botón ───── ❴ tsukkiyama ❵

By lifu-ii

4.4K 451 257

Tsukishima era un hijo de perra. Yamaguchi solo quería un día normal de escuela pero su novio le gustaba juga... More

Botón.

4.4K 451 257
By lifu-ii

                Conocía a mi novio perfectamente, eramos amigos desde la primaria por lo tanto se todo de él cómo él de mí. Sin embargo, cuando empezamos a salir no hace un año, cuando estábamos aun en la secundaria, mi di cuenta de la diferentes facetas que Tsukishima tenía conmigo. Antes de confesar nos y decidir tener una relación más allá de la amistad, Tsukki no era tan distinto como ante, la única diferencia era el trato: su actitud era igual, fría y reservada pero amable conmigo, sin sobrepasar el límite de nuestra amistad y reduciendo el contacto a solo palmadas y abrazos de parte mía. Tsukki nunca fue de los tipos que les gustaba el contacto físico, siempre daba un paso para atrás cuando se trataba de toques sutiles en su piel o alguna caricia en el rostro; su madre y hermano, aunque eran familia, no tenían tanto contacto con él por lo mismo. No obstante, yo como su mejor amigo, aunque respetaba su espacio y sus decisiones, no podía evitar dejarme llevar por las emociones y terminar encerrando a Tsukki en un abrazo fuerte y efusivo sabiendo que era posible obtener una mueca de desagrado y simplemente el silencio de Tsukki. Y a pesar de las constantes negativas de mi actual novio, sabia que a él le gustaba que le tocara. Exclusivamente yo.

Cuando por fin tomamos el valor de decir lo que sentíamos y darnos nuestro primer beso, Tsukki cambió. Siendo él el que rechazaba el contacto físico, ahora osaba a tomar mi mano en público con un simple roce de sus dedos y yo, gustoso y enamorado, aceptaba con una gran sonrisa; sin muchas trabas en la lengua, Tsukki siempre me decía cuanto quería besar me, haciéndome sonrojar por la vergüenza, escuchar la boca diciéndome que le gustaría morder y acariciar mis labios con los suyos, provocaba que me estremeciera como si un rayo recorriera todo mi cuerpo; aunque no lo parezca, Tsukki siempre tomaba la iniciativa de tocarnos ya fuera con una suave acaricia o recorrer nuestras manos sobre el cuerpo ajeno, él era apasionado y parecía que no podía evitar que sus manos se posaran sobre mi. Cuando estábamos en la intimidad de mi habitación o en la suya, Tsukki siempre tenia su mano acariciando mi mejilla y la mía siempre agarraba la suya y masajeaba sus nudillos, de su boca salia lo mucho que le gustaba mis pecas y no podía evitar compararlas con las estrellas (las estrellas de su luna solitaria).

Mi cara siempre se tornaba rojita, mi corazón reboza en felicidad. Nunca llegue a imaginar que estaría a lado de Tsukii siendo su novio, siendo dueño de sus palabras y de su cariño. Era como un sueño del que no quería despertar.

Todo había sido tranquilo en el primer año de nuestro noviazgo, éramos tímidos con nuestros cuerpos. Nunca pasábamos de un deslizamiento debajo de nuestra cintura; los besos eran suaves, castos, tímidos y llenos de cariño. Cuando entramos a la preparatoria las cosas comenzaron a subir de nivel, en nuestro primer año comenzamos a experimentar la excitante tensión sexual que teníamos, al tener limites nuestro deseo por explorar nos mutuamente, conforme los meses pasaban, iba agrandándose como un globo que estaba a punto de explotar. Yo siempre fui de creer que Tsukki no me desean de esa forma, de la forma que muchas veces me hizo tener sueños húmedos y me hizo fantasear durante las clases y los entrenamiento, ver lo con su uniforme negro y de entrenamiento me hacia agua la boca. Su cuerpo largirucho comenzaba a tomar forma por el constate ejercicio, sus hombros comenzaban a ensancharse y sus piernas delgadas comenzaban a tonificarse, mientras que yo solo pensaba en lo mucho que quería tocarlo terminando sintiéndome un degenerado o pervertido. Mi cuerpo también estaba cambiando pero no tanto como el de Tsukki, sentía envidia pero al mismo tiempo deseo.

