abriendo con sorpresa sus pequeños ojos al ver a Jisung con el pie lastimado y a Minho con expresión seria.
ㅡ¿Qué le pasó a papi Shisun?ㅡpreguntó ladeando la cabeza hacia un lado.
ㅡ¿Por qué tus juguetes están en las escaleras? ¿No te dije que debías guardarlos después de usarlos? Te lo he dicho muchas veces, no quiero juguetes regados por toda la casaㅡregañó con voz firme, viendo como el niño ponía expresión afligida.
ㅡL-Lo sientoㅡla voz del pequeño castaño empezó a quebrarse por los regaños.
Jisung le dio un leve golpe al castaño, frunciendo el ceño, ahora había hecho llorar al niño.
ㅡGyu, ven aquíㅡllamó el pelinegro a lo que el menor obedeció rápidamente, sentándose en sus piernasㅡNo llores, bebé, todo está bien, pero a la próxima tienes que guardarlos todos en su lugar, ¿entendido?ㅡle dijo con dulzura, tocando su rostro con sus dedos.
ㅡS-Síㅡlimpió sus lágrimas con el dorso de sus manitas.
ㅡBien, ya puedes irte y seguir en lo que estabasㅡle dio un beso en la frente y lo dejó ir.
El castañito se fue rápidamente de ahí ya más tranquilo, dejando a los mayores en la sala.
ㅡNo seas tan duro con él, es un niño.
ㅡCasi caes por las escaleras, Jisung, ¿no te das cuenta de la gravedad del problema?
ㅡEstoy bienㅡle sonrió, sabía que estaba preocupado y lo entendíaㅡMejor dame mi beso de buenos díasㅡestiró sus brazos hacia el mayor con la intención de que lo abrazara.
Minho sonrió automáticamente, rodeando al pelinegro con sus brazos de manera cariñosa, dándole pequeños picos en los labios que los hacían sonreír.
Definitivamente vivir juntos había sido una de las mejores decisiones de su vida.
[☆☆☆☆☆]
La universidad, claramente había sido una etapa muy difícil para Jisung, no conocía nada de ese lugar y tampoco conocía a nadie. Chan podía llevarlo a veces cuando sus horarios no chocaban, pero las veces en las que no podía acompañarlo, a Jisung le tocó ir solo.
Tuvo que conseguir un bastón aunque no le gustaba la idea, era su única opción si nadie podía llevarlo. Pero para su buena suerte, hizo algunos amigos que se tomaban el tiempo de llevarlo a todos lados. A esas alturas, Jisung agradecía enormemente que aprendió a convivir y llevarse mejor con las personas, ya que de otra manera, nadie querría estar cerca de él.
El señor Han había conseguido un pequeño apartamento para su hijo que compartió con Jeongin un año después cuando se graduó de la escuela, ya que asistían a la misma universidad, se les hizo más fácil vivir juntos, así que el pelirosa se encargaba de él la mayoría del tiempo, pero pasaban poco tiempo juntos en la universidad, Jeongin tenía horarios muy diferentes a los de Jisung, aunque fuera de eso, compartieron hogar cinco años que fue lo que duró su carrera.
Jisung logró graduarse con honores, siendo de los mejores de su facultad. Se convirtió en un violinista profesional, y gracias a sus buenas calificaciones, consiguió trabajo muy rápido. Lo contrataban muy seguido en eventos formales e importantes de grandes empresas y cadenas de hoteles en donde requerían sus servicios cada vez que habían fiestas de gente adinerada y elegante, la paga era mucho más de lo que imaginó ganar, incluso muchas veces había sido contratado para eventos de orquestas importantes de la ciudad, se había hecho muy reconocido, y aunque algunas veces lo rechazaron por su ceguera, eran más las oportunidades que los rechazos, por lo que trataba de no desanimarse, aunque su sueño era tener su propia escuela de música, siempre lo tenía en mente.
Por otro lado, la universidad para Minho, fue de las mejores épocas de su vida, aunque pasó mucho tiempo alejado de Jisung.
Su talento fue reconocido rápidamente, ganándose reconocimientos que lo ayudaban a ser cada vez más conocido. Se mudó a un pequeño apartamento cerca de su universidad, vivió solo porque no tenía con quien compartirlo, Changbin había decidido estudiar en el extranjero, por lo que no pudo ser su compañero de piso.