Cada vez que nos besábamos, sentía mis manos añorar por su cuerpo y mis piernas se abrían para tener su cuerpo pegado a mi, pero negatividad y la inseguridad que había en mi cabeza no dejaba que fuera más lejos. Es más, Tsukki no parecía querer ir más allá de los besos suaves y de las acaricias en mi torso, siendo él alguien que aún no se acostumbraba del todo al taco físico, dudaba mucho que el quisiera que lo tocara de una forma más pasional.

Pero cuando menos me lo esperaba, en uno de nuestras pijamadas habituales, cuando mi madre estaba dormida y parecía que nada sucedería, no se como el beso suave y casto que Tsukki me estaba dando se convirtió en calor; ese calor que por mucho tiempo estaba esperando y me sintiera avergonzado y deseoso por más. Sus manos tocaron mi piel llena de pecas mientras que las mías recorrieron su espalda que comenzaba a tornarse fuerte y ancha; no dejaba de follarme la boca con su lengua y provocar que gimiera, apretó mis piernas y recorrió mi rostro, mis hombros, mi pecho y acarició todos los puntos que me volvían un costal de nervios con su labios. Sentía brazas recorrer cada rincón de mi cuerpo, la osadía de Tsukishima me prendía y me hacia gemir su nombre. Mi novio reservado y tranquilo se convirtió en alguien intranquilo que perdía la corduda cual animal cada vez que nos encontrábamos y me comía la boca como sino hubiera un mañana.

Sollozaba por el dolor del placer ante el tacto de sus grandes manos sobre mi piel y de su cuerpo sobre mío. Las sensaciones nuevas que Tsukki me hacia sentir eran iguales como estar en una montaña rusa, bajando y subiendo a toso momento y, por dios, me hacían temblar.

El segundo año fue más intenso. Tsukishima podía aparentar ser el estudiante ejemplar, tranquilo y callado, quien te dirá sin rechistar cuando algo no estaba bien; pero conmigo era ruidoso, cariñoso, siempre diciéndome cosas vergonzosas y excitantes cerca de mi oreja, tocando mi cuerpo como un sediento en el desierto. Tsukishima era un lobo y yo era el cordero.

Nuestra primera vez fue en su casa, cuando su madre tuvo que ir con su hermano a la ciudad. Me tomó de manera tan delicada y tranquila que me hizo llorar por el cariño que tenía hacia mi y mi espantoso cuerpo. Me consoló, me dijo cuanto me amaba mientras me limpiaba las lágrimas, besó mis pecas las cuales me hicieron sentir inseguro por mucho tiempo; Tsukishima me amaba. Me lo decía cuando me tocaba, cuando me besaba, cuando me regalaba algo, cuando me hacia algún gesto, cuando me apoyaba y con sus acciones.

En el tercer año las cosas siguieron igual pero ahora con nuevas cosas con las que podíamos jugar y hacer mas entretenida nuestra relación. Tsukishima se volvió un estudiante muy apuesto, creció unos centímetros más y su cuerpo estaba tonificado gracias al voleibol, su cabello antes corto estaba ligeramente más largo; ahora podía ponerle pequeños broches que Yachi me había regalado en mi cumpleaños. En mi caso, me dejé crecer el cabello que ahora me llegaba a los hombros y tenía mis dos orejas perforadas. Cuando se lo mostre a Tsukki dijo que me veía sexy y esa noche estoy seguro que no dormimos en absoluto.

Jugueteabamos entre nosotros como cualquier otra pareja. Kageyama no se acostumbraba ver a Tsukishima siendo cariñoso (a su manera) conmigo cuando estabamos en público a pesar de ya habernos conocido hace dos años.

Tsukishima le gustaba torturar me. Dejarme deseando por sus manos sobre mi cuando estaba muy excitado, quería que le rogara y cuando me portaba de forma caprichosa, me castigaba y debía soportar la torturosa cuenta del uno al diez mientras sus manos impactaban contra mi trasero. Pero no negaba que me encantaba esa faceta de él, me volvía loco.

Sin embargo, hubo un día en especifico donde Tsukishima se portó como un hijo de perra conmigo y pase el peor (o tal ve el más excitante) día de mi vida.

Ese día era nuestro aniversario. Quería hacer algo divertido para mí y para él, pero ponerme un vibrador tal vez no fue la mejor idea. Al menos no para mi. Tsukishima era un pervertido en secreto, durante todo el día mientras estábamos en clases no dejó de presionar el botón y aumentar el nivel de intensidad del jodido juguete. Cuando sentí la primera vibración en mi cuerpo, tuve que retener mis gemidos en mi garganta, me sonroje tan fuerte que parecía una fresa. Mira a Tsukishuma detrás de mi y el maldito hijo de perra sonreía como si hubiera ganado la copa mundial, sus ojos estaban llenos de malicia y lujuria y conforme los minutos pasaban, sentí que el nivel subía de intensidad.

Oh dios mío.

Sentí mi pene levantarse y comenzar a humedecer se. Tsukishima me molestó todo el día sin importar si estábamos solos o en publico. Cuando pase a leer durante la clase de ingles, sino fuera por la voluntad que tenía hubiera caído al suelo y gemir como un actor porno el nombre de mi novio. El maestro de ingles hasta me había preguntado si estaba enfermo por el tenue sonrojo de mi rostro. Escuché como Tsukki reía bajo como un niño travieso.

La peor parte fue durante el entrenamiento de voleibol.

—¿Guchi-senpai, se encuentra bien?—preguntó uno de mis kohais cuando me vio temblando en el suelo del gimnasio. Por supuesto que no estaba bien. Tenía un vibrador metido en mi trasero mientras el maldito de mi novio subía el nivel para torturarme. Pero claro, no iba a decirle eso.

—S-si estoy b-bien, Y-Yukio—le sonreí para aparentar mi creciente excitación.

El entrenamiento fue un tortura. Tsukishima reía de mi desgracia, por mucho que le rogaba que parara este solo sonreía y aumentaba la intensidad del vibrador.

Hijo de perra.

—T-Tsukki, p-para ya.

—No lo haré cariño.

Al finalizar el día, cuando ambos estábamos en su habitación (esa noche me iba a quedar a dormir), me fui contra él y lo bese como un hombre hambriento, gemí su nombre y me restregue contra él para que supiera que estaba muy cachondo por su culpa. Él metió sus dedos en mi, jugando y acariciando mi carne, buscando el maldito vibrador que me había estado matando todo el día, estaba mojado y quería ser tomado con fuerza y estampado contra el colchón. Tsukishima me embistió sin previsto y me hizo ver estrellas, luces de colores y hasta tal vez el maldito infierno o tal vez el cielo.

Tsukki era un hijo de perra pero como me complacía.

Continue Reading

You'll Also Like

79.1K 6.3K 16
tsukkiyama ; adaptación | situaciones en donde tsukishima narra su relación con su novio, el cual es muy inocente. | Publicada el 6 de Mayo del 2022...
15.5K 1.8K 7
Tadashi debe decirle a Tsukki algo muy importante.
1M 48K 118
las imágenes no son mías yo solo los traduzco si tu arte aparece aquí y 💜no estás de acuerdo envía mensaje para borrarlo gracias 🧡...
515K 32K 31
Sofia Curuso llega a Italia para hacer una nueva vida en aquel hermoso pais. Lo que no se esperará es conocer a un grupo de hermanos, siendo estos lo...