Cada día sin estar cerca de Jisung fue como una tortura, las llamadas no eran suficientes, y como no vivían tan cerca, iba a visitarlo únicamente el fin de semana cuando no estaba tan sobre cargado de tareas. Había sido muy difícil, peleaban de vez en cuando, pero siempre sabían como arreglarlo, tratando de mantener su relación a flote, porque ambos seguían muy enamorados a pesar de todo.
Cuando Minho se graduó, fue contratado rápidamente para ser coreógrafo, empezando en empresas pequeñas hasta alcanzar el éxito con empresas más grandes y reconocidas, haciéndolo cada vez más y más importante en el mundo de la música, por lo que empezaban a llegarle más propuestas de trabajo, consiguiendo así, el dinero necesario para hacer lo que tenía en mente.
Jisung se graduó a sus veintidós años y Minho a sus veintitrés, ambos aún muy jóvenes para dar el siguiente paso en su relación, así que Minho fue paciente y se enfocó en su trabajo, esperando hasta que el menor cumpliera los veinticuatro para por fin pedirle matrimonio. Sólo serían un par de años más, no sería mucha la espera.
Todos sabían de la gran sorpresa y se les había hecho difícil no decir nada al respecto, hasta que finalmente, el ansiado día llegó. Minho estaba tan sorprendido de que su relación se mantuviera estable la mayoría del tiempo, los problemas más graves fueron solucionados y todo entre ellos estaba bien, sus relaciones nunca habían durado tanto, de hecho, ninguna había pasado de los dos o tres meses, y estaba feliz de estar tan enamorado de Han Jisung que no podía creer lo mucho que lo adoraba.
Ese día, se había sentido tan nervioso que no pudo dormir bien la noche anterior, sabía perfectamente que Jisung le diría que si, pero eso no le quitaba lo ansioso, el matrimonio era un paso del que estaba seguro desde hace años a pesar de ser demasiado joven, y saber que por fin iba a proponerlo hacía que todo su interior se revolviera con nerviosismo, porque incluso ya tenía planeada la boda, la gente que iría, el lugar, hasta los gastos en los que se iba a someter, tenía el dinero suficiente para hacer algo perfecto, solo necesitaba la respuesta del pelinegro para poner todo en marcha.
Minho pasó por Jisung a su apartamento, al verlo lo abrazó con tanto amor como se le fue posible, sus trabajos los mantenían ocupados, por lo que el tiempo para estar juntos era reducido y trataban de aprovechar las pocas veces que podían estar juntos.
El restaurante al que fueron, era totalmente nuevo, Jisung nunca iba a entender cómo es que Minho conocía tantos lugares, siempre era uno diferente, muy pocas veces repetían lugar, y aunque a él eso no le molestaba, el mayor lo sorprendía con nuevos lugares.
La noche se estaba haciendo cada vez más fría, y eso significaba que Minho se había quedado sin tiempo, debía proponerlo en ese momento. Estaba aterrado, a pesar de que estaba casi seguro de la respuesta de Jisung, pero ¿y si a último momento, Jisung decidía que no quería estar con él? Era un pensamiento demasiado extremista, solo eran sus nervios jugando con él.
ㅡSunggie, tengo algo muy importante que decirte.
Jisung se acomodó mejor en su silla, sintiéndose un poco extrañado, Minho había usado su voz seria.
ㅡTe escucho.
A Minho le sudaban las manos, se había preparado por ese momento durante mucho tiempo y por fin iba a pasar. Buscó entre sus cosas hasta que encontró unas páginas que había guardado como un tesoro, hizo a un lado los platos para poder extenderlas sobre la mesa.
ㅡMin, ¿qué tanto haces?ㅡrió al escuchar todo ser movido en la mesa.
ㅡEsperaㅡterminó de quitar todo y puso las páginas frente a JisungㅡAhora si, pon tus manos en la mesa.
Jisung un poco confundido hizo lo que el mayor le pidió. Al momento de tocar las páginas, sintió con sus dedos pequeños puntos que iban de manera ordenada, sacándole una sonrisa automáticamente.
Minho le había escrito en braille*.
"Las cosas que hemos vivido juntos, son por lejos, las mejores de mi vida. Desde el momento en el que nos conocimos, siendo un par de chicos de once y doce años, cuando nos odiábamos y no podíamos estar cerca el uno del otro, hasta que nos besamos por primera vez a tus diecisiete y a mis dieciocho años, cuando mis sentimientos por ti iban más allá de una simple amistad. No me arrepiento de absolutamente nada, acercarme a ti fue la mejor decisión de mi vida, una decisión que tomaría mil veces si fuera posible, eres lo mejor que tengo y lo más hermoso que me ha pasado, estoy tan enamorado de ti que estaría dispuesto a compartir lo que me resta de vida contigo, ¿tú estarías dispuesto a compartir tu vida también?
¿Te casarías conmigo?"
Jisung tocó la última frase con sus dedos, sintiendo su corazón palpitar con emoción, no sabía ni siquiera qué expresión poner.
Le estaba pidiendo matrimonio, se había tomado el tiempo de hacerlo de esa manera, sabía lo complicado que era escribir en braille, a él le había costado mucho acostumbrarse, y realmente le parecía demasiado increíble y tierno que su novio tuviera ese detalle con él.
Minho estaba realmente asustado, el pelinegro seguía sin decir nada, pensó en que quizás escribió mal algo, le había costado aprender ese método de escritura y quería que Jisung supiera que se había esforzado, pero ¿y si había puesto algo mal y Jisung no le entendía? Juraba que había revisado todo minuciosamente, pero su nerviosismo estaba haciéndolo sentirse inseguro de nuevo.
ㅡEsto... ¿Esto es en serio?ㅡpreguntó casi en voz baja el menor sin despegar sus dedos de las páginas.
ㅡDepende, ¿escribí todo bien? ¿todo se entiende?
Jisung rió, asintiendo con una enorme sonrisa en sus labios.
ㅡEntonces si, es en serio, no jugaría con algo asíㅡse detuvo, limpió sus manos y tomó las de Jisung, sobando el dorso con sus pulgaresㅡHan Jisung, mi hermoso, talentoso, increíble, inteligente y espectacular novio, ¿te casarías conmigo?
ㅡ¡Si!ㅡrespondió rápidamenteㅡ¡Mil veces si! Dios, estuve esperando tanto tiempo por esto, te tardasteㅡrióㅡLevántate, tonto, ven aquí y dame un abrazoㅡexigió con sus brazos extendidos.
Minho fue hacia él y lo abrazó con fuerzas, ambos muy felices por el paso que estaban a punto de tomar, ya estaban listos, no tenían por qué seguir esperando, estaban enamorados, los peores momentos ya habían pasado, y si aparecían más, estaban seguros de que podrían solucionarlos, porque juntos habían aprendido que su amor, confianza y comprensión eran más importantes que su orgullo.
Cuatro meses después, la boda se llevó a cabo en un bonito salón de un lujoso hotel de la ciudad, Minho se encargó de que todo estuviera perfecto a pesar de que Jisung no pudiera apreciarlo, habían quedado de acuerdo en que así sería y que Jisung no se sentiría mal al respecto, sabía que Minho estaba emocionado.
Todo el evento fue emocional, con pocos invitados, solo los más importantes y allegados asistieron, haciendo que el ambiente fuera el mejor.
Al año siguiente, para cuando Minho cumplió veintisiete años, decidieron mudarse juntos a una bonita y amplia casa en un lugar céntrico y privado de la ciudad, Jisung quería una casa con dos pisos, mientras que Minho seguía insistiendo en comprar una casa de un solo piso para la comodidad del menor, aunque a final de cuentas, Jisung terminó ganando porque Minho no podía resistirse a él y sus encantos.
Félix y Changbin eran los que más visitaban el hogar de Jisung y Minho, siempre llevaban a su pequeña hija, Lia, una dulce niña muy sonriente de tres años que decidieron adoptar hace un par de años atrás, era lo que más amaban en su vida, y cada vez que los visitaban, Jisung no podía dejar de sentirse encantado con la idea de tener un hijo, y aunque él no lo dijera, Minho lo había notado.
Y entonces, la idea de tener un hijo fue perfecta.
[☆☆☆☆☆]
Las vacaciones de diciembre por fin llegaron, eso significaba que Minho estaría de vacaciones, sin embargo, eran las fechas más apretadas para Jisung, habían eventos por todos lados, por lo tanto, tenía mucho que preparar y gente a la cual ensayar, aunque en esos días se estaba quedando sin inspiración para crear nuevas melodías, tenía que esforzarse el doble.
Las vacaciones de diciembre también significaban algo importante: El aniversario de bodas.
Ese año cumplirían dos años de casados, y Minho había conseguido el mejor regalo para Jisung, estuvo mucho tiempo trabajando para eso y cuando por fin lo consiguió, creyó que sería el regalo perfecto para su aniversario. Debido a que era algo realmente grande, el estrés siempre estaba presente, trataba de controlarlo y ser paciente, sobre todo por su pequeño hijo que pasaba día y noche jugando alrededor y haciendo ruido.
ㅡPapi, papi, papi, papi, papi~ㅡBeomgyu corría alrededor de la mesa del comedor en donde Minho estaba, tratando de llamar su atención.
Minho dejó su laptop a un lado y suspiró, poniéndole atención al pequeño castaño.
ㅡDime, ¿qué necesitas ahora?
ㅡ¿A qué hodas viene Lia?ㅡpreguntó con una sonrisa.
Al castañito le gustaba cuando la pequeña pelinegra de cinco años llegaba de visita, pasaban jugando horas y horas, Félix y Changbin solían ir muy seguido, por eso los dos infantes se llevaban muy bien.
ㅡMi amor, ya te dije que vendrá pronto.
ㅡ¿Y podemos id al padque?ㅡmiró al mayor con ojos brillantes.
ㅡPregúntale a papi Jisung, yo estoy un poco ocupado.
ㅡEs que... Está ocupado en su oficina.
Minho vio el desánimo en su hijo y pensó que lo mejor sería dejar a Jisung con sus cosas y él hacerse cargo de los niños, ya que la mayoría del tiempo, el pelinegro era el que hacía casi todo, además, sabía que cuando estaba en su oficina, no le gustaba ser molestado.
Horas más tarde, Félix apareció en la puerta de Jisung y Minho junto a Lia, al entrar, la niña corrió en busca de su amigo que se encontraba en la segunda planta jugando en su habitación.
ㅡGracias por aceptar hacerse cargo estos días de Lia, de otra manera no podría ir de vacaciones con Binnie, tenemos años de no salirㅡdijo Félix, tomando asiento en el sofá de la sala.
ㅡNo hay de qué, aprovecho que Gyu se mantenga entretenidoㅡambos rieron.
ㅡ¿Y mi Sunggie?
ㅡTrabajando, ya sabes cómo le toca en estos días, aunque no tarda en salirㅡmiró la hora en su reloj.
ㅡIré a saludar y me iré, aún tengo cosas que preparar.
ㅡAdelante, tal vez y no terminas regañado por interrumpir así como yo.
ㅡÉl me ama, no va a decirme nada, es más, estará feliz.
ㅡ¿Sugieres que a mí no me ama?
ㅡEres un pasatiempo, sabemos que todo este tiempo me ha amado más que a tiㅡle dijo mientras se dirigía a la oficina de Jisung.
ㅡCómo eres de molesto, lo besaste una vez y te hiciste una película, ya supera esoㅡrió Minho.
ㅡEh... si, una vezㅡsonrió nervioso, caminando más rápido.
ㅡEspera, ¿qué?ㅡpreguntó confundido, pero Félix ya había desaparecido de ahí.
Jisung se recostó por completó en la silla con cansancio, por fin había terminado todo lo que tenía acumulado, eso le daba al menos una semana de descanso. Movió su cuello hacia los lados, tratando de relajarse cuando escuchó la puerta abrirse sin haber tocado antes.
ㅡ¡Jisung! ¿Cómo estás? Ocupado, supongo, Minho ya me dijo que tienes mucho que hacerㅡse acercó a darle un fuerte beso en la mejilla.
ㅡ¡Lixie!ㅡsonrió ampliamenteㅡHace tiempo que no aparecías por aquí, es bueno saludarte. Y si, estaba ocupado, pero ya terminé, por fin podré descansarㅡsuspiró.
ㅡEso es genial porque Lia estará aquí unos días, no va a interrumpir con nada.
ㅡCierto, la cuidaremos bien, no te preocupes.
ㅡSé que si, pero bueno, solo venía a saludarte, tengo mucho que hacer aún.
Jisung se levantó y Félix tomó su mano rápidamente para ayudarlo a ir hacia la sala, y aunque Jisung se sabía perfectamente el camino, Félix quería ayudarlo, cosa que al pelinegro no le molestó, ya no le molestaban ese tipo de cosas.
Hablaron unos pocos minutos más antes de que Félix tuviera que irse.
ㅡAdiós, papiㅡdijo la pelinegra mientras abrazaba a su padre.
ㅡPórtate bien, no molestes a tus tíos, tienen permiso para quitarte tus juguetes y no darte helado si te portas mal.
La niña asintió y se soltó de los brazos de su padre, corriendo nuevamente a la segunda planta.
ㅡAdiós, tío Fefi, yo cuidadé a Liaㅡdijo Beomgyu, dándole un abrazo al mayor.
ㅡEstoy seguro de que si lo harás.
El castañito se soltó del abrazo y salió corriendo tras la pequeña niña, sus risas se escuchaban hasta la primera planta, llenando de ternura a los mayores.
Se despidieron del pelirrojo, quedando de nuevo solos.
ㅡLastima que no pudo quedarse más tiempo.
ㅡDe seguro no te enojaste porque interrumpió en tu oficinaㅡle dijo de manera sospechosa.
ㅡEstaba justo terminando cuando el entró.
ㅡConmigo te enojas siempreㅡse quejó el mayor, a lo que Jisung solo empezó a reír con ternura.
ㅡLo siento, amorㅡse acercó al castaño y dejó un corto beso en sus labios, haciendo que Minho sonriera automáticamenteㅡVamos, debemos hacer algo de comer para los niñosㅡtomó su mano y caminaron hacia la cocina.
Jisung por fin tendría tiempo libre e iba a aprovecharlo con su familia.
[☆☆☆☆☆]
Minho tenía en sus manos lo que sería el mejor regalo para Jisung, solo debía avisarle que saldrían para poder dárselo.
Llamó a su primo, Jeongin, para que ese día llegara a cuidar a los niños por un rato. Jeongin aceptó animadamente, amaba a los niños, estaba acostumbrado a lidiar con ellos puesto que trabajaba como maestro de música en una pequeña, pero prestigiosa escuela de la ciudad.
Jeongin no tenía hijos, prefería su vida llena de viajes por todo el mundo junto a Chan, tener un hijo significaba menos tiempo, y ambos estaban de acuerdo con eso. Tenían dos lindos niños a los cuales cuidar de vez en cuando, así que no les hacía falta.
Jisung estuvo muy sorprendido con la visita de Jeongin y su hermano mayor, Chan, que ese día decidió tomarse el día libre, ya que era su propio jefe, podía hacer lo que se le diera la gana. A sus treinta y dos años, era el dueño de una influyente empresa. Tenía mucho dinero, gracias a eso, cumplía cada uno de los caprichos de su lindo novio y su pequeño sobrino, por eso Beomgyu y Lia lo amaban.
ㅡ¡Tío Shan!ㅡexclamó el niño al ver al mayor entrando a la casa.
ㅡCampeón, holaㅡlo abrazóㅡMe llamo Chan, no Shan.
ㅡTío Shanㅡrepitió el niño.
ㅡCon C, no con S.
El niño ladeó la cabeza un poco confundido, no sabía las letras, por lo tanto, no estaba entendiendo.
ㅡ¿Tío... Shan?
ㅡBien, déjalo así, ya aprenderásㅡrevolvió su cabello con cariñoㅡToma, te traje otro juguete.
ㅡ¡Si!ㅡtomó el paquete en sus manos y salió corriendo al patio.
Chan saludó a Lia animadamente, entregándole también un paquete, viéndola desaparecer con una enorme sonrisa tras el castañito.
ㅡGracias a ti, Gyu ya no tiene espacio para guardar tantos juguetesㅡregañó el pelinegro, abrazando con fuerza al peligris.
ㅡEs un niño, nosotros teníamos más juguetesㅡrió.
Jeongin apareció, saludando a Minho y Jisung con una enorme sonrisa, le gustaba visitar la casa de su primo, era muy espaciosa y el ambiente era tranquilo.
ㅡBien, hay comida en la refrigeradora, las cosas para Beomgyu y Lia están en mi habitación, cualquier cosaㅡ
ㅡTe llamamos, si, lo sabemos Sungㅡdijo JeonginㅡYa váyanse.
ㅡGracias, chicosㅡsonrió Minho, tomando la mano de su esposo para salir de casa.
ㅡ¡No les den dulces!ㅡgritó Jisung cuando ya estaba fuera, haciendo reír a su hermano.
Minho y Jisung por fin se fueron, dejando a su hijo y a la pequeña Lia con su tíos más permisivos, no eran malos cuidando, pero no sabían decirle "no" a su hijo.
[☆☆☆☆☆]
Minho abrió la enorme puerta frente a él, estaba muy nervioso, no sabía cómo lo tomaría Jisung, esperaba que bien.
Jisung no estaba entendiendo nada, todo a su alrededor era muy desconocido para él, sabía que no era un restaurante, también sabía que no había nadie más que ellos dos, pareciéndole eso aún más extraño.
Se detuvieron luego de caminar un momento, habían llegado a un salón vacío en donde la luz entraba perfectamente por los ventanales, dándole un mejor aspecto al salón.
Minho tomó las manos de Jisung, tomó aire y exhaló.
ㅡMinho, ¿en dónde estamos?
ㅡEn un salón.
ㅡYa... ¿Y qué hacemos aquí?
Minho sacó de su bolsillo un juego de llaves y las puso en la mano de Jisung.
El pelinegro seguía sin entender.
ㅡSon tuyas.
ㅡNecesito que me expliques porque no entiendo nada.
ㅡHace un tiempo pude ahorrar el dinero suficiente para comprar este lugar, hay varios salones que se pueden usar y... Este lugar es tuyo, puedes empezar tu escuela de música.
Jisung se quedó quieto un momento sin dar crédito a lo que Minho le estaba diciendo, recordando que siempre soñó con tener su propia escuela de música, un lugar en donde las personas podrían aprender a tocar cualquier instrumento.
Sintió las llaves en su mano, no podía creer que podría cumplir su sueño.
ㅡEsto es demasiado...
ㅡFeliz segundo aniversario de bodas. Te lo mereces, te has esforzado, has trabajado mucho y este es tu sueño, te ayudaré a que todo salga bienㅡquitó las pequeñas lágrimas que se asomaban en los ojos del menor.
Jisung se lanzó a los brazos de Minho, abrazándolo son fuerza, estaba feliz, podría por fin hacer lo que siempre quizo, un sueño que dejó atrás al enfocarse en cada propuesta que llegaba, incluso había dejado de pensar en eso debido a lo ocupado que solía estar, pero ahora tendría la oportunidad de seguir adelante con su escuela.
ㅡGraciasㅡrecostó su cabeza en el pecho del mayorㅡGracias por todo, por creer en mi, por siempre estar a mi lado aunque las cosas se pongan difíciles conmigo, sé que no es fácil para ti lidiar conmigo y con Gyu, sé que has sido demasiado paciente con mis cosas aún cuando tienes las tuyas. De verdad te amo muchísimo, Min.
Minho sonrió, dejando varios besos en la cabeza de Jisung, tratando de demostrarle apoyo y amor.
ㅡTe seguiré ayudando sin problemas, bebé. Sigue tus sueños, no vuelvas a dejarlos atrásㅡlo alejó de su cuerpo y tomó su rostro entre sus manosㅡTienes mucho que hacer, pero no te preocupes, ya empecé con algunos movimientos para que todo marche bien, incluso Innie aceptó trabajar aquí, así que sin que te des cuenta, tu escuela ya estará funcionando. Te amo, y eso nunca cambiará, siempre estaré feliz de verte haciendo lo que te gustaㅡlo besó suavemente con tanto amor que era fácil saber que estaban enamorados.
Minho se sentía como aquel chico de dieciocho años que se enamoró del que menos pensó, su corazón seguía latiendo con fuerza por Jisung, poco le importaban las críticas a su alrededor, saber que Jisung seguía enamorado de él era suficiente para seguir siendo feliz, porque al fin tenía su propia familia, un trabajo que disfrutaba mucho y una cómoda vida en la que amar a Jisung y ser amado por él, era lo mejor que le pudo haber pasado.
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BRAILLE: Sistema de signos que emplean los ciegos para leer y escribir; se basa en una correspondencia entre letras y caracteres formados por una serie de puntos en relieve distribuidos en una superficie
Hola~ Ahora si es el final😭 Me encariñé con esta historia (siempre me en cariño jaja), recuerdo que al principio me costó mucho escribirla y en varias ocasiones pensé en dejarla a medias y borrarla, pero siempre me sentí motivada por sus comentarios y votos❤️ así que muchas gracias por el apoyo, los amo mucho.
Recuerden seguirme si quieren leer mis próximas historias, tengo planeado empezar a escribir otra❤️
Gracias a todos los que me desearon feliz navidad, espero que la hayan pasado bonito, yo la pasé muy bien🎉 cuídense siempre, tomen agua y coman bien.
Nos leemos pronto~